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Encuentro Internacional Contra el Terrorismo,

por la Verdad y la Justicia, 2005


Edición especial en ocasión del Encuentro Internacional
Contra el Terrorismo, por la Verdad y la Justicia.
La Habana, 2-4 de junio de 2005.

© Martín Almada,1978
© Encuentro Internacional Contra el Terrorismo,
por la Verdad y la Justicia, 2005

ISBN 959-06-0748-9
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PRÓLOGO A LA EDICIÓN ESPECIAL

El 22 de diciembre de 1992, una noticia muy especial dio la vuelta al


mundo. En un país siempre condenado al olvido, como es Paraguay,
se descubrieron toneladas de documentos de una dictadura alienante
que perduró entre los años 1954 y 1989. El general Alfredo Stroessner
había gobernado bajo el amparo de Estados Unidos durante 35 años
imponiendo el horror cotidiano. El miedo apagaba las miradas en aquel
país por donde transcurrió una de las historias más fuertes y conmove-
doras de la región.
La obsesión por la justicia del profesor y abogado Martín Almada,
una de las víctimas de aquella dictadura, le aportó la imprescindible
energía para cumplir el objetivo que se propuso desde que, gracias a la
solidaridad internacional, partió al exilio en 1978.
Almada fue detenido en 1974 por el hecho de defender la educa-
ción popular y buscar caminos de dignidad para su pueblo. Pero nunca
pudo imaginar en aquellos días del horror, donde fue sometido a terri-
bles torturas que hasta hoy perturban sus sueños, cómo, además, que-
daría atrapado en las redes de una acción de contrainsurgencia que se
encontraba aún en sus comienzos.
En aquellos días donde el lobo andaba suelto, Almada no fue interro-
gado solo por paraguayos, sino también por militares chilenos y ar-
gentinos. Tiempo después, después sabría que aquellos interrogadores
eran miembros activos de la Operación Cóndor, una internacional de
la muerte que dejaría cientos de víctimas en su camino.
Fue el plan Cóndor la coordinadora criminal de las dictaduras del
Cono Sur, cuya reconstrucción histórica implica la reevaluación de las
relaciones de los Estados unidos con América Latina en el siglo XX.
En aquellos días los torturadores grababan cada sesión con Almada
y obligaban a su esposa Celestina Pérez a escucharlas por teléfono.
Ella no pudo resistir mucho tiempo y murió a causa de aquella tortu-
ra sicológica.
Martín recogió la historia de muchos de sus compañeros de infortu-
nio y con su dolor y aquel bagaje de testimonios salió hacia el mundo

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desde el siniestro campo de concentración de Emboscada, enclavado
en el noreste de Asunción. Pero decidió recordar ese pasado cada día
de su vida, hacer de la memoria su arma de lucha para demandar la
verdad y la justicia.
Así nació su libro Paraguay: la cárcel olvidada, el país exiliado, que
escribió en 1978 en Panamá, su primer refugio. En esas páginas, ade-
más de sus propios recuerdos, están las historias de todos aquellos que
pasaron por los laberintos de una de las dictaduras más largas y crue-
les de América Latina.
Finalmente, su sueño de hallar caminos hacia la verdad fue posible
aquella mañana luminosa cuando no pudo resistir su propia emoción
ante las cinco toneladas de papeles donde estaba escrita su vida por la
mano del verdugo. Ese día comenzó una nueva historia para Paraguay
y América Latina toda. Aquellos documentos del horror abrían una luz
para indagar sobre los caminos del Cóndor, llegar hasta sus mentores
intelectuales, sus ejecutores y encubridores.
Una vez más la resistencia, el amor y la decisión por la dignidad
ganaron una increíble batalla contra un imperio sin piedad. Por esta
misma razón y por decisión del presidente de Cuba, Fidel Castro, se
resolvió hacer una edición especial durante el Encuentro Internacional
Contra el Terrorismo, por la Verdad y la Justicia realizado en La Haba-
na, Cuba, como un homenaje no solo a su autor, sino a todos aquellos
que deambulan por la niebla de las desapariciones, una de las más per-
versas formas del terror en nuestra América.

STELLA CALLONI
La Habana, 3 de junio de 2005

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