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Catedrático de Historia contemporánea, Ricardo García Cárcel, en ABCD Las Artes y las Letras 20 marzo 08: "... el libro me impresionó por su pesimismo desolador respecto a la incapacidad del Estado para ofrecer una casa común a las distintas culturas que integran lo que llamamos España" [ .. ] "España como nación es, para Quiñonero, un proyecto no inacabado, sino nunca bien definido, "victima de una enfermedad del espíritu que lo destruyó antes siquiera de poder crecer plenamente"
Catedrático de Historia contemporánea, Ricardo García Cárcel, en ABCD Las Artes y las Letras 20 marzo 08: "... el libro me impresionó por su pesimismo desolador respecto a la incapacidad del Estado para ofrecer una casa común a las distintas culturas que integran lo que llamamos España" [ .. ] "España como nación es, para Quiñonero, un proyecto no inacabado, sino nunca bien definido, "victima de una enfermedad del espíritu que lo destruyó antes siquiera de poder crecer plenamente"
Catedrático de Historia contemporánea, Ricardo García Cárcel, en ABCD Las Artes y las Letras 20 marzo 08: "... el libro me impresionó por su pesimismo desolador respecto a la incapacidad del Estado para ofrecer una casa común a las distintas culturas que integran lo que llamamos España" [ .. ] "España como nación es, para Quiñonero, un proyecto no inacabado, sino nunca bien definido, "victima de una enfermedad del espíritu que lo destruyó antes siquiera de poder crecer plenamente"
EN LA ESTELA
DEL 98, UNA OBRA
IMPREGNADA,
DE CONCIENCIA
AGONIGA SOBRE
LA REALIDAD
ESPAROLA,
a
nN
=
e
=
LA ANGUSTIA DE ESPANA
DE LA INEXISTENCIA D'ESPANYA
JUAN PEDRO QUIFIONERO
MOLL. PALMA DE MALLORCA, 2007
533 PAGINAS, 25 EUROS
RICARDO GARCIA CARCEL
Hace diez aPios publicé Juan Pedro
Quifionero un libro en la editorial Tec-
nos con un titulo provocador: De fa
inexistencia de Espafia, que, confieso,
cuando Io lef me impacté porque me
parecid veren él el perfecto reflejo de
la memoria doliente del exilio hispa-
nico, Me recordaba aquel poema de J,
A. Goytisolo: «De todas las historias
dela historia / la mas triste de todas
/ es lade Espafian. Quifionero es el
corresponsal de ABC en Paris. Sus
excelentes crénicas nos lo definen
como un periodista extraordinaria-
mente culto, Iuicido analista de la
realidad de la Francia actual, obser-
vador implacable de los tiempos de
decadencia que viven hoy nuastros
vecinos franceses. No sé si es la co-
rresponsalia con la impregnacion del
legado cultural del exilio republicano,
no sé si es la melancolia de un mur-
ciano de Totana por la larga ausencia
de su tierra, no sé sies simplemente
@l ejercicio de una inteligencia repleta
de referencias culturales espafiolas
henchidas de una conciencia agéni-
ca, salpicada de noventa y ochos tris
tes, lo que le condiciona, pero el libra
de Quifionero me impresions por su
pesimismo desolador respecto a la
incapacidad del Estado para ofrecer
una casa comin a las distintas cul-
turas que integran lo que llamamos
Espafia
Diez aflos después, se edita este
libro en catalan en la editorial Moll
de Palma de Mallorca, con la adi-
cin de un prélogo y un epilogo en
los que el autor reitera su discurso
ideolagico sin cambiar un apice la
clave pesimista del mismo. Espafia
como nacién para Quiflonero es un
proyecto no inacabado, sino nunca
bien definido «victima de una enfer-
medad del espiritu que la destruyé
antes siquiera de poder crecer ple-
namente».
VOCACION SATURNAL. Una exis-
tencia mas virtual que real, una vo-
cacién saturnal, una identidad hipo-
tecada ahora ala nueva gecgrafia del
poder mundial, lastrada siempre por
un Estado que mas que articular la
realidad plural, opto por una apuesta
reduccionista que ha traide conflictos
cainitas, deserciones morales, desqa-
ros frecuentes en la conciencia na-
cional. El punto de partida del largo
periplo intelectual de Quifionero es el
fin del proyecto cultural alfonsi y la
Escuela de Traductores de Toledo, el
exilio voluntario de Ibn Arabi, la tragi-
ca muerte de los cabalistasy la mis-
tica judia, la pléyade de proscritos,
en cuyas fuentes beberian después
Fray Luis de Leén o Juan de la Cruz.
«Los cimientos de aquella arquitec-
tura desconocida» fueron las jarchas
de cuya fuente cbeben todos los rios
de la lengua», Los poemas arabigos-
andaluces son «semillas de un arte
de aman) con sus rafces gnésticas
musulmanas, judias y cristianas cuyo
recorrido por la literatura espafiola
explora Quiffonero. En el Siglo de Oro
empezaria con|a piearesca el proce-
so de «destruccién espiritual de Es-
paflan, la «enfermedad del espiritun
que tuvo muchos testigos: Quevedo,
el Don Juan de Tirso, el Segismundo
calderoniano, y, naturalmente, Don
Quijote,
CULTURAS DIVERSAS. Todo el pen-
samiento espafiol desde Jovellanos
marea la conciencia agénica de una
guerra espiritual perdida, de la que
se hacen eco Bécquer, Larra, Costa,
Azcarate, Rosalia, la Generacin del
98, la Generacién del 27... De Goya
a Picasso, de Velazquez a Falla, de
Gaudi a Chillida, Quifionero ensambla
literatura y arte para dar testimonio
de la identidad cultural espafiola in-
trinsecamente mestiza y cuyo Unico
futuro raclica en la aceptacion de esta
NADIE PUEDE NEGARLE AL AU-
TOR LA CAPACIDAD INTELEC-
TUAL Y LA SENSIBILIDAD EXQUI-
SITA PARA METABOLIZAR TODA
LA TRADICION MELANCOLICA
ESPANOLA
realidad plural e hibrida. La alternati-
va que brinda el autor es salir de la
desertizacién espiritual, desarrollar
plenamente las culturas diversas que
integran Espatia, Muchos de sus lec-
tores pensardn que Quifionero es un
utépico demasiado impregnado de
lamemoria doliente de nuestro pais
que no se da cuenta que tan inhe-
rente a la pluralidad hispanica es su
propia conciencia masoquista. Otros
creeran quela tesis de este libro pue-
de ser instrumentalizada por quienes
precisamente no les interesa nada el
problema de Espatia. Nadie, en cual-
quier caso, puede negarle, en defini-
tiva, al autor del libro la capacidad
intelectual y la sensibilidad exquisi-
ta para metabolizar toda la tradicién
melancdlica espaftola e interragarse
lcidamente sobre el presente y el
futuro de Espafia,
Personalmente, nunca me ha en-
tusiasmado la memoria épica de
los héroes ilustres y de las grandes
batallas, pero tampoco es de recibo
la tesis de la anomalia hispanica, de
la excepcionalidad de un pais que
tiende amecerse en la nostalgia de
la Espafia que no pudo ser. La Espafia
que fue, la Espafia real, no solo esta
tejida con los mimbres del fracaso
sino también con los del éxito. La li-
teratura y el arte no son solo testigas
de la melancolia historica sino tam-
bién de la satisfaccién propia. =