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Tuberías y Canales

Breve resumen sobre aforo de canales

Contenidos elaborados por la profesora


Ruth Martínez Fonseca
para sus alumnos de los grupos 5CM01, 5CM04 y 5CM10

3 de mayo de 2022
La gran mayoría de los canales
que se construyen en México
son por gravedad. Es decir
que el terreno nacional ha sido
determinante para aplicar las
técnicas mencionadas en el
curso.

Así que la nomenclatura,


especificaciones y enfoques
teóricos obedecen a las
condiciones de un país
montañoso, extenso
(2 millones de km²) y con
marcadas diferencias en la
disponibilidad del agua.
Y aunque se pueden
construir largos
canales
transportadores de
caudales importantes
bajo un régimen
uniforme, dados los
accidentes
topográficos y
cambios de suelo o
clima, el agua
presenta
comportamientos y
regímenes diferentes
que la Ingeniería
Hidráulica debe
prever o considerar
en los proyectos de
obras civiles.
Una población de más de 120
millones de mexicanos implica
una constante necesidad de
construcciones hidráulicas,
grandes y pequeñas;
sustentables y eficientes.

Así como políticas públicas


que garanticen el abasto y el
derecho al agua. Su calidad
de potable, el uso benéfico
para la colectividad y la
conservación ambiental.
Ante la escasez, largas
sequías, calentamiento global y
consumo masivo de alimentos,
la mayor limpieza de cuerpos
de agua y ecosistemas
requieren mejores leyes y
obras hidráulicas de captación,
traslado y de aprovechamiento
y protección.
Desde el punto de vista técnico de Ingeniería
Hidráulica, una forma de cuidar el recurso, dar el
correcto mantenimiento a las obras; así como
prever daños a las personas y al entorno, consiste
en medir cotidianamente el volumen y paso del
agua por cualquier depósito, río o canal.

Dicho de otra manera: aforar con métodos


hidrométricos idóneos; así como registrar e
interpretar los cambios.
Así se trate de canales pequeños o grandes, revestidos o sin revestir, el aforo de los
mismos debe registrarse a diario aun ante una inundación o el estiaje. Esto implica contar
con puntos fijos de control; así como métodos hidrométricos. Los más usados son:

Los molinetes son dispositivos que se


introducen en la corriente para que un
mecanismo giratorio, con hélices o copas,
mande señales eléctricas de sonido
calibradas con la velocidad tangencial
(que es la del agua).

De esta manera y a diferentes


profundidades, mediante una cuadrícula
de la sección, se estima con mucha
fiabilidad el gasto.

En laboratorio estos aparatos son más


pequeños y se llaman micromolinetes.
Los aforadores Parshall consisten en contracciones muy bien calibradas, con cambios de pendiente y
niveles, que usan las leyes hidrodinámicas para captar el comportamiento del agua y aforar en un
espacio relativamente corto.

Se instalan al paso de la corriente y se usan en campo y en laboratorio.

Una variante es el aforador Guamúchil, inventado en México para un distrito de riego en esa región de Sinaloa.
Muy usados en laboratorio, los vertedores
son obstáculos que obligan al líquido a
descargar sobre una sección geométrica.
previamente calibrada, ya que la cresta (h)
permite determinar mediante una fórmula
particular del dispositivo cuánto gasto
pasa.

Hay vertedores de diversas formas. En la


figura se aprecia uno de pared delgada;
también se usan los de pared ancha, donde
ocurre el tirante crítico (dc).

Cabe aclarar que casi todos los métodos


aforadores requieren flujo lento y uniforme para
efectuar las mediciones.
Una excepción es el método químico, para
corrientes naturales demasiado turbulentas.
Compuertas: las hay de muchos tipos. Para grandes volúmenes de agua conviene usar las radiales.
Para la entrada de agua a un canal secundario se recomiendan rectangulares deslizantes. Y para la
salida de un canal o de una toma-granja, circulares giratorias.
Más que un dispositivo aforador, una
compuerta radial sirve de mecanismo
dosificador de los vertedores cuando
es necesario expulsar líquido en
demasía.

Sin embargo, su operación requiere


una constante medición hidrométrica
en tiempo real, coordinada con los
sistemas aguas arriba y aguas abajo,
para controlar o evitar inundaciones.
Usados con reservas en campo porque
el viento puede afectar lecturas de
velocidad superficial, los flotadores son
objetos pintados de colores vivos que
se ponen en la corriente.

Pueden ser de distintas formas y medir


velocidades a distintas profundidades o
tirantes. Lo importante es que el
0.6d dispositivo flote en medio del cauce.
0.9d
d Otra condición de los aforos con cualquier
aparato invasivo consiste en efectuarlos a
diferentes profundidades y anchos de la
sección, pues en canales la distribución de
velocidades presenta muchas variantes.

Se recomienda realizar mediciones a 0.2d,


0.6d y a 0.8d
Un método de aforo muy eficiente para ríos
es el de sección y pendiente.

Se basa en la ecuación de Chézy-Manning.

Para aplicarlo se elige un tramo recto, con


flujo lento y uniforme. Y se divide en varias
secciones, de tal manera que cada área
hidráulica sea topográficamente
determinada.

Una vez en gabinete, el técnico dibujante


estima la sección más representativa.

Con los datos obtenidos in situ de la


pendiente topográfica y del tipo de suelo
para tener n (coeficiente de Manning) se
calcula la velocidad y con continuidad el
gasto.

En la foto se han tomado 3 secciones de la corriente


Valores más comunes de n para ríos o corrientes
naturales:
CONDICIÓN DE L AS PAREDES
PERFECTAS BUENAS REGULARES MUY MALAS

Definición en gabinete del área hidráulica A


y del perímetro mojado (con línea negra
continua)
Valores de n para
canales revestidos y
sin revestir (zanjas):
n
e fi e re
er ra
r e s s c i mb
o la
s val d de
o a
E s t c a lid
al a

Que son los valores que


se han usado antes al
aplicar Chézy - Manning
B u e n o s
d ía s

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