de la ciudad… En su granja tenía muchos animales como ovejas, cerdos, caballos, patos, pero sin duda quería más a sus gallinas y a los pollitos que le daban sus gallinas. Todos los días alimentaba con maíz a sus gallinas y pollitos. Además recolectaba los huevos que ponían todas las gallinas Cuando tenía suficientes huevos, los daba a las gallinas para empollarlos y tener nuevos pollitos. Un buen día, el granjero se dio cuenta de que ya había recolectado demasiados huevos y era momento de repartirlo a las gallinas. Ellas se alborotaron pues querían tener muchos pollitos, pero el granjero les dijo que les daría la misma cantidad de huevos para que todas tuvieran los mismos pollitos. El granjero llevó a las gallinas a su nido y le dio la misma cantidad de huevos a cada una para empollar. Tenía 8 huevos así que les repartió 2 a cada gallina. Las gallinas estaban felices empollando, pero una mañana, vino un astuto zorro y les robó 1 huevo a cada gallina. El zorro logró escapar con los huevos y ahora dejó con solo 1 huevo a cada gallina. Más tarde vino el granjero para alimentar a las gallinas, y al ver las huellas del zorro se dio cuenta de lo que había pasado, y repartió otros 8 huevos a las gallinas, por lo que les dio 2 huevos más a cada una y ahora tenían 3 huevos cada gallina. Tiempo después nacieron 12 hermosos pollitos, el granjero atrapó al zorro y nunca más volvió a robar los huevos a las gallinas y todos en la granja vivieron felices para siempre.