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EL TRIÁNGULO DEL

AMOR
INTIMIDAD, AMOR, COMPROMISO
ROBERT STERNBERG
DIFERENTES TIPOS DE TRIÁNGULOS

• Cada triángulo tendrá una composición determinada en forma y tamaño dependiendo del contexto y
particularidades de la relación. Por ejemplo, si estas dimensiones estuvieran perfectamente equilibradas,
daría lugar a un triángulo equilátero.

• Estos tres elementos no son inamovibles, sino que van evolucionando y cambiando a lo largo del tiempo.
Por lo tanto, se darán combinaciones y formaciones triangulares distintas en momentos temporales
distintos.

• Hay que señalar que la importancia de las tres dimensiones es diferente en base al tipo de relación que
tengan las personas. Dependiendo de la situación cultural, social, política, geográfica, etc. algunas pueden
tener más peso que otras. Cada uno de estos elementos tiene su evolución temporal particular. No se
conforman de manera aislada, se interrelacionan e influyen los unos con los otros.
• Sternberg afirma que la intimidad, por ejemplo, va cobrando peso según se desarrolla la relación. Dicho
crecimiento se da más rápidamente al principio de la misma. La pasión, sin embargo, suele ser muy intensa
al comienzo, pero sus niveles van decreciendo según pasa el tiempo. Al final, suele tener un peso más bien
moderado en la relación.

• “La pasión suele ser muy intensa al comienzo de la relación y decae con el tiempo”.

• El compromiso también suele ir construyéndose poco a poco y puede tardar más en formarse que la propia
intimidad. Pero una vez que pasa el tiempo y la pareja evalúa el coste-recompensa de la relación, se
estabiliza.
Intimidad
• Sternberg concibe la intimidad como aquél sentimiento vincular que acerca emocionalmente a las personas.
Implica unión, afectividad, cercanía, conexión, respeto, apoyo emocional, sentimientos de seguridad,
tranquilidad, etc. No tiene por qué implicar pasión o compromiso alguno.

• “Se habla de intimidad cuando ambas personas no tienen reparos en exponerse tal cual son ante el otro”.
• Implica que existe un gran nivel de aceptación y confianza por parte de los dos. Además, surge un fuerte
deseo por fomentar el bienestar de la pareja, valorándola y cuidándola con afecto. Es fundamental también
la capacidad de comunicación íntima y el entendimiento mutuo. Ambos han de saber expresar sus
necesidades, miedos, deseos, temores de forma asertiva.
Pasión
• La pasión alude a un estado caracterizado por el deseo y necesidad intensos de unión con el otro. Dicho
estado produce una exaltación física y mental muy características. Los sentimientos y la necesidad que
surgen de éstas nos impulsan a desear a la persona. Hace referencia sobre todo a aquellas sensaciones que
tienen que ver con el “encaprichamiento”, la sexualidad, etc. Ahora bien, no tiene por qué darse una unión
carnal, necesariamente.

• La pasión es lo que mucha gente conoce como “flechazo” o “amor a primera vista”.

• La pasión puede darse (o no) junto a las dimensiones de intimidad y compromiso. Sin embargo, se ha visto
que muchas veces intimidad y pasión están a menudo conectadas, incluso de forma opuesta. Por ejemplo,
se sabe de personas que la intimidad les interfiere negativamente a la hora de tener relaciones eróticas. Con
todo, la intimidad sexual suele ser un elemento importante en la vivencia afectivo-sexual de la pareja. La
pasión también implica la expresión de deseos y necesidades. Estos pueden referirse, por ejemplo, a
aspectos como la satisfacción afectivo-sexual, la necesidad de sentirse aceptado, de entregarse al otro,
dominarle/ser sumiso…
• Sternberg, menciona que la pasión depende en gran medida del refuerzo intermitente, y que ésta crece en
base al mismo. No pasa, por el contrario, con la intimidad o el compromiso.
Compromiso

• Por último, el compromiso implica la libre decisión de compartir la vida con esa persona. Son aquellas expectativas
hacia el futuro que ambos conciben, construyen, asumen y se comprometen a realizar como pareja.

• “Para Sternberg, el compromiso implica la libre decisión de compartir la vida con la otra persona”.

• Es la manera que ambos tienen de trabajar la pareja y mantener la relación con el fin de seguir juntos. Aquí se ponen
en juego los valores de ambos miembros de la pareja. Son característicos aspectos como la fidelidad, los acuerdos, la
lealtad, el apoyo, responsabilidad… Normalmente, si ambos miembros cuidan en este sentido de la relación, la pareja
suele afianzarse más. En general, podemos decir que el compromiso que se tiene al comienzo de la relación es
diferente. Cuando empezamos una relación, el compromiso tiene que ver más con la decisión que uno toma de amar al
otro y estar con él.

• Sin embargo, cuando nos referimos al largo plazo, van apareciendo los planes de vida. Se van construyendo
expectativas y metas a largo plazo que ambos miembros de la pareja comparten. Si este compromiso se mantiene, los
dos trabajan para que este proyecto de vida salga adelante. Con ello, el compromiso puede estar ligado (o no)
igualmente a los otros dos elementos. En ocasiones, no pasa más allá de la relación inicial, evaporándose a la vez que lo
hace la pasión. La intimidad suele empujar a la relación para que se solidifique, salga adelante y el compromiso se
afiance. Normalmente, se caracteriza por ser un agente estabilizador cuando existen problemas en la pareja. Si éstos no
llegan a resolverse, se suele romper el compromiso y los planes trazados por la pareja se disuelven.
Tipos de amor
• Atendiendo a lo que hemos visto anteriormente, se pueden concebir
distintos tipos o formas de amor. Éstos surgen de las diferentes
combinaciones que existen entre Intimidad, Pasión y Compromiso. A
veces, en la relación puede existir un solo elemento. Pero la ausencia
de los mismos hace más probable que la relación no se mantenga en
el tiempo.

• “Las diferentes proporciones de intimidad, pasión y compromiso


determinan las distintas clases de amor”.
Cariño.
• Un vínculo íntimo que implica afecto y cercanía. Es un sentimiento que se suele compartir con la familia y
los amigos más cercanos. Aquí existe intimidad, pero no pasión física, ni un compromiso a largo plazo.

Encaprichamiento.
• Es el conocido “amor a primera vista”, un amor pasajero basado únicamente en la pasión, sin que implique
intimidad o compromiso.

Amor romántico.
• El amor romántico, donde la pareja comparte sentimientos de cariño y atracción física. Es decir, ambos
están unidos por vínculos de intimidad y pasión, no implicando necesariamente compromiso. Es muy
común ver este tipo de amor en la literatura romántica.

Amor vacío.
• Este tipo de amor suele darse cuando ambos mantienen la relación de pareja a pesar de que está inerte. Es
decir, aquí no existen ni pasión ni intimidad, han perdido ese vínculo íntimo y la atracción física, pero su
compromiso mutuo para con el otro se mantiene.
Amor sociable.
• Es bastante común en parejas que llevan largo tiempo juntos, donde existe un fuerte cariño y
compromiso, pero donde la pasión se ha ido. Es un amor más fuerte que el cariño, debido a que
existe un compromiso entre ambos.
Amor fatuo
• El amor fatuo, surge de una combinación de pasión y compromiso donde no existe intimidad. Esta
última normalmente requiere de tiempo para desarrollarse, y en este tipo de relaciones no se le da
espacio suficiente.
Amor consumado
• Es el amor más equilibrado y completo según Sternberg, la “relación ideal de pareja”. Mucha
gente aspira a ella, pero pocos son los que pueden conseguirla y mantenerla. Requiere de mucho
cuidado y esfuerzo por parte de ambos. Sternberg hace hincapié en que mantener este tipo de
amor es muy difícil y señala la importancia de que los dos pongan de su parte para que la relación
salga adelante. Con todo, el amor no tiene por qué durar para siempre. Es muy común, por
ejemplo, perder la pasión por el camino, convirtiéndose así el amor consumado en amor sociable.
Triángulos reales, ideales y percibidos

• Es bastante común pensar que los sentimientos y emociones implicados en una relación de
pareja son fundamentales. Ahora bien, en el inicio y mantenimiento de la misma influyen
numerosos aspectos, tanto a nivel teórico como práctico. Sternberg habla de triángulos reales
cuando los niveles de Intimidad, Pasión y Compromiso se ajustan a la realidad. Los triángulos
percibidos se componen de la percepción subjetiva que cada persona tiene de estas tres
dimensiones.
• Por último, estarían los triángulos ideales. Sabemos que las expectativas sobre “qué debería ser
una pareja” cumplen una función fundamental en la misma. Cuando tú pareja coincide con tu
ideal (cosa que es muy raro que ocurra) el triángulo real adquiere las propiedades del triángulo
ideal, ya que los niveles de pasión, compromiso e intimidad son los que esperabas. En este caso
ya no hay necesidad de pensar: “ay, ojalá mi pareja fuera más… o menos….”
• Por lo tanto, en esta situación el triángulo ideal coincide totalmente con el real. A lo largo del
tiempo, suele ocurrir que estos niveles, percepciones y expectativas van cambiando. Entonces, lo
que antes era ideal, ya no lo es tanto y aparece un desequilibrio. Entonces, ahí si habría ya esos
dos triángulos, el ideal (lo que me gustaría que fuera) y el real (lo que es en realidad).

• Cuando esto ocurre, las personas tienden a hacer comparaciones desfavorables de la imagen
ideal respecto a la real de la pareja. Los sentimientos resultantes de dicha comparación son muy
importantes a la hora de valorar una relación como satisfactoria.
• Por lo tanto, en esta situación el triángulo ideal coincide totalmente con el real. A
lo largo del tiempo, suele ocurrir que estos niveles, percepciones y expectativas
van cambiando. Entonces, lo que antes era ideal, ya no lo es tanto y aparece un
desequilibrio. Entonces, ahí si habría ya esos dos triángulos, el ideal (lo que me
gustaría que fuera) y el real (lo que es en realidad).

• Cuando esto ocurre, las personas tienden a hacer comparaciones desfavorables


de la imagen ideal respecto a la real de la pareja. Los sentimientos resultantes de
dicha comparación son muy importantes a la hora de valorar una relación como
satisfactoria.

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