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Optica Hecht
Optica Hecht
Eugene Hecht
Alfred Zajac
26 de abril de 2002
1. Movimiento Ondulatorio 5
1.1. Ondas Unidimensionales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 6
1.2. Ondas Armónicas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 8
1.3. Fase y Velocidad de Fase . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 10
1.3.1. Representación Compleja de las Ondas Unidimensionales 12
1.4. Ondas Planas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 14
1.5. Ecuación Diferencial de Onda Tridimensional . . . . . . . . . . . 17
1.6. Ondas Esféricas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 19
1.7. Ondas Cilı́ndricas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 22
1.8. Ondas Escalares y Vectoriales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 23
4. Superposición de Ondas 59
4.1. Suma de Ondas de la Misma Frecuencia . . . . . . . . . . . . . . 61
4.1.1. El Método Algebraico . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 61
4.1.2. El Método Complejo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 65
4.1.3. Suma de Fasores . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 66
4.1.4. Ondas Estacionarias . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 67
4.2. Suma de Ondas de Diferente Frecuencia . . . . . . . . . . . . . . 68
3
ÍNDICE GENERAL
4.2.1. Pulsos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 69
4.2.2. Velocidad de Grupo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 70
5. Interferencias 73
5.1. Consideraciones Generales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 74
5.2. Condiciones para la Interferencia . . . . . . . . . . . . . . . . . . 78
5.3. Interferómetros de División de Frente de Onda . . . . . . . . . . 79
5.4. Pelı́culas Dieléctricas. Interferencia de dos Haces . . . . . . . . . 83
5.4.1. Franjas de Igual Inclinación . . . . . . . . . . . . . . . . . 84
5.4.2. Franjas de Igual Espesor . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 86
6. Difracción 89
6.1. Difracción de Fraunhofer por una Rendija . . . . . . . . . . . . . 90
Movimiento Ondulatorio
Índice General
1.1. Ondas Unidimensionales . . . . . . . . . . . . . . . . 6
1.2. Ondas Armónicas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 8
1.3. Fase y Velocidad de Fase . . . . . . . . . . . . . . . . 10
1.3.1. Representación Compleja de las Ondas Unidimen-
sionales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 12
1.4. Ondas Planas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 14
1.5. Ecuación Diferencial de Onda Tridimensional . . . 17
1.6. Ondas Esféricas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 19
1.7. Ondas Cilı́ndricas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 22
1.8. Ondas Escalares y Vectoriales . . . . . . . . . . . . . 23
5
CAPÍTULO 1. MOVIMIENTO ONDULATORIO
SECCIÓN 1.1
Ondas Unidimensionales
ψ = f (x, t) (1.1)
ψ = f (x0 ) (1.3)
x0 = x − vt (1.4)
de tal forma que ψ se puede escribir en términos de las variables asociadas con
el sistema S como:
∂ψ ∂f ∂x0 ∂f ∂x0
= = ya que =1 (1.8)
∂x ∂x0 ∂x ∂x0 ∂x
Si se mantiene x constante, la derivada parcial con respecto al tiempo es:
∂ψ ∂f ∂x0 ∂f
= 0
= ∓v 0 (1.9)
∂t ∂x ∂t ∂x
∂ψ ∂ψ
= ∓v (1.10)
∂t ∂x
Esto dice que la rapidez de cambio de ψ con t y con x es igual, excepto por
una constante multiplicativa. Conociendo de antemano que se necesitarán dos
constantes para especificar una onda, se puede anticipar una ecuación de onda
de segundo orden. Tomando las segundas derivadas parciales de las ecuaciones
(1.8) y (1.9), se obtiene:
∂2ψ 1 ∂2ψ
2
= 2 2 (1.11)
∂x v ∂t
SECCIÓN 1.2
Ondas Armónicas
y ası́
|kλ| = 2π
o, ya que k y λ son números positivos
k = 2π/λ (1.16)
y
sin k(x − vt) = sin k[x − v(t ± τ )] = sin[k(x − vt) ± 2π]
Por consiguiente:
|kvτ | = 2π
Pero todas estas son cantidades positivas y ası́
kvτ = 2π (1.18)
o
2π
vτ = 2π
λ
de lo cual se sigue que
λ
τ= (1.19)
v
El perı́odo es el número de unidades de tiempo por onda, el inverso del cual es
la frecuencia ν o el número de ondas por unidad de tiempo. Entonces:
1
ν≡ (ciclos/s o Hertz)
τ
y la ecuación (1.19) queda:
v = νλ (m/s) (1.20)
Hay otras dos cantidades que se usan a menudo en la literatura del movimiento
ondulatorio que son la frecuencia angular :
2π
ω≡ (radianes/s) (1.21)
τ
y el número de onda:
1
κ≡ (m−1 ) (1.22)
λ
SECCIÓN 1.3
donde ε es la fase inicial o edad del ángulo. Un sentido fı́sico del significado
de ε se puede obtener imaginando que se desea producir una onda armónica
progresiva en una cuerda tensa. A fin de generar ondas armónicas, la mano
que sostiene la cuerda tendrı́a que moverse de tal forma que su desplazamiento
vertical y fuese proporcional al negativo de su aceleración, es decir, el movimiento
es armónico simple. Pero en x = 0 y t = 0 la mano ciertamente no necesita estar
en el eje x cuando está a punto de moverse hacia abajo. Podrı́a, por supuesto,
comenzar su movimiento en un balanceo hacia arriba, en cuyo caso ε = π. En
este último caso:
el cual es equivalente a:
o π
ψ(x, t) = A cos ωt − kx −
2
La edad del ángulo es entonces justamente la contribución constante a la fase
que se origina en el generador y es independiente de qué tan distante en el
espacio y qué tan lejos en el tiempo ha viajado la onda.
La fase de una perturbación como ψ(x, t) dada por la ecuación (1.28) es:
ϕ(x, t) = kx − ωt + ε (1.29)
y por consiguiente:
z1 ± z2 = (x1 ± x2 ) + i(y1 ± y2 )
Obsérvese que este proceso es muy similar a la adición de vectores por compo-
nentes.
La multiplicación y la división se expresan de manera más simple en forma
polar:
z1 z2 = r1 r2 ei(θ1 +θ2 )
y
z1 r1
= ei(θ1 θ2 )
z2 r2
Vale la pena en este punto mencionar un número de hechos útiles, que serán de
valor en los cálculos futuros. Se deduce fácilmente de las fórmulas de adición
trigonométricas ordinarias que:
ez = ex+iy = ex eiy .
tal que:
|ez | = ex .
En vista de que cos 2π = 1 y sin 2π = 0,
ei2π = 1;
similarmente:
π
eiπ = e−iπ = −1 y ei 2 = i
La función ez es periódica, es decir, se repite a sı́ misma cada i2π:
ez+i2π = ez ei2π = ez .
z = Re(z) + iIm(z)
tal que:
1 1
Re(z) = (z + z ∗ ) y Im(z) = (z − z ∗ ).
2 2i
De la forma polar donde:
es claro que cualquier parte se puede escoger para describir una onda armóni-
ca. Se acostumbra, sin embargo, escoger la parte real en cuyo caso una onda
armónica se escribe como:
h i
ψ(x, t) = Re Aei(ωt−kx+ε) , (1.35)
SECCIÓN 1.4
Ondas Planas
se fuerza al vector (~r − r~0 ) a barrer un plano perpendicular a ~k, cuando su punto
extremo (x, y, z) toma todos los valores permitidos. Con:
~k ≡ (kx , ky , kz ). (1.38)
kx (x − x0 ) + ky (y − y0 ) + kz (z − z0 ) = 0 (1.39)
o como:
kx x + ky y + kz z = a (1.40)
donde:
a = kx x0 + ky y0 + kz z0 = constante. (1.41)
~k · ~r = a = constante (1.42)
Se puede ahora construir un conjunto de planos sobre los cuales ψ(~r) varı́a
senoidalmente, es decir:
ψ (~r) = A sin ~k · ~r (1.43)
ψ (~r) = A cos ~k · ~r (1.44)
o
~
ψ (~r) = Aeik·~r (1.45)
Para cada una de estas expresiones ψ (~r) es constante sobre cada plano definido
por ~k · ~r = constante. Como se manejan funciones armónicas, se deben repetir a
sı́ mismas en el espacio de un desplazamiento de λ en la dirección de ~k. Si no se
ponen lı́mites a ~r, los planos son de extensión infinita y la perturbación ocupa
claramente todo el espacio.
por consiguiente:
λk = 2π
y
2π
k= .
λ
El vector ~k, cuya magnitud es el número de propagación k (ya introducido), se
llama el vector propagación.
En cualquier punto fijo en el espacio donde ~k · ~r es constante, la fase es
constante y también lo es ψ (~r); en resumen, los planos están inmóviles. Para
hacer que las cosas se muevan, ψ (~r) debe hacerse variar en el tiempo, algo que
se puede lograr introduciendo la dependencia en el tiempo en una forma análoga
a la de una onda unidimensional. Aquı́ entonces:
~
ψ (~r, t) = Aei(k·~r+ωt) (1.47)
La velocidad de fase de una onda plana, dada por la ecuación (1.47) es equiva-
lente a la velocidad de propagación del frente de onda. La componente escalar de
~r en la dirección de ~k es rk . La perturbación en un frente de onda es constante,
de manera que después de un tiempo dt, si el frente se mueve a lo largo de ~k
una distancia drk , se debe tener:
por consiguiente:
kdrk = ±ωdt
y la magnitud de la velocidad de la onda drk /dt es:
drk ω
= ± = ±v (1.49)
dt k
Se podrı́a haber anticipado este resultado girando el sistema coordenado de tal
forma que ~k fuese paralelo al eje x. Para esa orientación:
ψ (~r, t) = Aei(kx∓ωt)
~
ψ(x, y, z, t) = Aei[k(αx+βy+γz∓ωt)] (1.51)
y por supuesto:
α2 + β 2 + γ 2 = 1. (1.53)
SECCIÓN 1.5
∂2ψ
= −ω 2 ψ (1.57)
∂t2
Sumando las tres derivadas espaciales y utilizando el hecho de que α2 +β 2 +γ 2 =
1 se obtiene:
∂2ψ ∂2ψ ∂2ψ
+ + = −k 2 ψ (1.58)
∂x2 ∂y 2 ∂z 2
Combinando esto con la derivada respecto del tiempo (1.57) y recordando que
v = ω/k, se llega a:
∂2 ∂2 ∂2
∇2 ≡ + + (1.60)
∂x2 ∂y 2 ∂z 2
1 ∂2ψ
∇2 ψ = (1.61)
v 2 ∂t2
Ahora que se tiene esta ecuación, que es la más importante, obsérvese de nuevo
la onda plana y se vea cómo se adecúa al esquema de cosas. Una función de la
forma:
SECCIÓN 1.6
Ondas Esféricas
Este resultado se puede obtener sin estar familiarizados con la ecuación (1.66).
Comenzando con la forma cartesiana del Laplaciano (1.60), se opera sobre la
función de onda ψ(r) simétricamente esférica y se convierte cada término a
coordenadas polares. Examinando solamente la dependencia de x, se tiene:
∂ψ ∂ψ ∂r
=
∂x ∂r ∂x
y
2
∂2ψ ∂2ψ ∂ψ ∂r2
∂r
= +
∂x2 ∂r2 ∂x ∂r ∂x2
ya que:
ψ (~r) = ψ(r).
Usando:
x2 + y 2 + z 2 = r2
se tiene:
∂2r x2
∂r x 1 ∂ ∂ 1 1
= , 2
= (x) + x = 1− 2
∂x r ∂x r ∂x ∂x r r r
y
∂2ψ x2 ∂ 2 ψ 1 x2
∂ψ
2
= 2 + 1−
∂x r ∂r2 r r2 ∂r
Ahora, teniendo ∂ 2 ψ/∂x2 , se forma ∂ 2 ψ/∂y 2 y ∂ 2 ψ/∂z 2 , y sumando se obtiene:
∂ 2 ψ 2 ∂ψ
∇2 ψ(r) = + ,
∂r2 r ∂r
la cual es equivalente a la ecuación (1.68). Este resultado se puede expresar en
forma ligeramente diferente:
1 ∂2
∇2 ψ = (rψ) (1.69)
r ∂r2
1 ∂2 1 ∂2ψ
(rψ) = (1.70)
r ∂r2 v 2 ∂t2
∂2 1 ∂2
(rψ) = (rψ) (1.71)
∂r2 v 2 ∂t2
Obsérvese que esta expresión es precisamente la ecuación diferencial de onda
unidimensional (1.11), donde la variable espacial es r y la función de onda es el
producto (rψ). La solución de la ecuación (1.71) es entonces simplemente:
rψ(r, t) = f (r − vt)
o
f (r − vt)
ψ(r, t) = (1.72)
r
Esto representa una onda esférica que progresa radialmente hacia afuera desde el
origen, con una velocidad constante v, y que tiene una forma funcional arbitraria
f . Otra solución está dada por:
g(r + vt)
ψ(r, t) =
r
y en este caso la onda está convergiendo hacia el origen. 4 El hecho de que esta
expresión falla en r = 0 es de poca importancia práctica.
Un caso especial de la solución general:
o
A ik(r∓vt)
ψ(r, t) = e (1.75)
r
A A
ψ= y ψ=−
r r
La onda esférica que viaja hacia afuera emanada de una fuente puntual,
y la onda que viaja hacia adentro convergiendo a un punto, son ciertamente
idealizaciones. En realidad la luz solamente se aproxima a ondas esféricas como
también sólo se aproxima a ondas planas.
Cuando un frente de onda esférica se propaga hacia afuera, su radio aumen-
ta. Suficientemente lejos de la fuente, una pequeña área del frente de onda se
acercará mucho a una porción de una onda plana.
4 Otras soluciones más complicadas existen cuando la onda no es esféricamente simétrica.
5 El factor de la atenuación es una consecuencia directa de la conservación de energı́a.
SECCIÓN 1.7
Ondas Cilı́ndricas
1 ∂2ψ ∂2ψ
1 ∂ ∂ψ
∇2 ψ = r + + (1.76)
r ∂r ∂r r2 ∂θ2 ∂z 2
donde:
x = r cos θ, y = r sin θ, y z = z.
A
ψ(r) ≈ √ eik(r∓vt)
r
A
ψ(r) ≈ √ cos k(r ∓ vt). (1.78)
r
Esto representa un conjunto de cilindros circulares coaxiales que llenan todo el
espacio y que viajan hacia una fuente lineal infinita o se alejan de ella. No se
pueden ahora encontrar soluciones en términos de funciones arbitrarias como
las habı́a tanto para las ondas esféricas (1.73) como para las planas (1.65).
Una onda plana que choca en la parte posterior de una pantalla opaca plana
y que contiene una rendija delgada y larga, producirá una emisión, por esa
rendija, de una perturbación parecida a una onda cilı́ndrica. Se ha hecho un uso
extensivo de esta técnica para generar ondas luminosas. Recuérdese que la onda
real, como quiera que sea generada, solamente se aproxima a la representación
matemática idealizada.
SECCIÓN 1.8
~ (~r, t) = Aei(~k·~r∓ωt) .
ψ
Una onda plana armónica polarizada linealmente está dada por el vector de
onda:
~ (~r, t) = Aei(~k·~r∓ωt) .
ψ (1.80)
o en coordenadas cartesianas por:
~ y, z, t) = Ax~i + Ay~j + Az~k ei(kx x+ky y+kz z∓ωt)
ψ(x, (1.81)
Para este caso donde el plano de vibración está fijo en el espacio, también lo es
~ Recuérdese que ψ
la orientación de A. ~ yA ~ difieren solamente por un escalar y,
como tal, son paralelos el uno al otro y perpendiculares a ~k/k.
La luz es una onda transversal y es una apreciación de su naturaleza vecto-
rial de gran importancia. Los fenómenos de polarización óptica se pueden tratar
fácilmente en términos de este tipo de visualización ondulatoria vectorial. Para
luz no polarizada, donde el vector de onda cambia de dirección al azar y rápi-
damente, las aproximaciones escalares se hacen útiles, como en las teorı́as de la
interferencia y la difracción.
Teorı́a Electromagnética,
Fotones y Luz
Índice General
2.1. Leyes Básicas de la Teorı́a Electromagnética . . . . 26
2.1.1. Ley de Inducción de Faraday . . . . . . . . . . . . . 26
2.1.2. Ley de Gauss Eléctrica . . . . . . . . . . . . . . . . . 27
2.1.3. Ley de Gauss Magnética . . . . . . . . . . . . . . . . 28
2.1.4. Ley Circuital de Ampere . . . . . . . . . . . . . . . . 28
2.1.5. Ecuaciones de Maxwell . . . . . . . . . . . . . . . . . 29
2.2. Ondas Electromagnéticas . . . . . . . . . . . . . . . . 31
2.3. Ondas Electromagnéticas en Medios No Conduc-
tores . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 35
2.3.1. Dispersión . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 36
2.3.2. Propagación de la Luz a través de un Medio Dieléctrico 41
2.4. Energı́a de las Ondas Electromagnéticas . . . . . . . 43
2.4.1. Irradiancia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 43
25
CAPÍTULO 2. TEORÍA ELECTROMAGNÉTICA, FOTONES Y LUZ
SECCIÓN 2.1
x
ΦB = B ~
~ · dS. (2.1)
A
dΦB
f.e.m. = − . (2.2)
dt
I
f.e.m. = E ~
~ · dL, (2.3)
C
I x
E ~ =−d
~ · dI ~
~ · dS.
B (2.4)
C dt
A
I x ∂B
~
E ~ =−
~ · dI · dS. (2.5)
C ∂t
A
Esta, es en sı́ misma una expresión bastante fascinante ya que indica que el
campo magnético variable en el tiempo tendrá un campo eléctrico asociado con
él.
.........................................................................
2.1.2 Ley Otra de las leyes fundamentales del electromagnetismo recibe su nombre del
de Gauss matemático alemán Karl Friedrich Gauss (1777-1855). Ella relaciona el flujo de
Eléctrica la intensidad de campo eléctrico a través de una superficie cerrada A:
{
ΦE = E ~
~ · dS (2.6)
A
con la carga total encerrada. La integral doble lleva un cı́rculo como recordatorio
~ está en la dirección de una normal
de que la superficie está cerrada. El vector dS
hacia afuera. Si el volumen encerrado por A es V , y si dentro de ella hay una
distribución continua de carga ρ, la ley de Gauss es entonces:
{ y
E ~ =1
~ · dS ρdV (2.7)
A V
~ e 0 ,
~ = K (2.8)
µ = Km µ0 (2.11)
x
!
I ~
∂E
B ~ =µ
~ · dI J~ + ~
· dS (2.13)
C ∂t
A
fue una de las contribuciones más grandes de Maxwell. Aclara que aun cuando
J~ = 0, un campo E~ variable en el tiempo estará acompañado por un campo B.
~
.........................................................................
2.1.5 El conjunto de expresiones integrales dadas por las ecuaciones (2.5), (2.7),
Ecuaciones (2.9) y (2.13) han llegado a conocerse como las ecuaciones de Maxwell. Recuér-
de Maxwell dese que estas son generalizaciones de resultados experimentales. Esta formula-
ción muy simple de las ecuaciones de Maxwell gobierna el comportamiento de
los campos eléctricos y magnéticos en el espacio libre donde = 0 , µ = µ0 y
ambas ρ y J~ son cero. En este caso:
I x ∂B
~
E ~ =−
~ · dI ~
· dS, (2.14)
C ∂t
A
I x ∂E
~
B ~ = µ0 0
~ · dI ~
· dS, (2.15)
C ∂t
A
{
B ~ = 0,
~ · dS (2.16)
A
{
E ~ = 0.
~ · dS (2.17)
A
~ afecta a B,
si E ~ B ~ a su vez afectará a E.
~ La simetrı́a matemática supone una
gran simetrı́a fı́sica.
Las ecuaciones de Maxwell se pueden escribir en forma diferencial la que será
bastante más útil para deducir los aspectos ondulatorios del campo electromag-
nético. Esta transición se puede lograr fácilmente haciendo uso de dos teoremas
del cálculo vectorial, a saber, el teorema de la divergencia de Gauss:
{ y
F~ · dS = ∇ · F~ dV
A V
y el teorema de Stokes:
I x
~ =
F~ · dI ~
∇ × F~ · dS
C A
Aquı́ la cantidad F~ no es un vector fijo, sino una función que depende de las
variables de posición. Es una regla que asocia a un vector único, por ejemplo en
coordenadas cartesianas, F~ (x, y, z) con cada punto (x, y, z) en el espacio. Las
funciones vectoriales valuadas de este tipo, tales como E ~ yB ~ se conocen como
campos vectoriales.
Aplicando el teorema de Stokes a la intensidad de campo eléctrico se tiene:
I x
E ~ =
~ · dI ∇×E ~
~ · dS
y como esto es cierto para cualquier volumen (es decir, para un dominio cerrado
arbitrario) los dos integrandos deben ser iguales. Por consiguiente, en cualquier
punto (x, y, z, t) en el espacio-tiempo.
~ = ρ/
∇·E
~ =0
∇·B
SECCIÓN 2.2
Ondas Electromagnéticas
∂ 2 Ey ∂ 2 Ey ∂ 2 Ey ∂ 2 Ex
+ + = 0 µ0 (2.23)
∂x2 ∂y 2 ∂z 2 ∂t2
precisamente con la misma forma para Ez , Bx , By y Bz . Ecuaciones de este tipo,
que relacionan las variaciones de espacio y tiempo de alguna cantidad fı́sica, se
estudiaron hace ya mucho por Maxwell y sirvieron para describir el fenómeno
de onda. Cada componente del campo electromagnético (Ex , Ey , Ez , Bx , By , Bz )
obedece, por lo tanto, a la ecuación diferencial escalar de onda:
∂2ψ ∂2ψ ∂2ψ 1 ∂2ψ
2
+ 2
+ 2
= 2 2
∂x ∂y ∂z v ∂t
a condición que:
1
v=√ . (2.24)
0 µ0
A fin de evaluar v Maxwell hizo uso de los resultados de los experimentos eléc-
tricos efectuados en 1856 en Leipzig por Wilhelm Weber (1804-1891) y Rudolph
Kohlrausch (1809-1858). De modo eqivalente, ya que a µ0 se le asigno un valor
de 4π × 10−17 m kg/C2 (en MKS) uno puede determinar 0 directamente de
medidas simples de capacidad. En cualquier caso:
o
0 µ0 ≈ 11,12 × 10−18 s2 /m2 .
Y ahora, el momento de la verdad: en el espacio libre, la velocidad predicha de
todas las ondas eléctromagnéticas serı́a:
1
v=√ ≈ 3 × 108 m/s.
0 µ0
Este valor teórico estaba en notable acuerdo con la velocidad previamente me-
dida de la luz (315300 km/s) determinada por Fizeau. Los resultados de los
experimentos de Fizeau, desarrollados en 1849 usando una rueda dentada rota-
toria, estaban en manos de Maxwell y le hicieron comentar que:
Esta velocidad [es decir, su predicción teórica] está tan cerca de la luz que parece
que tenemos una fuerte razón para concluir que la luz en sı́ misma (incluyendo
calor radiante, y otras radiaciones si las hay) es una perturbación electromag-
nética en la forma de ondas propagadas a través del campo electromagnético de
acuerdo con las leyes electromagnéticas.
Este brillante análisis fue uno de los grandes triunfos intelectuales de todos los
tiempos.
Se ha hecho costumbre designar la velocidad de la luz en el vacı́o por el
sı́mobolo c, cuyo valor por ahora aceptado es:
∂Ex
=0 (2.25)
∂x
~ = Ey (x, t)~j
E (2.26)
∂Ey ∂Bz
= (2.27)
∂x ∂t
Ey = cBz . (2.30)
SECCIÓN 2.3
Ondas Electromagnéticas en Medios No
Conductores
Gases a 0o C y 1√atm
Substancia Ke n
Aire 1.000294 1.000293
Helio 1.000034 1.000036
Hidrógeno 1.000131 1.000132
Dióxido de carbono 1.00049 1.00045
Lı́quidos a 20o√C
Substancia Ke n
Benceno 1.51 1.501
Agua 8.96 1.333
Alcohol etı́lico (etanol 5.08 1.361
Tetracloruro de carbono 4.63 1.461
Bisulfuro de carbono 5.04 1.628
Sólidos a temperatura√ambiente
Substancia Ke n
Diamante 4.06 2.419
Ambar 1.6 1.55
Sı́lice fundida 1.94 1.458
Cloruro de sodio 2.37 1.50
en la tabla 2.1, esta relación parece ser efectiva solamente para algunos gases
simples. La dificultad aparece porque Ke , y por consiguiente n, son en realidad
dependientes de la frecuencia. La dependencia de n con la longitud de onda (o
color) de la luz es un efecto muy conocido llamado dispersión. En efecto, Sir Isaac
Newton usó prismas para dispersar la luz blanca en sus colores constitutivos
hace más de 300 años y el fenómeno era bien conocido aunque no se entendiera
entonces.
Hay dos preguntas interrelacionadas que vienen a la mente en este punto:
(1) ¿Cuál es la base fı́sica para la dependencia de n con la frecuencia? y (2)
¿Cuál es el mecanismo por el cual la velocidad de fase en un medio se hace
efectivamente diferente de c? Las respuestas para ambas preguntas se pueden
encontrar examinando la interacción de una onda electromagnética incidente
con el arreglo de átomos que constituyen un material dieléctrico.
.........................................................................
2.3.1 Cuando un dieléctrico se somete a un campo eléctrico aplicado, la distribu-
Dispersión ción interna de carga se distorsiona bajo su influencia. Esto corrresponde a la
generación de momentos eléctricos dipolares, los cuales, a su vez, contribuyen
al campo interno total. De una manera más clara, el campo eléctrico separa las
N qe2
2 1
n (ω) = 1 + .
0 me ω02 − ω 2
N qe2 X fj
n2 (ω) = 1 + 2 − ω 2 + iγ ω . (2.37)
0 me j ω0j j
Mientras que esta expresión está bien para medios enrarecidos tales como gases,
hay aún otra complicación con la que se debe encontrar si se ha de aplicar a
substancias densas. Cada átomo interacciona con el campo eléctrico local en el
que está sumergido. A diferencia de los átomos aislados considerados antes, los
que están en un material denso experimentan también el campo inducido por
sus compañeros. Consecuentemente un átomo “ve” además del campo aplicado
E(t) otro campo, a saber P (t)/30 . Sin entrar en detalles aquı́ se puede demostar
que:
n2 − 1 N qe2 X fj
2
= 2 − ω 2 + iγ ω . (2.38)
n +2 30 me j ω0j j
n2 − 1 N qe2 X fj
= 2 − ω2 . (2.39)
n2 + 2 30 me j ω0j
Los gases transparentes, lı́quidos y sólidos sin color tienen sus frecuencias
caracterı́sticas fuera de la región visible del espectro (lo cual es la razón por la
que ellos, en efecto, sean incoloros y transparentes). En particular, los vidrios
tiene frecuencias naturales efectivas mayores a las del visible, en el ultravioleta,
2
donde se hacen opacos. En los casos en los cuales ω0j ω 2 por comparación ω 2
puede ser despreciada en la ecuación (2.39) dando un ı́ndice de refracción esen-
cialmente constante sobre esa región. Por ejemplo, las frecuencias caracterı́sticas
importantes para los vidrios ocurren en longitudes de onda de alrededor de 100
nm. El centro del rango visible es aproximadamente cinco veces aquello y, de
2
ahı́, ω0j ω 2 . Obsérvese que cuando ω aumenta hacia ω0j , (ω0j 2
−ω 2 ) disminuye
y n aumenta gradualmente con la frecuencia. Esto se llama dispersión normal.
En la región ultravioleta, cuando ω se aproxima a una frecuencia natural, los
osciladores comenzarán a resonar. Sus amplitudes aumentarán marcadamente
y esto será acompañado por amortiguamiento y una fuerte absorción de ener-
gı́a de la onda incidente. Cuando ω0j = ω en la ecuación (2.38) el término de
amortiguamiento obviamente se hace dominante. Las regiones cercanas a ω0j
son llamadas bandas de absorción. Ahı́ dn/dω es negativa y se dice que el proce-
so es dispersión anómala (es decir, anormal). Si pasa luz blanca a través de un
prisma de vidrio, el azúl que la constituye dendrı́a un ı́ndice mayor que el rojo
y por consiguiente será desviado en un ángulo mayor. En contraste, si se usa un
prisma celda que contiene una solución colorante con una banda de absorción en
el visible, el espectro será marcadamente alterado. Todas las substancias poseen
bandas de absorción en alguna región del espectro electromagnético de frecuen-
cia de manera que el término dispersión anómala, habiendo sido acarreado desde
finales del siglo XIX, es ciertamente un nombre mal puesto.
Como se ha visto, los átomos dentro de una molécula también pueden vibrar
alrededor de sus posiciones de equilibrio. Pero los núcleos son masivos y ası́ las
frecuencias oscilatorias naturales serán bajas, en el infrarrojo. Moléculas como
H2 O y CO2 tendrán resonancia tanto en el infrarrojo como en el ultravioleta.
Si el agua fuese atrapada dentro de una pieza de vidrio durante su fabricación,
estos osciladores moleculares estarı́an a disposición y existirı́a una banda de ab-
sorción infrarroja. La presencia de óxidos también resultará en una absorcion
infrarroja. A las frecuencias aún más bajas de las ondas de radio, el vidrio será
de nuevo transparente. En comparación, una pieza de vidrio coloreado eviden-
temente tiene una resonancia en el visible donde absorbe un rango particular de
frecuencia transmitiendo el color complementario.
Como punto final, obsérvese que se la frecuencia impulsora es mayor que
cualquiera de los términos ω0j , entonces n2 < 1 y n < 1. Tal situación puede
ocurrir por ejemplo si se dirigen rayos X a una placa de vidrio. Este es un resul-
tado intrigante ya que lleva a v > c en aparente contradicción con la relatividad
especial.
Haciendo un resumen parcial entonces, en la región visible del espectro, la
polarización electrónica es el mecanismo operativo que determina n(ω). Clási-
camente se imagina a los osciladores electrónicos vibrando a la frecuencia de la
onda incidente. Cuando la frecuencia de la onda es apreciablemente diferente de
una frecuencia caracterı́stica o natural, las oscilaciones son pequeñas y hay poca
absorción. En resonancia, sin embargo, las amplitudes del oscilador aumentan
y el campo hace una cantidad mayor de trabajo sobre la carga. La energı́a elec-
tromagnética removida de la onda y convertida en energı́a mecánica se disipa
entonces térmicamente dentro de la substancia y se habla de un pico o banda de
absorción. El material, aunque es esencialmente transparente a otras frecuencias,
es muy opaco a la radiación incidente en sus frecuencias caracterı́sticas.
.........................................................................
2.3.2 El proceso mediante el cual la luz se propaga a través de un medio con una
Propagación velocidad diferente de c es bastante complicado y esta sección está dedicada
de la Luz a a hacerlo al menos fı́sicamente razonable, dentro del contexto del modelo de
través de osciladores simples.
un Medio Considérese una onda electromagnética incidente o primaria (en el vacı́o) in-
Dieléctrico
cidiendo sobre un dielectrico. Como se ha visto, ella polarizará el medio y llevará
a los osciladores electrónicos a vibración forzada. Ellas a su vez, reirradiarán o
esparcirán energı́a en la forma de pequeñas ondas electromagnéticas de la misma
frecuencia de la onda incidente. En una substancia cuyos átomos o moléculas
están dispuestos con algún grado de regularidad, estas ondas tenderán a inter-
ferirse mutuamente. Esto es, se superpondrán en ciertas regiones donde ellas se
reforzarán o reducirán unas a otras en grados variables. Como ejemplo examı́-
nese la configuración muy simplificada de una onda refractada en un arreglo
ordenado de átomos. Ahı́ una onda plana incidente en dicho arreglo se esparce
en un patrón complicado de pequeñas ondas. Estas a su vez se superponen pa-
ra formar frentes de ondas planas a los que se denomina onda secundaria. Por
razones empı́ricas, solamente, se puede anticipar que la onda primaria residual
y la onda secundaria se combinarán para dar la única perturbación observada
dentro del medio, es decir la onda refractada.
Tanto la onda electromagnética primaria como la secundaria se propagan
a través de los espacios interatómicos con la velocidad c. Y aún ası́ el medio
ciertamente puede poseer un ı́ndice de refracción diferente de uno. Puede suceder
que la onda refractada tenga una velocidad de fase menor, igual, o aún mayor
que c. La clave de esta aparente contradicción reside en la relación de fase entre
las ondas secundaria y primaria.
El modelo clásico predice que los osciladores electrónicos serán capaces de vi-
brar casi completamente en fase con la fuerza impulsora, es decir la perturbación
primaria, solamente a frecuencias relativamente bajas. Cuando la frecuencia del
campo electromagnético aumenta, los osciladores se retrasarán, su fase estará
retrasada por una cantidad proporcionalmente grande. Un análisis detallado lle-
va al hecho de que en resonancia el retraso de la fase llegará a 90o , aumentando
después a casi 180o , o media longitud de onda, a frecuencias muy superiores al
valor caracterı́stico particular.
Además de estos retrasos hay otro efecto que debe ser considerado. Cuando
las ondas esparcidas se recombinan, la onda secundaria resultante está retrasada
ella misma con respecto a los osciladores en 90o .
El efecto combinado de ambos de estos mecanismos es que a frecuencias
inferiores a la de la resonancia, la onda secundaria está retrasada con respecto a
la primaria en una cantidad entre 90o y 180o aproximadamente, mientras que a
frecuencias superiores a la de la resonancia el retraso está entre 180o y 270o . Pero
un retraso de fase de δ >180o es equivalente a un retraso de 360o −δ [ejemplo,
cos(θ − 270o ) = cos(θ + 90o )].
Para recapitular, debajo de la resonancia la onda secundaria va atrás de la
primaria; arriba de la resonancia va delante de la primaria. La onda resultante
o refractada acordemente estará adelante o detrás de la onda incidente (espacio
libre) en una cierta cantidad ε. El proceso es progresivo y a medida que la luz
atraviesa el medio la fase es continuamente retardada o avanzada.
Ahora se desea mostrar que esto es precisamente equivalente a un cambio
en la velocidad de fase. En el espacio libre la perturbación en algún punto P se
puede escribir como:
Ep (t) = E0 cos ωt
Si P está rodeada por un dieléctrico, habrá un desplazamiento acumulativo de
la fase εP el cual fue formado mientras la onda se movı́a a través del medio hacia
P . El número de crestas de onda que llegan al dieléctrico por segundo debe ser
el mismo que el número por segundo que se propaga en él. Esto es, la frecuencia
debe ser la misma en el vacı́o que en el dieléctrico, aun cuando la longitud de
onda y la rapidez pueden ser diferentes. Una vez más, pero esta vez en el medio,
la perturbación en P es:
EP (t) = E0 cos(ωt − εP )
Un observador en P tendrı́a que esperar un tiempo mayor para que una cresta
dada llegue cuando él está en el medio que lo hubiera tenido que esperar en
el vacı́o. En otras palabras, si se imaginan dos ondas paralelas de la misma
frecuencia, una en el vacı́o y una en un medio material, la onda en el vacı́o
pasará P un tiempo εP /ω antes que la otra onda. Entonces es claro que un
retraso de fase de εP corresponde a una reducción en la rapidez, v < c y n > 1.
Similarmente, un adelanto de fase produce un aumento en la rapidez, v > c
y n < 1. El proceso de esparcimiento es continuo y ası́ los desplazamientos
acumulativos de fase se van sumando conforme la luz penetra en el medio. Es
decir, ε es una función de la longitud del dieléctrico atravesado; como debe ser
si v es constante.
SECCIÓN 2.4
1 2
uB = B . (2.41)
2µ0
uE = uB (2.42)
u = uE + uB ,
claramente:
u = 0 E 2 (2.43)
o equivalentemente:
1 2
u= B . (2.44)
µ0
uc∆tA
S= = uc (2.45)
∆tA
o, usando la ecuación (2.43):
1
S= EB. (2.46)
µ0
~= 1E
S ~ ×B
~ (2.47)
µ0
o
~ = c2 0 E
S ~ × B.
~ (2.48)
Debe ser evidente aquı́ que E ~ ×B ~ oscila entre máximos y mı́nimos. A frecuen-
~
cias ópticas, S es una función variable del tiempo extremadamente rápida y
ası́ su valor instantáneo es una cantidad impráctica de medir. Esto más bien
sugiere que se empleen promedios. Es decir, que se absorba la energı́a radian-
te durante un intervalo finito de tiempo usando, por ejemplo, una fotocelda,
una pelı́cula fotográfica o la retina del ojo humano. El valor promediado en el
tiempo del vector de Poynting, simbolizado por hSi, es una medida de la can-
tidad muy significativa
D E conocida como la irradiancia, I. En este caso ya que
cos2 ~k · ~r − ωt = 12 ,
c2 0 ~
~
hSi = E0 × B (2.51)
2
o
c0 2
I ≡ hSi = E . (2.52)
2 0
La irradiancia es por consiguiente proporcional al cuadrado de la amplitud del
campo eléctrico. Dor formas alternativas adicionales de decir la misma cosa son
simplemente:
c
2
I= B (2.53)
µ0
y
I = 0 c E 2 .
(2.54)
I = v E 2 .
(2.55)
Tratamiento
Electromganético de la
Propagación de la Luz
Índice General
3.1. Ondas en una Interfase . . . . . . . . . . . . . . . . . 48
3.1.1. Deducción de las Ecuaciones de Fresnel . . . . . . . 50
3.1.2. Interpretación de las Ecuaciones de Fresnel . . . . . 53
47
CAPÍTULO 3. TRATAMIENTO ELECTROMGANÉTICO DE LA PROPAGACIÓN DE
LA LUZ
SECCIÓN 3.1
E ~ 0i ei(~ki ·~r−ωi t)
~i = E (3.1)
o más simplemente:
E ~ 0i cos ~ki · ~r − ωi t
~i = E (3.2)
y
E ~ 0t cos ~kt · ωt tεt
~t = E (3.4)
~ i + ~un × E
~un × E ~ r = ~un × E
~t (3.5)
o
~ 0i cos ~ki · ~r − ωi t + ~un × E
~un × E ~ 0r cos ~kr · ~r − ωr t + εr
(3.6)
~ 0t cos ~kt · ~r − ωt t + εt
= ~un × E
Con esto, los cosenos en la ecuación (3.6) se anuları́an dejando una expresión
independiente de t y r, como en efecto debe ser. Como esto debe ser cierto para
todos los valores del tiempo, los coeficientes de t deben ser iguales, obteniéndose:
ωi = ωr = ωt . (3.8)
Hay que recordar que los electrones dentro del medio están sujetos a vibraciones
forzadas (lineales) a la frecuencia de la onda incidente. Claramente, cualquier
luz que sea esparcida tiene la misma frecuencia. Además.
~ki · ~r = ~kr · ~r + εr
y=b y=b
(3.9)
= ~kt · ~r + εt ,
y=b
θi = θr
Además, ya que ~ki − ~kr es paralelo a ~un , los tres vectores ~ki , ~kr y ~un están
en el mismo plano, que es el plano de incidencia. De nuevo, de la ecuación (3.9)
se obtiene:
h i
~ki − ~kt · ~r = εt (3.11)
y=b
y por consiguiente ~ki − ~kt es también normal a la interfase. Entonces, ~ki , ~kr ,
~kt y ~un son todos coplanares. Como antes, las componentes tangenciales de ~ki
y ~kt deben ser iguales y consecuentemente:
ni sin θi = nt sin θt
lo que, por supuesto, es la ley de Snell. Finalmente, se observa que si se hubiese
escogido el origen O en la interfase es evidente por las ecuaciones (3.10) y (3.11)
que εr y εt hubieran sido ambas nulas. Tal disposición, aunque no tan instructiva,
es ciertamente más simple y consecuentemente se usará de aquı́ en adelante.
.........................................................................
3.1.1 ~ i (r, t), E
Se acaba de encontrar la relación que existe entre las fases de E ~ r (r, t)
Deducción y E~ t (r, t) en la frontera. Hay aún una interdependencia compartida por las
de las amplitudes E ~ 0i , E
~ 0r y E
~ 0t que ahora se pueden evaluar. Con ese fin se supone
Ecuaciones
que una onda monocromática plana incide en una superficie plana que separa dos
de Fresnel
medios isotrópicos. Cualquiera que sea la polarización de la onda, se resolverán
sus campos E ~ y B ~ en componentes paralelas y perpendiculares al plano de
incidencia y se tratarán estas componentes separadamente.
Caso 1. E ~ perpendicular al plano de incidencia. Supóngase ahora que E ~ es
~
perpendicular al plano de incidencia y que B es paralelo a él. Como E = vB se
tiene que:
~k × E
~ = vB
~ (3.13)
ypor supuesto
~k · E
~ = 0. (3.14)
~ B
es decir E, ~ y el vector de propagación ~k forman un sistema derecho. Haciendo
uso de nuevo de la continuidad de las componentes tangenciales del campo
~ se tiene que en la frontera en cualquier tiempo y en cualquier punto:
eléctrico E,
~ 0i + E
E ~ 0r = E
~ 0t (3.15)
donde los cosenos se anulan. Se debe mencionar entre paréntesis que los vectores
de campo mostrados realmente deberı́an ser visualizados en y = 0 (es decir, en
la superficie) de donde han sido desplazados a fin de hacer las cosas más claras.
Obsérvese que mientras que E ~r y E~ t deben ser normales al plano de incidencia
por simetrı́a, se está adivinando que ellos deben apuntar fuera de la interfase
cuando E ~ i lo hace. Las direcciónes de los campos B~ se derivan entonces de la
ecuación (3.13).
~i
B ~r
B ~t
B
− cos θi + cos θr = − cos θt , (3.16)
µi µr µt
~
donde los lados izquierdo y derecho son las magnitudes totales de B µ paralelas a
la interfase en los medios incidente y transmitido, respectivamente. La dirección
positiva es aquella en la que aumenta x de tal forma que las componentes de B ~i
~
y Bt aparecen con signos menos. De la ecuación (3.13) se tiene:
Ei
Bi = (3.17)
vi
Er
Br = (3.18)
vr
Et
Bt = (3.19)
vt
Entonces, ya que vi = vr y θi = θr , la ecuación (3.16) se puede escribir como:
1 1
(Ei − Er ) cos θi = Et cos θt . (3.20)
µi vi µi vi
Haciendo uso de las ecuaciones (3.2), (3.3) y (3.4) y recordando que los cosenos
que aparecen ahı́ son iguales a uno en y = 0, se obtiene:
ni nt
(E0i − E0r ) cos θi = Et cos θt . (3.21)
µi µt
2 nµii cos θi
E0t
= − ni nt (3.23)
E0i ⊥ µi cos θi + µt cos θt
y
E0t 2ni cos θi
t⊥ ≡ ≡ (3.25)
E0i ⊥ ni cos θi + nt cos θt
1 1 1
E0i + E0r = E0t (3.27)
µi vi µr vr µt vt
2 nµii cos θi
E0t
tk ≡ = ni nt . (3.29)
E0i k µi cos θt + µt cos θi
Cuando los dos medios que forman la interfase son dieléctricos, los coeficientes
de amplitud vienen a ser:
nt cos θi − ni cos θt
rk = (3.30)
ni cos θt + nt cos θi
y
2ni cos θi
tk = (3.31)
ni cos θt + nt cos θi
t⊥ + (−r⊥ ) = 1 (3.39)
tk + rk = 1 (3.40)
es válida solamente a incidencia normal.
La discusión anterior, en su mayor parte, estaba restringida al caso de
reflexión externa es decir nt > ni . La situación opuesta de reflexión interna
en la cual el medio incidente es más denso (ni > nt ), es ciertamente
también de interés. En ese caso θt > θi y r⊥ , como se describe en la
ecuación (3.11), será simplemente positiva. r⊥ aumenta desde su valor
inicial (3.37) en θi = 0 llegando a más de uno en lo que se llama ángulo
crı́tico, θc . Especı́ficamente θc es el valor especial del ángulo de incidencia
para el cual θt = π/2. En la misma forma, rk comienza negativamente
(3.37) en θi = 0 y después aumenta hasta llegar a más de uno en θi = θc ,
como es evidente según la ecuación de Fresnel (3.30). Como antes rk pasa
por cero en el ángulo de polarización θp0 . Los ángulos de polarización θp0
y θp para la reflexión interna y externa en la interfase entre los mismos
dos medios son simplemente complemento el uno del otro. Posteriormente
se regresará a la reflexión interna, donde se demostrará que r⊥ y rk son
cantidades complejas para θi > θc .
1 Este ángulo se conoce también como ángulo de Brewster
2. Corrimientos de fase.
Debe ser evidente según la ecuación (3.32) que r⊥ es negativo indepen-
dientemente de θi cuando
h i nt > ni . Además se vio anteriormente que si
~r
se hubiese escogido E en la dirección opuesta, la primera ecuación de
⊥
Fresnel (3.32), hubiese cambiado de signo haciendo que r⊥ se tornara po-
sitivo.
h Entonces
i h eli signo de r⊥ está asociado con las direcciones
h i relativas
de E0i~ ~
y E0r . Recuérdese que una inversión de E0r ~ es equiva-
⊥ ⊥ ⊥ h i
lente a introducir un corrimiento de fase, ∆ϕ⊥ , de π radianes en E ~r .
h i h i ⊥
Por consiguiente en la frontera E ~i y E~r serán antiparalelos y por
⊥ ⊥
lo tanto fuera de fase en π uno respecto del otro, como lo indica el valor
negativo de r⊥ . Cuando se consideran las componentes normales al plano
de incidencia no hay confusión sobre si los dos campos están en fase o
π radianes fuera de fase; si son paralelos están en fase; si son antiparale-
los están π fuera de fase. Resumiendo entonces, la componente del campo
eléctrico normal al plano de incidencia sufre un corrimiento de fase de
π radianes bajo reflexión cuando el medio incidentte tiene un ı́ndice más
bajo que el medio transmisor. Similarmente t⊥ y tk son siempre positivas
y ∆ϕ = 0. Además, cuando ni > nt no resulta corrimiento de fase en la
componente normal al reflejarse, es decir ∆ϕ⊥ = 0 siempre que θi < θc .
h i h i h i
Las cosas son menos obvias cuando se consideran E ~i , E ~r y E ~t .
k k k
Es necesario ahora definir más explı́citamente lo que se quiere decir por en
fase ya que los vectores de fase son coplanares pero generalmente no coli-
neales. Las direcciones del campo se escogieron de tal forma que mirando
cualquiera de los vectores de propagación en la dirección en que viene la
luz E,~ B~ y ~k se ven con la misma orientación relativa sea cual sea el rayo
incidente, reflejado o transmitido. Se puede usar esto como la condición
requerida a fin de que los dos campos E ~ estén en fase. Equivalentemente
pero más simplemente, dos campos en el plano incidente están en fase si
sus componentes son paralelas y fuera de fase si son antiparalelas. Hay
que notar que cuando un par de campos E ~ están fuera de fase, también lo
~
estan sus campos asociados B y viceversa. Con esta definición se necesita
solamente ver los vectores normales al plano de incidencia, sean ellos E ~
~
o B, para determinar la fase relativa de los campos acompañantes en el
plano incidente. Entonces, E ~i y E
~ t están en fase como lo están B ~i y B~t
~ ~ ~ ~
mientras que Ei y Er están fuera de fase junto con Bi y Br . Similarmente
E~ i, E
~r y E
~ t están en fase como lo están B ~ i, B
~r y B~ t.
Ahora, el coeficiente de amplitud de reflexión para la componente paralela
está dado por:
nt cos θi − ni cos θt
rk =
nt cos θi + ni cos θt
el cual es positivo (∆ϕk = 0) siempre que:
es decir, si:
sin θi cos θi − cos θt sin θt > 0.
o equivalentemente:
3. Reflectancia y transmitancia.
Hay que recordar que la potencia por unidad de área que cruza una super-
~ el vector de Poynting, está
ficie en el vacı́o cuya normal es paralela a S,
dado por:
~ = c2 0 E
S ~ × B.
~
Ir cos θr Ir
R≡ = , (3.44)
Ii cos θi Ii
It cos θt
T ≡ . (3.45)
Ii cos θi
2
El cociente Ir /Ii es igual a (vr r E0r /2)(vi i E0i /2) y ya que las ondas
reflejadas e incidente están en el mismo medio vr = vi , r = i , y
2
E0r
R= = r2 . (3.46)
E0i
o
2 2
E0r nt cos θt E0t
1= + . (3.49)
E0i ni cos θi E0i
R+T =1 (3.50)
Rk + Tk = 1 (3.55)
R⊥ + T⊥ = 1 (3.56)
4nt ni
T = Tk = T⊥ = . (3.58)
(nt + ni )2
Superposición de Ondas
Índice General
4.1. Suma de Ondas de la Misma Frecuencia . . . . . . . 61
4.1.1. El Método Algebraico . . . . . . . . . . . . . . . . . 61
4.1.2. El Método Complejo . . . . . . . . . . . . . . . . . . 65
4.1.3. Suma de Fasores . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 66
4.1.4. Ondas Estacionarias . . . . . . . . . . . . . . . . . . 67
4.2. Suma de Ondas de Diferente Frecuencia . . . . . . 68
4.2.1. Pulsos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 69
4.2.2. Velocidad de Grupo . . . . . . . . . . . . . . . . . . 70
59
CAPÍTULO 4. SUPERPOSICIÓN DE ONDAS
SECCIÓN 4.1
tal que
Esta no es una sustitución obvia pero será legı́tima siempre que se pueda despejar
E0 y α. Con ese fin, se eleva al cuadrado y se suman las ecuaciones (4.7) y (4.8)
para obtener
E02 = E01
2 2
+ E02 + 2E01 E02 cos(α2 − α1 ) (4.9)
2π
δ= (x1 − x2 ) + (ε1 − ε2 ) (4.13)
λ
Aquı́ x1 y x2 son las distancias desde las fuentes de las dos ondas hasta el punto
de observación y λ es la longitud de onda en el medio en que viajan. Si las ondas
están inicialmente en fase en sus emisores respectivos, entonces ε1 = ε2 , y
2π
δ= (x1 − x2 ) (4.14)
λ
2π
δ= n(x1 − x2 ). (4.15)
λ0
δ = k0 Λ, (4.16)
donde k0 es el número de propagación en el vacı́o, es decir, 2π/λ0 .
Las ondas para las que ε1 − ε2 es constante, independientemente de su valor,
son coherentes; una situación que se supondrá que se consigue en casi toda esta
discusión.
Hay un caso especial que es de algún interés y es la superposición de las
ondas
E1 = E01 sin[ωt − k(x + ∆x)]
y
E2 = E02 sin(ωt − kx),
donde en particular E01 = E02 y α1 − α2 = k∆x. Se deja demostrar que en este
caso las ecuaciones (4.9), (4.10) y (4.11) llevan una onda resultante de
k∆x ∆x
E = 2E01 cos sin ωt − k x + . (4.17)
2 2
Esto pone de manifiesto claramente el papel dominante que juega la diferencia de
caminos, ∆x, especialmente cuando las ondas emitidas están en fase (ε1 − ε2 ).
Hay muchos casos prácticos donde uno arregla justamente estas condiciones
como se verá más tarde. Si ∆x λ la resultante tiene una amplitud muy cercana
al valor 2E02 ; mientras que es cero si ∆x = λ/2. En la primera situación se dice
que hay interferencia constructiva mientras que en la última hay interferencia
destructiva.
Para aplicaciones repetidas del procedimiento usado para llegar a la ecua-
ción (4.11) se puede demostrar que la superposición de cualquier número de
ondas armónicas coherentes que tienen una frecuencia dada y viajan en la mis-
ma dirección lleva a una onda armónica de la misma frecuencia. Por simple
casualidad se ha escogido representar las dos ondas en términos de funciones
seno pero el mismo resultado hubiese aparecido si se hubiese usado funciones
coseno. Entonces en general la suma de N de tales ondas,
N
X
E= E0i cos(αi ± ωt)
i=1
donde
N
X N X
X N
E02 = 2
E0i +2 E0i E0j cos(αi − αj ) (4.19)
i=1 j>i i=1
y
N
X
E0i sin αi
i=1
tan α = N
(4.20)
X
E0i cos αi
i=1
Hágase una pausa por un momento y conténtese con que estas relaciones son
en efecto verdaderas. Imagı́nese que se tiene un número muy grande de fuentes
independientes (N ) donde los ángulos de fase, αi , están ahora completamente al
azar. En otras palabras, la fase inicial para cada fuente puede tener cualquier
valor entre 0 y 2π en una forma que no tiene ninguna relación con alguna
otra fuente, o los emisores pueden estar localizados al azar, o ambas cosas.
Aunque es aplicable a fuentes de luz, este arreglo se puede también visualizar
con generadores de microondas o aun con violines. Los resultados que se obtienen
se aplican bien sea que las amplitudes sean todas iguales o no, pero el primer
caso es más simple de apreciar. Por lo tanto, hágase que cada amplitud en la
ecuación (4.19) sea E01 . Si N es suficientemente grande, cos(αi − αj ) tomará
valores tanto positivos como negativos con la misma probabilidad y el segundo
término en la ecuación (4.19) se aproximará a cero. Por lo tanto:
E02 = N E01
2
(4.21)
La densidad de flujo resultante debida a N fuentes que tienen fases al azar está
dada por N veces la densidad de flujo de cualquier fuente. En otras palabras, está
determinada por la suma de las densidades de flujo individuales. Por ejemplo,
la luz que emana de una fuente térmica (en contraposición con lo que sucede en
un láser) está compuesta de radiación de un gran número de emisores atómicos.
Las ondas generadas por estas fuentes microscópicas tienen fases al azar y en-
tonces sus densidades de flujo individuales se combinan en la manera que se ha
considerado para formar la densidad de flujo total.
Además, los emisores atómicos varı́an en fase rápidamente y al azar y por
consiguiente también lo hace ası́ la onda total que resulta de la fuente. Dos o más
fuentes térmicas separadas (lámparas de descarga, iluminadores fotográficos,
focos, etc.) serán incoherentes en virtud de estas rápidas variaciones en δ. Ya
que la densidad de flujo es proporcional al promedio en el tiempo de E02 , tomada
generalmente sobre un intervalo de tiempo grande, y ya que las α son funciones
del tiempo a través de fases iniciales, cos [αi (t) − αj (t)] promediará de nuevo a
cero.
En el otro extremo, si las fuentes son coherentes y están en fase en el punto
de observación, es decir, αi = αj , la ecuación (4.19) quedará
N
X N X
X N
E02 = 2
E0i +2 E0i E0j
i=1 j>i i=1
o equivalentemente
N
!2
X
E02 = E0i . (4.22)
i=1
La cantidad
N
X
E0 eiα = E0j eiαj (4.26)
j=1
.........................................................................
4.1.3 La suma descrita en la ecuación (4.26) se puede representar gráficamente
Suma de como la suma de vectores en el plano complejo. En la jerga de la ingenierı́a
Fasores electrónica la amplitud compleja se conoce como fasor y se especifica por su
magnitud y fase; a menudo se escribe simplemente en la forma E0 ∠α. El mé-
todo de la suma de fasores que se va a desarrollar ahora se puede emplear sin
apreciar su relación con el formalismo de los números complejos. En bien de la
simplicidad, en su mayor parte se evitará el uso de esa interpretación en lo que
sigue. Imagı́nese entonces que se tiene una perturbación descrita por:
E1 = E01 sin(ωt + α1 ).
E2 = E02 sin(ωt + α2 )
E02 = E01
2 2
+ E02 + 2E01 E02 cos(α2 − α1 ),
donde se hizo uso del hecho de que cos[π − (α2 − α1 )] = − cos(α2 − α1 ). Esta
es idéntica a la ecuación (4.9), como debe ser. Usando el mismo diagrama,
obsérvese que tan α está dada también por la ecuación (4.10). Generalmente
interesa encontrar E0 en lugar de E(t) y ya que E0 no está afectada por el
constante girar de todos los fasores, a menudo será conveniente poner t = 0 y
ası́ eliminar esa rotación.
Algunos esquemas muy elegantes como la curva de vibración y la espiral de
Cornu serán explicados con la técnica de la suma de fasores. Además, es un
punto de vista gráfico que a menudo permite entender mejor el problema. Como
ejemplo final se examinará brevemente la onda resultante de la suma de:
E1 = 5 sin ωt
E2 = 10 sin(ωt + 45o )
E3 = sin(ωt − 15o )
E4 = 10 sin(ωt + 120o )
y
E5 = 8 sin(ωt + 180o ).
donde ω está en grados por segundo. En los fasores 5∠0o , 10∠45o , 1∠120o y
8∠180o cada ángulo de fase, bien sea positivo o negativo, tiene como referencia
la horizontal. Sólo se necesita leer E0 ∠α con una escala y un transportador para
obtener E = E0 sin(ωt + α). Es evidente que esta técnica ofrece una ventaja
tremenda en velocidad y simplicidad si no en precisión.
.........................................................................
4.1.4 Se vio que la solución general de la ecuación diferencial de onda consistı́a en
Ondas Es- una suma de ondas viajantes,
tacionarias
ψ(x, t) = C1 f (x − vt) + C2 g(x + vt).
SECCIÓN 4.2
gran alcance sobre toda la tecnologı́a en las décadas por venir. Además, con
el advenimiento de las técnicas electro-ópticas, la luz está comenzando a jugar
un nuevo y significativo papel como transportador de información. Esta sección
está dedicada a desarrollar algunas de las ideas matemáticas que se necesitan
para apreciar este nuevo énfasis.
.........................................................................
4.2.1 Considérese ahora la perturbación compuesta que aparece de la combinación
Pulsos de las ondas:
E1 = E01 cos(k1 x − ω1 t)
E2 = E01 cos(k2 x − ω2 t)
las cuales tienen amplitudes iguales y fase inicial cero. La onda neta:
1 1
k≡ (k1 + k2 ) km ≡ (k1 − k2 ); (4.32)
2 2
entonces
donde
dv
vg = v + k . (4.38)
dk
c
ng ≡ (4.40)
vg
1 En regiones de dispersión anómala donde dn/dk < 0, v puede ser mayor que c. Aquı́, sin
g
embargo, la señal se propaga con otra velocidad más, muy diferente, concida como la velocidad
de señal vs . Entonces vs = vg excepto en una banda de absorción de resonancia. En todos los
casos vg corresponde a la velocidad de transferencia de energı́a y nunca excede a c.
Interferencias
Índice General
5.1. Consideraciones Generales . . . . . . . . . . . . . . . 74
5.2. Condiciones para la Interferencia . . . . . . . . . . . 78
5.3. Interferómetros de División de Frente de Onda . . 79
5.4. Pelı́culas Dieléctricas. Interferencia de dos Haces . 83
5.4.1. Franjas de Igual Inclinación . . . . . . . . . . . . . . 84
5.4.2. Franjas de Igual Espesor . . . . . . . . . . . . . . . . 86
73
CAPÍTULO 5. INTERFERENCIAS
SECCIÓN 5.1
Consideraciones Generales
La luz es, por supuesto, un fenómeno vectorial; los campos eléctricos y mag-
néticos son campos vectoriales. Una apreciación de este hecho es fundamental
para cualquier tipo de entendimiento intuitivo de la óptica. No es necesario decir
que hay muchas situaciones en las que el sistema óptico en particular está de tal
manera configurado que la naturaleza vectorial de la luz es de poco significado
práctico. Se deducirá por lo tanto las ecuaciones de interferencia básicas dentro
del contexto del modelo vectorial, delineando después las condiciones bajo las
cuales el tratamiento escalar es aplicable.
De acuerdo con el principio de superposición, la intensidad del campo eléc-
trico E,~ en un punto en el espacio que proviene de los campos separados E ~ 1 , E,
~
. . ., de varias fuentes que contribuyen, está dada por:
~ =E
E ~1 + E
~2 + . . . .
~
Una vez más se hace notar que la perturbación óptica, o campo luminoso E,
varı́a en un tiempo sumamente rápido, aproximadamente:
haciendo que el campo real sea una cantidad prácticamente indetectable. Por
otro lado, la irradiancia I puede ser medida directamente usando una gran va-
riedad de sensores (por ejemplo, fotoceldas, bolómetros, emulsiones fotográficas
u ojos). Realmente, si se va a estudiar la interferencia, entonces es mejor que se
ataque el problema por medio de la irradiancia.
Gran parte del análisis que sigue se puede efectuar sin especificar la forma
particular de los frentes de onda y los resultados son por consiguiente muy
generales en su aplicabilidad. Sin embargo, con el propósito de simplificar, se
considerarán dos fuentes puntuales S1 y S2 emitiendo ondas monocromáticas
de la misma frecuencia en un medio homogéneo. Además, permı́tase que su
separación a sea mucho más grande que λ. Colóquese el punto de observación
P lo suficientemente lejos de las fuentes de tal forma que los frentes de onda
en P sean planos. Por el momento se considerarán solamente ondas linealmente
polarizadas de la forma:
~ 01 cos ~k1 · ~r − ωt + ε1
~ 1 (~r, t) = E
E
y
~ 02 cos ~k2 · ~r − ωt + ε2
~ 2 (~r, t) = E
E
Puesto que solamente son concernientes las irradiancias relativas dentro del
mismo medio, se despreciarán, al menos por el momento, las constantes y se
pondrá: D E
I= E ~2 .
D E
~ 2 es, por supuesto, el promedio en el tiempo de
Lo que se quiere decir por E
D E
la magnitud de la intensidad del campo eléctrico al cuadrado o E~ ·E~ . Por
consiguiente,
E~2 = E
~ · E,
~
donde ahora
~2 = E
E ~1 + E
~2 · E~1 + E
~2
y por lo tanto:
~2 = E
E ~ 12 + E
~ 22 + 2E
~1 · E
~2
I = I1 + I2 + I12 (5.1)
siempre que: D E
~ 12 ,
I1 = E
D E
~2
I2 = E 2
y D E
I12 = 2 E~1 · E
~2 .
o equivalentemente:
~1 · E
E ~2 = E ~ 02 [cos(~k1~r + ε1 ) × cos ωt
~ 01 · E
+ sin(~k1 · ~r + ε1 ) sin ωt] × [cos(~k2 · ~r + ε2 ) cos ωt (5.2)
+ sin(~k2 · ~r + ε2 ) sin ωt].
~2 = 1 E
D E
~1 · E
E ~ 02 cos ~k1 · ~r + ε1 − ~k2 · ~r − ε2 ,
~ 01 · E
2
I12 = E~ 01 · E
~ 02 cos δ (5.4)
y δ, igual a ~k1 · ~r − ~k2 · ~r + ε1 − ε2 , es la diferencia de fase que proviene de
combinar una diferencia de longitud de trayectoria y una diferencia de fase incial.
Obsérvese que si E ~ 01 y E~ 02 (y por consiguiente E ~1 y E
~ 2 ) son perpendiculares,
I12 = 0 y I = I1 + I2 . Dos estados ortogonales P tales se combinan para
dar un estado R, L, P o E, pero la distribución de densidad de flujo quedará
inalterada.
La situación que casi siempre ocurre en el trabajo que sigue corresponde a
E~ 01 paralelo a E~ 02 . en ese caso, la irradiancia se reduce al valor encontrado en
el tratamiento escalar. Bajo esas condiciones:
E2
I1 = E12 = 01
2
y
E2
I2 = E22 = 02
2
El término de interferencia queda:
p
I12 = 2 I1 I2 cos δ,
cuando
δ = 0, ±2π, ±4π, . . . .
En este caso la diferencia de fase entre las dos ondas es un múltiplo entero
de 2π, y las perturbaciones están en fase. Se habla de esto como interferencia
constructiva total. Cuando 0 < cos δ < 1 las ondas están fuera de fase, I1 +
I2 < I < Imax y el resultado se conoce como interferencia constructiva. En
δ = π/2, cos δ = 0, las perturbaciones ópticas están 90o fuera de fase y I =
I1 + I2 . Para 0 > cos δ > −1 se tiene la condición de interferencia destructiva,
I1 + I2 > I > Imin . El mı́nimo en la irradiancia resulta cuando las ondas están
180o fuera de fase, valles sobre crestas, cos δ = −1, y
p
Imin = I1 + I2 − 2 I1 I2 .
Esto, por supuesto, ocurre cuando δ = ±π, ±3π ± 5π, . . ., y recibe el nombre de
interferencia destructiva total.
Otro caso algo especial, aunque no muy importante aparece cuando las am-
plitudes de ambas ondas que llegan a P son iguales, es decir, E ~ 01 = E
~ 02 . Ya
que las contribuciones a la irradiancia de ambas fuentes son entonces iguales,
haciendo I1 = I2 = I0 . La ecuación (5.5) se puede ahora escribir como:
δ
I = 2I0 (1 + cos δ) = 4I0 cos2 (5.6)
2
de lo cual se deduce que Imin = 0 y Imax = 4I0 .
La ecuación (5.5) es igualmente válida para las ondas esféricas emitidas por
S1 y S2 . Tales ondas se pueden expresar como:
~ 1 (r1 , t) = E
E ~ 01 (r1 )ei(kr1 −ωt+ε1 )
y
~ 2 (r2 , t) = E
E ~ 02 (r2 )ei(kr2 −ωt+ε2 )
Los términos r1 y r2 son los radios de los frentes de onda esféricos que se su-
perponen en P , es decir, ellos especifican las distancias de las fuentes J. En este
caso:
δ = k(r1 − r2 ) + (ε1 − ε2 ).
La densidad de flujo en la región que rodea a S1 y S2 ciertamente variará de
punto a punto al variar (r1 − r2 ). No obstante, del principio de conservación de
la energı́a, se espera que el promedio espacial de I permanezca constante e igual
al promedio de I1 + I2 . El promedio espacial de I12 debe ser por lo tanto cero,
una propiedad verificada por la ecuación (5.4) ya que el promedio del término
del coseno es, en efecto, cero.
La ecuación (5.6) será aplicable cuando la separación entre S1 y S2 sea
pequeña en comparación con r1 y r2 y cuando, además, la región de interferencia
también sea pequeña en el mismo sentido. Bajo estas circunstancias E ~ 01 y E~ 02
pueden considerarse independientes de la posición, es decir, constantes en la
pequeña región examinada. Si las fuentes emisoras son de igual intensidad E ~ 01 =
~
E02 , I1 = I2 = I0 y se tiene:
1
I = 4I0 cos2 [k(r1 − r2 ) + (ε1 − ε2 )]
2
Los máximos de irradiancia ocurren cuando:
δ = 2πm
siempre que m = 0, ±1, ±2, . . .. Similarmente, los términos para los cuales I = 0,
aparecen cuando:
δ = π(2m + 1).
Estas expresiones se pueden reescribir de tal forma que la máxima irradiancia
ocurre cuando:
2πm + (ε2 − ε2 )
(r1 − r2 ) = (5.7)
k
y la mı́nima cuando
π(2m + 1) + (ε2 − ε2 )
(r1 − r2 ) =
k
Cualquiera de estas ecuaciones define una familia de superficies, cada una de las
cuales es un hiperboloide de revolución. Los vértices de los hiperboloides están
separados por distancias iguales a los lados derechos de las ecuaciones (5.7). Los
focos están localizados en S1 y S2 . Si las ondas están en fase al salir del emisor
ε1 − ε2 = 0, y las ecuaciones (5.7) se simplifican a:
2πm
(r1 − r2 ) = = mλ
k
π(2m + 1) 1
(r1 − r2 ) = = m+ λ
k 2
para irradiancia máxima y mı́nima, respectivamente. Las zonas claras y oscuras
que se verı́an en una pantalla colocada en la región de interferencia se conocen
como franjas de interferencia.
SECCIÓN 5.2
SECCIÓN 5.3
La ecuación
(r1 − r2 ) = mλ
determinaba las superficies de irradiancia máxima. Ya que la longitud de onda
λ para la luz es muy pequeña, un gran número de superficies que corresponden
a los valores más bajos de m existirán cerca y ambos lados del plano m = 0.
Un número de franjas paralelas y bastante rectas por consiguiente aparecerán
en una pantalla colocada perpendicularmente al plano (m = 0) y en la vecindad
de él, y para este caso la aproximación r1 ≈ r2 será válida. Si S1 y S2 son
r1 − r2 = aθ (5.9)
ya que θ ≈ sin θ.
Obsérvese que
y
θ= (5.10)
s
y ası́
a
r 1 − r2 = y.
s
De acuerdo con la sección (5.11), la interferencia constructiva ocurrirá cuan-
do:
r1 − r2 = mλ. (5.11)
s
ym = mλ. (5.12)
a
mλ
θm = (5.13)
a
Esta relación se puede obtener directamente mediante métodos geométricos.
Para el orden m-ésimo de interferencia, m longitudes de onda enteras deben
caber dentro de la distancia r1 − r2 . Por consiguiente, del triángulo S1 S2 B se
obtiene:
mλ
θm = .
a
El espacio entre franjas en la pantalla se puede obtener fácilmente de la
ecuación (5.12). La diferencia en las posiciones de dos máximos consecutivos es:
s s
ym+1 − ym = (m + 1)λ − mλ
a a
o
s
∆y = λ. (5.14)
a
Ya que este patrón es equivalente al obtenido para dos ondas esféricas su-
perpuestas (al menos en la región r1 ≈ r2 ), se puede aplicar la ecuación (5.6).
Usando la diferencia de fase
δ = k(r1 − r2 ).
k(r1 − r2 )
I = 4I0 cos2
2
siempre que, por supuesto, los dos haces sean coherentes y tengan irradian-
cias iguales a I0 . Con
a
r1 − r2 = y
s
la irradiancia resultante queda:
yaπ
I = 4I0 cos2 .
sλ
Los máximos consecutivos están separados por la ∆y dada en la ecuación (5.14).
Una observación visual directa del patrón de las franjas se puede hacer per-
forando dos pequeños agujeros en una tarjeta delgada. Los agujeros deben ser
aproximadamente del tamaño del tipo de imprenta usado para el punto en esta
página y con sus centros separados alrededor de 3 radios. Una lámpara en la
calle, las luces de un automóvil o un semáforo en la noche, localizados a pocos
metros de distancia servirá como fuente de ondas planas. Esta tarjeta debe ser
colocada directamente frente y muy cerca del ojo. El patrón es mucho más fácil
de observar usando rendijas, pero vale la pena ensayar los agujeritos.
Las microondas, debido a su gran longitud de onda, tmabién ofrecen una
forma fácil de observar la interferencia de doble rendija. Dos rendijas (por ejem-
plo, λ/2 de ancho por λ de largo, separados por 2λ) cortadas en un pedazo de
lámina u hoja metálica servirán muy bien como fuente de onda secundaria.
δ = k(r1 − r2 ) ± π
y la irradiancia queda:
πay
I = 4I0 sin2 .
sλ
El patrón de franjas para el espejo de Lloyd es complementario del de inter-
ferómetro de Young; el máximo de de un patrón existe para valores de y que
corresponden a los mı́nimos en el otro patrón. La orilla superior del espejo es
equivalente a y = 0 y será el centro de una franja oscura en lugar del de una
franja brillante como en el sistema de Young. La mitad inferior del patrón será
obsturida por la presencia del espejo mismo. Considérese, entonces, qué pasarı́a
si una hoja delgada de material transparente se colocara en la trayectoria de
los rayos que viajan directamente a la pantalla. La hoja transparente tendrı́a el
efecto de aumentar el número de longitudes de onda en cada rayo directo. El
patrón entero se moverı́a hacia arriba hasta donde los rayos reflejados viajarı́an
un poco más antes de interferir. Debido a la simplicidad obvia inherente de este
sistema se ha encontrado útil en una región muy ancha del espectro electromag-
nético. Las superficies reflectoras reales han variado de cristal por rayos X, de
vidrio común para luz, de pantallas de alambre para microondas, a un lago o
incluso la ionosfera de la tierra para ondas de radio.
Todos los interferómetros anteriores se pueden demostrar muy fácilmente.
La fuente de luz debe ser fuerte; si no se dispone de un láser, una lámpara de
descarga o un arco de carbón seguida por una celda de agua, para enfriar las
cosas un poco, trabajarı́a satisfactoriamente. La luz no es monocromática, pero
las franjas, que serán coloreadas, aún se pueden observar. Una aproximación
satisfactoria a la luz monocromática se puede obtener con un filtro colocado
frente al arco. Un láser He-Ne de baja potencia es quizá la fuente más fácil para
trabajar y con ella no se necesitará una celda de agua o filtro.
SECCIÓN 5.4
.........................................................................
5.4.1 Inicialmente, se considerará el caso sencillo de una placa transparente y
Franjas de paralela de material dieléctrico con un espesor d. Supóngase que la pelı́cula
Igual es no absorbente y que los coeficientes de reflexión de amplitud en las caras
Inclinación son tan bajos, que únicamente se necesitan considerarse los dos primeros haces
reflejados E1r y E2r (ambos han sufrido sólo una reflexión). En la práctica los
haces reflejados varias veces (E3r , etc.) por lo general decrecen muy rápidamente,
como puede ser demostrado para las interfases entre aire-agua y aire-vidrio. Por
el momento, se considerará a S como una fuente puntual monocromática. La
pelı́cula sirve como un dispositivo de división de amplitud, tal que E1r y E2r
pueden ser considerados como provenientes de dos fuentes coherentes virtuales
colocadas atrás de la pelı́cula. Los rayos reflejados son paralelos cuando dejan la
pelı́cula y se pueden unir en un punto P sobre el plano focal de un objetivo de
telescopio o sobre la retina del ojo cuando está enfocado al infinito. La diferencia
de camino óptico para los dos primeros rayos reflejados está dada por:
Λ = nf AB + BC − n1 AD
y puesto que AB = BC = d/ cos θt ,
2nf d
Λ= − n1 AD .
cos θt
Ahora, para encontrar una expresión para AD , se escribe:
AD = AC sin θi ;
si se hace uso de la ley de Snell, esto se transforma en:
nf
AD = AC sin θi ,
n1
donde
AC = 2d tan θt . (5.15)
La expresión para Λ ahora es:
2nf d
Λ= (1 − sin2 θt )
cos θt
o finalmente
Λ = 2nf d cos θt . (5.16)
La diferencia de fase correspondiente y asociada con la diferencia de camino
óptico es entonces justamente el producto del número de propagación del vacı́o
y Λ, es decir, k0 Λ. Si la pelı́cula está sumergida en un solo medio, el ı́ndice de
refracción se puede escribir simplemente como n1 = n2 = n. Hay que darse
cuenta, por supuesto, que n puede ser menor que nf , como en el caso de la
pompa de jabón en aire; o mayor que nf , como con una capa de aire entre
dos placas delgadas de vidrio. En cualquier caso habrá un corrimiento adicional
en la fase como resultado de las reflexiones mismas. Hay que recordar que,
independientemente de la polarización de la luz incidente, los dos haces, uno
reflejado interna y el otro externamente, sufrirán un cambio relativo de fase de
π radianes. De acuerdo a ello:
δ = k0 Λ ± π
y más explicitamente
4πnf
δ= d cos θt ± π (5.17)
λ0
o
4πnf q 2
δ= nf − n2 sin θi ± π (5.18)
λ0
λf
d cos θt = (2m + 1) m = 0, 1, 2, . . . , máximos (5.19)
4
λf
d cos θt = 2m . (5.20)
4
El hecho de que aparezcan múltiplos pares e impares de λf /4 en las ecuaciones
(5.19) y (5.20) es bastante significativo, como se verá posteriormente. Se puede,
por supuesto, tener una situación donde n1 > nf > n2 o donde n1 < nf < n2
como en el caso de una pelı́cula de fluorita depositada sobre un elemento óptico
sumergido en aire. El corrimiento de fase en π no se presentarı́a y las ecuaciones
anteriores tendrı́an que ser modificadas apropiadamente.
Si la lente empleada para enfocar los rayos tiene una abertura pequeña, las
franjas de interferencia aparecerán sobre una porción pequeña de la pelı́cula.
Solamente los rayos que salen de la fuente puntual, los cuales son reflejados
directamente hacia la lente, podrán ser observados. Para una fuente extensa, la
luz llegará a la lente desde varias direcciónes y el patrón de franjas se extenderá
para cubrir una área mayor de la pelı́cula.
El ángulo θi o equivalentemente θt , determinado por la posición de P , a su
vez controlará δ. Las franjas que aparezcan en los puntos P1 y P2 son, corres-
pondientemente, conocidas como franjas de igual inclinación. Hay que recordar
que cada fuente puntual sobre la fuente extendida es incoherente con respecto
a las otras.
Obsérvese que conforme la pelı́cula se hace más gruesa, la separación AC
entre E1r y E2r también aumenta ya que:
AC = 2d tan θt .
Cuando sólo uno de los rayos puede entrar a la pupila del ojo, el patrón de
interferencia desaparecerá. La lente más grande de un telescopio puede ser usada
entonces para atrapar ambos rayos, haciendo una vez más posible la observación
m + 12
xm = λf .
2α
1 Una superficie se dice que está ópticamente plana cuando se desvı́a no más de λ/4 res-
pecto a un plano perfecto. En el pasado, los mejores planos fueron hechos de cuarzo fundido
transparente. Ahora hay disponibles materiales de vidrio-cerámica (por ejemplo, CER-VIT)
que tiene coeficientes de expansión térmica muy pequeños (alrededor de un sexto de los de
cuarzo). Se pueden hacer planos individuales de λ/200 o un poco mejores.
Los máximos ocurren a distancias del vértice dadas por λf /4α, 3λf /4α, etc., y
las franjas consecutivas están separadas por una distancia ∆x, dada por:
λf
∆x =
2α
Obsérvese que la diferencia de espesor de la pelı́cula entre máximos adyacentes
es simplemente λf /2. Puesto que el haz reflejado en la superficie inferior cruza
la pelı́cula dos veces (θi ≈ θt ≈ 0), los máximos adyacentes difieren en longitud
de camino óptico por λf . También se observa que el espesor de la pelı́cula para
varios máximos está dado por:
1 λf
dm = (m + )
2 2
el cual es un múltiplo impar de un cuarto de longitud de onda. Cruzando la
pelı́cula dos veces se obtiene un cambio de fase de π el cual, cuando se suma al
corrimiento de π resultante de la reflexión, pone a los dos rayos en fase. Cuando
una pelı́cula de jabón se ilumina con luz blanca las bandas son de varios colores.
La región negra en la parte superior es una porción donde el espesor de la
pelı́cula es menor que λf /4. Dos veces esto, más corrimiento adicional de λf /2
debido a la reflexión, es menor que una longitud de onda completa. Los rayos
reflejados, por lo tanto, están fuera de fase. Como el espesor decrece aún más,
la diferencia de fase total se aproxima a π. La irradiancia para el observador
alcanza un mı́nimo (5.5) y la pelı́cula aparece negra en luz reflejada. 2
Si se presionan juntos dos portaobjetos de microscopio bien limpios. La pelı́-
cula de aire encerrada entre ambos generalmente no será uniforme. con la ilumi-
nación ordinaria de una habitación, una serie de bandas irregulares y coloreadas
(franjas de igual espesor) serán claramente visibles sobre la superficie. Los por-
taobjetos (láminas delgadas de vidrio) se distorsionarán si se someten a presión
y por lo tanto las franjas se moverán y cambiarán. Es más, si las dos piezas de
vidrio son presionadas juntas en un punto, por ejemplo, empleando la punta de
un lápiz, se formará alrededor de ese punto una serie de franjas concéntricas,
casi circulares. Conocido como anillos de Newton. 3 Colocando una lente sobre
un plano óptico e iluminando a incidencia normal con luz cuasimonocromática,
la cantidad de uniformidad en el patrón de cı́rculos concéntricos es una medida
del grado de perfección en la forma de la lente. Siendo R el radio de curvatura
de una lente convexa, la relación entre la distancia x y el espesor d de la pelı́cula
está dada por:
x2 = R2 − (R − d)2 ,
o más simplemente por:
x2 = 2Rd − d2
2 El corrimiento relativo π de fase entre las reflexiones interna y externa es indispensable
si la densidad de flujo reflejada tiende a cero suavemente, conforme la pelı́cula se hace más
delgada y finalmente desaparece.
3 Robert Hooke (1635-1703) e Isaac Newton, ambos en forma independiente, estudiaron
una gama de fenómenos en pelı́culas delgadas como pompas de jabón hasta pelı́culas de aire
entre lentes. Citando el libro Opticks de Newton:
Tomé dos objetos de vidrio, el uno una lente plano-convexa para un telescopio de catorce
pies, y el otro una lente doble-convexa para uno de quince pies; después de esto, la otra con su
lado plano hacia abajo, las presioné lentamente hasta hacer aparecer colores en forma sucesiva
que salı́an de en medio de los cı́rculos.
x2 = 2Rd.
Si las dos piezas de vidrio están en buen contacto (sin polvo), la franja central
en ese punto (x0 = 0) claramente será el mı́nimo de orden cero, un resultado
comprensible puesto que d se hace cero en ese punto. En luz transmitida, el
patrón observador será el complementario del de luz reflejada discutido antes,
de tal modo que el centro aparecerá ahora brillante.
Los anillos de Newton, que son franjas de Fizeau, pueden distinguirse del
patrón circular de franjas de Haidinger por la manera como los diámetros de los
anillos varı́an con el orden m. La región central en el patrón de Haidinger co-
rresponde al valor máximo de m mientras que justamente lo opuesto se aplicará
a los anillos de Newton.
Un taller de óptica en el negocio de producción de lentes tendrá un conjunto
de precisas placas esféricas de referencia o medidores. Un diseñador puede en-
tonces especificar la precisión de la superficie de una lente nueva en términos del
número y regularidad de los anillos de Newton, los cuales serán observados con
un instrumento de prueba particular. Se debe mencionar que el uso de placas de
prueba en la manufactura de lentes de alta calidad da lugar a técnicas mucho
más complicadas incluyendo interferómetros de láser.
Difracción
Índice General
6.1. Difracción de Fraunhofer por una Rendija . . . . . 90
89
CAPÍTULO 6. DIFRACCIÓN
SECCIÓN 6.1
entre dos frentes de ondas es que el ángulo de desfase entre ambos sea π o πm,
siendo m un número entero.
Para analizar la distribución de la intensidad luminosa en la pantalla tras
las interferencias de los frentes de onda procedentes de la rendija, considérese
un punto genérico de la pantalla P situado en ella, de manera que el tren de
ondas procedente de uno de los focos se propaga hasta P formando un ángulo
θ con respecto a la normal a la rendija. Puesto que la rendija es pequeña y la
pantalla se encuentra muy alejada del diafragma, se puede considerar que los
rayos (o mejor dicho, las lı́neas directrices a lo largo de las cuales se propagan
las ondas luminosas) que llegan al punto P de la pantalla salen paralelos entre
sı́ de los focos puntuales situados en la rendija. Considérese también que la
rendija de anchura a se divide en N subintervalos iguales tales que en el medio
de cada subintervalo haya un foco puntual emisor de ondas luminosas. Si se
denota por d a la distancia entre dos focos puntuales adyacentes y puesto que
la anchura de la rendija es a, resulta que la distancia de separación d entre dos
focos adyacentes es d = a/N . Esta distancia de separación entre los focos hace
que exista una diferencia de trayectos entre las ondas que de ellos salen hacia
el punto P , siendo, a su vez, esta diferencia de trayectos la causa de que entre
estas ondas haya una diferencia de fase dada por:
2π
δ= d sin θ (6.1)
λ
Se puede calcular la amplitud de la radiación en el punto P , para el cual las
ondas procedentes de dos fuentes adyacentes difieran en una fase igual a δ.
La siguiente figura muestra el diagrama de fasores para la suma de N ondas
procedentes de los N focos puntuales que difieren de fase de la primera onda en
δ, 2δ, . . . , (N − 1)δ. Cuando N es muy grande y δ muy pequeña, el diagrama de
fasores es aproximadamente un arco de circunferencia, pero en cualquier caso
se puede escribir φ = (N − 1)δ, siendo φ la diferencia de fase existente entre
la onda del primer foco y la onda del último foco. La amplitud de la radiación
resultante en el punto genérico P es Eθ , que resulta ser la longitud de la cuerda
de este arco, y se calcula en función de la diferencia de fases entre la onda del
primer foco y la onda del último foco.
1
Eθ = 2r sin φ (6.2)
2
Donde r es el radio del arco, que puede calcularse en función de la longitud del
arco y el ángulo de desfase φ entre la primera y última ondas.
N E0
r= (6.3)
φ
N E0 1 N E0 1
Eθ = 2 sin φ ⇒ Eθ = 1 sin φ (6.4)
φ 2 2 φ 2
es decir: 2
sin 12 φ
Iθ = Imax 1 (6.5)
2φ
El segundo factor del segundo miembro no hace más que modular la intensidad
máxima Imax , ya que toma valores entre 0 y 1 dependiendo del desfase φ entre
la primera y última onda. El desfase φ depende del desfase existente entre dos
ondas de dos focos adyacentes, que a su vez, depende del ángulo θ formado
por la lı́nea de propagación de las ondas hasta un punto P en la pantalla y la
normal a la rendija. Esta dependencia de la intensidad con el ángulo θ da lugar a
máximos y mı́nimos de difracción sobre la pantalla. A continuación se hará una
discusión acerca de las distintas situaciones que se pueden dar según la anterior
expresión:
a sin θ = mλ m = 1, 2, 3, . . . (6.6)
2π m + 21
2π 2π 1
δ= d sin θ ⇒ = d sin θ ⇒ m + λ = N d sin θ
λ N λ 2
Puesto que d = a/N se obtiene finalmente:
1
a sin θ = m + λ m = 1, 2, 3, . . . (6.8)
2
Todo punto P de la pantalla situado de manera que forme un ángulo θ
con respecto a la normal a la rendija, y verifique la expresión anterior se
halla iluminado con la siguiente intensidad:
" #2
1
Iθ = Imax m = 1, 2, 3, . . . (6.9)
m + 12 π
Iθ = Imax (6.11)
95