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Licenciatura en Catequética On

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segundo cuatrimestre

Presentación de Poder Point DGC

Unidad de aprendizaje: Catequética


fundamental II.

Nombre del alumno: Vianey


Lizarraga Ramirez.
Instituto Superior de Nombre del docente: Javier Acosta
Águila.
Catequética (ISCA)
Tijuana B.C 10 Sep. 2021
DIRECTORIO GENERAL PARA LA CATEQUESIS

Segunda Parte:

El mensaje evangélico
— Como contenido de la Revelación y del mensaje evangélico.
La fe, en este sentido, significa el empeño por conocer cada vez
mejor el sentido profundo de esa Palabra (fides quae).

En esta segunda parte se trata del contenido del mensaje


evangélico (fides quae).
se presentan algunos criterios para que, en referencia al
Catecismo de la Iglesia Católica, se elaboren en las Iglesias
particulares Catecismos locales que, guardando la unídad de la
fe, tengan debidamente en cuenta las diversas Situaciones y
culturas.
“ La catequesis extraer siempre su contenido de la fuente viva
de la Palabra de Dios, transmitida mediante la Tradición y la
Escritura, dado que la Sagrada Tradición y la Sagrada Escritura
constituyen el único depósito sagrado de la Palabra de Dios
confiado a la Iglesia ”.
Todas las fuentes, principales o subsidiarias, de la catequesis,  La
Sagrada Escritura, la Sagrada Tradición, El Magisterio, íntimamente
entrelazados y unidos, son, "cada uno a su modo” fuentes principales
de la catequesis.
La fuente viva de la Palabra de Dios y las “ fuentes ” que ella derivan y en las que ella
se expresa, proporcionan a la catequesis los criterios para transmitir su mensaje a todos
aquello que han tomado la decisión de seguir a Jesucristo.
lo que caracteriza al mensaje que transmite la catequesis es, ante todo, el “
Cristocentrismo, “ en el centro de la catequesis encontramos esencialmente una
Persona, la de Jesús de Nazaret, Unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad ” Los
evangelios, que narran la vida de Jesús, están en el centro del mensaje catequético.
Dotados ellos mismos de una “ estructura catequética ”
La estructura interna de la catequesis, en cualquier modalidad de presentación, será
siempre cristocéntrico-trinitaria: “ Por Cristo al Padre en el Espíritu ” Una catequesis
que omitiese una de estas dimensiones o desconociese su orgánica unión, correría el
riesgo de traicionar la originalidad del mensaje cristiano.
La catequesis, en la tarea de la educación moral, presentará la moral
social cristiana como una exigencia y una consecuencia de “ la
liberación radical obrada por Cristo ”
La catequesis tiene su origen en la confesión de fe de la Iglesia y
conduce a la confesión de fe del catecúmeno y del catequizando. La
catequesis no es otra cosa que el proceso de transmisión del Evangelio
tal como la comunidad cristiana lo ha recibido, lo comprende, lo
celebra, lo vive y lo comunica de múltiples formas.
La catequesis, en consecuencia, parte de una sencilla proposición de la
estructura íntegra del mensaje cristiano, y la expone de manera
adaptada a la capacidad de los destinatarios. Sin limitarse a esta
exposición inicial, la catequesis, gradualmente, propondrá el mensaje
de manera cada vez más amplia y explícita, según la capacidad del
catequizando y el carácter propio de la catequesis.
El mensaje que transmite la catequesis tiene “ un carácter orgánico y
jerarquizado ”,constituyendo una síntesis coherente y vital de la
fe.
Todos los aspectos y dimensiones del mensaje cristiano participan de esta
organicidad jerarquizada:
La catequesis, al presentar el mensaje cristiano, no sólo muestra quién es
Dios y cuál es su designio salvífico, sino que, como hizo el propio Jesús,
muestra también plenamente quién es el hombre al propio hombre y cuál
es su altísima vocación.
Corresponde a los Obispos dar normas más precisas en esta materia y
aplicarlas mediante Directorios catequéticos, Catecismos para diferentes
edades y situaciones culturales, y con otros medios que parezcan
oportunos.
CAPÍTULO II
“ Esta es nuestra fe, ésta es la fe de la Iglesia ”

Este capítulo reflexiona sobre el contenido de la catequesis tal como la Iglesia lo expone en las
síntesis de fe que oficialmente elabora y propone en sus Catecismos.
La Iglesia ha dispuesto siempre de formulaciones de la fe que, en forma breve, condensan lo
esencial de lo que Ella cree y vive: textos neotestamentarios, símbolos o credos, fórmulas
litúrgicas, plegarias eucarísticas.
reflexionará sobre el Catecismo de la Iglesia Católica, procurando clarificar el papel que le
corresponde desempeñar en el conjunto de la catequesis eclesial. Se analiza, después, la
necesidad de los Catecismos locales, que tienen por objeto adaptar el contenido de la fe a las
diferentes situaciones y culturas y se ofrecerán algunas orientaciones para facilitar su
elaboración.
El Catecismo de la Iglesia Católica y el Directorio General para la
Catequesis son dos instrumentos distintos y complementarios, al
servicio de la acción catequizadora de la Iglesia:

El Catecismo de la Iglesia Católica, en efecto, no está destinado a sustituir a los


catecismos locales, sino a “ alentar y facilitar la redacción de nuevos catecismos
locales que tengan en cuenta las diversas situaciones y culturas, pero que guarden
cuidadosamente la unidad de la fe y la fidelidad a la doctrina católica ”.
El Catecismo de la Iglesia Católica se articula en torno a cuatro dimensiones
fundamentales de la vida cristiana: la profesión de fe, la celebración litúrgica, la
moral evangélica y la oración. Las cuatro brotan de un mismo núcleo, el misterio
cristiano.
El Catecismo de la Iglesia Católica se refiere así a la fe creída, celebrada, vivida y
hecha oración y constituye una llamada a una educación cristiana integral.
La articulación del Catecismo de la Iglesia Católica remite a la unidad profunda de la
vida cristiana.
El Catecismo de la Iglesia Católica, centrado en Jesucristo, se abre en
dos direcciones: hacia Dios y hacia la persona humana.

toda la doctrina del Catecismo de la Iglesia Católica queda sintetizada en este


pensamiento conciliar: “ Jesucristo, en la misma revelación del Padre y de su amor,
manifiesta plenamente lo que es el hombre al propio hombre y le descubre la
sublimidad de su vocación ”.
El Catecismo de la Iglesia Católica es, por otra parte, un catecismo de carácter
universal, ofrecido a toda la Iglesia. En él se presenta una síntesis actualizada de la fe,
que incorpora la doctrina del Concilio Vaticano II y los interrogantes religiosos y
morales de nuestra época.
El Catecismo de la Iglesia Católica no es la única fuente de la catequesis, ya que, como
acto del Magisterio, no está por encima de la Palabra de Dios, sino a su servicio. Pero
es un acto, especialmente relevante, de interpretación auténtica de esa Palabra, con el
propósito de ayudar a que el Evangelio sea anunciado y transmitido en toda su verdad
y pureza.
La Sagrada Escritura, el Catecismo de la Iglesia Católica y la catequesis.
la catequesis, en concreto, debe ser “ una auténtica introducción a la ‘lectio divina’,
es decir, a la lectura de la Sagrada Escritura, hecha según el Espíritu que habita en la
Iglesia ”

La Sagrada Escritura y el Catecismo de la Iglesia Católica se presentan como dos


puntos de referencia para inspirar toda la acción catequizadora de la Iglesia en nuestro
tiempo.
La catequesis transmite el contenido de la Palabra de Dios según las dos modalidades
con que la Iglesia lo posee, lo interioriza y lo vive: como narración de la Historia de la
Salvación y como explicación del Símbolo de la fe.
La catequesis, en definitiva, no es otra cosa que la transmisión, vital y significativa, de
estos documentos de la fe la Sagrada Escritura como en el Catecismo local.
La riqueza de la tradición patrística y la de los catecismos confluye en la catequesis
actual de la Iglesia, enriqueciéndola tanto en su misma concepción como en sus
contenidos.
En los Catecismos locales, la Iglesia comunica el Evangelio de una manera muy accesible a la
persona humana, para que ésta pueda realmente percibirlo como buena noticia de salvación.
El Catecismo local, en efecto, es texto oficial de la Iglesia. De alguna forma visibiliza la “ entrega
del Símbolo ” y la “entrega del Padre nuestro ” a los catecúmenos y a los que van a ser bautizados.
Es la expresión, por tanto, de un acto de tradición.
La Sagrada Escritura y el Catecismo son los dos documentos doctrinales de base en el proceso de
catequización, para tener siempre a mano.
Las Iglesias locales, en la tarea de adaptar, contextualizar e Inculturar el mensaje evangélico a las
diferentes edades, situaciones y culturas, por medio de los Catecismos. Los Catecismos locales
pueden tener un carácter diocesano, regional o nacional.
El Catecismo de la Iglesia Católica y los Catecismos locales, por su unidad profunda y su rica
diversidad, están llamados a ser fermento renovador de la catequesis en la Iglesia.
GRACIAS.

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