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OBLIGACIONES Y

CONTRATOS
MERCANTILES
OBLIGACIONES MERCANTILES
La obligación es un vínculo jurídico por el cual una
persona llamada deudor se constituye en la
necesidad de dar, hacer o no hacer alguna cosa en
beneficio de otra persona llamada acreedor.

Cuando la relación jurídica entre acreedor y deudor


se origina en un acto de comercio, la obligación
tiene carácter mercantil.
CLASIFICACION:
Por su objeto, las obligaciones se
clasifican en obligaciones de dar, de
hacer y de no hacer.
• Las obligaciones de dar consisten en la
traslación de la propiedad de cosa cierta y
en la enajenación temporal del uso o goce
de cosa cierta y en la restitución de cosa
ajena o en el pago de cosa debida.

• En las obligaciones de hacer el deudor está


obligado a realizar un hecho.

• En las obligaciones de no hacer, el deudor


debe abstenerse de realizar un hecho.
Ejemplos: el comerciante que vende
determinada mercancía está obligado a
dar, puesto que debe transmitir la
propiedad de la mercancía y entregarla; el
comisionista se obliga a hacer, a realizar
los actos de comercio que le encomendó
el comitente; el comerciante que vende su
establecimiento y que se compromete a
no abrir un negocio similar en la misma
calle o población, está obligado a no hacer.
MODALIDADES:

Las obligaciones pueden estar sujetas a


modalidades que son el término y la condición.

El término es un acontecimiento futuro y de


realización cierta que suspende, sea la
exigibilidad, sea la extinción de una obligación, y
que produce sus efectos sin retroactividad.

La condición es un acontecimiento futuro y de


realización incierta que suspende, sea el
nacimiento, sea la resolución de una obligación, y
que produce sus efectos retroactivamente.
El término puede ser suspensivo o extintivo.

Es suspensivo cuando la obligación no se hace


exigible sino hasta que se venza el término.

Ejemplo: te pagaré cien pesos el día dos de enero del


año entrante.

Es extintivo cuando el vencimiento del término da fin


a la obligación.

Ejemplo: celebro un contrato de arrendamiento por


el plazo de un año; al vencer el plazo, termina el
contrato.
La condición puede ser suspensiva o resolutoria.

Es suspensiva, cuando el nacimiento de la obligación depende


de que se cumpla la condición.

Ejemplo: si logras descubrir las causas del cáncer te daré diez


mil pesos.

Es resolutoria, cuando cumplida la condición resuelve la


obligación volviendo las cosas al estado que tenían, como si
esa obligación no hubiere existido.

Ejemplo: te doy mil pesos siempre que no produzcan una


mercancía similar a la que yo fabrico.

Las obligaciones que no están sujetas a modalidades se llaman


puras y simples.
OBLIGACIONES CON PLURALIDAD DE OBJETOS:

Estas obligaciones son de dos especies:


obligaciones conjuntivas y obligaciones
alternativas.

Las conjuntivas son aquéllas en que el deudor se


ha obligado a diversas cosas o hechos,
conjuntamente.

Ejemplo: un comerciante vende a una persona


maíz y frijol, por lo que está obligado a entregar
los dos cereales en la cantidad convenida.
En las obligaciones alternativas el deudor se obliga a
uno de dos hechos o a una de dos cosas, y cumple
prestando cualquiera de esos hechos o cosas.

En estas obligaciones el deudor no puede prestar


parte de una cosa y parte de otra, o ejecutar en
parte un hecho. Salvo pacto en contrario, la elección
corresponde al deudor.

Ejemplo: una fábrica se compromete a entregar a


un comerciante diez kilos de clavos o diez kilos de
alambre; está obligada a entregar una cosa u otra,
pero no ambas.
OBLIGACIONES CON PLURALIDAD DE SUJETOS:

Las obligaciones en que hay pluralidad de deudores o de


acreedores pueden ser de dos clases: obligaciones
mancomunadas y obligaciones solidarias.

En la mancomunidad de deudores o de acreedores la deuda o


el crédito se consideran divididos, respectivamente, en tantas
partes como deudores o acreedores haya y cada parte
constituye una deuda o un crédito distintos unos de otros; las
partes se presumen iguales.

Ejemplo: Juan debe diez mil pesos a Pedro y Luis


mancomunadamente; esto quiere decir que la deuda debe
considerarse dividida en dos partes, por lo que el deudor debe
pagar cinco mil pesos a un acreedor e igual cantidad al otro.
Las obligaciones solidarias pueden serlo por haber
varios deudores o varios acreedores.

Hay solidaridad activa cuando dos o más acreedores


tienen derecho a exigir, cada uno de por sí, el
cumplimiento total de la obligación.

Ejemplo: Manuel es deudor solidario de Juan y de Pedro


por tres mil pesos; Juan puede exigir el pago de los tres
mil pesos y lo mismo puede hacer Pedro. El pago hecho
a uno de los acreedores solidarios, extingue totalmente
la deuda, pero el acreedor que recibió el pago responde
a los otros acreedores de la parte que a éstos
corresponda, dividido el crédito entre ellos.
FUENTES:
Reciben el nombre de fuentes de las obligaciones
los hechos que dan nacimiento a la relación
jurídica entre el acreedor y el deudor.

El Código Civil considera como fuentes de las


obligaciones, las siguientes:
a).- El contrato;
b).- La declaración unilateral de la voluntad;
c).- El enriquecimiento ilegítimo;
d).- La gestión de negocios;
e).- Los actos ilícitos.
f).- El riesgo profesional.
TRANSMISION:

Las obligaciones pueden transmitirse de una persona a


otra, tanto en su lado activo, crédito, como en el pasivo,
deuda.

La transmisión de derechos o de deudas se llama cesión.

Hay cesión de derechos cuando el acreedor transfiere a


otra persona los derechos que tenga contra su deudor.

La cesión puede hacerse en escrito privado firmado por el


cedente, el cesionario y dos testigos y debe hacerse en
escritura publica si la ley exige que el título del crédito
cedido conste en esa clase de documento.
En la cesión de deudas, para que haya sustitución de deudor sí
se requiere que el acreedor consienta expresa o tácitamente;
el deudor sustituto puede oponer al acreedor las excepciones
que se originen de la naturaleza de la deuda y las que le sean
personales, pero no puede oponer las que sean personales del
deudor primitivo.

Además de la cesión, las obligaciones puede transmitirse por


subrogación.

La subrogación se efectúa por ministerio de ley en los


siguientes casos: cuando el que es acreedor paga a otro
acreedor preferente; cuando el que paga tiene interés jurídico
en el cumplimiento de la obligación; cuando un heredero paga
con sus bienes propios una deuda de la herencia; cuando el
que adquiere un inmueble para a un acreedor que tiene sobre
él un crédito hipotecario anterior a la adquisición.
EXTINCION:

Las obligaciones mercantiles se extinguen por las siguientes


causas:

1.- Pago, es el cumplimiento de la obligación, es la ejecución


efectiva de la obligación.
2.- Dación en pago, cuando el acreedor recibe una cosa
distinta en lugar de la debida.
3.- La novación, consisten en que se substituya una obligación
nueva a la antigua, extinguiéndose ésta.
4.- La compensación tiene lugar cuando existen dos deudas
recíprocas que se extinguen hasta el nivel de la menor por
ministerio de ley.
5.- Por confusión, cuando las calidades de acreedor y de
deudor se reúnen en una misma persona.
6.- Remisión de la deuda, es la renuncia del acreedor a
sus derechos, es decir, consiste en el perdón de la
deuda; cuando la remisión es parcial se llama quita.
7.- La pérdida de la cosa, extingue la obligación, cuando
se trata de cosa cierta y determinada.
8.- La prescripción negativa es un medio de librarse de
obligaciones por no exigirse su cumplimiento en
determinado tiempo.
9.- La caducidad, extingue las obligaciones por no
ejecutarse los actos positivos que exige la ley.
10.- La nulidad absoluta o relativa, es causa de
extinción de las obligaciones.
11.- La resolución de una obligación se produce cuando
se cumple la condición resolutoria a que estaba sujeta.
12.- La rescisión puede ser de dos especies:
* Voluntaria, y entonces la obligación se extingue por
consentimiento del acreedor y del deudor.
* Forzosa, que sólo tiene aplicación en los contratos
bilaterales y que consiste en que, si una de las partes no
cumple su obligación, la otra parte puede pedir la rescisión
del contrato, extinguiéndose la obligación a cargo de la
segunda.
13.- La revocación es un medio de extinción de las
obligaciones unilaterales por voluntad del obligado, y sólo es
posible en los casos autorizados por la ley.
14.-. La denuncia se asemeja a la rescisión voluntaria en
cuanto que tiene como causa la voluntad, pero se diferencian
en que la rescisión voluntaria requiere el consentimiento del
acreedor y del deudor, en tanto que en la denuncia basta la
voluntad del obligado.
CUMPLIMIENTO DE LAS OBLIGACIONES MERCANTILES:

Hemos dicho que, cuando una obligación se cumple, se


dice que se paga.

El pago de las obligaciones mercantiles debe hacerse en


el tiempo designado en el contrato; en los contratos
mercantiles no se reconocen términos de gracia o
cortesía.

Si en el contrato no se fijó el tiempo en que debe hacerse


el pago, ni tampoco lo determina el Código de Comercio,
la obligación mercantil es exigible a los diez días después
de contraída si sólo produce acción ordinaria.
INCUMPLIMIENTO:

Si el deudor no cumple voluntariamente una


obligación mercantil, el acreedor tiene tres derechos:

a).- Exigir la ejecución forzosa para que el Poder


Público haga efectivo el cumplimiento de la
obligación.

b).- Exigir la reparación de los daños y perjuicios.

c).- Ejercitar determinadas acciones para conservar el


patrimonio del deudor.
LOS CONTRATOS
MERCANTILES
DEFINICION:

Los contratos son convenios que producen o transfieren las


obligaciones y derechos.

Los contratos son una especie del género convenios.

Convenio es el acuerdo de dos o más personas para crear,


transferir, modificar o extinguir obligaciones.

A su vez, el convenio es una especie de acto jurídico, que es la


manifestación de voluntad para producir efectos jurídicos.
Estos conceptos que ha elaborado el Derecho Civil, son
extensivos al Derecho Mercantil y podemos decir que los
contratos mercantiles son convenios que producen o
transfieren obligaciones y derechos de naturaleza mercantil.
ELEMENTOS DEL CONTRATO:

Consentimiento.- Quiere decir acuerdo de voluntades, y es el


elemento esencial del contrato.

Cuando el contrato se celebra entre presentes no es difícil


saber en qué momento se perfecciona el contrato, ya que éste
existe desde que las dos partes manifiestan su voluntad de
obligarse.
El problema surge cuando el contrato se celebra entre
ausentes, es decir, entre personas que no se encuentran una
en presencia de la otra.

“Los contratos mercantiles que se celebren por


correspondencia quedarán perfeccionados desde que se
conteste aceptando la propuesta o las condiciones con que
ésta fuere modificada.”
Objeto.- El objeto del contrato es la obligación y el
objeto de ésta es la prestación, que puede consistir en
dar, hacer o no hacer.

La cosa objeto de una obligación de dar debe llenar los


siguientes requisitos: existir en la naturaleza, ser
determinada o determinable en cuanto a su especie y
estar en el comercio.

El hecho positivo o negativo, objeto de las obligaciones


de hacer o de no hacer, debe ser posible y lícito.

“Las convenciones ilícitas no producen obligación ni


acción, aunque recaigan sobre operaciones de
comercio”.
Forma.- Cuando es indispensable para la
existencia del contrato, recibe el nombre
de solemnidad.

La regla general es que, en las


convenciones mercantiles, cada uno se
obliga en la manera y términos que
aparezca que quiso obligarse, sin que la
validez del acto comercial dependa de la
observancia de formalidades o requisitos
determinados.
VALIDEZ DE LOS CONTRATOS:

Los contratos son anulables si el consentimiento


está viciado por error, dolo o violencia o si
alguna de las partes contratantes es incapaz.

CLASIFICACIÓN:

Los contratos pueden clasificarse en los


siguientes grupos: unilaterales y bilaterales;
onerosos y gratuitos; conmutativos y aleatorios;
consensuales, reales y solemnes.
El contrato es unilateral cuando se obliga una sola de las
partes.

Ejemplo: el préstamo mercantil, el depósito bancario de


dinero.

Es bilateral cuando las dos partes se obligan


recíprocamente. Los contratos bilaterales también se
llaman sinalagmáticos.

Ejemplo: la compraventa mercantil, la cuenta corriente.

Son onerosos los contratos en que las partes estipulan


provechos y gravámenes recíprocos.

Ejemplo: la permuta mercantil.


Son gratuitos los contratos en que el provecho es
solamente de una de las partes.

Ejemplo: el comodato o préstamo de uso que se celebra


entre comerciantes.

Contratos conmutativos son aquéllos en que las


prestaciones que se deben las partes son ciertas desde
que se celebra el contrato, de tal surte que ellas pueden
apreciar inmediatamente el beneficio o la pérdida que
éste les cause.

Ejemplos: el contrato de transporte, de comisión y la


mayor parte de los contratos mercantiles.
El contrato es aleatorio cuando la prestación debida depende de un
acontecimiento incierto que hace que no sea posible la evaluación
de la ganancia o pérdida, sino hasta que ese acontecimiento se
realice. Ejemplo: el contrato de seguro respecto del asegurado. Esta
clasificación de contratos conmutativos y aleatorios sólo es aplicable
a los contratos onerosos.

Contratos consensuales son lo que se forman por el solo


consentimiento de las partes.
Ejemplo: la compraventa mercantil.

Contratos reales son los que, además del consentimiento, para su


perfeccionamiento requieren la entrega de las cosa. Ejemplo: el
depósito mercantil ordinario, el reporto.

Contratos solemnes son los que requieren determinada forma


externa prescrita por la ley, sin la cual el consentimiento no tiene
eficacia jurídica. Ejemplo: el contrato de sociedad mercantil.
COMPRAVENTA MERCANTIL
La compraventa es un contrato por el cual una
persona, llamada vendedor, se obliga a transferir
la propiedad de una cosa o de un derecho y otra,
llamada comprador, se obliga a pagar por ellos un
precio cierto y en dinero.

La compraventa mercantil cuando se hace con


propósito de especulación comercial; en otros
términos, son mercantiles las compraventas que
se efectúan con el propósito directo y preferente
de traficar (móvil del tráfico).
ELEMENTOS ESENCIALES DEL CONTRATO:

En el contrato de compraventa los elementos esenciales son:


consentimiento, cosa y precio.

CONSENTIMIENTO.-

La venta es un contrato consensual: la ley dispone que, por


regla general, la venta es perfecta y obligatoria desde que las
partes se ponen de acuerdo sobre la cosa y el precio, aunque
la primera no haya sido entregada ni el segundo satisfecho.

Las compraventas que se hacen sobre muestras o calidades


de mercancías determinadas y conocidas en el comercio, se
tienen por perfeccionadas por el solo consentimiento de las
partes.
COSA.-

La venta requiere la existencia de una cosa; si la cosa no


existe o si se perdió antes de la celebración del contrato, la
venta es inexistente por falta de objeto. El vendedor debe ser
propietario de la cosa que vende, pues la venta de cosa ajena
es nula.

PRECIO.-
El precio debe tener dos características: ser en dinero y ser
cierto, es decir, determinado o determinable. Si el precio de
la cosa vendida se paga parte en dinero y parte con el valor
de otra cosa, el contrato es de venta cuando la parte de
numerario es igual o mayor que la que se paga con el valor de
otra cosa. Si la parte en numerario es inferior, el contrato es
de permuta.
OBLIGACIONES DEL VENDEDOR:

Las principales obligaciones del vendedor son tres:

a).- Entregar al comprador la cosa vendida.

b).- Garantizar las calidades de la cosa.

c).- Prestar la evicción.- Hay evicción cuando el comprador es


privado de toda la cosa o de una parte de ella, por sentencia
ejecutoriada, en razón de algún derecho anterior a la
compra. El saneamiento es la obligación del vendedor de
indemnizar al comprador por los daños y perjuicios que éste
sufrió por la evicción. El vendedor, salvo pacto en contrario,
queda obligado en las ventas mercantiles a la evicción y
saneamiento.
OBLIGACIONES DEL COMPRADOR:

El comprador tiene dos obligaciones fundamentales:

a).- Pagar el precio.- Debe pagar el precio en el tiempo,


lugar y formar convenidos. A falta de convenio, debe
pagar el precio de contado. La demora en el pago del
precio lo obliga a pagar réditos al tipo legal sobre la
cantidad que adeude.

b).- Recibir la cosa.- El comprador está obligado a recibir


las mercancías compradas en la cantidad y plazos
determinados, pero no tiene obligación de recibirlas
fuera de ellos.
PERMUTA MERCANTIL
La permuta mercantil es un contrato por el cual cada uno de
los contratantes se obliga a dar una cosa por otra. Las dos
partes en este contrato reciben el nombre de permutantes.

Recuérdese que el contrato es de permuta aun cuando uno


de los permutantes dé una cosa y dinero, siempre que la
parte en numerario sea inferior al valor de la cosa.

Ejemplo: un comerciantes permuta un automóvil que vale


diez mil pesos por mercancías que se estiman en ocho mil
pesos más dos mil pesos en efectivo. Si la mercancía valiera
cinco mil pesos o menos, y el resto hasta completar los diez
mil pesos, se pagara en efectivo, el contrato sería de
compraventa.
TRANSPORTE MERCANTIL
El contrato de transporte es un convenio por el cual una
persona, llamada porteador, se obliga a transportar,
bajo su inmediata dirección o la de sus dependientes,
por tierra, por agua o por aire, a personas, animales,
mercaderías o cualesquiera otros objetos, mediante
una retribución.

El contrato de transporte puede clasificarse desde dos


puntos vista: atendiendo al medio empleado para hacer
el transporte, puede ser terrestre, fluvial, marítimo y
aéreo; atendiendo al objeto del transporte se divide en
transporte de personas y transporte de cosas.
El contrato de transporte por vías terrestre o
fluviales se considera mercantil en los
siguientes casos:

1.- Cuando tiene por objeto mercaderías o


cualesquiera efectos de comercio.
2.- Cuando el porteador es comerciante.
3.- Cuando el porteador se dedica
habitualmente a efectuar transportes para el
público.
4.- Cuando el porteador es una empresa de
transporte.
Los elementos personales del contrato, que son: el
cargador, el porteador, y el consignatario; los
elementos objetivos que son la cosa porteada y el
precio del transporte; y el elemento formal
representado por la carta de porte.

*El cargador es la persona que entrega la cosa para su


traslado a otro lugar.

*El porteador es la persona que se obliga a hacer el


transporte.

*El consignatario o destinatario es la persona a quien


van dirigidas las mercancías.
PRECIO DEL TRANSPORTE:

El precio del transporte es la cantidad de dinero


que el porteador recibe en compensación a sus
servicios.

CARTA DE PORTE:

La carta de porte es un título de crédito que el


porteador expide al cargador al recibir la
mercancía porteada y que da derecho al tenedor
legítimo a recoger la mercancía porteada en el
lugar de destino.
La carta de porte debe extenderse en libros talonarios y tener los
siguientes requisitos:

a).- Nombre y domicilio del cargador.


b).- Nombre y domicilio del porteador.
c).- Nombre y domicilio del consignatario, o la mención de que la
carta es al portador. La carta de porte puede ser nominativa (no
negociable), a la orden y al portador.
d).- La designación de los efectos, con expresión de su calidad
genérica, de su peso y de las marcas o signos exteriores de los
bultos en que se contengan.
e) El precio del transporte.
f).- La fecha en que se hace la expedición.
g).- El lugar de la entrega al porteador.
h).- El lugar y el plazo en que habrá de hacerse la entrega al
consignatario.
i).- La indemnización que el porteador deba cubrir en caso de
retardo, si sobre este punto media algún pacto.
RESCISIÓN DEL CONTRATO:

El contrato de transporte es rescindible, a


voluntad del cargador, antes o después de
comenzarse el viaje.

En el primer caso, debe pagar al porteador la


mitad y en el segundo, la totalidad del porte.
Además, el cargador queda obligado a recibir los
efectos en el punto y en el día en que se efectúe
la rescisión. Si no cumple con esa obligación, o
no cubre el porte al contado, no queda
rescindido.
CONTRATO DE SEGURO
El contrato de seguro y las instituciones
que lo practican, se rigen por los siguientes
ordenamientos:

• Ley sobre el Contrato de Seguro.

• Ley General de Instituciones y


Sociedades Mutualistas de Seguros.
DEFINICIÓN:

El contrato de seguro es un convenio por el cual una


empresa aseguradora se obliga, mediante una prima, a
resarcir un daño o a pagar una suma de dinero al realizarse
la eventualidad prevista en el contrato.

Ejemplo: El propietario de un edificio celebra un contrato


con una sociedad aseguradora en virtud del cual el primero
se obliga a pagar una prima anual, y la segunda, a pagarle
dos mil millones de pesos en caso de destrucción total del
edificio por incendio o el importe de las pérdidas.

Una persona se obliga a pagar una prima anual y la


sociedad aseguradora se obliga a cubrir cien millones de
pesos a los hijos del asegurado a la muerte de éste.
Los elementos del contrato de seguro son de tres especies:
personales, reales y formales.

ELEMENTOS PERSONALES.- En el contrato de seguro son


elementos personales el asegurador, el asegurado, y en algunos
contratos, el beneficiario.

El asegurador es el contratantes que se compromete a pagar la


cantidad de dinero convenida en caso de que se realice la
eventualidad prevista en el contrato.

El asegurado es una persona, física o moral que se obliga a pagar


la prima y que tienen cierto interés respecto a la realización del
riesgo.

El beneficiario es un tercero que se designa en algunos contratos


para que reciba el importe del seguro, especialmente en los
contratos de seguros de vida.
ELEMENTOS REALES.-

Estos son el objeto del seguro, el riesgo y la prima.

El objeto del seguro puede ser una persona o una


cosa expuesta a un riesgo.

El riesgo es la eventualidad que, como tal, puede


ocurrir o no; cuando la eventualidad se efectúa
recibe el nombre de siniestro.

La prima o cuota es la cantidad de dinero que el


asegurador recibe del asegurado.
ELEMENTO FORMAL.-

El contrato de seguro debe constar


por escrito; el contrato queda
formalizado con la solicitud escrita
del asegurado y con el documento
que la empresa aseguradora
entrega al asegurado y que recibe
el nombre de póliza.
La póliza debe contener:

a).- Los nombres y domicilios de los contratantes


y la firma de la empresa aseguradora.
b).- La designación de la cosa o de la persona
asegurada.
c).- La naturaleza de los riesgos garantizados.
d).- El momento a partir del cual se garantiza el
riesgo y la duración de esta garantía.
e).- El monto de la garantía.
f).- La cuota o prima del seguro.
g).- Las demás cláusulas legales o convencionales.
NATURALEZA JURIDICA DEL CONTRATO:

El contrato de seguro es bilateral; el asegurado se obliga


a pagar la prima y, la empresa aseguradora, a indemnizar
un daño, o a entregar una suma de dinero al ocurrir el
siniestro.

Es oneroso, puesto que el asegurador y el asegurado


estipulan provechos y gravámenes recíprocos.

La obligación de la empresa aseguradora de pagar el


importe del seguro no es una obligación pura y simple,
sino sujeta a condición suspensiva (que se realice el
siniestro) o a términos suspensivo (que muera el
asegurado).
CLASIFICACIÓN:

El contrato de seguro nació y evolucionó como una


institución del Derecho Marítimo. Actualmente,
cualquier riesgo puede ser materia de seguro.

La Ley General de Instituciones y Sociedades


Mutualistas de Seguros clasifica las operaciones de
seguros en los siguientes ramos:

a).- Vida.
b).- Accidentes y enfermedades.
c).- Responsabilidad civil y riesgos profesionales.
d).- Marítimo y de transportes.
e).- Incendio.
f).- Agrícola.
g).- Automóviles.
h).- Crédito.- para el pago de la indemnización
de una parte proporcional de las pérdidas que
sufra el asegurado a consecuencia de la
insolvencia de sus clientes deudores por créditos
comerciales.
i).- Diversos.- para el pago de la indemnización
debida por daños o perjuicios ocasionados a
personas o cosas por cualquiera otra
eventualidad.
Los ramos anteriores se clasifican en dos grandes
grupos:

I.- Seguros de las personas.- que comprenden todos


los riesgos que pueden afectar a la persona del
asegurado en su existencia, integridad personal,
saludo o vigor vital, o sea los ramos de vida y de
accidentes y enfermedades.

II.- Seguros contra los daños.- que pueden tener por


objeto todo interés económico que tenga una
persona en que no se produzca un siniestro, y que
comprenden todos los demás ramos.
PRESCRIPCIÓN.-

El crédito que resulta de los diversos contratos


de seguro vence y se hace exigible treinta días
después de la fecha en que la empresa haya
recibido los documentos e información que le
permitan conocer el fundamento de la
reclamación.

Todas las acciones que se derivan de un contrato


de seguro prescriben en dos años contados
desde la fecha del acontecimiento que les dio
origen.
DEPÓSITO MERCANTIL
El depósito es un contrato por el cual el
depositario se obliga a guardar y conserva
una cosa, mueble o inmueble, que el
depositante le confía y a devolverla cuando
éste se la pida.

El depósito es mercantil si las cosas


depositadas son objeto de comercio o si el
depósito se hace a consecuencia de una
operación mercantil.
Ejemplo: un comerciante da a guardar a otro
títulos de crédito; el depósito es mercantil
porque los títulos de crédito son cosas
mercantiles.

Se celebra una operación de compraventa


mercantil y en virtud de que el comprador no
tiene local para guardar la mercancía
comprada, el vendedor acepta quedar como
depositario de ella; el depósito es mercantil
por estar relacionado con una compraventa
comercial.
CLASIFICACIÓN.-

El depósito mercantil es un contrato real, pues se


perfecciona con la entrega al depositario de la
cosa depositada. Es un contrato naturalmente
oneroso, pues el depositario tiene derecho a
exigir retribución por el depósito, ya sea la
estipulada en el contrato o, en su defecto, la que
se fije según los usos de la plaza en que se
constituyó el depósito.

El depósito mercantil puede ser gratuito, si así se


estipula expresamente.
OBLIGACIONES DEL DEPOSITARIO
Las principales obligaciones del depositario
son los siguientes:

I.- Conservar la cosa. El depositario está


obligado a conservar la cosa objeto del
depósito, según la reciba.

II.- Restituir la cosa. El depositario debe


devolver la cosa, con los documentos, si los
tiene.
DEPÓSITOS DE DINERO.-

Cuando los depósitos son de dinero, con


especificación de las monedas que los
constituyen, o cuando se entregan
cerrados y sellados, los aumentos o bajas
que su valor experimente son de cuenta
del depositante.
DISPOSICIÓN DE LA COSA DEPOSITADA.-

Hemos dicho que el depositario no puede disponer de la


cosa depositada.

Si con el consentimiento del depositante dispone el


depositario de las cosas que son objeto del depósito, ya
sea para sí o sus negocios, ya para operaciones que
aquél le encomiende, cesan los derechos y obligaciones
propios del depositante y depositario y surgen los del
contrato que se celebre.

El depositario que dispone de la cosa depositada sin


consentimiento del depositante, comete el delito de
abuso de confianza.
DEPÓSITO BANCARIO DE DINERO
El depósito bancario de dinero es un contrato por el cual
el depositante entrega una suma de dinero a una
institución de crédito para su guarda y custodia, o
transmitiéndole la propiedad con obligación del
depositario de restituir la suma depositada en la misma
especie. Sólo los depósitos recibidos por instituciones de
crédito tienen el carácter de depósitos bancarios de
dinero; los demás depósitos se rigen por el Derecho
Común, cualquiera que sea el depositario.

El depósito bancario de dinero puede clasificarse desde


los siguientes puntos de vista: por su naturaleza, por el
depositante y por su forma de retiro.
POR SU NATURALEZA.-

Como se desprende de la definición misma, el depósito


bancario de dinero puede ser de dos especies: depósito
regular y depósito irregular.

a).- Es regular el depósito que se constituye en caja, saco o


sobre cerrados, pues no transfiere la propiedad al
depositario, y su retiro queda sujeto a los términos y
condiciones que se señalen en el contrato.

b).- Recibe el nombre de depósito irregular el depósito de


una suma determinada de dinero, en moneda nacional o en
divisas o monedas extranjeras, en que se transfiere la
propiedad a la institución depositaria, la cual queda obligada
a restituir la suma depositada, en la misma especie.
El depósito irregular se diferencia fundamentalmente del depósito
regular en que, en el primero, la institución depositaria adquiere la
propiedad de la suma de dinero depositada.

POR EL DEPOSITANTE.-

Según que el depositante sea una persona de Derecho Público o de


Derecho Privado, los depósitos se clasifican en públicos y privados.
Son públicos los depósitos que se constituyen por la Federación, los
Estados o los Municipios. El Banco de México es el depositario de
todos los fondos de que no haga uso inmediato el Gobierno Federal
y todos los fondos que por cualquier concepto posean o manejen
los departamentos, oficinas, organizaciones y empresas que
dependen del Gobierno Federal, o en los que éste tiene
participación o intervención deben ser depositados en el Banco de
México. Son privados los depósitos constituidos por particulares,
comerciantes, sociedades, instituciones de créditos, etc.
POR SU FORMA DE RETIRO.-

Este grupo podemos subdividirlo en dos:

• En cuanto al tiempo.- Los depósitos bancarios de dinero


pueden retirarse en cualquiera de estas tres formas:

• A la vista: El depósito es retirable a la vista cuando la


institución depositaria se obliga a restituir la suma
depositada en el momento en que lo pide el
depositante.
• A plazo: Los depósitos a plazo son aquellos en que se
estipula que el depositante no podrá retirar la suma
depositada sino transcurrido determinado plazo o hasta
una fecha determinada.
• Previo aviso.- El depósito es retirable con previo
aviso cuando se estipula que el depositante sólo
podrá disponer de la suma depositada cuando
transcurra cierto tiempo a partir de la notificación
que haga a la institución depositaria.

Ejemplo: Se constituye un depósito bancario


retirable con previo aviso de 15 días. Para que el
depositante pueda retirar los fondos necesita
comunicarlo por escrito a la institución depositaria y
esperar a que transcurran 15 días a partir del aviso;
mientras no se da el aviso el plazo no principia a
correr.
EN CUANTO AL NUMERO DE DEPOSITANTES.-

El depósito bancario de dinero puede celebrarse por


uno o varios depositantes y de ahí que se clasifique en
depósitos individuales y depósitos colectivos.

Depósitos individuales.- Son aquéllos en que el


depositante es una sola persona y no ofrecen ningún
problema especial.

Depósitos colectivos.- Son lo que se constituyen por


varias personas simultáneamente. (depósitos
mancomunados, depósitos solidarios y depósitos
conjuntos.
DERECHOS DE GUARDA E INTERESES.-

Cuando el depósito es irregular, el depositante recibe


un servicios de la institución depositaria que debe
custodiar y cuidar de la caja, saco o sobre cerrados; por
este servicio la institución depositaria exige una
compensación llamada derechos de guarda, cuya
cuantía depende de la duración del depósito.

Estos depósitos son depósitos bancarios de dinero con


interés capitalizable, y se comprueban con anotaciones
en la libreta especial que las instituciones depositarias
deben proporcionar gratuitamente a los depositantes.
DEPÓSITO DE MERCANCÍAS EN
ALMACENES GENERALES DE DEPÓSITO
El depósito de mercancías en Almacenes Generales de
Depósito, es el contrato por el cual una persona entrega
bienes o mercancías, para su guarda, a un Almacén
General de Depósito, mediante una retribución.

CLASIFICACIÓN.-
El depósito de mercancías en Almacenes Generales de
Depósito produce efectos jurídicos diversos según que
se trate de mercancías o bienes individualmente
designados o de mercancías o bienes genéricamente
designados.
MERCANCÍAS O BIENES INDIVIDUALMENTE DESIGNADOS.-

En el caso de depósito de mercancías o bienes individualmente


designados, los Almacenes Generales de Depósito, en su carácter
de depositarios, tienen las siguientes obligaciones:
I.- Conservar los bienes. Los Almacenes deben guardar las
mercancías o bienes depositados por todo el tiempo que se
estipule como duración para el depósito.
II.- Restituir los bienes. Los Almacenes están obligados a restituir
los mismos bienes o mercancías depositados, en el estado en que
los recibieron. Es decir, el depositante no transfiere al Almacén
depositario la propiedad de los bienes depositados, por lo que el
contrato tiene efectos semejantes al depósito civil y al depósito
mercantil ordinario.
III.- Responder de los daños que sufran los bienes. Esta
responsabilidad está limitada a los daños que se deriven de culpa
del Almacén.
DURACIÓN DEL DEPÓSITO.-

La duración del depósito de mercancías o bienes


se establece libremente entre los Almacenes y el
depositante.

Sólo en el caso de que se trate de mercancías o


bienes sujetos al pago de impuestos o pensiones
fiscales de cualquier clase, la duración del
depósito no debe exceder del término que al
efecto señale la Secretaría de Hacienda, o del
plazo de 2 años, cuando no existe término
especialmente señalado.
PRÉSTAMO MERCANTIL

Bajo la denominación genérica de préstamos se


comprenden dos contratos diversos: el mutuo y el
comodato.

El mutuo es un contrato por el cual el mutuante se


obliga a transferir la propiedad de una suma de dinero o
de otras cosas fungibles al mutuario, quien se obliga a
devolver otro tanto de la misma especie y calidad.

El comodato es un contrato por el cual el comodante se


obliga a conceder gratuitamente el uso de una cosa no
fungible y el comodatario contrae la obligación de
restituirla individualmente.
Ejemplos de mutuo: una persona entrega a otra cien
pesos para que disponga de ellos y le devuelva igual
cantidad de dinero dentro de dos meses más un
interés de dos pesos; un comerciante entrega a otro
un barril de vino, transmitiéndole la propiedad, y el
que lo recibe se obliga a devolver cantidad igual de
vino de la misma clase a los seis meses.

Ejemplo de comodato: el empresario de una fábrica


de bebidas gaseosas entrega a un comerciante un
refrigerador para que lo use durante el tiempo en
que expenda los productos de la fábrica, sin cobrarle
ninguna compensación.
Los dos contratos ofrecen entre sí las siguientes
diferencias: el muto tiene por objeto cosas
fungibles y el comodato cosas no fungibles; en
el mutuo se transmite al mutuario la propiedad
de las cosas y puede disponer de ellas; en el
comodato no se transmite al comodatario la
propiedad de la cosa y sólo puede usar de ella;
el mutuo puede ser gratuito u oneroso (con
interés), el comodato es por esencia gratuito. El
mutuo también recibe el nombre de préstamo
de consumo y el comodato, el de préstamo de
uso.
PRESTAMO MERCANTIL.-

El Código de Comercio habla de préstamo mercantil,


tomándolo en el sentido de mutuo mercantil. El mutuo
o préstamo es mercantil en dos casos:

a).- Cuando se celebra entre comerciantes.

b).- Cuando la cosa prestada se destina a actos de


comercio. El Código de Comercio dice textualmente:
“Se reputa mercantil el préstamo cuando se contrae en
el concepto y con expresión de que las cosas prestadas
se destinan a actos de comercio y no para necesidades
ajenas a éste”.
DEVOLUCIÓN DE LA COSA PRESTADA.-

El préstamo mercantil, como el muto civil, puede tener por objeto


dinero u otras cosas fungibles y la principal obligación del deudor
es devolver otro tanto de la misma especie y calidad, de acuerdo
con las siguientes reglas:

a).- Consistiendo el préstamo en dinero, el deudor paga


devolviendo una cantidad igual a la reciba conforme a la Ley
Monetaria vigente al tiempo de hacerse el pago, sin que esta
prescripción sea renunciable.
b).- En los préstamos de títulos o valores el deudor paga
devolviendo otros tantos de la misma clase e idénticas condiciones,
o sus equivalentes, si aquéllos se hubiesen extinguido, salvo pacto
en contrario.
c).- Si los préstamos son de otros bienes fungibles, el deudor debe
devolver igual cantidad en la misma especie y calidad, o su
equivalente en metálico si se hubiese extinguido la especie debida.
ÉPOCA DE PAGO.-

El deudor debe devolver lo prestado en el plazo


convenido. Si en el contrato no se fijó plazo, el deudor
no está obligado a pagar sino después de los treinta días
siguientes a la interpelación que le haga el acreedor.

La interpelación, o sea el requerimiento para el pago,


debe hacerse judicialmente, o en lo extrajudicial ante un
notario o dos testigos.

Si el deudor demora el pago, debe cubrir intereses


moratorios desde el día siguiente al vencimiento. A falta
de pacto expreso, los intereses moratorios se causan a
razón del 6% anual.
INTERESES.-

Hemos dicho que el préstamo mercantil, como el


mutuo civil, puede ser gratuito u oneroso. Cuando es
oneroso, la retribución que el deudor paga al acreedor
por la disposición de la cosa prestada recibe el nombre
de interés. Está permitidos estipular interés por el
préstamo, ya consista en dinero, ya en géneros. Toda
prestación pactada a favor del acreedor, que conste
precisamente por escrito, se considera interés.
El interés es legal o convencional. El interés legal es el
9% anual; el interés convencional es el que fijen los
contratantes.
Recuérdese que en el préstamo mercantil el interés
legal para el caso de mora es el 6% anual.
PRESUNCIÓN DE PAGO.-

Ejemplo: Una persona recibió un


préstamo de mil pesos y debe doscientos
más por intereses; el deudor hace un pago
de cien pesos, sin haber habido convenio
respecto a si esa cantidad se aplicaría a
capital o a intereses. La Ley resuelve el
caso en el sentido de que ese pago debe
aplicarse a los intereses primeramente
causados.
APERTURA DE CRÉDITO
La apertura de crédito es un contrato por el cual el
acreditante se obliga a poner una suma de dinero a
disposición del acreditado, o a contraer una
obligación por cuenta de éste, para que el mismo
haga uso del crédito concedido en la forma y en los
términos y condiciones convenidos, quedando
obligado el acreditado a restituir al acreditante las
sumas de que disponga, o a cubrirlo oportunamente
por el importe de la obligación que contrajo, y en
todo caso a pagarle los intereses, prestaciones,
gastos y comisiones que se estipulan.
De la anterior definición se desprenden que el contrato
de apertura de crédito puede tener dos variedades:

a).- El acreditante se obliga a poner a disposición del


acreditado una suma de dinero para que éste disponga
de ella en la forma, términos y condiciones convenidos,
y el acreditado se obliga a restituir las sumas de que
disponga y a pagar los intereses y demás prestaciones
que se estipulen. El acreditado puede disponer a la vista
de la suma objeto del contrato, salvo pacto en
contrario. En consecuencia, si el acreditante es una
institución de crédito puede estipularse que el
acreditado haga uso del crédito mediante cheques que
expida a cargo de aquélla.
b).- El acreditante se obliga a contraer una obligación por cuenta del
acreditado en la forma, términos y condiciones convenidos y el
acreditado, a cubrir al acreditante oportunamente por el importe de la
obligación que contrajo y pagarle las prestaciones estipuladas. Así, por
ejemplo, el acreditante puede obligarse a aceptar u otorgar letras de
cambio, a suscribir pagarés, a prestar su aval y, en general, a aparecer
como endosante o signatario de un título de crédito por cuenta del
acreditado. En tal caso, y salvo convenio en contrario, el acreditado
queda obligado a constituir en poder del acreditante la provisión de
fondos suficientes a más tardar el día hábil anterior a la fecha en que el
documento aceptado, otorgado o suscrito deba hacerse efectivo. La
aceptación, el endoso, el aval o la suscripción del documento, así como
la ejecución del acto de que resulte la obligación que contraiga el
acreditante por cuenta del acreditado, disminuyen desde luego el saldo
del crédito, a menos que se estipule otras cosa; el acreditado sólo está
obligado a devolver las cantidades que realmente supla el acreditante al
pagar las obligaciones que así hubiere contraído, y a cubrirle
únicamente los intereses que corresponden a tales sumas.
APLICACIÓN PRÁCTICA.-

La apertura de crédito en que el acreditante se obliga


a poner una suma de dinero a disposición del
acreditado es de uso frecuente en aquellos casos en
los cuales un comerciante o un industrial necesita
dinero para hacer frente a las necesidades de su
empresa, pero no conoce exactamente el monto de
las cantidades que necesitará ni la fecha precisa en
que tendrá que efectuar ciertos pagos o en los que,
conociendo exactamente el monto y fecha de las
obligaciones a su cargo, desea tener la seguridad de
que en su oportunidad contará con los fondos
necesarios para hacer el pago.
La apertura de crédito en que el acreditante se obliga a
contraer una obligación por cuenta del acreditado está
indicada en los casos en que trata de asegurarse el
cumplimiento de una obligación. Supóngase que el
comerciante A compra mercancías al industrial B y que se
le concede un plazo de tres meses para pagar el precio;
pero B, que es la primera vez que entra en relación de
negocios con A y del que no tiene referencias, le exige,
para conceder el plazo para el pago, que una institución
de crédito suscriba un pagaré a tres meses por el importe
de la mercancía. El comerciante A celebraría un contrato
de apertura de crédito con un banco, en el cual éste se
obligaría a suscribir el pagaré por cuenta de A y a la orden
de B; A quedaría obligado a entregar al Banco el importe
del pagaré el día anterior a su vencimiento.
CLASIFICACIÓN.-

La apertura de crédito puede ser simple o en cuenta


corriente.

En la apertura de crédito simple el acreditado no puede hacer


remesas en abono de su cuenta antes del vencimiento del
plazo fijado para la devolución de las sumas de que dispuso, y
en caso de que lo haga, no puede retirarlas nuevamente.

La apertura de crédito en cuenta corriente cuando el


acreditado tiene derecho para hacer remesas, antes de la
fecha fijada para la liquidación, en reembolso parcial o total
de las disposiciones que previamente haya hecho, quedando
facultado, mientras el contrato no concluya, para disponer, en
la forma pactada, del saldo que resulte a su favor.
Es preciso no confundir el contrato de apertura de
crédito en cuenta corriente con otros contratos que
tienen nombres semejantes: la cuenta corriente y el
depósito bancario de dinero en cuenta corriente.
El contrato de cuenta corriente es un contrato especial y
se caracteriza principalmente por la reciprocidad de las
remesas que se hacen los cuentacorrientistas.
El depósito bancario de dinero en cuenta corriente es el
depósito a la vista, en cuenta de cheques, en donde el
depositante tiene derecho a hacer libremente remesas
en efectivo para abono de su cuenta y a hacer remesas
en títulos de crédito con autorización de la institución
depositaria, y a disponer, total o parcialmente, de la
suma depositada, mediante cheques.
IMPORTE DEL CRÉDITO.-

El importe del crédito es el monto de las sumas que


el acreditante se obliga a poner a disposición del
acreditado o la cuantía de las obligaciones que se
obliga a contraer por cuenta del mismo acreditado.

DURACIÓN.-

El acreditado tiene derecho a hacer uso del crédito


en el plazo estipulado en el contrato y el plazo
puede reducirse a voluntad de cualquiera de las
partes, si así se convino.
DENUNCIA.-

La apertura de crédito es uno de los contratos que pueden


denunciarse.

Se mencionó la denuncia como una de las causas que


extinguen las obligaciones y se indicó que consiste en que
una de las partes dé por terminado un contrato bilateral,
por su sola voluntad, aun cuando la otra parte esté
cumpliendo las obligaciones a su cargo.
El acreditante y el acreditado pueden convenir en que
cualquier, o uno solo de ellos, estará facultado para
denunciar el contrato a partir de una fecha determinada o
en cualquier tiempo, mediante aviso dado a la otra parte en
los mismos términos indicado en el párrafo anterior.
OBLIGACIONES DEL ACREDITADO.-

I.- Devolver las sumas de que dispuso o reintegrar las


cantidades que el acreditante pagó por cuenta del
mismo acreditado.

II.- Pagar al acreditante los intereses, prestaciones,


gastos y comisiones estipulados. Los intereses son las
cantidades que el acreditado pago como compensación
por el disfrute de las cantidades de dinero que le
entregó al acreditante o que éste pagó por cuenta del
acreditado. Los intereses sólo se causan sobre las
sumas de que disponga el acreditado o sobre las que
realmente supla el acreditante.
GARANTÍAS.-

La apertura de crédito simple y la apertura de crédito en


cuenta corriente pueden pactarse con garantía personal o
real para asegurar el cumplimiento de las obligaciones a
cargo del acreditado. La garantía personal es la fianza, en
virtud de la cual una persona se obliga a pagar en caso de
que el acreditado no lo haga. La garantía real puede
consistir en prenda o hipoteca. La garantía se entiende
extendida, salvo pacto en contrario. A las cantidades de
que el acreditado haga uso dentro de los límites del
crédito.

La apertura de crédito, simple o en cuenta corriente, que


no tiene garantía se llama comúnmente apertura de
crédito en descubierto.
EXTINCIÓN DEL CRÉDITO.-

La extinción del crédito hace cesar el derecho del


acreditado para hacer uso de él, en lo futuro. El crédito
que se concede en virtud de una apertura de crédito se
extingue por las siguientes causas:

a).- Por haber dispuesto el acreditado de la totalidad del


importe del crédito, a menos que éste se haya abierto
en cuenta corriente.

b).- Por la expiración del término convenido, o por la


notificación de haberse dado por concluido el contrato
cuando no se hubiere fijado plazo.
c).- Por la denuncia del contrato.

d).- Por la falta o disminución de las garantías pactadas a


cargo del acreditado, ocurridas con posteridad al
contrato, a menos que el acreditado suplemente o
sustituya debidamente la garantía en el término que se
convenga.

e).- Por hallarse cualquiera de las partes en estado de


suspensión de pagos, de liquidación judicial o de quiebra.

f).- Por la muerte, interdicción, inhabilitación o ausencia


del acreditado, o por la disolución de la sociedad a cuyo
favor se hubiere concedido el crédito.
TARJETA DE CRÉDITO

La tarjeta de crédito constituye un medio


de pago equivalente a dinero en efectivo
en la compra de bienes o servicios, y surge
de acuerdo con la Ley General de Títulos y
Operaciones de Crédito, de un contrato de
apertura de crédito en cuenta corriente,
otorgado al tarjetahabiente por el banco o
empresa emisora de la tarjeta.
Antecedentes.-

Los orígenes de la tarjeta de crédito son europeos, donde


algunos hoteles concedían créditos a sus clientes más
importantes, quienes firmaban una factura por el servicio de
hospedaje recibido. Posteriormente, ésta era enviada a su
domicilio para su cobro.

Esta forma de crédito apareció en Estados Unidos cuando ciertas


empresas petroleras comenzaron a entregar una tarjeta a sus
cliente donde asentaban todos los datos de éstos, así como el
límite del crédito.

La emisión de tarjeta de crédito no es exclusiva de los banco, ya


que también son expedidas por establecimientos mercantiles o
comerciales, dentro de los que destacan los grandes almacenes
departamentales.
CLASIFICACIÓN.-

De acuerdo con lo anterior, las tarjetas de


crédito se clasifican por su emisión en
indirectas o bancarias y directas o comerciales.

OBJETO.

Consiste en el crédito otorgado en cuenta


corriente para que el acreditado pueda
disponer de él cuando así lo desee.
CRÉDITOS DE HABILITACIÓN O AVÍO Y
REFACCIONARIOS
El contrato de crédito de habilitación o avío es un
convenio por el cual el acreditante se obliga a poner
una suma de dinero a disposición del acreditado y éste,
a su vez, queda obligado a invertir el importe del
crédito precisamente en la adquisición de las materias
primas y materiales, y en el pago de los jornales,
salarios y gastos directos de explotación indispensables
para los fines de su empresa, así como a restituir al
acreditante las sumas de que dicho acreditado dispuso
y a pagarle los intereses, gastos y comisiones
estipulados.
El contrato de crédito refaccionario es un convenio
por el cual el acreditante se obliga a poner una suma
de dinero a disposición del acreditado y éste, a su
vez, queda obligado a invertir el importe del crédito
precisamente en la adquisición de aperos,
instrumentos, útiles de labranza, abonos, ganado o
animales de cría; en la realización de plantaciones o
cultivos cíclicos o permanentes; en la apertura de
tierras para el cultivo, en la compra o instalación de
maquinaria y en la construcción o realización de
obras materiales necesarias para el fomento de su
empresa, así como a restituir al acreditante las
sumas de que dicho acreditado dispuso y a pagarle
los intereses, gastos y comisiones estipuladas.
En el contrato de crédito refaccionario también
puede pactarse que parte del importe del crédito se
destine a cubrir las responsabilidades fiscales que
pesen sobre la empresa del acreditado o sobre los
bienes que éste use con motivo de la misma, al
tiempo de celebrarse el contrato, y que parte de ese
importe se aplique a pagar las deudas del
acreditado por gastos de explotación o por la
compra de bienes muebles o inmuebles o de la
ejecución de las obras mencionadas en el párrafo
anterior, siempre que los actos u operaciones de
que procedan tales adeudos se hayan realizado
dentro del año anterior a la fecha del contrato.
SEMEJANZAS Y DIFERENCIAS
Los contratos de crédito de habilitación o avío y
de crédito refaccionario tienen un elemento
esencial común: el importe del crédito debe
invertirse necesariamente en los objetos
determinados en el contrato.

Esto los diferencia del contrato de apertura de


crédito, en donde no es de la esencia de la
operación que se estipule inversión determinada
que el acreditado deba dar al importe del
crédito.
Ahora bien, el contrato de crédito de habilitación o avío sólo
se diferencia del contrato de crédito refaccionario en la
distinta inversión que puede darse al importe del crédito en
uno y en otro.
Para distinguir estos contratos podemos recurrir a dos
conceptos económicos: capital fijo y capital circulante. En
términos generales, el contrato es de habilitación o avío
cuando el importe del crédito debe invertirse en capital
circulante, o sea, en bienes que se agotan en un solo acto
productivo; el contrato es refaccionario cuando la inversión
tiene que hacerse en capital fijo, es decir, en bienes que
intervienen en varios actos productivos desgastándose
parcialmente, o cuando el importe del crédito se aplica a
amortizar adeudos del acreditado. Como decimos, éste no es
sino un criterio general y se reconoce que “es difícil establecer
con precisión, fuera de unos cuantos casos tipo, la diferencia
existente entre estas formas de crédito”.
FORMA.-

Los contratos de crédito refaccionario o de


habilitación o avío deben consignarse en escrito
privado en el que se haga constar: el objeto de la
operación, la duración y la forma en que el
acreditado podrá disponer del crédito materia del
contrato; los bienes que se afecten en garantía y los
demás términos y condiciones del contrato.

Los contratos de habilitación o de refacción no


surten efectos contra terceros, sino desde la fecha y
hora de su inscripción en el Registro.
OBLIGACIONES DEL ACREDITANTE.-

a).- Entregar al acreditado las sumas convenidas en los términos


señalados en el contrato.
b).- Vigilar la inversión.- El acreditante debe cuidar de que el importe
del crédito se invierta precisamente en los objetos determinados en
el contrato.

OBLIGACIONES DEL ACREDITADO.-

I.- Invertir los fondos en los objetos determinados en el contrato.


II.- Atender su negociación con la diligencia debida.
III.- No traspasar la propiedad o negociación para cuyo fomento se
haya otorgado el crédito, sin consentimiento previo del acreditante.
IV.- Dar al interventor las facilidades necesarias para que cumpla su
función.
V.- Devolver al acreditante las sumas que proporcionó y pagarle los
intereses, gastos y comisiones convenidos.
GARANTÍAS.-

Los créditos de habilitación o avío garantizados con


las materias primas y materiales adquiridos, y con
los frutos, productos o artefactos que se obtengan
con el crédito, aunque éstos sean futuros o
pendientes.
Los créditos refaccionarios quedan garantizados,
simultánea o separadamente, con las fincas,
construcciones, edificios, maquinaria, aperos,
instrumentos, muebles y útiles, y con los frutos o
productos futuros, pendientes o ya obtenidos, de la
empresa a cuyo fomento haya sido destinado el
crédito.
Si la garantía de los créditos de habilitación
o refaccionarios recae sobre bienes
muebles tiene el carácter de prenda.

En estos casos la prenda puede quedar en


poder del acreditado y éste se considera,
para los fines de la responsabilidad civil y
penal correspondiente, como depositario
judicial de los frutos, productos, ganados,
aperos y demás muebles dados en prenda.
En los créditos refaccionarios, la garantía que se
constituye sobre fincas, construcciones, edificios y
muebles inmovilizados, comprende:

a).- El terreno constitutivo del predio.


b).- Los edificios y cualesquiera otras construcciones
existentes al tiempo de otorgarse el crédito, o edificados
con posterioridad a él.
c).- Las acciones y mejora permanentes.
d).- Los muebles inmovilizados y los animales fijados en el
documento en que se consigne el crédito, como pie de
cría en los predios rústicos destinados total o
parcialmente al ramo de garantía.
e).- La indemnización eventual que se obtenga por seguro
en caso de destrucción de dichos bienes.
PRIVILEGIOS.-

La Ley establece dos clases de privilegios en favor de quienes


otorguen créditos de habilitación o avío y refaccionarios:

Preferencia.- Los créditos de habilitación o avío, debidamente


registrados, se pagan con preferencia a los refaccionarios, y
ambos con preferencia a los hipotecarios inscritos con
posterioridad.

Reivindicación.- El acreditante puede reivindicar los frutos o


productos dados en prenda de un crédito de habilitación o
refaccionario, contra quienes los hayan adquiridos
directamente del acreditado o contra los adquirentes
posteriores que hayan conocido o debido conocer la prenda
constituida sobre ellos.
MOVILIZACIÓN DEL CRÉDITO.-

El acreditado puede otorgar a la orden del


acreditante pagarés que representan las
disposiciones que haga del crédito concedido,
siempre que los vencimientos de esos pagarés
no sean posteriores al del crédito, que se haga
constar en ellos su procedencia de una
manera tal que queden suficientemente
identificados, y que revelen las anotaciones
de registro del crédito original.
FIDEICOMISO
El fideicomiso es un contrato por el cual un persona
destina ciertos bienes a un fin lícito determinado,
encomendando la realización de ese fin a una
institución fiduciaria.

La persona que destina los bienes de su propiedad a


un fin recibe el nombre de fideicomitente; la
institución de crédito a la que se encomienda la
realización del fin se llama institución fiduciaria o de
fideicomiso; las personas que reciben el provecho
que el fideicomiso implica se denominan
fideicomisarios.
Ejemplo: Una persona destina un inmueble
para que, con los productos de éste, se
cubran los gastos que demande a
educación de un menor de edad, y
encomienda la administración del bien y la
realización del fin a una institución
fiduciaria.

El contrato de fideicomiso se encuentra


reglamentado, en su aspecto sustantivo,
por la Ley de Títulos y Operaciones de
Crédito.
ANTECEDENTES HISTÓRICOS
El contrato de fideicomiso no es sino el trust de derecho
anglosajón. El trust tuvo su origen en Inglaterra. Con el
objeto de evitar la confiscación de bienes, era frecuente
que una persona simulará la venta de sus bienes a un
amigo, estipulando que, pasado el peligro, los bienes se
restituirían a su legítimo dueño, o en caso de muerte o
ausencia de éste, a sus herederos o personas que él
designara. Estos convenios dieron lugar a multitud de
litigios cuando la persona a quien se habían transmitido
los bienes, faltando a la confianza que en ella se había
depositado, disponía indebidamente de aquéllos o se
rehusaba a devolverlos.
Como todas las apariencias favorecían al amigo
desleal en contra del dicho del verdadero
propietario, esas controversias no podrían
someterse a los tribunales de ley que fallaban
con arreglo a derecho y se llevaron a los
tribunales de equidad que fallaban en
conciencia. Éstos reconocieron la validez de
tales pactos y condenaron a la rendición de
cuentas y a la devolución de los bienes. Así
nació el trust en donde el fideicomitente es el
settlor; el fiduciario, el trustee; y el
fideicomisario, el cestui que trust.
FIDEICOMITENTE, FIDUCIARIO Y
FIDEICOMISARIO
Pueden ser fideicomitentes tanto personas físicas como
personas jurídicas, siempre que tengan la capacidad
necesaria para hacer la afectación de bienes que el
fideicomiso implica. Tiene la capacidad de ser
fideicomitentes un particular, un comerciante, una
sociedad, la Federación, los Estados o los Municipios; las
autoridades judiciales o administrativas competentes
pueden dar en fideicomiso los bienes cuya guarda,
conservación, administración, liquidación, reparto o
enajenación corresponda a dichas autoridades o a las
personas que éstas designen.
En derecho inglés puede ser trustee toda persona
mayor de edad y con capacidad legal, las corporaciones
y las sociedades. En nuestro país sólo pueden ser
fiduciarias las instituciones de crédito expresamente
autorizadas para ello conforme a la Ley de Instituciones
de Crédito.

El fideicomitente puede designar varias instituciones


fiduciarias para que desempeñen el fideicomiso
conjunta o sucesivamente, estableciendo el orden y las
condiciones en que han de sustituirse. Si la institución
fiduciaria no acepta el cargo o cesa de desempeñarlo
por renuncia o remoción, debe nombrarse otra
institución fiduciaria para que la sustituya.
Pueden ser fideicomisarios las personas físicas o
jurídicas que tengan la capacidad necesaria para
recibir el provecho que implica el fideicomiso.

FIN.-

El fin del fideicomiso debe ser lícito y


determinado.

Los bienes colocados en trust deben ser


explotados y administrados.
BIENES.-

Pueden ser objeto de fideicomiso toda


clase de bienes y derechos, con excepción
de aquéllos que sean estrictamente
personales de su titular. Los bienes pueden
ser muebles o inmuebles, corporales o
incorporales; todo lo que puede
transmitirse puede ser materia de
fideicomiso.
FORMALIDADES.-

El fideicomiso puede ser constituido


por acto entre vivos o por testamento.
La constitución del fideicomiso, debe
constar por escrito y ajustarse a los
términos de la legislación común sobre
transmisiones de los derechos o de la
propiedad de las cosas que se den en
fideicomiso.
El fideicomiso surte efectos contra terceros desde la
fecha en que se cumplan los requisitos siguientes:

a).- Si se trata de bienes inmuebles, desde la fecha en


que el fideicomiso se inscriba en el Registro Público de la
Propiedad del lugar de ubicación de los bienes.
b).- Si se trata de cosa corpórea mueble o de títulos al
portador, desde que estén en poder de la institución
fiduciaria.
c).- Si se trata de título nominativo, desde que éste se
endose a la institución fiduciaria y se haga constar en los
registros del emisor, en su caso.
d).- Si se trata de un crédito no negociable o de un
derecho personal, desde que el fideicomiso sea
notificado al deudor.
DERECHOS Y OBLIGACIONES DEL FIDUCIARIO.-

La obligación del trustee “consiste siempre en


cumplir la misión que se le ha confiado con los
bienes”; el trustee tiene “como única obligación
fundamental la de conseguir la afectación prevista
para los bienes”.

La institución fiduciaria está obligada a guardar el


secreto propio de esta clase de operaciones y debe
rendir las cuentas de su gestión dentro de un plazo
de quince días a partir de la fecha en que sea
requerida para ello.
DERECHOS DEL FIDEICOMISARIO.-

Además de los derechos que se le concedan por


virtud del acto constitutivo del fideicomiso, el
fideicomisario tiene el derecho de exigir su
cumplimiento a la institución fiduciaria; el de
atacar la validez de los actos que ésta cometa en
su perjuicio, de mala fe o en exceso de las
facultades que por virtud del acto constitutivo o
de la ley correspondan, y cuando proceda, el de
reivindicar los bienes que, a consecuencia de
esos actos, hayan salido del patrimonio objeto
del fideicomiso.
EXTINCION.-

El fideicomiso se extingue por alguna de las


siguientes causas:

a).- Por la realización del fin para el cual fue


constituido.
b).- Por hacerse imposible la realización del fin.
c).- Por hacerse imposible el cumplimiento de la
condición suspensiva de que dependa; porque ésta
no se realice dentro del término señalado al
constituirse el fideicomiso o, en su defecto, dentro
de los veinte años siguientes a la constitución de
éste.
d).- Por haberse cumplido la condición
resolutoria a que haya quedado sujeto.
e).- Por convenio expreso entre el
fideicomitente y el fideicomisario.
f).- Por revocación hecha por el
fideicomitente, cuando éste se haya
reservado expresamente ese derecho al
constituirse el fideicomiso.
g).- Porque la institución fiduciaria no
acepte el cargo o cese en el desempeño del
mismo, por renuncia o remoción, y no haya
otra institución que la sustituya.
Extinguido el fideicomiso, los bienes a él
destinados que queden en poder de la
institución fiduciaria deben ser devueltos por
ésta al fideicomitente o a sus herederos.
Tratándose de inmuebles o de derechos
reales impuestos sobre ellos, para que la
devolución surta efectos basta que la
institución fiduciaria lo asiente así en el
documento constitutivo del fideicomiso, y que
esta declaración se inscriba en el Registro de
la Propiedad en que se haya inscrito el
fideicomiso.
PROHIBICIONES.-

La ley prohíbe tres clases de fideicomisos:

a).- Los fideicomisos secretos; es decir, aquéllos en que se oculte su


constitución, el fin que se persigue o la persona de los
fideicomisarios.
b).- Los fideicomisos en que el beneficio se conceda a diversas
personas sucesivamente, que deban substituirse por muerte de la
anterior, Se exceptúa el caso de que la substitución se realice en
favor de personas que estén vivas o concebidas ya a la muerte del
fideicomitente.
c).- Los fideicomisos cuya duración sea mayor de treinta años,
cuando se designe como beneficiario a una persona jurídica que no
sea de orden público o institución de beneficencia. Pueden
constituirse con duración mayor de treinta años, cuando el fin del
fideicomiso sea del mantenimiento de museos científicos o
artísticos no lucrativos.
FIDEICOMISO EN GARANTÍA.-

En el fideicomiso de garantía el fideicomitente transmite a


la institución fiduciaria la propiedad de ciertos bienes, con
el fin de garantizar al fideicomisario del cumplimiento de
una obligación y su preferencia en el pago. Desde que se
constituye este fideicomiso, se debe designar a la
institución de crédito que fungirá como fiduciaria.
El fideicomisario podrá ser designado por el
fideicomitente en el acto constitutivo del fideicomiso o en
un acto posterior. El fideicomitente podrá designar a dos
o más fideicomisario, para lo cual tiene que estipular el
orden de prelación entre ellos o, en su caso, el porcentaje
que de los bienes afectos al fideicomiso le corresponde a
cada uno.
Un mismo fideicomiso de garantía podrá utilizarse
para garantizar simultánea o sucesivamente
diferentes obligaciones que el fideicomitente
contraiga con diversos acreedores, a cuyo efecto el
fideicomisario estará obligado a notificar a la
institución fiduciaria que la obligación a su favor
ha quedado extinguida, dentro de los diez días
siguientes a que esto ocurra, por lo que quedarán
sin efecto los derechos que respecto de él derivan
del fideicomiso. La notificación deberá entregarse
mediante fedatario público, a más tardar a los
cinco días hábiles siguientes a la fecha en la que se
reciba el pago.
DERECHOS DEL FIDEICOMITENTE.-

Respecto de fideicomisos sobre bienes muebles, salvo pacto en


contrario, el fideicomitente tendrá derecho a hacer uso de los
bienes fideicomitidos, así como combinarlos con otros y
emplearlos en la fabricación de otros bienes, siempre y cuando
en estos dos últimos supuestos su valor no disminuya y los
bienes producidos pasen a formar parte de la garantía en
cuestión; también podrá percibir y utilizar los frutos y
productos de los bienes fideicomitidos, y enajenar los bienes
fideicomitidos en el curso normal de sus actividades
preponderantes sin responsabilidad para el fiduciario. En este
último caso cesarán los efectos de la garantía fiduciaria y los
derechos de persecución con relación a los adquirentes de
buena fe, quedando afectos al fideicomiso los bienes y
derechos que el mismo fideicomitente reciba o tenga derecho a
recibir en pago por la enajenación de dichos bienes.
PRENDA MERCANTIL.-
La prenda es un derecho real constituido sobre
un bien mueble enajenable para garantizar el
cumplimiento de una obligación y su preferencia
en el pago.
También recibe el nombre de prenda el contrato
accesorio en virtud del cual se establece el
derecho de prenda.
La prenda puede garantizar una obligación civil o
mercantil, y como contrato accesorio que es, la
prenda será civil en el primer caso y mercantil en
el segundo.
“La prenda puede ser un contrato accesorio
de otro, ya sea civil, ya mercantil; o
constituirse sin que haya contrato principal,
en calidad de garantía de actos de
administración y de futuras y posibles
responsabilidades”.

También es mercantil la prenda que se


constituye sobre títulos de crédito,
independientemente de que la obligación
principal que se garantice sea civil o
mercantil.
CONSTITUCION DE PRENDA.-

En Derecho Civil, para que se tenga por constituida la


prenda, debe ser entregada al acreedor, real o
jurídicamente. Hay entrega jurídica cuando el
acreedor y el deudor convienen en que la prenda
quede en poder de un tercero, o bien cuando queda
en poder del mismo deudor porque así lo haya
estipulado con el acreedor o expresamente lo
autorice la ley.
La prenda mercantil se constituye en diversas formas
según tenga por objeto bienes corpóreas, títulos de
crédito, créditos o se constituya en garantía de
créditos refaccionarios y de avío.
PRENDA SOBRE BIENES CORPÓREOS.- La prenda
mercantil sobre bienes corpóreos se constituye:
a).- Por la entrega de los bienes al acreedor.
b).- Por el depósito de los bienes o títulos en poder
de un tercero que las partes hayan designado y a
disposición del acreedor.
c).- Por el depósito de los bienes, a disposición del
acreedor, en locales cuyas llaves queden en poder de
éste, aun cuando tales locales sean de la propiedad o
se encuentren dentro del establecimiento del deudor.
d).- Por la entrega o endoso del título representativo
de los bienes objeto del contrato, por ejemplo, del
certificado de depósito y bono de prenda.
PRENDA SOBRE TÍTULOS DE CRÉDITO.- Se constituye:

a).- Si lo títulos son al portador, por la entrega de ellos al


acreedor o bien por el depósito de los títulos en poder de un
tercero que las partes hayan designado y a disposición del
acreedor.
b).- Si los títulos son nominativos, por su endoso en favor del
acreedor, y si el título debe ser inscrito en un registro del
emisor, por el endoso y la correspondiente anotación en el
registro. En estos casos el endoso debe llevar las cláusulas “en
garantía”, “en prenda” u otra equivalente. Este endoso
atribuye al endosatario todos los derechos y obligaciones de
un acreedor prendario.
c).- Si los títulos no son negociables, por la entrega de ellos al
acreedor y notificación al deudor o con inscripción del
gravamen en el registro del emisor, si se trata de títulos en los
que se exija tal registro.
PRENDA SOBRE CRÉDITOS.-

La prenda mercantil puede constituirse sobre créditos que


consten en documentos que no sean títulos de crédito o
que figuren en la contabilidad de los comerciantes.

a).- La prenda sobre créditos que constan en documentos


se constituye por la entrega del documento al acreedor
prendario, con notificación al deudor del crédito dado en
prenda.
b).- La prenda sobre créditos en libros sólo está autorizada
en favor de instituciones de crédito; deben hacerse constar
en el contrato correspondiente, y los créditos dados en
prenda deben especificarse en notas o relaciones.
PRENDA EN GARANTÍA.-

Tratándose de contratos de crédito refaccionario o


de habilitación o avío, la prenda se constituye por
la inscripción del contrato respectivo en el Registro
Público.

PRENDA EN BIENES FUNGIBLES.-

Cuando se dan en prenda bienes o títulos


fungibles, la prenda subsiste aun cuando los títulos
o bienes sean substituidos por otros de la misma
especie.
OBLIGACIONES DEL ACREEDOR PRENDARIO.-

a).- En los casos en que la prenda se constituye por la


entrega al acreedor de los bienes, títulos de crédito o
documentos, está obligado a entregar al deudor un
resguardo que exprese el recibo de los bienes o títulos
dados en prenda y los datos necesarios para su
identificación.
b).- Guardar y conservar los bienes o títulos dados en
prenda.
c).- Ejercitar todos los derechos que sean inherentes a los
bienes o títulos dados en prenda.
d).- Restituir los bienes o títulos materia de la prenda,
luego que esté pagada la obligación principal
garantizada.
VENTA DE LA PRENDA.-

El acreedor puede pedir al Juez que autorice la


venta de los bienes o títulos dados en prenda en
tres casos:
a).- Cuando se vence la obligación garantizada.
b).- Cuando el precio de los títulos o bienes dados
en prenda baja de manera que no baste a cubrir
el importe de la deuda y un veinte por ciento
más.
c).- Cuando el deudor no proporciona en tiempo
los fondos necesarios para cubrir las exhibiciones
que deban enterarse sobre los títulos.
A su vez el deudor puede oponerse a la venta de
la prenda en los siguientes términos, que
correspondan a cada uno de dichos tres casos:

I.- Exhibiendo el importe del adeudo.

II.- Mejorando la garantía por el aumento de los


bienes dados en prenda o por la reducción de
su adeudo.

II.- Pagando los fondos requeridos para efectuar


la exhibición.
PAGO DE LOS TÍTULOS DADOS EN
PRENDA.-

Si antes del vencimiento del crédito


garantizado, se vence o son amortizados
los títulos dados en prenda, al acreedor
puede conservar en prenda las cantidades
que reciba por estos conceptos, en
substitución de los títulos cobrados o
amortizados.
DERECHOS DEL DEUDOR PRENDARIO.-

Hacer uso de los bienes pignorados, así como


combinarlos con otros emplearlos en la fabricación de
otros bienes, siempre y cuando en estos dos últimos
supuestos su valor no disminuya y los bienes producidos
pasen a formar parte de la garantía en cuestión, percibir
y utilizar los frutos y productos de los bienes pignorados,
y enajenar los bienes pignorados en el curso normal de
su actividad preponderante, en cuyo caso cesarán los
efectos de la garantía prendaria y los derechos de
persecución con relación a los adquirentes de buena fe,
quedando en prenda los bienes o derechos a recibir en
pago por la enajenación de los referidos bienes.
FIANZA MERCANTIL
En primer término tenemos que determinar cuál es la
etimología de la palabra fianza. Ésta proviene del latín fidare
que significa fe o seguridad. En efecto, la fianza es una
institución jurídica por la cual una persona puede unir sus
fuerzas con otra para ayudarla o ser titular de un derecho, ya
que resulta más difícil que dos o más personas queden al
mismo tiempo insolventes, por lo que el acreedor tiene más
seguridad para que le paguen.

De esta manera decimos que la fianza es un contrato


mediante el cual una persona se compromete con el acreedor
a pagar por el deudor, si éste no lo hace. Esto quiere decir
que el fiador se obliga como tal a pagar por la deuda
contraída por el fiado.
La fianza mercantil puede constituirse a través
de un contrato o mediante una simple
declaración unilateral de voluntad, como ocurre
en las pólizas de fianza que expiden las
instituciones autorizadas para tal efecto.

CAPITAL SOCIAL.-

La Ley dispone que tales instituciones deberán


constituirse como sociedades anónimas de
capital fijo o variable, con arreglo a lo dispuesto
por la Ley General de Sociedades Mercantiles.
NATURALEZA DEL CONTRATO MERCANTIL.-

Ya hemos dicho con anterioridad que la fianza puede ser


convencional, legal o judicial, civil o mercantil, o bien,
unilateral, pero si hay un pacto expreso puede ser
bilateral.

El contrato de fianza es mercantil en virtud de que se trata


de una fianza otorgada por la institución que se dedica a
ese tipo de negocios, por lo que indudablemente se trata
de un contrato de naturaleza onerosa.

En efecto, la fianza mercantil tiene la posibilidad de ser un


contrato o bien una simple declaración unilateral de
voluntad, que es lo que sucede en las pólizas expedidas
por las instituciones de fianzas.
Por último, ésta puede ser un contrato consensual o formal,
porque al igual que el contrato de seguro, la fianza de
empresa debe otorgarse a través de una póliza que
contenga los requisitos que exige la Ley Federal de
Instituciones de Fianzas.

PRESCRIPCIÓN Y EXTINCIÓN.-

Cuando se presenta cualquier causa de extinción de las


obligaciones, sea respecto de la obligación principal o de la
fianza, se extingue esta última, pero no en lo que respecta a
las fianzas contratadas con instituciones de fianzas, ya que
en este caso, el plazo de prescripción es de tres años.
La devolución de la póliza a la institución de fianzas hace
nacer la presunción de que se extinguió su obligación como
fiadora.
PRIMA Y PÓLIZA.-

Las afianzadoras, de conformidad con la Ley


Federal de Instituciones de Fianzas, solamente
asumirán obligaciones como fiadoras mediante
el otorgamiento de pólizas numeradas y
documentos adicionales a las mismas, tales
como aplicación, disminución, prórroga y otros
documentos de modificación, debiendo
contener en su caso las indicaciones que fije la
Secretaría de Hacienda y Crédito Público y la
Comisión Nacional de Seguros y Fianzas.
ARRENDAMIENTO FINANCIERO
El arrendamiento financiero constituye una
importante fuente de financiamiento para las
personas físicas con actividades empresariales, así
como para las personas morales con necesidades
de recursos para resolver sus problemas de
liquidez.

El contrato de arrendamiento financiero es aquél


por el cual una arrendadora financiera se obliga a
adquirir bienes y a conceder uso o goce temporal o
a plazo forzoso a personas física o moral.
En consecuencia, ésta última se obligará a pagar
como contraprestación, que se liquidará en
pagos parciales, según se convenga, la cantidad
en dinero determinada o determinable, que
cubra el valor de adquisición de los bienes , las
cargas financieras y demás accesorios; además,
al vencimiento del contrato puede optar por
comprar los bienes a precio inferior al de su
costo de adquisición, prorrogar el plazo del
contrato, o bien, vender a un tercero los bienes
arrendados y hacer partícipe de esta operación
a la arrendadora financiera.
ELEMENTOS PERSONALES.-

En relación con los elementos personales, en el contrato de


arrendamiento financiero interviene, por una parte, la
arrendadora financiera y, por la otra, el arrendatario.

Para ser arrendadora se requiere:


a).- Ser una persona moral constituida como sociedad anónima.
b).- Constituirse como sociedades de capital fijo o variable, a
elección de sus fundadores.
c).- Constituirse en escritura pública.
d).- No pueden ser accionista de las arrendadoras financieras los
extranjeros y las instituciones de fianzas o sociedades mutualistas
de seguros.
e).- La duración será indefinida.
f).- El capital mínimo para constituirse y seguir operando será el
que se fije anualmente la Secretaría de Hacienda y Crédito
Público.
Por lo que respecta a la arrendataria, ésta
debe cumplir con los siguientes requisitos:

a).- Si se trata de persona física, tener


capacidad de goce y de ejercicio.

b).- Si se trata de persona moral, estar


debidamente constituida como tal, de acuerdo
con nuestras leyes y que su representante
legal cuente con facultades de administración
y para suscribir títulos de crédito.
OBJETO.-

Como ya se ha dicho, son susceptibles de


arrendamiento financiero todos los bienes que
estén en el comercio y que no sea consumibles
por su uso. También podemos señalar que en
relación con el bien objeto del arrendamiento
éste se puede celebrar sobre bien mueble,
siendo éste el más común, respecto de bienes
de capital o de consumo duradero; además,
puede ser objeto de arrendamiento financiero
un bien inmueble de uso comercial.
FORMA.- Este contrato es formal, ya que debe constar por
escrito. Además, deberá celebrarse ante un fedatario público
y podrá inscribirse en el Registro Público de Comercio.

VENTAJAS.-
a).- Financiamiento total del valor del activo arrendado y de
los costos involucrados en la enajenación del bien.
b).- Créditos a largo plazo, tres años en promedio.
c).- Mayor agilidad de respuesta que la que tiene el crédito
bancario.
d).- Facilidad de adaptarse al perfil de pagos y a las
necesidades de liquidez de los arrendatarios.
e).- Crédito de bajo riesgo al contar con la garantía del activo
arrendado.
f).- Crédito directamente relacionado con la formación de
capital en sectores productivos.
OPERACIONES DE LAS ARRENDADORAS FINANCIERAS.-

I.- Celebrar contratos de arrendamiento financiero.


II.- Adquirir bienes para darlos en arrendamiento financiero.
III.- Adquirir bienes del futuro arrendatario con el
compromiso de darlos a éste en arrendamiento financiero.
IV.- Obtener préstamos y créditos de instituciones crediticias,
de seguros y fianzas del país o de entidades financieras del
exterior.
IV. Bis.- Emitir obligaciones subordinadas, y demás títulos de
crédito, en serie o en masa, para su colocación entre el gran
público inversionista.
V.- Obtener préstamos y créditos de instituciones del país o
de entidades financieras del exterior para cubrir necesidades
de liquidez, relacionadas con su objeto social.
VI.- Derogada.
VII.- Derogada.
VIII.- Descontar, dar en garantía o negociar los títulos
de crédito.
IX.- Constituir depósitos a la vista y a plazo, en
instituciones de crédito y bancos del extranjero.
X.- Adquirir muebles e inmuebles destinado a sus
oficinas.
XI.- Las demás que en ésta u otras leyes se le
autorice.
XII.- Las demás operaciones análogas y conexas que
autorice la SHCP, con base en la opinión de la
Comisión Nacional Bancaria y de Valores, así como
Banco de México.
FACTORAJE FINANCIERO
El factoraje financiero es un contrato de reciente
creación, regulado por la Ley General de
Organizaciones y Actividades Auxiliares del Crédito.

A través de dicho contrato una empresa de factoraje


financiero conviene con el cliente en adquirir
derechos de crédito que éste tenga a su favor, por un
precio determinado o determinable en moneda
nacional o extranjera, independientemente de la
fecha y forma en que se pague, por lo que será
posible pactar alguna de las modalidades a que se
refiere este tipo de contratos.
ELEMENTOS PERSONALES.-

Presenta como elementos personales los siguientes: una


empresa de factoraje financiero, la cual adquiere los derechos de
crédito; un cliente de dicha empresa, el cual cede los derechos
de crédito; y por último un deudor, quien es la persona que
adeuda esos derechos de crédito.

OBJETO.-
Sólo podrán ser objeto de este contrato aquellos derechos de
crédito que no estén vencidos, que se encuentren
documentados en facturas, contra-recibos, títulos de crédito o
cualquier otro documento, denominado en moneda nacional o
extranjera, el cual acredite la existencia de dichos derechos y que
los mismos sean el resultado de la proveeduría de bienes,
servicios o ambos, proporcionados por personas nacionales o
extranjeras.
OPERACIONES DE LAS EMPRESAS DE FACTORAJE
FINANCIERO.-

I.- Celebrar contratos de factoraje financiero.


II.- Obtener préstamos y créditos de instituciones de
crédito, seguros y fianzas del país o entidades
financieras del exterior, destinadas a la realización de las
operaciones autorizadas.
III.- Emitir obligaciones subordinadas y demás títulos de
crédito en serie o en masa para su colocación entre el
gran público inversionista.
IV.- Descontar, dar garantía o negociar, en cualquier
forma, los títulos de crédito o derechos de crédito
provenientes de los contratos de factoraje, con las
personas de las que reciban los financiamientos.
V.- Constituir depósitos a la vista y a plazo, en instituciones de
crédito del país o entidades financieras del exterior.
VI.- Adquirir bienes muebles o inmuebles destinados a sus
oficinas o necesarios para su operación.
VII.- Adquirir acciones de sociedades que se organicen
exclusivamente para prestarles servicios, así como para
adquirir el dominio y administrar inmuebles, en los cuales las
empresas de factoraje financiero tengan establecidas o
establezcan su oficina principal, alguna sucursal o una agencia.
VIII.- Prestar servicios de administración y cobranza de
derechos de crédito.
IX.- Los demás que la Ley General de Organizaciones y
Actividades Auxiliares del Crédito u otras leyes les autoricen.
X.- Las demás operaciones análogas y conexas que autorice la
SHCP, con base en la opinión de la Comisión Nacional Bancaria
y de Valores y del Banco de México.
El contrato de factoraje financiero tiene por objeto que una
empresa autorizada para operar como de factoraje convenga
con sus clientes en adquirir derechos de crédito y que éstos
hagan a su favor por un precio determinado o determinable,
en moneda nacional o extranjera, independientemente de
que se pague, pudiendo pactarse en cualquiera de las
modalidades:
a).- que el cliente no quede obligado a responder por el pago
de los derechos de crédito, transmitidos por la empresa de
factoraje financiero.
b).- Que el cliente quede obligado solidariamente con el
deudor a responder del pago puntual y oportuno de los
derechos de crédito transmitidos a la empresa de factoraje
financiero.
Corresponde a la empresa de tal factoraje realizar la
administración y cobranza de los derechos de crédito, objeto
de los contratos.

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