EL FONDO DE INVERSION

Introducción
“La Biblia no menciona directamente el fondo de Inversión;
sin embargo, tiene sus raíces en la parábola de los talentos
(Mateo. 25:14-30). Somos responsables de los talentos que
Dios nos ha confiado; sean muchos o pocos, de dinero,
poderío o de tiempo, debemos invertirlos. Cuando lo
hacemos, Dios los multiplica para la terminación de la obra”.

Una inversión, en el sentido económico, es

una colocación de capital para obtener una
ganancia futura.
El Fondo de Inversión no es simplemente otra
ofrenda; es un plan individual en el que se
invierte dinero, tiempo o esfuerzo en fiel
cooperación con Dios, con el propósito de
apoyar la misión mundial de la iglesia. Es un
contrato limitado sólo por la fe. Debemos
siempre recordar que Dios es el socio principal
de cualquier proyecto del Fondo de Inversión.
Cuando invertimos con Dios como socio,
guardamos tesoros en el cielo. “Porque donde
esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro
corazón” (Mateo. 6:21).
Fondo de Inversión
Es un plan por medio del cual cada miembro de la
familia de Dios puede invertir algo(dinero, tiempo,
trabajo, o lo que el quiera dedicar en una manera
especial a Dios) y permitir que EL lo bendiga y aumente
de tal forma que el inversionista pueda dar las
ganancias y provechos a Dios para finalizar su obra por
medio del fondo de inversión.

Aunque los planes a veces no resultan como

deseamos, y los frutos del Fondo de Inversión
parecen pocos o nulos, sea leal a su compromiso, y
Dios ciertamente premiará sus esfuerzos.
 Las siguientes son algunas ideas que puedes probar
para invertir con Dios.

¿Tienes una receta especial de galletas o de postre? Hornea

algunas y promocionarlas entre tus amigos y familiares.
Entrega un porcentaje del dinero a la ofrenda misionera de tu
iglesia.

Entrega una ofrenda de agradecimiento por las buenas

calificaciones, por una oración contestada, por el cumpleaños de
tu mascota o de tu amado sobrino o sobrina.

¿Tienes a tu esposo(a), hijos o algún familiar que deseas sea

alcanzado por la Salvación?

Alguna enfermedad propia o de algún familiar

 Las siguientes son algunas ideas...

Algún negocio que quieres iniciar y poner en las manos de Dios

Los estudios de tus hijos

Situación familiar: esposos, hijos, etc.

Poner en las manos de Dios tu vehículo o tu trabajo

Poner en las manos de Dios tus planes personales o familiares

Si eres comerciante, parte de las ventas dedicarlas a la obra de Dios

A un hombre que había invertido enormemente en acciones
de una minería y que perdió mucho dinero, Elena G. de White
le escribió, “Ud. ha hecho grandes inversiones en empresas
inseguras. Satanás cegó sus ojos para que Ud. no pudiese ver
que estas empresas no le reportarían ganancias. La empresa de
obtener la vida eterna no despertó su interés. En ella podría
haber gastado recursos sin arriesgarse, ni encontrar chascos,
recibiendo al fin inmensos beneficios. Allí podría haber
invertido dinero, en el banco del cielo que nunca quiebra. Allí
podría Ud. haber puesto su tesoro, donde no hurta el ladrón ni
corrompe la polilla. Esta empresa es eterna, y tanto más noble
que cualquier empresa terrenal como son más elevados los
cielos que la tierra”. (Testimonios para la Iglesia, t. 3, pág. 104).

¿Quisiera invitar a Dios para que sea su socio en

su negocio o proyecto?