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IMMER

MAGAÑA
HERNANDEZ
“pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el
Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda
Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.”
(Hechos 1:8).
“Conságrate a Dios todas las mañanas; haz de esto tu primer trabajo.
Sea tu oración: Tómame ¡oh Señor! como enteramente tuyo. Pongo
todos mis planes a tus pies. Úsame hoy en tu servicio. Mora conmigo y
sea toda mi obra hecha en ti. Este es un asunto diario. Cada mañana
conságrate a Dios por ese día”. (El Camino a Cristo, Pág. 69)
“El ministerio del Espíritu Santo que obra en el alma es
nuestra gran necesidad.
El amor, la fe y la esperanza se harán presentes en
forma permanente.
Podéis avanzar con fe,
creyendo que el Espíritu
Algún día vendrá un gran reavivamiento entre el verdadero pueblo
de Dios sobre toda la tierra. El Espíritu Santo será derramado con
gran poder. Este movimiento del Espíritu Santo era comparado en
los tiempos bíblicos con la lluvia tardía que caía en el Medio oriente,
trayendo las cosechas a su madurez (Zacarías 10:1).
“Después de esto vi a otro ángel descender del cielo con gran
poder; y la tierra fue alumbrada con su gloria. . .. Y oí otra voz del
cielo, que decía: Salid de ella, pueblo mío, para que no seáis partícipes
de sus pecados, ni recibáis parte de sus plagas;” (Apocalipsis 18:1, 4).
IMMER
MAGAÑA
HERNANDEZ

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