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Pinturas Chilenas siglo XVIII XIX y XX

Nombres: Lissette Olivares


Lissette Cortes
Curso: 8ºB
Colegio: Claudio Arrau
Pinturas del siglo XVIII
 Las pinturas coloniales llegaron a Chile desde
Europa, comenzando inmediatamente a
reproducirse las primeras pinturas sudamericanas al
estilo occidental, bajo la creación de talleres locales
que desempeñaron el importante papel de implantar
y popularizar las corrientes artísticas europeas,
imponiéndose los estilos italianos. Desde 1650
hasta 1750 se implantó en Chile el gusto español,
en especial el de la escuela sevillana. A partir de
mediados del siglo XVIII se produjo un cambio y
comenzó a dejarse sentir la influencia francesa.
Los pintores extranjeros que destacaron fueron tres
italianos: el jesuita Bernardo Bitti (1548-1610),
Angelino Medoro (1576-1631) y Mateo Pérez de
Alessio (1547-1616). El estilo que estos pintores
establecieron en Lima tenía como referente el
manierismo italiano.
El trabajo de Angelino Medoro llegó a Chile
conservándose una pintura y varias
personalizadas. La pintura firmada es La Virgen
con el Niño (1602), San Francisco y Santa Clara.
Se trata de la pintura occidental más antigua
conservada en Chile.
Pinturas del siglo XIX
Durante el siglo XIX la pintura en Chile está ineludiblemente
enmarcada dentro del proceso de su constitución como estado
nacional, luego de trescientos años de dominio colonial español.
La gesta de la independencia es el nexo entre un pasado
cuestionable y un futuro basado en el proyecto que impulse la
clase dirigente. La pintura religiosa, que marcó etapas pasadas,
pierde gradualmente su sentido original. El escenario social de
la independencia genera el nuevo marco político al cual debe
responder la representación pictórica, empujada por la influencia
europea proveniente de la moda francesa y de la presencia de
artistas extranjeros. Un punto de partida lo da el mulato Gil de
Castro, quien permaneció en Chile entre 1802 y 1822.
Avanzando un poco el siglo, llegan al país Carlos Wood, Juan
Mauricio Rugendas, Raymond Monvoisin, Charton de Treville,
Giovato Molinelli y Thomas Somerscales.
A finales del siglo XIX, Edgar Degas se destacaba como
maestro del trazo, dotando a sus temas de movimiento,
como si hubieran sido captados por una cámara. Aunque la
inmediatez del planteamiento de Degas y su interés por
pintar la vida contemporánea lo vinculan con los
impresionistas, difería de ellos en muchos puntos. No
disolvía la forma tan radicalmente como ellos y prefería
pintar figuras en interiores en lugar de paisajes.
El estilo compositivo de Degas se debía a la influencia de
la fotografía y de los grabados japoneses, que por entonces
circulaban por París y eran muy populares entre los artistas
del momento.
Sus cuadros de bailarinas, músicos, lavanderas y mujeres
bañándose parecen desenfadados y sin estudiar, pero la
realidad es que estas composiciones, de vistas oblicuas y
equilibrio asimétrico, están muy calculadas.
Sus retratos son también únicos en lo que se refiere a la
integración de las figuras en los decorados y a la revelación
de la personalidad de los modelos. Degas, maestro en
muchas técnicas, destaca sobre todo en el empleo de los
pasteles, con los que consigue efectos de inusitada riqueza.
El estilo impresionista se desarrolló al aumentar el interés
de los pintores por estudiar los efectos de la luz sobre los
objetos —cómo la luz da color a las sombras y disuelve los
contornos de los objetos— y por trasladar sus observaciones
directamente al lienzo. Su falta de interés por los detalles
concretos de las formas y su empleo de pequeños toques
separados de color puro —técnicas que contrastaban
totalmente con el estilo académico predominante—
provocaron la animosidad de crítica y público.
Tuvieron que pasar casi veinte años hasta que Claude Monet,
principal exponente del impresionismo, alcanzara el
reconocimiento general. Su interés se centraba sobre todo en el
paisaje, que representaba bajo todas las condiciones
climatológicas y en diferentes estaciones; captaba los efectos
centelleantes de la luz del sol en los árboles en primavera y la
luz gris del invierno en las huellas del suelo nevado.
Durante los últimos años de su vida se dedicó a pintar los
exquisitos jardines y los estanques con nenúfares de su casa de
Giverny; sus formas se volvían cada vez más evanescentes
según las iba diluyendo en el trémulo juego de la luz y el color.
Camille Pissarro fue también uno de los creadores del
impresionismo, junto con Auguste Renoir. Los temas favoritos
de Pissarro eran los paisajes, las escenas fluviales, las vistas de
las calles de París y los campesinos en su trabajo.
“Santo domingo
de Guzmán”,
Gil de Castro

“Puerto de
Valparaíso”,
Juan
Rugendas
Pinturas del siglo XX

La pintura chilena se consolida finalmente


durante el siglo XX con la aparición de un vasto
número de artistas que se manifiestan a través de
diversos estilos. Su calidad y expresión les
permite trascender las fronteras y ser conocidos
en el extranjeros
 La historia de la pintura chilena durante la segunda mitad del siglo
XX estuvo marcada principalmente por la búsqueda de nuevas
expresividades plásticas y por la creciente vinculación del artista
con su contexto político y social, elementos que, a lo largo del
período, no sólo disputaron el centro del que hacer artístico, sino
que lograron en diversas ocasiones convivir y complementarse,
para bien del desarrollo artístico y la elaboración teórica de nuestra
plástica. Posteriormente el gobierno inició su aporte en 1849,
logrando la presencia en Chile del profesor italiano alejandro
Ciccarelli Manzoni durante dos décadas, director de la Academia
de Bellas Artes . Importante es el inglés Thomas Somerscales que
pintó escenas de la Guerra del Pacífico más un gran número de
cuadros con paisajes chilenos. También concurrió el reconocido
artista norteamericano James Whistler 
A fines de siglo emergen los primeros pintores chilenos, entre los
que destacan Ramón Subercaseaux y Onofre Jarpa.
Algunos pintores del siglo XX

1856-1909) Escobar (Chile, 1853-1933)


Alfredo Valenzuela Puelma (Chile, Juan Francisco González

Nace en Valparaíso en el año


Nació en Santiago de
1856. Cumple sus estudios de
arte en la Academia de Pintura, Chile el año 1853 en el
bajo la tutela de los maestros seno de una familia de
Ernesto Kirchbach y Juan comerciantes. Su primer
Mocchi. Su educación maestro fue el pintor
académica, que influyó mucho
Pedro Lira, y pasó por la
en sus primeras obras, pronto dio
paso a una personalidad Academia de Pintura y,
independiente. Alfredo como su compañero de
Valenzuela perteneció al llamado generación Alfredo
“Grupo de los Cuatro Maestros”, Valenzuela y otros tantos
que junto a Pedro Lira, Juan
Francisco González y Alberto
grandes pintores, recibió
Valenzuela Llanos movilizaron el las enseñanzas de Ernesto
mundo del arte chileno a caballo Kirchbach y Juan Mocchi.
entre dos siglos.
Imágenes

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