llamado Simón que no quería ir al colegio. Un día haciendo dibujos en casa con su hermanita, su mamá le dijo: mañana regresaras al colegio, cariño! Y el contestó gritando ¡No quiero! Entonces su papá le dijo: ¡Pero si aprenderás mucho, conejito mío!, y nuevamente gritó: ¡No quiero! Esa noche, el pobre conejito no podía dormir, estaba preocupado y nervioso pensando que iría al colegio y sintió miedo… Tengo miedo… No tengo miedo… Tengo miedo… No tengo miedo… Tengo miedo… No tengo miedo… Tengo miedo… No tengo miedo… ¡Mamá!... Entonces su mamá fue corriendo para saber que le pasaba y Simón repetía, "No quiero, no quiero, no quiero”. Y su mamá lo consolaba diciendo: eres el conejito mas valiente del mundo, eres mi super conejo y no te va a pasar nada, ahora duérmete conejito… Al día siguiente su mamá le preparó un super desayuno para conejitos valientes con su tazón de chocolate, su pancito y un riquísimo jugo de zanahorias, pero el volvió a gritar enojado… “¡No quiero ir!” Esa mañana lo acompañó su papá al colegio mientras le decía muy tranquilo: No te preocupes pequeño Simón podrás jugar, y veras a tus amigos, ya verás eres un conejito grande. Pero seguía diciendo muy asustado ¡No quiero ir! Al llegar a la puerta del colegio, había muchos conejitos y conejitas con sus mochilas, y la profesora los saludaba al entrar, pero cuando su papi se despidió: “Hasta luego, cariño”, se quedó muy triste y con voz bajita dijo llorando...”No quiero” Simón quedó llorando cuando papá lo dejó en el colegio, una conejita se acercó a él para jugar y se hicieron amigos. Ese día hicieron muchas cosas juntos: pintar, jugar con la pelota, comer, bailar…y ya no gritaba , ni lloraba ,ni estaba triste… Su sala era muy grande y tenían muchas cosas para divertirse: una caja con juguetes, pinturas, tijeras, y pizarras para dibujar… estaba muy entretenido con todas las cosas de la sala, sus amigos y amigas. De pronto escuchó: ”Simón ha venido tu mamá para llevarte a casa” y él respondió… ¡No quiero!