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APOCALIPSIS 11:15

Entonces el séptimo ángel tocó su trompeta,


y hubo fuertes voces que gritaban en el
cielo:
«Ahora el mundo ya es el reino de
nuestro Señor y de su Cristo, y él reinará
por siempre y para siempre».
EXODO 19:1

Exactamente dos meses después


de haber salido de Egipto, los
israelitas llegaron al desierto de
Sinaí.
En hebreo Durante el tercer mes después de que los israelitas salieron de Egipto,
exactamente el mismo día, es decir, exactamente dos meses lunares después de salir de
Egipto.
EXODO 19:3-6

Entonces Moisés subió al monte para presentarse delante de


Dios. El SEÑOR lo llamó desde el monte y le dijo: «Comunica
estas instrucciones a la familia de Jacob; anúncialas a los
descendientes de Israel: “Ustedes vieron lo que hice con los
egipcios. Saben cómo los llevé a ustedes sobre alas de águila
y los traje hacia mí. Ahora bien, si me obedecen y cumplen
mi pacto, ustedes serán mi tesoro especial entre todas las
naciones de la tierra; porque toda la tierra me
pertenece. Ustedes serán mi reino de sacerdotes, mi
nación santa”. Este es el mensaje que debes transmitir a los
hijos de Israel».
GÉNESIS 12:1-3

El SEÑOR le había dicho a Abram: «Deja tu patria y a


tus parientes y a la familia de tu padre, y vete a la
tierra que yo te mostraré. Haré de ti una gran nación; te
bendeciré y te haré famoso, y serás una bendición para
otros. Bendeciré a quienes te bendigan y maldeciré a
quienes te traten con desprecio. Todas las familias de
la tierra serán bendecidas por medio de ti».
LUCAS 22:20

Después de la cena, tomó en sus manos otra


copa de vino y dijo: «Esta copa es el nuevo
pacto entre Dios y su pueblo, un acuerdo
confirmado con mi sangre, la cual es
derramada como sacrificio por ustedes.
EXODO 19:7-8

Entonces Moisés regresó del monte y llamó


a los ancianos del pueblo y les comunicó
todo lo que el SEÑOR le había ordenado. Y
todo el pueblo respondió a una voz:
«Haremos todo lo que el SEÑOR ha
ordenado». Entonces Moisés llevó
al SEÑOR la respuesta del pueblo.
EXODO 19:9-15

Luego el SEÑOR le dijo a Moisés: «Yo me presentaré ante


ti en una densa nube, para que el pueblo pueda oírme
cuando hable contigo; así ellos siempre confiarán en ti».
Moisés le dijo al SEÑOR lo que el pueblo había
dicho. Después el SEÑOR le dijo a Moisés: «Desciende y
prepara al pueblo para mi llegada. Conságralos hoy y
mañana, y haz que laven sus ropas. Asegúrate de que
estén preparados para el tercer día, porque ese día
el SEÑOR descenderá sobre el monte Sinaí a la vista de
todo el pueblo. Marca un límite alrededor del monte y
dile al pueblo esta advertencia:
EXODO 19:9-15
“¡Tengan cuidado! No suban al monte, ni siquiera toquen
los límites. Cualquiera que toque el monte será
ejecutado. Ninguna mano puede tocar a la persona o al
animal que traspase el límite, sino que esa persona
morirá apedreada o atravesada con flechas. Ellos tendrán
que morir”. Sin embargo, cuando se oiga un toque
prolongado del cuerno de carnero entonces el pueblo
podrá subir al monte».
Así que Moisés descendió a donde estaba el pueblo.
Consagró a la gente para la adoración, y ellos lavaron sus
ropas. Les dijo: «Prepárense para el tercer día y, hasta
entonces, absténganse de tener relaciones sexuales».
EXODO 19:16-20
En la mañana del tercer día, retumbaron truenos y
destellaron relámpagos, y una nube densa descendió
sobre el monte. Se oyó un fuerte y prolongado toque
de cuerno de carnero, y todo el pueblo
tembló. Moisés llevó a la multitud fuera del
campamento para encontrarse con Dios, y todos se
pararon al pie de la montaña. El monte Sinaí estaba
totalmente cubierto de humo, porque
el SEÑOR había descendido sobre él en forma de
fuego.
EXODO 19:16-20
Nubes de humo subían al cielo como el humo que
sale de un horno de ladrillos, y todo el monte se
sacudía violentamente. A medida que el sonido del
cuerno de carnero se hacía cada vez más fuerte,
Moisés hablaba y Dios le respondía con voz de
trueno. El SEÑOR descendió sobre la cumbre del
monte Sinaí y llamó a Moisés a la cima. Así que
Moisés subió al monte.
GÉNESIS 3:8

Cuando soplaba la brisa fresca de


la tarde, el hombre y su esposa
oyeron al SEÑOR Dios caminando
por el huerto. Así que se
escondieron del SEÑOR Dios
entre los árboles.
JOSUÉ 5:10-12
Mientras los israelitas acampaban en Gilgal, sobre
la llanura de Jericó, celebraron la Pascua al
atardecer del día catorce del primer mes. Justo al
día siguiente, empezaron a comer pan sin
levadura y grano tostado, cosechado de la
tierra. El maná dejó de caer el día que empezaron
a comer de las cosechas de la tierra y nunca más
se vio. Así que, desde ese momento, los israelitas
comieron de las cosechas de Canaán.
JOSUÉ 6:2-5
Pero el SEÑOR le dijo a Josué: «Te he entregado Jericó, a su
rey y a todos sus guerreros fuertes. Tú y tus hombres de
guerra marcharán alrededor de la ciudad una vez al día
durante seis días. Siete sacerdotes caminarán delante del arca;
cada uno llevará un cuerno de carnero. El séptimo día,
marcharán alrededor de la ciudad siete veces mientras los
sacerdotes tocan los cuernos. Cuando oigas a los sacerdotes
dar un toque prolongado con los cuernos de carnero, haz que
todo el pueblo grite lo más fuerte que pueda. Entonces los
muros de la ciudad se derrumbarán, y el pueblo irá directo a
atacar la ciudad».
JOSUÉ 6:8-16
Después de que Josué le habló al pueblo, los siete sacerdotes
con los cuernos de carnero comenzaron a marchar en la
presencia del SEÑOR sonando los cuernos mientras
marchaban, y el arca del pacto del SEÑOR los seguía. Algunos
de los hombres armados marchaban delante de los
sacerdotes que llevaban los cuernos, y otros iban detrás del
arca mientras los sacerdotes seguían sonando los
cuernos. «No griten, ni siquiera hablen—ordenó Josué—.
Que no salga ni una sola palabra de ninguno de ustedes
hasta que yo les diga que griten. ¡Entonces griten!». Así que,
ese día, llevaron el arca del SEÑOR alrededor de la ciudad
solo una vez, y luego todos regresaron para pasar la noche en
el campamento.
JOSUÉ 6:8-16
Josué se levantó temprano a la mañana siguiente y, una
vez más, los sacerdotes cargaron el arca del SEÑOR. Los
siete sacerdotes marcharon delante del arca
del SEÑOR sonando los cuernos de carnero. Los
hombres armados marcharon delante de los sacerdotes
que llevaban los cuernos y detrás del arca del SEÑOR.
Durante todo ese tiempo, los sacerdotes no dejaron de
sonar los cuernos. Ese segundo día, volvieron a marchar
alrededor de la ciudad solo una vez y regresaron al
campamento. Hicieron lo mismo durante seis días
seguidos.
JOSUÉ 6:8-16
El séptimo día, los israelitas se levantaron al
amanecer y marcharon alrededor de la ciudad como
lo habían hecho los días anteriores; pero esta vez,
dieron siete vueltas alrededor de la ciudad. En la
séptima vuelta, mientras los sacerdotes daban el
toque prolongado con los cuernos, Josué les ordenó
a los israelitas: «¡Griten, porque el SEÑOR les ha
entregado la ciudad!
JOSUÉ 6:20

Cuando el pueblo oyó el sonido de los


cuernos de carnero, gritó con todas sus
fuerzas. De repente, los muros de Jericó
se derrumbaron, y los israelitas fueron
directo al ataque de la ciudad y la
tomaron.
 El pueblo de Dios triunfó sobre sus enemigos. No en su
propio poder, sino en el de Dios.
 El toque de trompeta fue la señal de que se ganó la victoria.
 Al oírlo, los hijos de Dios entraron en la ciudad y comenzaron
su reinado como gobernantes de la Tierra Prometida.
LEVÍTICO 23:23-25
El SEÑOR le dijo a Moisés: «Da las siguientes
instrucciones al pueblo de Israel: el primer día del
mes señalado, a principios del otoño, guardarás
un día de descanso absoluto. Será un día oficial
de asamblea santa, un día conmemorado con
toques fuertes de trompeta. No harás ningún
trabajo habitual en ese día. En cambio, deberás
presentar ofrendas especiales al SEÑOR».
SALMO 98:6
Con trompetas y el sonido del cuerno de
carnero. ¡Toquen una alegre sinfonía delante
del SEÑOR, el Rey!

SALMO 66:4
Todo lo que hay en la tierra te adorará;
cantará tus alabanzas aclamando tu nombre
con cánticos gloriosos».
SALMO 149:3
Alaba su nombre con danza, y acompáñala
con panderetas y arpas

SALMO 22:3
Sin embargo, tú eres santo; estás
entronizado en las alabanzas de Israel.
SALMO 95:1-6
¡Vengan, cantemos al SEÑOR! Aclamemos con alegría a la
Roca de nuestra salvación. Acerquémonos a él con acción
de gracias. Cantémosle salmos de alabanza, porque
el SEÑOR es Dios grande, un gran Rey sobre todos los
dioses. En sus manos sostiene las profundidades de la
tierra y las montañas más imponentes. El mar le
pertenece, pues él lo creó; sus manos también formaron
la tierra firme. Vengan, adoremos e inclinémonos.
Arrodillémonos delante del SEÑOR, nuestro creador.
2 CRÓNICAS 5:13

Los trompetistas y los cantores se unieron


para alabar y dar gracias al SEÑOR. Al son
de trompetas, címbalos y otros
instrumentos, elevaron sus voces y alabaron
al SEÑOR con las siguientes palabras:
«¡Él es bueno! ¡Su fiel amor perdura para
siempre!».
En ese momento una densa nube llenó el
templo del SEÑOR.
1 TESALONICENSES 4:15-17
Les decimos lo siguiente de parte del Señor: nosotros, los
que todavía estemos vivos cuando el Señor regrese, no
nos encontraremos con él antes de los que ya hayan
muerto. Pues el Señor mismo descenderá del cielo con
un grito de mando, con voz de arcángel y con el
llamado de trompeta de Dios. Primero, los creyentes
que hayan muerto se levantarán de sus tumbas. Luego,
junto con ellos, nosotros, los que aún sigamos vivos
sobre la tierra, seremos arrebatados en las nubes para
encontrarnos con el Señor en el aire. Entonces estaremos
con el Señor para siempre.
APOCALIPSIS 11:15

Entonces el séptimo ángel tocó su


trompeta, y hubo fuertes voces que
gritaban en el cielo:
«Ahora el mundo ya es el reino de nuestro
Señor y de su Cristo, y él reinará por siempre
y para siempre».
1 CORINTIOS 15:52

Sucederá en un instante, en un abrir y cerrar


de ojos, cuando se toque la trompeta final.
Pues, cuando suene la trompeta, los que
hayan muerto resucitarán para vivir por
siempre. Y nosotros, los que estemos vivos,
también seremos transformados.
ISAÍAS 27:13
En aquel día se tocará la gran trompeta y
muchos de los que se morían en el destierro en
Asiria y en Egipto regresarán a Jerusalén para
adorar al SEÑOR en su monte santo.
JOEL 2:1
Toquen las trompetas en Jerusalén! ¡Den la
alarma en mi monte santo! Que todos tiemblen
de miedo porque está cerca el día del SEÑOR.
HEBREOS 10:19-22

Así que, amados hermanos, podemos entrar con valentía en


el Lugar Santísimo del cielo por causa de la sangre de
Jesús. Por su muerte Jesús abrió un nuevo camino—un
camino que da vida—a través de la cortina al Lugar
Santísimo. Ya que tenemos un gran Sumo Sacerdote que
gobierna la casa de Dios, entremos directamente a la
presencia de Dios con corazón sincero y con plena confianza
en él. Pues nuestra conciencia culpable ha sido rociada con la
sangre de Cristo a fin de purificarnos, y nuestro cuerpo ha
sido lavado con agua pura.
FILIPENSES 4:3
Y te pido a ti, mi fiel colaborador, que ayudes a esas dos
mujeres, porque trabajaron mucho a mi lado para dar a
conocer a otros la Buena Noticia. Trabajaron junto con
Clemente y mis demás colaboradores, cuyos nombres están
escritos en el libro de la vida.

APOCALIPSIS 3:5
Todos los que salgan vencedores serán vestidos de
blanco. Nunca borraré sus nombres del libro de la vida,
sino que anunciaré delante de mi Padre y de sus ángeles
que ellos me pertenecen.
APOCALIPSIS 20:12-15

Vi a los muertos, tanto grandes como pequeños, de pie


delante del trono de Dios. Los libros fueron abiertos, entre
ellos el libro de la vida. A los muertos se les juzgó de
acuerdo a las cosas que habían hecho, según lo que estaba
escrito en los libros. El mar entregó sus muertos, y la muerte y
la tumba también entregaron sus muertos; y todos fueron
juzgados según lo que habían hecho. Entonces la muerte y la
tumba fueron lanzadas al lago de fuego. Este lago de fuego
es la segunda muerte. Y todo el que no tenía su nombre
registrado en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego.
ROMANOS 3:21-22

Pero ahora, tal como se prometió tiempo


atrás en los escritos de Moisés y de los
profetas, Dios nos ha mostrado cómo
podemos ser justos ante él sin cumplir con
las exigencias de la ley. Dios nos hace justos
a sus ojos cuando ponemos nuestra fe en
Jesucristo. Y eso es verdad para todo el que
cree, sea quien fuere.
JESÚS VOLVERÁ POR NOSOTROS.
ÉL CUMPLIRÁ SU PROMESA.
LA TROMPETA SONARÁ.
ÉL REGRESARÁ. Y SEREMOS SUYOS
PARA SIEMPRE.

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