Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Revista de Psicología
Nº 3 Febrero 2009
Índice
Página
Los manipuladores
16 de Febrero de 2009 | escrito por Luis Aparicio Sanz 12
Jubilación y salud
27 de Febrero de 2009 | escrito por Luis Aparicio Sanz 21
Colaboradores 27
El psicólogo que realiza el peritaje, además de utilizar los instrumentos psicológicos de que dispone
(entrevista, autoinformes, cuestionarios, técnicas proyectivas, técnicas subjetivas, etc.), ha de luchar
Según Urra (2009) “los informes de parte en conflictos matrimoniales son los que conllevan un
mayor riesgo de malpraxis. El objetivo del psicólogo ha de ser siempre el mejor interés del niño. Es
fácil dejarse influenciar, ser poroso a los comentarios perdiendo la necesaria objetividad e
imparcialidad de la evaluación, sesgando la información competente tan necesaria para los
tribunales”.
Además, también advierte que, en los procesos de separación, “no se puede actuar con ingenuidad
o realizar informes sin las debidas garantías éticas o científicas, pues obviamente cada abogado va
a buscar utilizar el contenido bien para aplaudirlo en beneficio de su cliente o bien para denostar al
autor de dicho informe si el contenido va en contra de los intereses de su cliente”.
Por último, el informe pericial psicológico, en consonancia con la supuesta preparación en psicología
jurídica de quien lo realiza, debe huir del Efecto Barnum que, según Palacín (2001), fue descrito
por Paul Meehl en 1954 para referirse a aquellos informes que consisten en descripciones en las
que se mezclan estereotipos, vaguedades y evasividad, incluyendo afirmaciones universalmente
válidas como, por ejemplo, “el paciente experimenta ansiedad”, “la madre presenta mezcla de
sentimientos frente a la conducta de su hijo”, “el sujeto unas veces está enfadado y otras está
contento”…
Este tipo de informes se acercarían más a un horóscopo que a un documento científico que, como
hemos visto anteriormente, es una de las características que debe tener un buen informe. Lo curioso
es que, contra toda lógica, estos “informes-horóscopos” (informes tipo Efecto Barnum), son mejor y
más fácilmente aceptados por la mayoría de las personas, que los informes científicos de contenido
concreto y útil, puesto que el Efecto Barnum, también llamado Efecto Forer o falacia de validación
personal, “es la observación de que los individuos darán aprobación de alta precisión a
descripciones de su personalidad que supuestamente han sido realizadas específicamente para
ellos, pero que en realidad son generales y suficientemente vagas como para ser aplicadas a un
amplio espectro de gente”.
Referencias bibliográficas:
Palacín Vega, F.J. (2001). La evaluación psicológica en los procesos de nulidad y separación
matrimonial. En Fernando Jiménez Gómez (Coord.), Evaluación psicológica forense 2: Matrimonio y
procesos de protección con el menor (cap. 1). Salamanca: Amarú Ediciones.
Urra, J. (2009). Dilemas éticos de los psicólogos jurídicos. Formación Continuada a Distancia
FOCAD, 4,1. Madrid: Consejo General de Colegios Oficiales de Psicólogos.
Fotografía: Flickr
En ese momento, se discutía de recortes de gastos, debido a la crisis global mundial, y preocupados
por algún posible retroceso en las políticas sanitarias y sociales prometidas por Obama durante la
campaña electoral (desde la Salud para todos, a programas para niños con dificultad especial en los
centros educativos, mejora de la educación, inversión en programas de deportes y cultura, etc.),
la APA (American Psychological Association), por si acaso, remitió un escrito oficial a la Oficina del
Presidente Electo, recordándole que los recortes no deberían afectar a las inversiones en
Programas Psicosociales, que deben ser prioritarios; y las cifras que mostraba son las siguientes:
Fotografía: Flickr
Como siempre los niños, que son los más vulnerables, se ven muy afectados por la situación de sus
padres. Para los profesionales es imprescindible saber asesorar, y tener en cuenta la protección del
menor, ya que la familia es el primer núcleo de socialización, y el sistema tiene la obligación de
cubrir sus necesidades básicas, por lo tanto de su situación familiar dependerá el desarrollo
favorable del menor, algo que en muchas ocasiones por desgracia se ignora, o se trata de
desdramatizar. Por tanto el cuidado y el trabajo con estos pequeños y sus familias, es fundamental
para el bienestar de los miembros y el desarrollo de los mismos.
Estas circunstancias, y el estudio de las mismas, interesan a todos los profesionales que nos
dedicamos al bienestar del individuo en sus distintas áreas.
Creemos que por muy destruida que este una familia, si se trabaja bien con ella, con sus miembros,
pueden salir adelante de la manera más adecuada posible, mucho mejor que si se les priva de los
recursos asistenciales a los que todo ser humano debe tener derecho.
Para estas situaciones y para muchas otras se han creado los puntos de encuentro, que no
podemos analizar en este breve resumen, pero sí dejar constancia de su funcionalidad. Creemos
que merece la pena pararse a pensar sobre ellos, y pensar en la labor social que podemos
desarrollar entre todos.
Así que invitamos a que se trabaje más profundamente en los puntos de encuentro, en su verdadera
utilidad, entendiendo o cuestionando, que deben de ser puntos en los que los menores se sientan
cómodos, que se sientan protegidos, y que lo vivan con la mayor normalidad posible.
Fotografía: Flickr
La economía de la eurozona y la UE se
hundió el 1,5% en el último trimestre y en
España estamos a niveles de hace 40
años, el IPC ha caído al 0,8% y alimenta el
temor a la deflación. Supongo que en un
blog de psicología, como este, alguien puede
pensar que los datos económicos son
irrelevantes y no tienen cabida… es cierto,
en parte, pero en este caso, cuando la crisis
va avanzando, sin saber hasta cuando
seguirá esta caída ni cuánto tardará en
recuperarse cuando toque fondo, ya están
empezando a leerse noticias en las que se
cita a la crisis como causa del estrés y falta
de autoestima que se produce con la pérdida del empleo, incluso indicando que “debido al estrés y
la preocupación, la crisis económica favorece y acentúa la caída del pelo“. Es decir, la crisis con sus
consecuencias, unas reales (trabajadores despedidos) y otras anticipadas por las personas pero que
producen efectos tangibles (por ejemplo, dejar de consumir por si se es despedido), está afectando
el ámbito de la salud mental. Copio a continuación, con autorización de su autor, Javier Martínez
López, un comentario sobre el tema que envió a la Lista Salud Mental (SALMENT).
“La crisis pasa factura a la salud mental y aumenta los casos de insomnio y estrés. LA
PALABRA CLAVE ES INCERTIDUMBRE. Ese es el mayor de los males que en estos días está
haciendo mella en la salud de los españoles. La incertidumbre de lo que está por venir se ha
convertido ya en un factor generador de estados de estrés y ansiedad que provocan otras
situaciones anómalas como el insomnio. Un estudio nacional reciente asegura que las consultas por
ansiedad han crecido un 12% a causa de las situaciones que provoca la crisis. Francisco Vázquez
Gutiérrez, asegura que ya están viendo casos en su consulta que responden a estos patrones. «El
factor de la inestabilidad social o laboral influye mucho en el sueño y, además, nos están
bombardeando continuamente con mensajes de crisis en los medios de comunicación (¿será
verdad?). Al final te enteras del caso de algún vecino (6.000 diarios) al que no han renovado, que
la tienda de abajo (60.000 en toda España) está en liquidación al final te ves cercado porque,
aunque la situación aún no afecte directamente, es algo que está en el entorno. De esta forma, en
los tiempos que corren el dicho de „Cuando las barbas de tu vecino veas cortar, pon las tuyas a
remojar‟ se ha convertido en casi un lema para muchos que comienzan, sin saberlo (¿sin saberlo?),
a sumirse en cuadros de depresión. El especialista mantiene que la clave en estas situaciones es
«mantener la calma y valorar las cosas en su justa medida» (¡Olé!). No queda otra que luchar.
CONSECUENCIAS: El resultado del estrés o ansiedad suele ser situaciones de insomnio que sitúan
al paciente en un círculo vicioso. Así, los insomnes tienen un 40% más de posibilidades de
acrecentar la ansiedad que padecen, de sufrir depresiones, accidentes o perder concentración y
memoria. Cómo abordar esas situaciones. En principio, según Eduard Estivill, las pastillas no son ni
buenas ni malas, depende del uso que hagamos de ellas pero lo cierto es que 1 de cada 4
españoles toma o ha tomado algún medicamento hipnótico, ansiolítico o antidepresivo. Vázquez
Gutiérrez apuntó que cuando el paciente llega a terapia «lo que hacemos es sacar a flote
precisamente los recursos que esa persona tiene para hacerlos fuertes. El problema es que muchos
se han acostumbrado a que las cosas salgan bien y, cuando salen mal, podemos lamentarnos o
luchar para que vuelvan a ir bien». En cualquier caso, es importante tener en cuenta que tener
ciertos periodos de insomnio es algo normal y no siempre es indicativo de otras patologías. Además,
las necesidades de horas descanso son también bastante cambiantes en función de la edad: con
más de diez horas en la infancia, entre ocho y diez para adolescentes y adultos y unas siete para los
mayores.”
Comentario: En la citada lista, Marta Muhlrad, comentaba que en Argentina, cuando la crisis del
2001 y 2002, entre los que se quedaron hubo gente que generó “sus propias fuentes de ingresos,
apelando a veces a ocupaciones poco comunes, como la cría de lombrices o caracoles para la
exportación, hubo programas de tv sobre microemprendimientos con clases teóricas, entrevistas,
banco de datos y contactos para futuros emprendedores, etc., mucha gente aprovechó para estudiar
y capacitarse en distintos niveles”. Es decir, como puede leerse en una noticia, “la crisis es también
una época de oportunidades”, así que habrá que empezar a ver el vaso medio lleno, en lugar de
Fotografía: Flickr
¿Qué es un manipulador?
Aunque todos, en mayor o menor grado, hemos manipulado en alguna ocasión, lo que definiría
cómo actúan los manipuladores es lo que podemos leer en la página web de Psicólogos y
Psiquiatras de Buenos Aires, ”logran que las personas que se encuentran a su alrededor lleven a
cabo exactamente lo que ellos quieren, aunque sin saber muy bien cómo ni por qué… en un
principio se presentan como personas encantadoras, víctimas del mundo y la mala suerte. Piden
mucho y dan muy poco: para lograr sus objetivos no escatiman esfuerzos y generan en los otros
sentimientos muy difíciles de superar, utilizan su poder sólo para el beneficio personal”, además esa
manipulación la ejercen con total conocimiento de lo que están haciendo y sin remordimientos,
proyectando siempre la culpa en los demás.
En una página web dedicada al acoso moral, en unos extractos seleccionados por M. Parés del libro
“Los manipuladores” de Isabelle Nazare-Aga, indican que los manipuladores deben cumplir al
menos 10 de las 30 características siguientes:
1. Culpabiliza a los demás en nombre del vínculo familiar, de la amistad, del amor, de la
conciencia profesional, etc.
2. Traslada su responsabilidad a los demás o se desentiende de sus propias
responsabilidades.
Sobre este asunto de las críticas, algo que tengo muy claro es que cuando alguien me habla mal
constantemente de unos y de otros… sé que, al final, antes o después, también hablará mal de mí.
Por principio siempre desconfío de ese tipo de personas que no saben ver lo positivo en los demás,
sólo se fijan en lo negativo, lo critican y, por supuesto, ellos son perfectos.
En otra página web, Graciela Chiale y Gloria Husmann, nos dicen que “el manipulador es un
especialista en camuflajes. Se oculta bajo disfraces diferentes e intercambiables. En esto radica la
dificultad para detectarlos. En nuestro trabajo de campo, elaboramos varios perfiles de
manipuladores: el „despótico‟, el „irresponsable‟, el ‟simpático‟, el ‟seductor‟, el „generoso‟, el
„desvalido‟ y el „dependiente‟, entre otros. No es fácil marcar el límite entre cada uno, sobre todo
cuando se combinan los rasgos de varios al mismo tiempo. Todos, sin embargo, interpretan la
realidad de manera deformada y culpan constantemente a los demás. Indefectiblemente, sus
víctimas terminan asumiendo comportamientos que van en contra de sus propios intereses y que
minan su autoestima. Es vital poner un freno a su sed de control y poder. Lo paradójico es que por
más que dominen y sometan a los que los rodean, nunca pueden llenar ese vacío interior que
sienten, el verdadero origen de su inseguridad”.
Es decir, en el fondo son personas inseguras, que tratan de conseguir aparentar que son mejores de
lo que son y la única forma en que piensan que pueden conseguirlo es desvalorizando a los
demás… “si le quito valor a los otros, mi valía (de la que dudo mucho) subirá hasta las nubes”.
Pondré un ejemplo para que se vea más claro; una psicóloga, tras colaborar en un par de artículos
con un afamado profesor, sin otro mérito que poder justificar, comenzó a criticar a un prestigioso
psicólogo muy reconocido profesionalmente, diciendo entre otras cosas que él no sabía nada del
tema en el que estaba trabajando, descalificándolo profesionalmente y haciendo referencias jocosas
sobre su persona… aunque parezca absurda tamaña estupidez, esa manipuladora, sirviéndose de
sus hábiles estratagemas, pudo llegar a conseguir que algunas de las personas que la escucharon
Para combatirlos, en la citada página web de Psicólogos y Psiquiatras de Buenos Aires nos dicen
que “ante todo no hay que ceder a sus presiones y manejos: tomarse tiempo para reflexionar y
esquivar los manejos psicológicos que nunca terminan bien. La realidad es que el mejor consejo es
evitar la compañía de un manipulador o deshacerse de él tan pronto como sea posible…” y también
nos ponen sobre aviso en relación con la dificultad de conseguir que modifiquen su conducta, ya que
“como los manipuladores generalmente creen que ellos hacen todo bien, no se dan la posibilidad de
cambiar”.
Fotografía: Flickr
“La envidia es corrosiva y es fea, y puede arruinar tu vida -dice Richard H. Smith, profesor de
psicología de la Universidad de Kentucky, que ha escrito sobre el tema-. Si usted es una persona
envidiosa, le costará mucho apreciar lo bueno, porque estará demasiado preocupado en cómo se
reflejan en su yo.”
Ahora, los investigadores están comenzando a comprender los circuitos neurales y evolutivos de la
envidia y por qué puede llegar a ser sentida como una enfermedad corporal. Incluso están siguiendo
los senderos de la sensación que en alemán se llama S chadenfreude: ese placer que se siente
cuando la persona a la que uno envidia se derrumba.
En un trabajo cuyos resultados acaba de publicar Science, investigadores del Instituto de Ciencias
Radiológicas de Japón describen las imágenes cerebrales de sujetos a los que se les pidió que se
imaginaran a sí mismos como protagonistas de dramas sociales con otros personajes de mayor o
menor estatus o éxito.
Cuando se los confrontaba con personajes que los participantes admitían que envidiaban, las
regiones cerebrales involucradas en el registro del dolor físico se activaban: cuanto más profunda
Por el contrario, cuando a los sujetos se les daba la oportunidad de imaginar que el sujeto envidiado
caía en la ruina, se activaban los circuitos de recompensa del cerebro, también en forma
proporcional a qué tan grande era la envidia: aquellos que sintieron la mayor envidia reaccionaron a
la noticia de la desgracia ajena con una respuesta comparativamente más activa en los centros
dopaminérgicos del placer del cuerpo estriado del cerebro.
“Tenemos un dicho en japonés: «Las desgracias de los otros saben a miel» -dice Hidehiko
Takahashi, el principal autor del estudio-. El cuerpo estriado es el que está procesando esa «miel».”
[...]
Fuente: La Nacion
Fecha: 18-02-2009
Ver noticia completa
Comentario: Esta noticia me llegó gracias a Jorge Rinaldi que la envió a dos de las listas de
distribución en las que estoy suscrito (TYMC y SALMENT). Me llamó la atención puesto que toca un
tema que tiene cierta relación con la entrada anterior (Los manipuladores) ya que la conducta de los
manipuladores suele estar guiada, en gran medida, por la envidia. La persona que es muy envidiosa
jamás disfruta de nada, siempre está mirando a ver qué tiene el vecino (o el compañero, o el amigo,
o quien sea) para compararlo con lo que ella posee, además suele distorsionar sus percepciones,
dando más valor del real a aquello que tienen los demás, por lo que no importa si objetivamente sus
pertenencias (físicas, económicas, laborales, emocionales, etc.) son mejores o peores que las de la
persona con quien se está comparando… ella siempre deseará aquello que tienen los demás,
siempre le parecerá que es mejor que lo suyo y si no puede conseguirlo deseará que a quien envidia
le vayan mal las cosas y lo pierda… en el caso de los manipuladores, además hará todo lo posible
porque eso ocurra.
Aprender a conocer.
Aprender a hacer juntos.
Aprender a vivir juntos.
Aprender a ser.
Es evidente que estas formas de trabajo son diferentes ya que: el trabajo individual consiste en
trabajar en solitario para conseguir sus propósitos sin prestar atención a los demás,
el competitivo consiste en competir entre los alumnos, en consecuencia debe haber más de uno
para poder competir, y por último el trabajo cooperativo que consiste en trabajar entre sí (más de
uno), de forma que cada alumno está interesado tanto en su propio trabajo como en el de los demás
(interesado no es lo mismo que competencia).
Si que pueden coexistir, ya que existen técnicas que potenciando la cooperación, no relegan la
competición siempre y cuando favorezca la corresponsabilidad, y el compromiso individual.
El término “trabajo en grupo” se utiliza para indicar que el trabajo se debe realizar con más de una
persona, en consecuencia el trabajo no puede realizarse de un modo individual.
En cambio el término, trabajo cooperativo, no sólo indica que existe más de un componente sino que
designa un modo concreto de trabajar, basado en los pilares anteriormente citados. Es decir este
modo de trabajar se caracteriza por: Todos los miembros tiene funciones y conocen todo el trabajo,
trabajan cara a cara, reconocen las críticas constructivas y reflexionan sobre lo realizado.
Una técnica interesante es la de la “frase incompleta”. Esta técnica consiste en dinamizar un grupo
que tiene la necesidad de trabajar de un modo cooperativo.
Creo que está técnica supone una gran fuente de ayuda para aquellos que comienzan a trabajar de
un modo cooperativo. Al tener que completar una frase entre todos, los miembros del grupo, ven
claramente la interdependencia que existe entre ellos, ya que si no interactúan no podrán completar
la misma. Además nadie puede trabajar solo sino que depende claramente del trabajo de los demás
para poder completar la frase y esta tenga sentido.
Un “manta” es una persona relativamente benigna, que dificulta el trabajo en grupo, ya que no
trabaja lo suficiente, además de esto se puede percibir claramente que el “manta” no se esfuerza lo
necesario como para que el trabajo esté realmente bien hecho.
Los criterios que nos permiten distinguir a un manta son los siguientes:
En cuanto a los recursos de que disponemos a la hora de enfrentarnos a un “manta” cabe destacar
el más relevante que es la firmeza. Además de este debemos expresarle lo que pensamos sin
pensar en que a partir de ese momento le caeremos mal, así como seguir intentando que cambie de
posición sin sentirnos culpables. También podemos hacerle ver los beneficios de trabajar en
cooperación e intentar pactos…
Fotografía: Flickr
Tras examinar algunos datos sociodemográficos sobre población, fertilidad, esperanza de vida y
esperanza de vida libre de discapacidad, cabe concluir que en los años venideros el envejecimiento
poblacional seguirá incrementándose y tendrá necesariamente que repercutir tanto en la institución
de la jubilación (ampliándola o flexibilizándola) como en las previsiones sobre atención sanitaria, con
las consiguientes incógnitas sobre los distintos patrones más o menos favorables o desfavorables.
En el caso de que en los distintos países se introduzcan las políticas establecidas por el MIPAA y la
Organización Mundial de la Salud, probablemente caminaremos hacia un envejecimiento más activo
y productivo.
Una vez planteados los aspectos más importantes del envejecimiento individual, puede concluirse
que existe una enorme variabilidad en las formas de envejecer y que, mientras unos individuos
mayores cuentan con un alto funcionamiento físico, cognitivo y emocional-social, lamentablemente
otros presentan serios déficits.
Tras revisar los estudios empíricos sobre los efectos de la jubilación (de distintos tipos) en distintos
parámetros de salud, los resultados resumidos por Shim son los siguientes: 1) la evidencia
empírica ni apoya ni contradice que la jubilación obligatoria, a la edad establecida, sea un factor de
riesgo de mortalidad; 2) existe evidencia mezclada en contra de que la jubilación anticipada sea un
factor de riesgo de mortalidad y, por último, 3) existe evidencia mezclada que apoya que la
jubilación que se produce por razones de salud sea un factor de riesgo de mortalidad.
Por otra parte, tras revisar también los estudios existentes entre actividad y salud, puede concluirse
que tal vez los efectos atribuidos a la jubilación no sean más (ni menos) que los referidos a la
actividad, la ocupación y la implicación, como ingredientes básicos -pero no exclusivos- del trabajo
que determinan sobrevivencia y, en contraposición, su déficit, un coadyuvante de mortalidad y de
mala salud.
Igualmente se describen los trabajos que tratan de examinar los efectos de la jubilación sobre el
funcionamiento cognitivo y se concluye que son el tipo de trabajo, las condiciones individuales del
propio proceso de jubilación (la voluntariedad, el control, etc.) y las ocupaciones y actividades que
siguen tras la jubilación, las fuentes de variación de los resultados tanto sobre la salud (física y
mental) como sobre el funcionamiento cognitivo.
Por último, con base en los ingredientes esenciales procedentes del individuo (su control), del
trabajo (su mayor o menor estimulación) y las acciones que por parte del individuo siguen a la
jubilación, se diseñan distintas trayectorias de los efectos de la jubilación.
Las conclusiones sobre la visión del trabajo y la jubilación que aquí se plasman están en sintonía
con las recomendaciones del II Plan Internacional de Acción sobre el Envejecimiento, con la
investigación actual sobre envejecimiento activo y con las perspectivas de la Organización Mundial
de la Salud sobre la salud en la vejez y, por tanto, pretenden incrementar el bienestar y la calidad de
vida en las personas que envejecen.
1. No era un incidente puntual, puesto que los agresores se habían dotado de una cámara de
vídeo para grabarla.
2. El hecho de no requisar la cámara ha sido considerado como un indicador de pasividad por
parte del Centro.
Los datos epidemiológicos sobre la incidencia del acoso escolar nos indican que es un problema
que no se puede negar. Se ha detectado que el acoso escolar es una realidad en casi todos los
centros escolares. Alrededor de un 15% de los alumnos de la ESO aseguran ser víctimas de
violencia escolar y alrededor del 3% manifiestan que sufren acoso escolar.
Consideramos acoso escolar a aquellos comportamientos violentos que tienen la finalidad de causar
daño a un compañero, suponen un abuso de poder y que se mantienen en el tiempo por la falta de
intervención. Es cierto que no toda la violencia tiene el componente de Bullying, pero en mi opinión,
ante la violencia la política más correcta debería ser la tolerancia cero. A veces existe una actitud de
“normalidad”, y se defienden discursos como “siempre ha sido así”, “esto se exagera un poco” o
como en el caso de este centro escolar se niega la evidencia y no se ponen medidas para
solucionarlo.
Existe un dato que resulta significativo y es que el 75% de las agresiones escolares se producen
dentro de la clase. Se supone que el aula es el lugar por excelencia controlado por la figura del
docente, por ello, resulta paradójico que la figura del profesor no suponga ningún obstáculo para
impedir estos comportamientos.
El acoso escolar es un comportamiento que difícilmente puede pasar inadvertido para un equipo
docente sensible y atento. Al ser un fenómeno relacional, no hay que intervenir sólo con víctima,
agresor y testigos, sino también con los miembros del entorno (otros alumnos, personal docente y
no docente, y padres).
Por ello, las medidas de prevención e intervención ante el acoso escolar deben implicar a toda la
comunidad educativa, a la familia y a la sociedad en su conjunto.
1. Aportar información sobre el maltrato entre iguales tanto a los profesores, como a los
alumnos, a las familias y a la sociedad en general.
2. Sensibilizar al profesorado sobre la necesidad de intervenir y desarrollar actuaciones para
reducir y prevenir la violencia.
3. Estimular políticas escolares anti-bullying y anti-violencia.
4. Formar al profesorado y dotarle de recursos para el manejo del comportamiento en el aula.
En la noticia vemos que los compañeros grabaron la agresión en vídeo, seguramente, para
posteriormente difundirla. Este fenómeno se denomina Cyberbullying y supone la utilización de las
TIC para hacer daño a otros. De esta forma, las relaciones que los alumnos establecen en la
escuela se generalizan en la red. Este elemento agrava el alcance de las agresiones puesto que:
Fotografía: Flickr
Licenciada en Psicología.
Máster en Psicología Clínica y Jurídica.
Experta en Técnicas Gerontológicas.
Postgrado en Intervención Psicopedagógica en Contextos Escolares.
Postgrado en Intervención Social con Menores.
Ponente del personal sanitario del Servei Valencià de Salut en la Comunidad Valenciana.
Directora del Centre de Psicologia Clínica i Formativa de Valencia (CPCiF).
Tutora externa del módulo “Practicum en Personalidad, Evaluación y Tratamiento
Psicológico” de la Facultad de Psicología de la Universidad de Valencia.
Colaboradora activa del Centro de Psicología Especializada (C.P.E.).
Miembro investigador en la Facultad de Psicología de la Universidad de Valencia.
Licenciada en Psicología.
Máster en Psicología Clínica y Jurídica.
Máster en Psicología Clínica.
Psicóloga del Centre de Psicologia Clínica i Formativa (CPCiF).
Profesora del Máster de Psicología Clínica del área infanto-juvenil (CPCiF).
Profesora del Máster de Psicología Clínica del área de trastornos de ansiedad (CPCiF).
Licenciada en Psicología.
Máster en Psicología Clínica.
Colaboradora del Centre de Psicologia Clínica i Formativa (CPCiF).
http://www.safecreative.org/work/0903202794046
http://www.safecreative.org/work/0903272836882
Parte de una propuesta realizada por el Centre de Psicologia Clínica i Formativa (Valencia-
España) a los profesionales que, de una u otra forma, colaboran con dicho centro, para que
aporten información y reflexiones sobre los temas psicológicos que consideren oportunos,
siendo todos sus autores profesionales del ámbito sanitario o de la psicología.
Los artículos y opiniones escritas en esta revista, y sus derechos, pertenecen a los autores
que las han publicado.
Para cualquier tema relacionado con esta publicación puede dirigirse al responsable
escribiendo al siguiente correo electrónico:
AVISO