MONTAJE DE UNA ANTENA

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En primer lugar atornillaremos la antena a un mástil
que será aproximadamente de metro y medio de
largo, aunque podemos ampliar la longitud si tenemos
edificios a nuestro alrededor que tapen el repetidor.
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Sujetaremos después el mástil a la pared con dos garras
atornillables. Es recomendable sujetarlo también con
cables tensores para evitar que éste se tambalee los días
que haga viento.
Para medir la elevación se utiliza un aparato llamado
inclinómetro, mientras que para el acimut se utiliza la
brújula. Existen aparatos que incluyen ambos, muy útiles
para los menesteres de instalación de antenas.
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En la propia antena conectaremos un amplificador de
mástil, y a su salida le conectaremos el cable coaxial,
el cual bajaría hacia el interior de la vivienda hasta
llegar a la central amplificadora. Esta central dispone
normalmente de varias salidas y cada una de ellas
puede ir dirigida hacia cada planta del edificio. En
cada planta instalaremos un repartidor para tener
tantas derivaciones como tomas de TV haya en cada
una.
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Con el cable coaxial llevaremos, a través de los
repartidores, la línea hasta las diversas tomas de
televisión que tengamos en el hogar.
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Si las distancias no fueran muy largas y la
señal del repetidor fuera muy fuerte, podría
funcionar únicamente con el amplificador de
mástil, de forma que no sería necesario instalar
la central amplificadora.
 Por lo general vamos a necesitar, como mínimo, los
siguientes materiales:
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Mástil de sujeción.
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Antena TDT.
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Amplificador de Mástil.
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Fuente de alimentación.
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Cable coaxial.
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Derivadores.
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Repartidores.
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Amplificador de interior.