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TECNOLOGÍA DE LA

CONSTRUCCIÓN 3

PATOLOGÍA DE LAS ESTRUCTURAS DE HORMIGÓN


LAS LESIONES EN LOS ELEMENTOS
ESTRUCTURALES Y SUS SÍNTOMAS

 En este tema se tratará de exponer la totalidad de las lesiones que pueden sufrir los elementos
que componen una estructura de H°A°, agrupadas por la causa que las provoca.
 El mecanismo que origina dichas lesiones puede ser:

1. Mecánico
2. Higrotérmico
3. Químico
4. Electroquímico.
 A continuación se resumen en tres cuadros la identificación y calificación de las diferentes
lesiones en estructuras de hormigón armado, que serán explicados posteriormente.
 Esta guía es sumamente útil para determinar el origen y causa de una lesión durante el proceso
de prediagnosis de una estructura:
LESIONES Y SUS SÍNTOMAS EN
EL HORMIGÓN DE ORIGEN
MECÁNICO
 Son aquellas lesiones producidas en la estructura por falta de resistencia del propio hormigón
y/o de la armadura ante las solicitaciones y deformaciones impuestas. Esto puede deberse
claramente a dos causas bien definidas:
1. Defectos en el proyecto (cálculo, detalles) o de ejecución (replanteo, colocación de
armaduras): secciones y cuantías de acero insuficientes para el uso al que se destina la
estructura.
2. Cambios de uso: los nuevos usos (estados de carga), sobrepasan ampliamente las cargas
para las que se calculó dicha estructura (por ej. Al elevar la altura del edificio)
 En cualquier caso, el fenómeno de la fisuración en el hormigón es absolutamente aceptable en
condiciones de secciones traccionadas, puesto que el hormigón no es capaz de acompañar la
deformación que sufre el acero (que es el encargado de absorber el 100% de las tensiones de
tracción).
 El problema aparece cuando se produce una excesiva deformación del acero (por una
solicitación excesiva o insuficiencia de sección), que provoca fisuras en el hormigón con
espesores no deseables.
 A partir de espesores de aprox. 0.3 mm, tales fisuras pueden convertirse en vías de penetración
de agentes corrosivos. Esto es por si solo el origen de una posible degradación del hormigón y
corrosión de la armadura, pero si la deformación aumenta, puede llegar a provocar el colapso
de la pieza.

 Es por ellos, que hay que insistir en que muchas lesiones de origen electroquímico (corrosión
de las armaduras) tienen su origen inicial en un fallo de tipo mecánico que provoca un exceso
de fisuración.
1. FALLOS POR ESFUERZO DE FLEXIÓN:
 La inspección se hará en la cara inferior de vigas y/o viguetas, picando el revestimiento si
fuese necesario. Las formas típicas de fisuración son las indicadas en la figura:
a) Fisuración transversal en vigas y viguetas debida a esfuerzos de tracción
Se presentan en la zona de máximo momento flector de la viga/vigueta, es decir, en el
centro de la cara inferior, y cerca de los apoyos (o encima de los mismos) en la cara superior si
hay continuidad de viga (momento negativo de empotramiento). Si aparecen mas de una fisura,
normalmente se distribuyen uniformemente.
Si el ancho de fisura es menor que 0,3 mm, no implican peligrosidad, aunque puedan provocar
la entrada de agentes externos corrosivos.
Si el ancho de fisura es mayor de 0,4 mm, puede indicar una falta de armadura suficiente o bien
una carga excesiva. En este caso el daño es importante y se procederá al apuntalamiento previo.
b) Fisuración longitudinal en vigas y viguetas debida a esfuerzos de compresión
Suelen ser muy poco frecuentes en forjados con capa de compresión.
Producen aplastamiento en el hormigón debido a la falta de armado de compresión o debido a
déficit de H° en la parte comprimida.
En cualquier caso, de existir, implican un riesgo muy grave y habrá que apuntalar de forma
inmediata.
c) Fisuración inclinada en vigas y viguetas debido a esfuerzos cortantes:
Cuando las solicitaciones de cortante son excesivas, puede suceder que la rotura de la viga se
origine por su incapacidad de absorber las tensiones de tracción y/o compresión derivadas de tal
esfuerzo.

Son fisuras localizadas cerca de los apoyos (puntos de máximo cortante), y siguen una dirección
ascendente de 45°. Esta dirección marca las líneas de las máximas tracciones debidas al cortante, que
no han podido ser absorbidas por la armadura transversal.
Fisuración por punzonamiento: es un caso especial de fallo estructural debido a esfuerzos de
cortante.
El fenómeno de punzonamiento es cuando un pilar tiende a entrar en una losa. Las fisuras
ocurren en un perímetro en torno al pilar. Y este punzonamiento se debe a que la sección del
pilar es insuficiente con respecto al área de la losa.
También es un fenómeno de punzonamiento cuando se realiza un pilar directamente sobre la
losa, ya que el pilar tiende a perforar la losa.
Se utilizan los capiteles para disminuir ese esfuerzo de punzonamiento.
2. FALLOS POR ESFUERZOS DE FLEXOCOMPRESIÓN:
 Se dan mayoritariamente en pilares y pueden manifestarse de varias formas, dependiendo del
tipo de solicitación que los produzca. Así, en función de la excentricidad de la carga sobre el
pilar, podemos distinguir tres casos:
a) Flexión Compuesta: la excentricidad es muy grande (> b/2). Este estado de solicitaciones
provoca un estado tensional de tracciones en una cara y compresiones en la otra. Si las
tensiones de tracción son excesivas, se produce una fisuración típica, con fisuras
perpendiculares al pilar que van cerrándose hacia el eje del mismo.

En las fisuras de la cara traccionada, para anchos de fisuras menores a 0,3mm, consideramos la
lesión leve (solo repercute en la durabilidad del material), y para anchos superiores, estamos
ante daños graves que aconsejan intervención inmediata.
b) Compresión simple: Este caso se produce cuando no existe momento flector de
consideración, y en consecuencia todo el pilar está solicitado al mismo nivel de compresión.
Cuando esta tensión supera la admisible, se produce la fractura del hormigón (normalmente por
pandeo local de la armadura), que es muy peligrosa pues no avisa.

Las fisuras son verticales, final y paralelas, siguiendo la dirección de la armadura principal.
Si dichas fisuras aparecen en la parte alta del pilar, puede deberse al desplazamiento de los
estribos hacia abajo por efecto del hormigonado.
Se considera una lesión muy grave, que cuando se detecta es obligado el desalojo inmediato del
edificio.
c) Compresión compuesta: Es un caso intermedio entre los dos anteriores, en el que la
excentricidad de la carga es pequeña (< b/2) como consecuencia de la introducción de un
momento flector poco importante.
Esto provoca tensiones variables de compresión, que de ser excesivas pueden originar la rotura
del material siguiendo el patrón descrito anteriormente para la flexión simple, con la salvedad de
que las fisuras se manifiestan en un lado del pilar y no cerca del eje.
b) Otras fisuraciones en pilares: Otra posibilidad está relacionada con la mala
calidad del hormigón debida a la ejecución. Suele aparecer en la parte alta del
pilar unas “escamas” producidas por una falta de resistencia a compresión.
Podemos diferenciar un tramo intermedio del pilar (B) en donde la calidad del
hormigón suele ser la mejor. Sin embargo, en la parte inferior (A), la calidad
puede ser mala debido a un insuficiente vibrado, y en la parte superior (C)
también puede ser mala debido a un exceso de acumulación de agua y/o
descenso de los áridos mayores.
Por ello, la mayoría de las fisuras por compresión simple se suelen manifestar
en los tercios superior e inferior del pilar.
3. DEFORMACIONES EXCESIVAS
 A continuación se relacionan las lesiones producidas en unidades de obra diferentes de la
estructura, que tienen cabida en este capítulo por estar producidas por un mal diseño o
ejecución de la propia estructura:
Fisuración en tabiques y cerramientos: la excesiva deformación de forjados y/o vigas, produce
irremediablemente fisuras de todo tipo en los tabiques y cerramientos apoyados en ellas.

El tipo de fisura dependerá si la deformación se ha producido en el forjado de apoyo (forjado


inferior), en el forjado superior o ambos.
(1) Deformación solo en el forjado inferior: aparecerán fisuras horizontales en la parte baja del
tabique, siguiendo más o menos forma de parábola cuyas ramas apuntan a los apoyos del
forjado. En caso de particiones con huecos, se producirán fisuras horizontales partiendo por la
zona más débil.
(2) Deformación de ambos forjados; en este caso las fisuras que aparecen son inclinadas, apuntando
al apoyo del forjado inferior.
(3) Deformación del forjado superior: aparecerán fisuras verticales de compresión normalmente en
el tramo central del tabique entre apoyos.

La dificultad de clasificar el origen de las fisuras en tabiques y cerramientos es porque normalmente


suelen combinarse varias causas de forma simultánea.
Es un daño que se considera de tipo leve.
LESIONES Y SUS SÍNTOMAS EN
EL HORMIGÓN DE ORIGEN
HIGROTÉRMICO
Son lesiones cuyo origen está bien en cambios del contenido de humedad del hormigón, o bien
en variaciones de la temperatura ambiente.
Aquí se incluyen también aquellas lesiones y síntomas debidos a roturas y/o averías de aquellos
elementos constructivos que puedan provocar humedades en la estructura, como son bajantes,
cubiertas, etc.
Desde la fase inicial anterior al fraguado, hasta una fase posterior al endurecimiento, el
hormigón puede sufrir estados tensionales debidos a cambios de volumen producidos por las
variaciones de humedad interna del material, variaciones muy ligadas con las variaciones
higrotérmicas del ambiente en que se encuentra.

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