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Primera Lectura: del libro del profeta Habacuc (1, 12-2, 4):

Salmo Responsorial: Sal 9,8-9.10-11.12-13


R/.No abandonas, Señor, a los que te buscan
Evangelio: san Mateo (17,14-20):

La fe como un grano de mostaza

Sábado de la 18ª semana del Tiempo


Ordinario-A
La fe, aunque es un don de Dios, debe crecer
y fortalecerse con nuestra colaboración.

Autor: P. Clemente González | Fuente: Catholic.net sábado, 9 de agosto de 2014


El justo vivirá por su fe.
Primera lectura
Lectura del libro del profeta Habacuc (1, 12-2, 4):
 ¿No eres tú, Señor, desde siempre, mi santo Dios, que no
muere? Tú, Señor, has escogido al pueblo caldeo para hacer
justicia y lo has establecido para castigar. Tus ojos son
demasiado puros para soportar el mal, no puedes ver la
opresión. ¿Por qué miras en silencio a los traidores y callas
cuando el malvado devora al justo?
 Tú tratas a los hombres como a los reptiles, que no tienen
dueño, como a los peces del mar: el pueblo caldeo los pesca
con anzuelo, los atrae a su red, los va amontonando y luego ríe
satisfecho. Después ofrece sacrificios a su anzuelo e incienso
a su red, porque le dieron rica presa y comida sustanciosa.
 ¿Y vas a permitir que siga llenando sus redes y matando
naciones sin piedad?
 En mi puesto de guardia me pondré, me apostaré en la muralla
para ver qué me dice el Señor y qué responde a mi
reclamación.
 El Señor me respondió y me dijo: "Escribe la visión que te he
manifestado, ponla clara en tablillas para que se pueda leer de
corrido. Es todavía una visión de algo lejano, pero que viene
corriendo y no fallará; si se tarda, espéralo, pues llegará sin
falta. El malvado sucumbirá sin remedio; el justo, en cambio,
vivirá por su fe".

¡Palabra de Dios! ¡Te alabamos Señor !


Salmo 9,8-9.10-11.12-13
R/. No abandonas, Señor, a los que te
buscan
 Dios está sentado por siempre
en el trono que ha colocado para juzgar.
Él juzgará el orbe con justicia
y regirá las naciones con rectitud. R/.
Él será refugio del oprimido,
su refugio en los momentos de peligro.
Confiarán en ti los que conocen tu nombre,
porque no abandonas a los que te buscan. R/.
Tañed en honor del Señor, que reside en
Sión;
narrad sus hazañas a los pueblos;
él venga la sangre, él recuerda
y no olvida los gritos de los humildes. R/.
R/.Aleluya, aleluya.
Jesucristo, nuestro Salvador, ha vencido la muerte y ha hecho resplandecer la vida por medio del
Evangelio. R/.
Si ustedes tienen fe, nada les será imposible.
Lectura del santo evangelio según san Mateo (17,14-20): 

 En aquel tiempo, al llegar Jesús a donde estaba la multitud,


se le acercó un hombre, que se puso de rodillas y le dijo:
"Señor, ten compasión de mi hijo. Le dan ataques terribles.
Unas veces se cae en la lumbre y otras muchas, en el agua.
Se lo traje a tus discípulos, pero no han podido curarlo".
  
 Entonces Jesús exclamó: "¿Hasta cuándo estaré con esta
gente incrédula y perversa? ¿Hasta cuándo tendré que
aguantarla? Tráiganme aquí al muchacho". Jesús ordenó al
demonio que saliera del muchacho, y desde ese momento
éste quedó sano.
  
 Después, al quedarse solos con Jesús, los discípulos le
preguntaron: "¿Por qué nosotros no pudimos echar fuera a
ese demonio?" Les respondió Jesús: "Porque les falta fe.
Pues yo les aseguro que si ustedes tuvieran fe al menos del
tamaño de una semilla de mostaza, podrían decirle a ese
monte: ‘Trasládate de aquí para allá’, y el monte se
trasladaría. Entonces nada sería imposible para ustedes".

¡Palabra del Señor! ¡Gloria a Ti, Señor Jesús!


Oración
 Señor, me falta fe... para ser perseverante en mi oración, para amar
mejor a los demás, para ser fiel a mi misión. Inicio mi oración
haciendo silencio en mi corazón; no un silencio vacío, sino lleno de
esperanza al estar ante ti, poniéndome humildemente ante tu
presencia, con la seguridad que por el gran amor que me tienes,
fortalecerás mi fe. 

Petición
 Jesús, dame la gracia de asimilar que la verdadera oración consiste
en unir mi voluntad a la de Dios.
Meditación del Papa Francisco
 Y el Señor, ¿qué cosa nos responde? Responde: "Si tuvieran fe como
un grano de mostaza, habrían dicho a este sicómoro: Arráncate y
plántate en el mar, y les habría obedecido". La semilla de la mostaza
es pequeñísima, pero Jesús dice que basta tener una fe así, pequeña,
pero verdadera, sincera, para hacer cosas humanamente imposibles,
impensables. ¡Y es verdad!

 Todos conocemos a personas sencillas, humildes, pero con una fe


fortísima, ¡que verdaderamente mueven las montañas! Pensemos por
ejemplo en tantas mamás y papás, que afrontan situaciones muy
pesadas; o en ciertos enfermos, incluso gravísimos, que transmiten
serenidad a quien los va a visitar. Estas personas, precisamente por su
fe, no se vanaglorian de lo que hacen, es más, como pide Jesús en el
Evangelio, dicen: "Somos siervos inútiles; hemos hecho lo que
debíamos hacer". ¡Cuánta gente entre nosotros tiene esta fe fuerte,
humilde, y que hace tanto bien!. (S.S. Francisco, 6 de octubre de
2013). 
Reflexión
 Se puso de rodillas. ¿Te imaginas a un padre de familia, desesperado, poniéndose
de rodillas delante de alguien que aparentemente es un hombre como los demás?
¿Qué le movió a hacerlo? El amor a su hijo. 
Primero lo había intentado con los discípulos, pero ellos no pudieron curar al chico
de los ataques de epilepsia. Luego ve al Señor, se acerca y cae de rodillas ante Él.
No tiene ninguna vergüenza. No le importa lo que digan de él. Únicamente busca el
bien de aquel a quien ama. 
Jesús, conociendo el amor que brotaba del corazón de ese hombre, curó al hijo. 
Por su parte, los discípulos no entendían en qué habían fallado. Jesús les respondió
que les faltaba fe. No dice que no tienen fe, sino que aún es muy pequeña. 
La fe, aunque es un don de Dios, debe crecer y fortalecerse con nuestra
colaboración. Es como ir a un gimnasio: al levantar las pesas una y otra vez,
nuestros músculos se desarrollan. La fe también debe ejercitarse, ponerse a prueba,
alimentarse. Si nos conformamos con la fe que teníamos a los diez años, cuando
hicimos la primera comunión, es lógico que nuestro "músculo" espiritual esté
raquítico. 
Necesitamos una fe adulta, resistente, alimentada con las lecturas adecuadas, con la
oración diaria, con los sacramentos y con todo aquello que nos ayude a fortalecerla. 
 Por el contrario, quien no se interesa por los placeres, por las comodidades, por cumplir sus
caprichos y egoísmos, pero sí piensa en los demás, se entrega por ellos y los ama, ese
alcanzará lo más importante, lo que nunca ha de acabarse: la vida eterna. 

 Y Jesucristo que nos dice esas palabras, es el primero en darnos el ejemplo: pues Él ha de
ofrecer su vida, ha de perderla, ha de morir, para darnos la vida eterna, para perdonarnos los
pecados, para darnos la salvación. "El que se aborrece a sí mismo". Nuestro Señor, un
verdadero ejemplo de amor por nosotros. No le importó morir, ni sufrir tanto, ni ser despreciado,
abofeteado, escupido, azotado, ridiculizado, golpeado, coronado de espinas, despreciado,
crucificado y ajusticiado en la cruz, con tal de buscar nuestro bien. ¡Eso es amor! ¡Eso es amar
al prójimo! ¡¡Eso es vivir la ley de Dios: amar a Dios y al prójimo! Por eso nuestro Señor será
capaz de decirnos: “Ámense como yo los he amado” ¡Hasta dar la vida por los demás! 

 Recordemos lo que decían de los primeros cristianos hace ya dos mil años: "¡Miren cómo se
aman!". Los pueblos paganos quedaban maravillados por el amor con que se trataban entre sí
los cristianos y el amor con que trataban a todos los demás. El verdadero cristiano ha de ser
como Jesucristo: Nadie tiene mayor amor que el que da su vida por sus amigos. ¿Acaso
Jesucristo no hizo eso en la cruz por todos y cada uno de nosotros? Imitémosle. 

 El auténtico cristiano, el verdadero católico es quien ama al prójimo y no se preocupa de sí


mismo. Tengamos cuidado de los placeres, de las comodidades, de los caprichos, de los
deseos, pues lo único que hacen es convertirnos en el centro de nuestro amor: nos buscaremos
a nosotros mismos. 

 Quien verdaderamente ama a su prójimo pensará en ellos continuamente: el esposo, en su


esposa; la esposa, en el esposo; los padres, en los hijos; el ciudadano, en sus conciudadanos;
el maestro, en sus alumnos. 
 El mundo pagano se distingue por el egoísmo. El mundo cristiano se ha de distinguir
por el amor. ¿Cuál mundo estamos construyendo? ¿Soy pagano o soy cristiano? El
mundo pagano termina con la muerte. El mundo cristiano empieza con la vida
eterna. 

 Jesucristo muere en la cruz para perdonarnos los pecados, para darnos nuevamente
la amistad con Dios, nos vuelve a abrir las puertas del Cielo, nos hace partícipes de
la vida eterna, nos da su gracia. El Señor nos enseña: "El que se ama a sí mismo, se
pierde; el que se aborrece a sí mismo en este mundo, se asegura para la vida
eterna", y "Si el grano de trigo no muere, no dará fruto". El distintivo de todo
verdadero cristiano es el amor. 

 Sabemos que por mucho tiempo que pueda vivir un hombre en la tierra, no será más
que una gota en medio de la inmensidad del océano, un punto en medio de la
eternidad. ¿No será preferible dejar un poco las comodidades de aquí para entrar en
la eternidad por la puerta grande? 

 ¿Cuántas veces pensamos en ella? ¿La tenemos como una realidad? ¿O sólo es
algo lejano e imaginario? Los santos mártires, como San Lorenzo, nos ponen ante
los ojos el valor de la vida futura. Antes de padecer los sufrimientos a los que le
sometieron -ser quemado vivo- reflexionó unos instantes y optó por Cristo a pesar de
todo. Porque sabía muy bien qué encontraría después de su muerte. 
Propósito
 Rezar con mucha fe, diariamente, la oración a mi ángel custodio. 

Diálogo con
Cristo
 El ingrediente secreto para tener éxito en cualquier cosa es la fe.
No es necesario nada más. Jesús, ahora veo que la oración no es
opcional, sino que es el medio por el cual podemos crecer en la fe.
Sólo quien reza, es decir, quien confía en Dios, con un amor filial,
puede sanarse a sí mismo y a los demás. 

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