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Génesis 3–4; Moisés 4–5

La caída de Adán y Eva


Génesis 3; Moisés 4
Adán y Eva siguieron el
plan del Padre Celestial.
Si Adán y Eva hubieran permanecido
en el Jardín de Edén, no habrían tenido
hijos ni habrían progresado para llegar
a ser como el Padre Celestial.

Agradecemos la decisión que


tomaron de participar del
fruto porque dicha decisión
hizo posible nuestra vida
terrenal y la oportunidad de
obtener la vida eterna.
Moisés 4:1–4
Puedo escoger lo correcto.
Moisés 4:3

3 Pues, por motivo de que Satanás


se rebeló contra mí, y pretendió destruir
el albedrío del hombre que yo, Dios el Señor,
le había dado, y que también le diera mi
propio poder, hice que fuese echado abajo por
el poder de mi Unigénito;
Libertad individual que
requiere reflexión y elección
consciente.
Moisés 5:4, 8
Puedo orar al Padre Celestial.
Moisés 5:4, 8

4 Y Adán y Eva, su esposa, invocaron el nombre del Señor,


y oyeron la voz del Señor que les hablaba en dirección del
Jardín de Edén, y no lo vieron, porque se encontraban
excluidos de su presencia.
8 Por consiguiente, harás todo cuanto hicieres en
el nombre del Hijo, y te arrepentirás e invocarás a Dios en el
nombre del Hijo para siempre jamás.
LO SACAN DEL JARDÍN DE EDEN
IMPLORANDO AL DIOS
inclinar la
cabeza, cruzar
los brazos y
cerrar los ojos
nos ayuda a ser
reverentes
cuando
oramos.

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