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ENVIADOS

Y cuando le vieron, le adoraron; pero algunos


dudaban. 18 Y Jesús se acercó y les habló diciendo:
Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. Por
tanto, id, y haced discípulos a todas las
naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del
Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden
todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy
con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo.
Amén.
Mateo 28:17-20
1. Toda nuestra vida está a su
servicio
Mateo 5
13 Vosotros sois la sal de la tierra; pero si la sal se desvaneciere, ¿con qué será
salada? No sirve más para nada, sino para ser echada fuera y hollada por los
hombres.

14 Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede
esconder. 15 Ni se enciende una luz y se pone debajo de un almud, sino sobre el
candelero, y alumbra a todos los que están en casa. 16 Así alumbre vuestra luz
delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a
vuestro Padre que está en los cielos.
2. Servir dentro de la comunidad
Así que los doce reunieron a toda la comunidad de discípulos
y les dijeron: «No está bien que nosotros los apóstoles
descuidemos el ministerio de la palabra de Dios para servir
las mesas. 3 Hermanos, escojan de entre ustedes a siete
hombres de buena reputación, llenos del Espíritu y de
sabiduría, para encargarles esta responsabilidad. 4 Así
nosotros nos dedicaremos de lleno a la oración y al ministerio
de la palabra».
Hechos 6:2-4
11 Ahora bien, Cristo dio los siguientes dones a la iglesia: los apóstoles, los profetas, los
evangelistas, y los pastores y maestros. 12 Ellos tienen la responsabilidad de preparar al
pueblo de Dios para que lleve a cabo la obra de Dios y edifique la iglesia, es decir, el
cuerpo de Cristo. 13 Ese proceso continuará hasta que todos alcancemos tal unidad en
nuestra fe y conocimiento del Hijo de Dios que seamos maduros en el Señor, es decir,
hasta que lleguemos a la plena y completa medida de Cristo.
14 Entonces ya no seremos inmaduros como los niños. No seremos arrastrados de un lado
a otro ni empujados por cualquier corriente de nuevas enseñanzas. No nos dejaremos
llevar por personas que intenten engañarnos con mentiras tan hábiles que parezcan la
verdad. 15 En cambio, hablaremos la verdad con amor y así creceremos en todo sentido
hasta parecernos más y más a Cristo, quien es la cabeza de su cuerpo, que es la
iglesia. 16 Él hace que todo el cuerpo encaje perfectamente. Y cada parte, al cumplir con
su función específica, ayuda a que las demás se desarrollen, y entonces todo el cuerpo
crece y está sano y lleno de amor.
Efesios 4:11-16
3. Con nuestros recursos
2 Corintios 9:
En realidad, no necesito escribirles acerca del ministerio de ofrendar
para los creyentes de Jerusalén.[a] 2 Pues sé lo deseosos que están de
ayudar, y me estuve jactando en las iglesias de Macedonia de que
ustedes, los de Grecia,[b] hace un año estuvieron dispuestos a enviar
una ofrenda. De hecho, fue su entusiasmo lo que fomentó que muchos
de los creyentes macedonios comenzaran a dar.
3 Les envío a estos hermanos para estar seguro de que ustedes
realmente están listos—como les he estado diciendo a ellos—y que ya
tienen todo el dinero reunido. No quiero estar equivocado al jactarme
de ustedes.
4 Sería vergonzoso para nosotros—ni hablar de la vergüenza que
significaría para ustedes—si algunos creyentes macedonios llegaran
conmigo y encontraran que ustedes no están preparados ¡después de
todo lo que les hablé de ustedes! 5 Así que pensé que debería enviarles
a estos hermanos primero, a fin de estar seguro de que tienen lista la
ofrenda que prometieron; pero quiero que sea una ofrenda voluntaria,
no una ofrenda dada de mala gana.
6 Recuerden lo siguiente: un agricultor que siembra solo unas cuantas
semillas obtendrá una cosecha pequeña. Pero el que siembra
abundantemente obtendrá una cosecha abundante. 
7 Cada uno debe decidir en su corazón cuánto dar; y no den de mala
gana ni bajo presión, «porque Dios ama a la persona que da con
alegría»[c]. 8 Y Dios proveerá con generosidad todo lo que necesiten.
Entonces siempre tendrán todo lo necesario y habrá bastante de sobra
para compartir con otros. 9 Como dicen las Escrituras:
«Comparten con libertad y dan con generosidad a los pobres.
    Sus buenas acciones serán recordadas para siempre»[d].
10 Pues es Dios quien provee la semilla al agricultor y luego el pan
para comer. De la misma manera, él proveerá y aumentará los recursos
de ustedes y luego producirá una gran cosecha de generosidad[e] en
ustedes.
12 Entonces dos cosas buenas resultarán del ministerio de dar: se
satisfarán las necesidades de los creyentes de Jerusalén[f] y ellos
expresarán con alegría su agradecimiento a Dios.
13 Como resultado del ministerio de ustedes, ellos darán la gloria a
Dios. Pues la generosidad de ustedes tanto hacia ellos como a todos los
creyentes demostrará que son obedientes a la Buena Noticia de
Cristo. 14 Y ellos orarán por ustedes con un profundo cariño debido a
la desbordante gracia que Dios les ha dado a ustedes. 15 ¡Gracias a
Dios por este don[g] que es tan maravilloso que no puede describirse
con palabras!

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