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• En el versículo 6 Pablo añade: “Que ninguno se propase y tome
ventaja de su hermano en este asunto; porque el Señor es vengador de
todo esto, como ya os hemos dicho y solemnemente prevenido”.
• Las palabras griegas traducidas “se propase” significa sobrepasar los
límites, es decir, extralimitarse, transgredir, ir más allá de lo debido.
• La frase “se propase ... de su hermano” se refiere a cometer adulterio con
la esposa de un hermano. En griego las palabras “tome ventaja” significa
también sacar provecho, por ende, defraudar.
• Cuando Pablo dice “en este asunto”, se refiere al asunto de la fornicación,
mencionado en el versículo 3. En el versículo 6 Pablo también dice que el
Señor es vengador de todo esto, es decir, de cosas tales como el
extralimitarse y aprovecharse otros. El Señor juzga a los fornicarios y
adúlteros como un vengador, como uno que castiga, que administra justicia.
• La fornicación siempre sobrepasa las reglas de la relación matrimonial.
La relación entre el hombre y la mujer fue ordenada por Dios. El
matrimonio es un asunto santo que fue ordenado por Dios.
• En el versículo 7 Pablo dice: “Pues no nos ha llamado Dios a
inmundicia, sino en santificación”.
• La palabra griega traducida “a” en este versículo, epi, significa sobre o
sobre la base de. La “inmundicia” referida en este versículo denota cosas
inmundas tales como la fornicación y el adulterio.
• Algunos maestros dicen que el versículo 6 está hablando de tomar
ventaja de un hermano en los negocios. Sin embargo, esto no concuerda
con el contexto de esta sección, que comienza en el versículo 3 con la
exhortación de abstenerse de la fornicación. De hecho, el versículo 7 es la
conclusión de esta exhortación.
• El versículo 8 dice: “Así que, el que desecha esto, no desecha a
hombre, sino a Dios, que también os da Su Espíritu Santo”.
• Aquí el Espíritu Santo que Dios nos dio es el Santo, quien nos
santifica y nos hace santos delante de Dios (Ro. 15:16; 1 P. 1:2; 1 Co.
6:11).
• Dios nos ha dado Su Espíritu Santo con el fin de santificarnos,
hacernos santos, apartarnos para Dios y Su propósito.