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nº59 julio/agosto 2010 PERSPECTIVAS

DEL MUNDO DE LA COMUNICACIÓN

¿De dónde viene el éxito de Perdidos?


LOST NO ES SÓLO UNA SERIE. HA SIDO UNO DE LOS MAYORES FENÓMENOS TELEVISIVOS QUE HA PERMITIDO
LA GLOBALIZACIÓN. AUNQUE SUS CIFRAS DE ESPECTADORES NO HAYAN MARCADO RÉCORD, UNA BUENA
PARTE DE SU NOTORIEDAD RADICA EN EL COMPROMISO Y FIDELIDAD QUE HA DEMANDADO DEL ESPECTADOR.

Seis temporadas en la ABC estado- novedades constantes y giros impo- guiños explícitos y tramas para cada
unidense que han desembocado en sibles hasta el mismísimo “The End”. continente. Negros, hispanos, asiáti-
un final polémico, relativista por lo cos, rubios, morenos, pelirrojos, afri-
3. El horizonte de un final
abierto de las múltiples interpretacio- canos, británicos, aussies, viejos,
nes dramáticas y narrativas que Haber anunciado –en la cuarta tem- jóvenes, niños... Es otra forma de
permite. Un cierre que dividió a los porada– que la serie concluiría en la globalizar el éxito: fomentando el
espectadores entre quienes lo consi- sexta entrega fue todo un acierto. espejismo de lo local. En el caso
deraban una tomadura de pelo ante Atisbar la promesa de respuestas a español, hasta recalaron en Cana-
la falta de respuestas y aquellos que tanta pregunta espoleó el sentido rias para una subtrama relacionada
se dejaron seducir por el carácter de del visionado. La historia ya no po- con Richard Alpert.
los personajes sin importarles los día dar vueltas infinitas sobre sí mis-
enigmas o la coherencia interna del 6. Una mitología ecléctica
ma, uno de los motivos que mayor
relato. deserción causó entre los espectado- Lost ha configurado su propio espa-
Ya con cierta distancia (el último res. Como un embudo, el grueso de cio mítico. Un universo abierto, ca-
capítulo se emitió el pasado 23 de preguntas iría estrechándose confor- maleónico, que ha combinado pa-
mayo) y con independencia de la me se aproximaba el final (que no sajes bíblicos, elementos de civiliza-
valoración crítica, parece el momen- las hayan respondido es otra histo- ciones antiguas, simbolismos éticos,
to adecuado para analizar las cau- ria… ¡el “consumidor” ya había lle- temas de la ciencia-ficción, alusio-
sas globales del éxito de la serie. gado hasta la última estación!). nes literarias y filosóficas, tramas re-
Aquí van doce claves –narrativas, ligiosas, etc. Una seductora amalga-
4. La fuerza de los personajes
dramáticas, de producción, distribu- ma de referencias que los especta-
ción y exhibición– para entender la Con elementos sólo formales no se dores han estado dispuestos a expri-
masiva acogida de Perdidos: construye un relato tan gigantesco. mir en busca de sentido, más aún
A pesar de todo, Lost ha sido una tras el capítulo final.
1. Un relato infernal historia de personajes, no únicamen-
7. Equilibrio entre fantasía y realismo
Lost ha levantado uno de los jeroglí- te un artificio narrativo, como le ha
ficos narratológicos más sofisticados ocurrido a FlashForward. Como ¿En qué género se ubica Perdidos?
de la cultura popular. Ha jugado buena historia de redención, cada Aventuras, intriga, romance, ciencia-
con la temporalidad y el punto de capítulo nos ha acercado al pasado ficción, fantasía sobrenatural, fábula
vista como no lo ha hecho ningún y al futuro –doloroso, secreto, impo- moralista, cine religioso... Su calcu-
otro producto audiovisual de larga sible– de cada uno de los héroes lada ambigüedad, jugando con ele-
duración: flashbacks, flashforwards que habitan la colmena, de modo mentos fantásticos y una factura
y realidades paralelas (flash-si- que el rompecabezas narrativo ha realista y cercana, han evitado que
deways) han configurado un puzzle adquirido forma al mismo tiempo Perdidos se convirtiera en un produc-
que todo espectador entregado que las vidas y las culpas de los to de nicho. Nadie huyó al ver na-
quiere ordenar. Y recolocar todas personajes se iban aclarando. El ves espaciales o seres verdes de
las piezas atrapa mucho... a pesar espectador se ha emocionado con otro planeta. No. Todo ocurría ju-
de las paradojas y aparentes calle- el triángulo amoroso entre Kate, gando con referentes más o menos
jones sin salida a los que se han Sawyer y Jack; ha llorado con la conocidos por el gran público. Por
enfrentado los náufragos del vuelo despedida de Charlie o la conversa- eso, a pesar de contar con un fan-
Oceanic 815. ción imposible entre Desmond y dom tan potente como los de Star
Penny; se ha reído con las discusio- Trek, Dr. Who o Battlestar Galacti-
2. Ansiedad narrativa nes absurdas entre Miles y Hugo ca, Lost ha sabido jugar también en
Lost ha seguido la estructura y las Reyes; ha sentido la ternura maternal el campo del espectador tradicio-
estrategias retóricas del folletín litera- de Claire; ha confiado en la deter- nal. Nunca ha dejado de ser un
rio del XIX, de modo que el especta- minación de John Locke; o ha senti- producto generalista a pesar de sus
dor, al acabar un capítulo, sintiera la do la ambigüedad herida de Benja- viajes en el tiempo y sus personajes
imperiosa necesidad de ver el si- min Linus. convertidos en humo.
guiente. Una colmena de historias
5. Coralidad internacional del reparto 8. El prestigio actual de la ficción
entrelazadas creadas para resultar
televisiva
adictivas: cliffhangers monumenta- Para llegar a varios mercados, la
les, sorpresas, golpes de efecto, serie de Lindelof y Cuse compuso un La obra producida por J. J. Abrams
personajes inesperados, trampas, reparto multirracial y plurilingüe, con no ha sido un oasis. Ha nacido y se

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6 facultad de comunicación
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Los protagonistas de Lost en una imagen promocional de la sexta temporada de la serie.

ha desarrollado en medio de una documentales, publicidad inventa- cos que el espectador debe cerrar.
edad dorada de las historias conta- da, webs falsas para productos Es una serie que ha reclamado exé-
das en la pequeña pantalla. Los existentes sólo en la diégesis (Oce- getas. Ahí ha descansado otra clave
Soprano, 24, Buffy o El ala oeste anic Airlines, Apollo Candy Bar) y de su éxito: amagar, fintar, pero
demostraron al espectador atento muchas otras piezas que conforma- nunca dar. Dejar tantos interrogantes
que la serialidad televisiva ofrecía ban un enigma tramposo, multiplata- abiertos como promesas de resolu-
un vehículo ideal para desarrollar forma y global. La verdadera dimen- ción. Y el “prosumidor”, en este en-
historias de largo recorrido. Con sión de la transmedialidad se podrá torno 2.0., se ha estrujado la cabe-
calidad y excelente acabado, sin calibrar en la resolución de los mu- za resolviendo los acertijos y desli-
nada que envidiar al medio cinema- chos hilos que han quedado sueltos zando teorías no sólo en la barra
tográfico. (nuevo metraje en el pack de DVD, del bar o en el autobús de la univer-
el libro-enciclopedia de la serie, un sidad, sino prolongando la conver-
9. Internet y las nuevas formas de ver sación en blogs, wikis y redes socia-
posible spin-off…).
La serie llegó en un momento en el les. De este modo, el visionado se
11. Inteligente promoción
que Internet explosionaba. Han in- ha retroalimentado y la fascinación
fluido los packs en DVD y la repesca El producto ha de ser bueno (recuer- por Lost ha corrido como la pólvora.
de las cadenas nacionales (Cuatro y den en qué quedó toda la artillería Hasta el episodio final, donde la
Fox en España), pero fue la genera- promocional de FlashForward…), conversación que generó alcanzó
lización de las descargas la que pero es evidente que la estrategia cotas casi clínicas o religiosas, en
realmente globalizó los contenidos. de marketing de la ABC ha resulta- una auténtica batalla dialéctica en-
Con ellas, el usuario elegía cuándo do una victoria. De rebote, ha servi- tre talifanes y desencantados.
y dónde ver la historia. Por eso, Lost do para que las productoras y las
albgarcia@unav.es
ha sido, sobre todo, un aconteci- cadenas innoven con campañas
miento social en la Red. Un virus que como la que ha desarrollado Cuatro
no ha cesado de extenderse gracias en España. Y, además, en un giro
al nuevo paradigma 2.0., donde la de lo más sugestivo, los responsa-
información se comparte, se re-pro- bles de Lost han sabido emplear a REFERENCIAS:
duce, se mezcla, se comenta. los propios fans como embajadores
GARCÍA MARTÍNEZ, Alberto Nahum,
sociales, con sus vídeos recopilato- “Los post sobre Perdidos”, Diamantes
10. Narrativas transmedia rios, sus parodias, sus escenas alter- en serie, http://tinyurl.com/label-Lost.
Ahora las series no sólo se desarro- nativas, sus interpretaciones de la JANE ANDERS, Charlie, “Lost was the
llan en televisión, sino que cuentan mitología o sus explicaciones de los Ultimate Long Con”, io9.com, http://
con muchas ramificaciones que las enigmas. Lost es ya uno de los ejem- tinyurl.com/Lost-Long-Con.
nuevas tecnologías permiten. Hay plos más sobresalientes de la “cultu- PONIEWOZIK, James, “Tuned in:
webisodios, bitácoras y twitter de ra participativa” que describe Henry Lost”, Time, http://tinyurl.com/Lost-
personajes, juegos de mesa asocia- Jenkins. TimeMag.
dos, campañas virales, mashups, 12. El visionado como experiencia PORTER, Lynnette; LAVERY, David, Un-
novelas que amplían el universo na- social locking the Meaning of Lost: An Unau-
rrativo o cosas tan sorprendentes thorized Guide, Sourcebooks, Illinois,
El relato de Perdidos es lo suficiente- 2006.
como aquel ensayo llamado “The
Lost Experience”, en el que se mez- mente ambiguo como para contar REGAZZONI, Simone, Perdidos. La Fi-
claban pistas adulteradas, falsos una historia dejando múltiples hue- losofía, Duomo, Barcelona, 2010.

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