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El género

cinematográfico y el
verosímil

Cabo de Miedo
Original vs Remake
El código Hays
o la
autocensura de
Hollywood
La noche del
cazador es del año
1955, dirigida por
Charles Laughton. El
villano que compone
Robert Mitchum será
reelaborado por De
Niro para hacer de
Max Cady.

Es una rara película que abreva en varios géneros: thriller,


policial, cuentos de hadas. El asesino canta una melodía
particular que recuerda a M, el vampiro de Dusseldorf y la
estética de la película tiene también mucha influencia del
Expresionismo alemán. A todo esto tenemos que sumarle el
tema de la profanación de los símbolos religiosos con esta figura
de falso pastor. Es un ser demoníaco que seduce a las mujeres
mientras en su fuero íntimo desea matarlas. Es encantador
como una serpiente e igual de letal. Su móviles son la ambición y
la sed de matar. Es el cuento del lobo contra los inocentes niños.
✓ Como ícono seminal de la figura del serial killer, destaca el
personaje de Harry Powell, epítome de ese Mal absoluto que, para
mayor inri, se reviste con los ropajes y las palabras de un
predicador, en una inversión de papeles donde el representante del
Bien ejerce un satánico sadismo, una diabólica violencia, que
responde a dos de los pecados capitales: la codicia (la fascinación
por el dinero) y, especialmente, su visceral odio a la vanidad,
plasmada ésta en la piel de todas aquellas mujeres con las que se
cruza.
✓ Racionalmente, su instinto psicótico responde a un mesianismo
misógino, tal como pone de manifiesto en los parlamentos que
entabla con Dios al que, según Harry, no le importa que él mate,
pues la propia Biblia está llena de muertes (como escenario que lo
corrobora aparece un cementerio durante el “diálogo”), “ pero hay
algo que tú odias, Señor. Los seres perfumados, seres perezosos,
seres con cabellos ondulados”. La mueca en que se retuerce el
rostro del predicador, la violencia que descompone sus facciones
evidencia la “verdad” y “sinceridad” de su discurso.

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