Lutheríala actividad consistente

Lutería, luthería o laudería es
en fabricar, ajustar o reparar instrumentos musicales
de cuerda frotada y pulsada,
particularmente violines o guitarras. El término
también se aplica al comercio del lutier o ladero, que es
el profesional que fabrica, vende o repara instrumentos
musicales de cuerda. Ambas palabras provienen de la
raíz francesa luth, a su vez procedente del árabe
‫اـلعـود‬ al-ʿūd (laúd), un instrumento común en la época
medieval.
 Clarinete bajo
El clarinete bajo es un clarinete afinado en
Si♭ (bemol) que emite sonidos una octava
por debajo del clarinete soprano1. El origen
del clarinete bajo se remonta al s. XVIII. La
versión moderna se debe al trabajo de
Adolphe Sax en la década de 1830.

1. Clarinete soprano/común
La forma del clarinete bajo2 recuerda a la de un saxofón tenor3, pero
con dos diferencias: el cuerpo es cilíndrico en vez de cónico, y el
material es la madera, (en concreto ébano), en vez de latón.
Este instrumento transpositor fue introducido en la orquesta por
Giacomo Meyerbeer, para su ópera Los Hugonotes.

2. 2 clarinetes bajos 3. Saxofón tenor

modernos
 Partes del clarinete bajo: Esta compuesto por un tubo con una lengüeta, conocido comúnmente
como caña, de diferentes durezas, cortes y materiales, fijado a la abertura de la boquilla en el
cuerpo superior, a través del barrilete, y con el cuerpo inferior del tubo acampanado.

Caña
Tudel Boquilla

Anillos y
Llaves Cuerpo hecho de
madera

Campana
Los clarinetes se elaboran con una madera africana, Ébano. Esta madera
llega directamente al almacén donde se construye. Primero llega en forma
rectangular y se va moldeando hasta conseguir la forma deseada. Ya en este
primer nivel son muchos los controles de calidad y exige de la máxima
precisión.
Después de este paso, todo el cuerpo del clarinete se somete a diversos y
complicados tratamientos para optimizar la calidad y resistencia de la
madera. Una vez pasadas estas pruebas, la madera se reserva durante unos
meses para que se estabilice.
Al mismo tiempo, se van realizando las piezas de metal. El metal llega en unas barras largas
que se cortan en una maquinaria especializada. Periódicamente se extraen algunas piezas
para pasar los controles de calidad pertinentes y ver que las piezas reúnen todas las
condiciones. Cualquier pequeña desviación en la medida o en la curvatura puede impedir
que la pieza funcione correctamente. Una vez las piezas están acabadas, se distribuyen a las
fábricas de montaje.

En este lugar, también reciben la madera y comprueban su estado. Ante cualquier pequeño
defecto, la pieza se repara manualmente antes de continuar. La madera adquiere entonces
su forma final. En este punto, empiezan a taladrarse los orificios para las notas. La precisión
y exactitud en la posición de los orificios es muy importante para que el instrumento esté
afinado y equilibrado. Posteriormente, cada uno de los cuerpos se comprueba, para
asegurar la calidad.
A continuación, se incorporan las distintas piezas de metal. La idea es que cada tornillo debe poderse ajustar
sin necesidad de forzarlo y sin que toque ninguna otra llave. Si algún soporte no está colocado de manera
exacta, las llaves no cerrarán correctamente.
Una llave es una combinación de pequeñas piezas de metal cortadas y luego ensambladas. Se emplean
distintas técnicas de soldado para que todas las piezas queden unidas perfectamente. Para asegurar que
todas las piezas son idénticas, los técnicos utilizan módulos de montaje y verificación.
Una vez la llave está creada, se pule para eliminar cualquier imperfección. Cuando están preparadas, se
limpian y se someten a una serie de tratamientos hasta que alcanzan su estado óptimo final.

A continuación se colocan las zapatillas y se unen las piezas. Aproximadamente son 180 piezas las que
necesita un clarinete. Es necesario que los mecánicos sean muy precisos, sino el instrumento no estará
afinado y resultará muy difícil tocarlo. Antes del envío, se prueba el clarinete por última vez y se elije la
campana.
Construcción:
https://youtu.be/Yk56wBlOjwU