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Contaminación del aire

La contaminación del aire es uno de los principales retos a los que nos enfrentamos. Los efectos de la contaminación
atmosférica pueden ser irreversibles para la vida en el planeta, por lo que hay que trabajar para evitar, reducir, compensar
o mitigar la contaminación del aire.

¿Qué es la contaminación del aire?


La contaminación atmosférica consiste en la presencia de
materias o formas de energía en el aire que pueden suponer un
riesgo, daño o molestia de diferente gravedad para los seres
vivos. Entre las consecuencias directas de la contaminación
atmosférica, se podría destacar el desarrollo de enfermedades y
afecciones en los seres humanos y la biodiversidad. También la
pérdida de visibilidad en zonas de grandes concentraciones o la
aparición de olores desagradables.
¿Qué tipos de sustancias producen la contaminación del aire?
La contaminación atmosférica se presenta en diferentes
sustancias que se derivan fundamentalmente de cinco focos de
actividades humanas. La concentración de estas sustancias es
altamente nociva para la salud del ser humano y de animales.
Estas sustancias son:

El monóxido de carbono
El dióxido de carbono
El dióxido de nitrógeno
El óxido de nitrógeno
El ozono a nivel del suelo
El material particulado
El dióxido de azufre
Los hidrocarburos
El plomo
¿Dónde se produce la contaminación del aire?
Estas emisiones tienen cinco focos básicos producidos por el ser
humano: • Industrias
• Transporte
• Agricultura
• Residuos
• hogares
Algunas acciones que pueden tenerse en cuenta para mejorar la calidad del aire son:

Movilidad sostenible
- Desplácese a pie o en bicicleta en recorridos cortos.
- Utilice el transporte público y reduzca al máximo el uso del vehículo particular.
- Aproveche los servicios cercanos y evite desplazamientos innecesarios con vehículo particular.
- Si es necesario utilizar el transporte privado, considere la opción de compartirlo siempre que sea posible.

Consumo responsable
- En el caso de la adquisición de vehículos, infórmese sobre los valores de emisiones contaminantes.
- Tenga en cuenta los productos y servicios con etiquetados y certificaciones ecológicas.
- Priorice los productos locales frente a los que requieren transporte internacional.
- Evite artículos que contengan productos tóxicos y busque alternativas ecológicas.

Energía
- Evite el derroche energético en todos los ámbitos.
- Adquiera aparatos teniendo en cuenta criterios de eficiencia energética. Los electrodomésticos de clase A son los más sostenibles.

Residuos
- Incorpore criterios de prevención de residuos desde el momento en el que adquiera un producto.
- Utilice los sistemas de recogida selectiva y la red de desecharías.

La mayoría de acciones están directamente vinculadas a nuestra manera de vivir y a los hábitos adquiridos. Plantearse alternativas ha dejado de ser
recomendable y se ha convertido en necesario en todos los ámbitos.
Contaminación del suelo
La contaminación del suelo es la concentración de químicos
que provocan cambios perjudiciales y reduce el empleo del
mismo tanto para los humanos como para la naturaleza.
Factores que influyen en la contaminación del suelo
En la contaminación del suelo influyen varios factores.

El desarrollo de las ciudades y la industrialización. La concentración de núcleos urbanos en


zonas concretas genera gran cantidad de residuos que pueden quedar en el suelo y en el agua.
La industria, por su parte, da lugar a la existencia de contaminantes químicos y biológicos
(residuos peligrosos).
La agricultura actual también utiliza ciertos productos que pueden ser causa de contaminación
del suelo, entre ellos, abonos sintéticos, herbicidas e insecticidas, que, aunque son útiles para la
agricultura, si se usan en exceso producen alteraciones en el suelo y reducen la producción. Por
otra parte, los plaguicidas de larga vida pueden concentrarse en las cadenas alimentarias y
resultar tóxicos para el ser humano, matar especies útiles y alterar el equilibrio natural. Por
ejemplo, sabemos que la salinización del suelo, debido al regadío intensivo de baja calidad,
provoca la degradación del terreno y pérdidas de la capacidad de producción.
Consecuencias de la contaminación del suelo
Entre las consecuencias de la contaminación del suelo podemos mencionar:

• La corrupción de las aguas subterráneas


• La pérdida de la fertilidad del terreno y de biodiversidad
• La perturbación de los ciclos de los gases y los nutrientes.
El estado en que se encuentre el terreno influye en la calidad del agua y el aire, la
biodiversidad y en los efectos del cambio climático.
Tratamiento de suelos contaminados
En la actualidad existen muy diferentes métodos para tratar la contaminación del suelo, ya sea in situ o trasladando el
área afectada, en función de la sustancia contaminante y la morfología del suelo. Pueden clasificarse en:

• Tratamientos físicos: algunas técnicas como el filtrado o la inyección (inmovilización de las sustancias con cemento,
por ejemplo) se usan para separar o aislar los contaminantes.
• Tratamientos químicos: actúan sobre los contaminantes mediante reacciones transformándolos en compuestos menos
nocivos.
• Tratamientos biológicos: como el empleo de humus, para que aumente la micro flora del suelo y sea capaz de
biodegradar cualquier sustancia de origen orgánico en presencia de oxígeno y humedad.
Al conservar la calidad del suelo y contribuir a la rehabilitación de terrenos contaminados, ayudamos a preservar el
medio ambiente, pues es un elemento fundamental para la supervivencia de los ecosistemas y la seguridad alimentaria.
¡Y también conservamos nuestra propia salud!

Elegir alimentos sostenibles, reciclar adecuadamente desechos peligrosos como las baterías, hacer compostaje en
casa para reducir la cantidad de desechos que se llevan a los vertederos o manejar los residuos de antibióticos de
manera más responsable, son solo algunos ejemplos de cómo podemos ser parte de la solución. En una escala mayor,
debemos promover prácticas agrícolas sostenibles en nuestras comunidades.

Un suelo sano es un recurso precioso, no renovable y que se ve cada vez más amenazado por comportamientos
humanos destructivos. Somos responsables de los suelos que nos proporcionan alimentos, agua y aire, y tenemos que
tomar medidas hoy para asegurar que haya suelos sanos para un futuro sostenible y con seguridad alimentaria. ¡Sé
la solución a la contaminación del suelo!
Contaminación del agua
El agua es una sustancia muy peculiar que
abunda en nuestro planeta y en nosotros
mismos. De hecho, es un elemento que se
puede encontrar en estado sólido, líquido y
gaseoso en la atmósfera.

Los océanos contienen la mayor reserva de


agua, pero se trata de agua salada. El agua
dulce, que es la que nosotros podemos utilizar,
termina siendo un 3% del total. ¿Te imaginas si
estuviera contaminada?
El ser humano, principal responsable de la contaminación del
agua

El ser humano es el principal causante de la contaminación del


agua, que puede verse afectada de muchas maneras: con el
vertido de desechos industriales; por culpa del aumento de las
temperaturas, que provocan la alteración del agua al disminuir
el oxígeno en su composición; o a causa de la deforestación,
que origina la aparición de sedimentos y bacterias bajo el suelo
y la consiguiente contaminación del agua subterránea.

De la misma manera, los pesticidas utilizados en los campos de


cultivo agrícola se filtran por los canales subterráneos y llegan a
las redes de consumo; y también con el vertido accidental de
petróleo.
¿Qué efectos provoca la contaminación del agua? y ¿cuáles son
las principales consecuencias que esto provoca?

En primer lugar, la desaparición de la biodiversidad y los


ecosistemas acuáticos. También el ser humano se ve muy
perjudicado a causa de la alteración en la cadena alimentaria y
contrae enfermedades al beber o utilizar el agua contaminada.

Por todo ello, debemos garantizar la disponibilidad de agua, su


gestión sostenible y el saneamiento para todos, tal y como
recoge el sexto de los Objetivos de Desarrollo Sostenible
adoptados por Naciones Unidas en la Agenda 2030.

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