Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Félix M. M.
ENSAYO LARGO
1
Sé que considerar a Débora Arango (1907-2005) la fundadora del arte moderno en nuestro
país es una apreciación arriesgada, que va a contra corriente con lo que se ha dicho y escrito
en la historia del arte colombiano. De hecho no es aventurado afirmar que se trata de una
libros de referencia, por ejemplo. La segunda edición del Diccionario de Artistas Plásticos
Marta Traba en 1959. Tampoco aparece en la Historia Abierta del Arte Colombiano
publicada por la misma Marta Traba en 1974 2. Ni siquiera se le menciona en Historia del
Arte Colombiano de Manuel Salvat, siete volúmenes que abarcan desde la prehistoria hasta
1978. En 1975 la Biblioteca Piloto de Medellín expuso cien obras suyas sin que el suceso
llamara la atención de los medios o la crítica. Casi una década después, en 1984, la
Retrospectiva (1937-1984). Era su primera gran exposición pero no por eso su momento de
1 La menciona con motivo del I Salón de Arte Femenino realizado en el Museo Nacional en 1951. Cito:
"Las organizadoras del certamen mezclaron obras de las verdaderas artistas con las de todas las
distinguidas damas residentes en Bogotá que dedican algunos momentos de su ocio a la decoración o a
la acuarela [...] Esta aparente liberalidad alejó de la exposición a varias de las artistas más serias que
militan en las diversas corrientes del arte colombiano [...] Así no hemos encontrado en el catálogo los
nombres de Alicia Cajiao, Cecilia Aya, Lucy Tejada, Sofía Urrutia, Fanny y Débora Arango".
2Traba, pesar de ser una de las mejores y más lúcidas críticas de arte latinoamericana, nunca se sintió
atraída hacia la obra de Arango.
2
Débora Arango en la muestra de pintura colombiana que fue enviada al Festival de Biarritz
en Francia. Según el Ministro, la pintura de Arango transmitía una imagen negativa del
museos de Estados Unidos, tampoco tuvo en cuenta su nombre. Al año siguiente se publicó
menciona, y sin embargo reseña a varios de sus contemporáneos: Pedro Nel Gómez,
Ignacio Gómez Jaramillo, Luis Alberto Acuña, Alipio Jaramillo, Carlos Correa y Gonzalo
Ariza.
A pesar de que el interés por la obra de Débora Arango ha revivido en las dos
reconoce su lugar en la historia del arte latinoamericano, ni mucho menos en la historia del
desnudo en Occidente. Es pertinente señalar que son pocas las mujeres que en el pasado
tuvieron acceso al desnudo como forma de arte y que en la época de Arango sólo otras dos
uruguaya Ofelia Echagüe Vera (1904-1987). En Norte América pintó en esos años una
bella serie de desnudos femeninos Georgia O`keeffe (1887-1986), que serían la bese de sus
sensuales representaciones del paisaje. Pero, por lo general, las mujeres se dedicaban a lo
Club Unión de Medellín en 19393. Las crónicas de la época cuentan que al evento se
3En 1937 expuso por primera vez en Medellín junto con otras seis alumnas de Pedro Nel Gómez, pero
esta muestra tuvo un cariz marcadamente local.
3
presentaron 74 obras, algunas firmadas por artistas que contaban ya con una excelente
Vélez (1897-1967), este último su antiguo maestro. En esa ocasión Arango presentó cuatro
obras a concurso, dos de ellas desnudos: La Amiga y Catarina de la Rosa. Un hecho sin
precisamente por un desnudo, sino todo lo contrario, por su obra Hermanas de la Caridad.
prensa conservadora, que representaba el pensamiento y la moral de la mayor parte del país,
momento tan púdicamente retratado. Entre los pintores tampoco fue bien recibida la
decisión de los jurados. Curiosamente uno de los participantes que se atrevió a imputar el
fallo fue su propio maestro: Eladio Vélez. A partir de entonces surgen detractores de la
artista que la acusan de inmoral e incluso de antiestética. Del episodio nos queda un
generoso archivo de notas de prensa, además del testimonio de la misma pintora una y otra
Entre más leía yo sobre la polémica que se entabló entre los periódicos
las fechas y el contexto socio-político del país: finales de los años treintas, inicios de los
cuarentas, presidencia de Eduardo Santos. Desde luego, reconozco que mi punto de vista es
4
mismo arte, a ver el cuerpo desnudo sin que resulte especialmente llamativo. En nuestro
siglo escandalizar es una tarea casi imposible para el artista en Occidente. Y aunque
desnudez en el arte lo encontramos en un cuadro del siglo XIX: El origen del Mundo
acercamiento a las piernas abiertas de una mujer, su sexo velludo en primer plano,
acompañado apenas por un pedazo de tronco en el que alcanzamos a ver el seno derecho.
Por las dimensiones del cuadro (55x46cm) y el punto de vista en el que fue realizado, el
observador no puede desviar la mirada del pubis frondoso que desemboca en el clítoris y
intención tanto de su pintor, como de sus sucesivos propietarios (el último de ellos Jacques
Lacan), que lo consideraron una obra para la contemplación privada. Cuando en 1977 se
incluirlo en la muestra a pesar de ya estar disponible. En 1988 sería expuesto por primera
vez ante el gran público en Nueva York causando enérgicas reacciones. El cuadro de
Courbet es revolucionario por dos razones: la primera, por el sacrilegio del título que
poner en una pintura el clítoris y el orificio de la vagina, nunca antes retratados. Desde
5
Courbet: El Origen del Mundo. Arango: Fragmento desnudo.
fragmentada del cuerpo que le confiera a la figura misterio y universalidad. Y aunque sus
detractores la acusaron de inspirar con sus cuadros “las más bajas pasiones”, ella negó
rotundamente que hubiese tenido alguna intención erótica al pintarlos. Fue esto lo que me
llevó a pensar que tal vez no había sido el desnudo en sí mismo lo que más había
representan cuerpos humanos al natural, sin que escandalicen a nadie. Busqué desnudos en
cuerpo desnudo de la mujer con deleite. Grandes nombres del siglo XX, que ya debían
6
conocerse en Colombia para entonces, lo hicieron antes que ella: Picasso y Matisse. Incluso
Pedro Nel Gómez, su maestro, había pintado desnudos en murales públicos. No olvidemos
que según el testimonio de la misma Arango fue este pintor quien siendo su maestro la
animó a incursionar en esta forma de arte. El hecho de que fuera una mujer la autora de los
desnudos ayudó a la polémica, pero no creo que haya sido el motivo principal. La clave la
Según Gombrich en su libro La Historia del Arte “no existe mayor obstáculo para
gozar de las grandes obras de arte que nuestra repugnancia a despojarnos de costumbres y
prejuicios.” Y, además: “cuanto más frecuentemente hemos visto aparecer un tema en arte,
tanto más seguros estamos de que tiene que representarse siempre de manera análoga.” Por
lo tanto, condenar la obra de Arango era, por decirlo de algún modo, la forma natural de
reto para los contemporáneos de Débora Arango era enorme, lo sigue siendo aún hoy para
nosotros. ¿Cómo aceptar sin rechistar a una pintora que desenmascaraba la postura
hipócrita de una sociedad que insistía en hacerse de la vista gorda ante temas como la
7
para encontrar una expresión personal, a veces incluso con formas grotescas ¿qué puede
de gozo estético. Nada más alejado de la realidad. El articulista acusa a Débora Arango de
pintar desnudos que “no son artísticos”. Por lo tanto la principal acusación, y la que me
interesa abordar por estar todavía vigente, es de orden estético. Cualquiera que haya visto el
cuerpo desnudo de otro ser humano sabe que la sola desnudes no hace que un cuerpo sea
bello, por lo tanto su transposición al lienzo no resultará en una obra necesariamente bella.
El ideal de belleza en el que nos educados dista mucho de lo que la mayoría de los seres
humanos somos físicamente. No en balde se dice que somos bellos en comparación con, y
no en nosotros mismos. Solemos ser bastante menos exigentes cuando comparamos las
exuberancia o moribundo, y siempre nos puede resultar bello. Esto no ocurre con los
cuadros, o las fotografías, que enseñan el cuerpo humano al natural, donde preferimos las
figuras esbeltas de las jóvenes modelos a aquellas en las que se retratan muchachas
normales con sus adiposidades y curvas pronunciadas (esto sin mencionar lo incómoda que
por eso pinto paisajes de carne.” De aquí que podamos afirmar que ella, católica de misa y
8
La polémica alrededor de la presentación de los desnudos de Débora Arango se
mantuvo viva durante algunos años para finalmente desembocar en un silencio de décadas.
respaldaron. Sin embargo, estábamos ante la verdadera fundadora del arte moderno en
Colombia, una pintora sin género ni par, muy por encima de sus contemporáneos. La
historia de su condena moral me hace recordar la célebre sátira de Jonathan Swift: "Cuando
un verdadero genio aparece en el mundo, lo reconoceréis por este signo: todos los necios se
recogieron reacciones de algunas destacadas figuras colombianas del mundo del arte. Una
de las más citadas es la del crítico e historiador Germán Rubiano: "La obra de Débora
en un momento en que los artistas estaban interesados en los problemas sociales del país,
pero no de una forma tan crítica ni incisiva como ella. Fue una expresionista que no era
Rubiano nunca fue un detractor de la obra de Arango, por el contrario, fue organizador de
una de las primeras retrospectivas de la artista y es autor de lúcidos ensayos en los que sale
Nacionalista, grupo al que pertenece Débora Arango, le debemos la fundación del Arte
Moderno en nuestro país. Y se detiene a poner de relieve: “los óleos y las acuarelas de
9
Débora Arango plenamente reivindicada después de su retrospectiva de 1984 en los
que aborda algunos temas sociales y políticos que nadie en el país había presentado con
Pero ¿por qué afirma Rubiano que Arango no era buena dibujante ni pintora? Yo
creo que el debate que la afirmación del crítico abre tiene que ver con una lectura de la
intencionalmente con características que los afean o desfiguran? O ¿Arango pintaba de esa
manera tan extraña, a veces incluso grotesca, porque no era capaz de pintar de otra forma?
¿Pretendía lo bello y el resultado era poco satisfactorio? Dejemos que sea la misma pintora
quien nos responda a estas cuestiones: “Yo sentía algo que no acertaba a explicar. Quería
cualquiera, sino que anhelaba también crear, combinar; soñaba con realizar una obra que no
planteó otra cuestión: “Cuando la obra se iguala al conocimiento y al juicio del pintor, es un
mal signo”, sentenció Leonardo Da Vinci. Goethe arrojaría una nueva luz sobre el tema:
“Ninguna obra de genio puede ser liberada o mejorada de sus defectos”. De esta manera, el
siglo XIX abría, con su nueva forma de pensamiento, la puerta al que hoy conocemos como
5Citado en: Paganismo, denuncia y Sátira en Débora Arango, Santiago Londoño, Boletín Cultural y
Bibliográfico. Número 4. Volumen XXII, Bogotá, 1985.
http://www.banrepcultural.org/blaavirtual/publicacionesbanrep/boletin/boleti3/bol4/pagani.htm
10
Arte Moderno.
Las Señoritas de Avignon de Pablo Picasso (1881-1973), el punto de partida del arte
moderno del siglo XX ambos cuadros fueron pintados en 1907, y se dice que el del
pintado con trazos gruesos, que se niegan al detalle, me recuerda algunos desnudos de
Arango. La mujer representada por Matisse es sencillamente fea, lo que nos parece natural
cuando sabemos que la intención del pintor no era sólo la de repudiar el academicismo,
como también confrontar la doctrina de belleza hasta entonces aceptada. El cuadro aunque
rompe con algunos preceptos del arte del siglo XIX en el uso del color, la línea, y la
ese siglo: la mujer desnuda u “odalisca” recostada en un oasis (escenario oriental que
colonial. La técnica, en cambio, es tosca, casi primitiva, lo que facilita el énfasis en las
en la que es presentado el cuerpo rompe con la postura odalisca clásica. Las connotaciones
6Este tema, de matices colonialistas, era recurrente en los salones de artistas de la época. Delacroix,
Ingres, Leconte y Dinet, entre otros, también lo habían representado.
11
Matisse: Desnudo Azul.
Arango: desnudo.
“Salon des indepéndants”, de Paris en 1907, y, sin embargo, no generó ningún tipo de
Vauxcelles escribió a propósito de la presentación de Desnudo Azul: “Se trata de una mujer
12
desnuda, fea, tumbada sobre una hierba oscura”. Y Matisse interrogado al respecto treinta
años después diría: “Si yo me encontrara con una mujer como esta en la calle, echaría a
correr despavorido. Yo no creo una mujer, yo hago una imagen.”7 Ante una pregunta
semejante la respuesta de Arango es directa y nada naif: “Yo creo que el pintor no es un
retratista al detalle. Cuando se pinta, hay que darle humanidad a la pintura. Si no fuera así,
estaríamos haciéndole competencia a los fotógrafos... un cuerpo puede no ser bello, pero es
natural, es humano, es real, con sus defectos y deficiencias.8Débora se sentía atraída hacia
década de los cuarentas es asombrosa. Las mujeres de Arango no suelen ser bellas, algunas
incluso son ostensiblemente feas, gordas y mayores. Un excelente ejemplo, y quizás uno de
subvierte no sólo los cánones de la belleza y la técnica, como también los de la perspectiva,
dejándonos a los espectadores ante una imagen simplemente imposible. Otra vez, como en
el Desnudo Azul de Matisse, una línea negra y gruesa define los contornos de la figura. La
posición oculta, cosa rara en la obra de Arango, la identidad de la modelo. Desde luego en
este cuadro se hace patente una de las principales características del arte moderno: la
7 HARRISON, Charles, Primitivismo, Cubismo y Abstracción: los primeros años del siglo XX, Ediciones Akal,
Madrid, 1998.
8 Citado en Museo de Arte Moderno de Medellín, Débora Arango, exposición retrospectiva 1937-1984.
13
Nel Gómez: Guiliana Scalaberni Frente al Espejo. Bonnard: El Aseo.
14
En el ámbito nacional, si comparamos, por ejemplo, Desnudo Contemporáneo, con
Guiliana Scalaberni frente al espejo, otro desnudo pintado en los años cuarentas por Pedro
libertad de expresión en Arango. Yo creo que esto se debe a que Arango no sentía
Bonnard? A juzgsar por las similitudes tanto en la ejecución como en el tema yo diría que
sí.
Algo similar ocurre cuando comparamos las maternidades de Débora Arango con
las de Pedro Nel Gómez. Mientras el pintor resalta el lado dulce y enternecedor a través de
su impecable factura, la pintora se decanta por figuras chocantes, representadas con trazos
pena resaltar aquí que el mayor aporte de Nel Gómez al arte colombiano lo hizo en su
9 Madonna del silencio fue pintado después de que su autora presenciara el parto sin asistencia médica
de una mujer pobre en un albergue.
10 En 1946, con el partido Conservador en el poder, se recrudeció la censura en Colombia. Cubrieron los
murales que Pedro Nel Gómez pintó para la Alcaldía de Medellín so pretexto de su inmoralidad. Igual
suerte corrieron los trabajos murales de Ignacio Gómez Jaramillo en el Capitolio Nacional y los paneles
de Alipio Jaramillo en la Nacional.
15
Arango: Madonna del silencio. Nel Gómez: Maternidad.
Arango La generación perdida, pues, según él, una combinación de hechos desafortunados
conservador, produjo un choque natural. Otra razón fue la crisis económica que les tocó
vivir: el mercado de arte en Colombia casi no existía y a ellos les tocó debatirse entre vivir
del arte o dedicarse a otras actividades. La tercera causa es política, en su mayoría era gente
Conservador en el poder, comenzaron a sufrir la censura. Y por último, hay que decirlo con
objetividad, la crítica de arte Marta Traba los fustigó con ahínco, lo que hizo pensar que
esta generación no valía nada.”11 Medina se refiere aquí al ensayo de Traba titulado El
16
Descompromiso de América Latina en el que la crítica argentina arremete contra el
movimiento muralista antioqueño encabezado por Nel Gómez, acusándolo de falta de “falta
de sensibilidad, buen gusto y capacidad creadora”. Ni si quiera en esta ocasión Marta Traba
Arango: Montañas.
17
Otro aspecto que no puedo dejar de lado en mi consideración de Débora Arango
como fundadora del arte moderno colombiano es su manifiesto interés por los temas
una ruptura radical, pues a pesar de la tradición paisajística de la pintura colombiana ella
centra su atención en la figura humana y sus circunstancias. No sin alguna ironía la artista
titula uno de sus primeros desnudos Montañas (Acuarela sobre papel, 1940).
Recostada boca arriba, tiene las rodillas dobladas. Su cuerpo, como las montañas, describe
curvas de distintas alturas. La luz extinguiéndose, apenas visible entre los picos de las
montañas, le confiere a su piel blanca una tonalidad tostada. El ambiente del cuadro es de
no pertenece al contexto, tres elementos nos lo indican: las uñas largas y barnizadas con un
sábana blanca con almohada que casi impide por completo el contacto directo del cuerpo
con la tierra. Fijémonos en las esquinas inferiores de la acuarela. Allí el trazo cambia
radicalmente. El suelo pasa de ser representado con un trazo diluido que nos da la
impresión de terreno plano y lizo, a unas pinceladas enérgicas que en lugar de dar
continuidad a lo plano resbalan insinuando una caída. La mujer pareciera estar al borde de
una cama. La posición de los brazos, la mano derecha que se acerca a la boca, el brazo
izquierda que cae hacia atrás, nos muestran a la protagonista en el momento de despertar.
Ella regresa del sueño, se despereza, todavía no abre los ojos. El espectador es testigo de un
instante precioso, a medio camino entre el sueño y la vigilia, las montañas están a punto de
18
En cuadros de marcado contenido político el recurso de expresión es otro muy
distinto. A Arango no le basta con subvertir las perspectiva. La figuración adquiere matices
caricaturescos. Los seres humanos se animalizan, por decirlo de algún modo. Tal es el caso
ejemplo este último. Laureano Gómez (1899-1965) fue elegido Presidente de la República
luego de que su único detractor en las urnas, Darío Echandía, retirara su candidatura para
no podía ser más delicada. El 9 de abril de 1948 asesinaron al líder político y candidato por
el partido Liberal: Jorge Eliecer Gaitán (1898-1948). Hecho que desencadenaría una
violenta reacción popular que pasó a la historia de nuestro país como El Bogotazo. Gaitán
exposición en Bogotá mientras era Ministro de Educación a principio de los cuarentas (ella
repudio y dolor). Pero las consecuencias del magnicidio de Gaitán irían a atravesar todo el
país, extendiendo los tentáculos de una violencia bipartidista hasta 1960. Tal fue el
opositores.
animalillo moribundo que sale de escena arrastrado en una camilla, sintetiza dos episodios
19
de 1953 liderado por el general Gustavo Rojas Pinilla, que lo envió al exilio español por
algunos años. Vemos en la esquina superior izquierda del cuadro un grupo de personas que
parecen dichosas por la salida de Laureano, en primera línea tres representantes del clero.
Algunos de estos personajes agitan las manos y gritan consignas. Después sobresalen dos
cañones, símbolos seguros de la violencia liderada por los dos únicos partidos políticos. El
hombre del fusil, en la esquina izquierda inferior debe ser Rojas Pinilla. Un grupo de
sapitos, análogos a la figura del Presidente, y, por lo tanto, de su misma clase, acompañan
al cortejo. La muerte encabeza (esquina superior derecha) una procesión que se dirige hacia
la luz, pues es allí dónde la pintora enfatiza la iluminación, transmitiendo la idea de que esa
luz hacia la que se dirige el derogado Presidente es capaz de cubrirlo todo. En la esquina
inferior derecha (en oposición con el grupo informal de la izquierda) vemos a tres militares
en posición de descanso con sus rifles mirando hacia arriba. El cuadro es una obra maestra
20
González: Una golondrina no hace verano.
Como vemos, a pesar del marginamiento al que se le confinó, Arango fue una
testigo activa de su tiempo. Nos dejó, con sus casi 300 cuadros, el más desgarrador
testimonio artístico de Colombia en el sigo XX. Sin ella, la historia del arte colombiano
21
sería muy distinta, menos interesante y moderna, sin duda. Sin ella, no habría sido posible
En 1985 Débora Arango confesó en una entrevista a Cristobal Peláez Gonzáles que
toda la vida sintió que su obra “no tenía ningún valor artístico”, que todo lo había pintado
“como a escondidas” porque la sociedad colombian no le había dado “ni una oportunidad.
Ni una.”
“Llegará el día había dicho la artista en los cincuentas, en que el medio sea
más comprensivo”. Tal vez, en los últimos años de su vida, ella alcanzó a atisbar un poco
de esa comprensión que vaticinó para sí misma. Ahora nos toca a nosotros, los nuevos
otros han dicho y escrito sobre ella, porque si el siglo XXI nos ofrece algo, es la
oportunidad de acercarnos al arte dejando de lado las máscaras de la falsa moralidad que
22
BIBLIOGRAFÍA
SULLIVAN, Ewuard, Arte latinoamericano del siglo XX, Ediciones Nerea, Madrid 1996.
TRABA, Martha, Historia abierta del arte colombiano. Museo La Tertulia, Cali, 1974.
SALVAT, Manuel, Historia del arte colombiano, editorial Salvat, Barcelona, 1988.
ZERY, F., Detrás de la imagen. Consideraciones sobre el arte de leer el arte, Tusquets,
Barcelona 1989.
MUKAROYSKY, Jan, Structure, sing and function, Yale University Press, New Haven
London, 1977.
HARRISON, Charles, Primitivismo, Cubismo y Abstracción: los primeros años del siglo
XX, Ediciones Akal, Madrid, 1998.
23
INTERNET (ensayos, entrevistas y otros)
http://www.colombialink.com/01_INDEX/index_artes_01.html
http://www.colarte.com/colarte/busquedas/consGen.asp?search=debora&p=26
http://www.jornadashumha.com.ar/PDF/2007/El%20cuerpo%20de%20la%20novia.%20Lo
%20obsceno-
sublime,%20una%20mirada%20distinta%20sobre%20el%20cuerpo%20femenino%20-
%20Marcela%20Arganaraz.pdf
http://www.ucentral.edu.co/NOMADAS/nunme-ante/6-
10/nomadas_06/revista_numero_6_art10_debora_arango.pdf
http://www.elmamm.org/debora-arango/
24
RESTREPO, María Cristina, La gran Débora: talentosa y polémica:
http://www.ciudadviva.gov.co/enero06/magazine/3/
http://www.banrepcultural.org/blaavirtual/publicacionesbanrep/boletin/boleti3/bol4/pagan
i.htm
http://www.banrepcultural.org/blaavirtual/biografias/arandebo.htm
http://redalyc.uaemex.mx/pdf/695/69530211.pdf
http://www.udem.edu.co/NR/rdonlyres/E3CDAE90-36F2-4DD7-A64A-
3AF83026C42C/11490/05MetáforaanálisisculturalyprensarepudioaLaamiga.pdf
http://www.eltiempo.com/archivo/documento/MAM-668092
25
ROJAS, Manuel Bernardo, El abandono de lo bello o la desrealización icónica en Débora
Arango:
http://redalyc.uaemex.mx/pdf/774/77410108.pdf
(junio de 1985):
http://www.matacandelas.com/DeboraArango.htm
http://www.elcolombiano.com/proyectos/grandes_entrevistas/noviembre/111201/debora_ar
ango.htm
La rebelde más vieja de la tierra, Débora Arango entrevistada por Iván Beltrán Castillo
(octubre de 2003):
http://pinturacolombiana.blogspot.com/2009/07/debora-arango.html
26