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LA RAZÓN PEDAGÓGICA

LA PRÁCTICA REFLEXIVA
ENTRE LA RAZÓN
PEDAGÓGICA
Y EL ANÁLISIS DEL TRABAJO:
VÍAS DE COMPRENSIÓN
En algunos oficios técnicos, la dimensión
reflexiva se limita al «¿Cómo hacerlo para
hacerlo mejor?»

En la actualidad, es fácil que un médico que trabaja en el


Tercer Mundo o una burocracia hospitalaria, un ingeniero que
construye autopistas o centrales nucleares, reflexionen sobre
los medios para que su acción resulte más eficaz o eficiente

En un oficio imposible, un oficio de lo humano, todavía es


más difícil funcionar como un simple ejecutante El fracaso
de la acción pedagógica se plantea lógicamente los
fundamentos didácticos y psicosociológicos, pero también
su legitimidad, que reaviva la cuestión de las finalidades de
la acción educativa.
En cierto modo, esta ampliación ha contribuido a complicar las
cosas: una parte de los que defienden el paradigma reflexivo en
formación de los enseñantes, al mismo tiempo se distancia de la
pedagogía. Si bien es cierto que ésta no se puede «fusionar con
las ciencias de la educación» (Meirieu, 1995a), tampoco se
considera una «disciplina científica»

En consecuencia, tratan la pedagogía como aquel


primo lejano que los nuevos ricos acogen en su casa
pero que no invitan a sus recepciones

Esta débil institucionalización nace en parte del hecho de que los


que consideran que forman parte de la pedagogía son
«francotiradores», seres marginales, rebeldes, individualistas,
aventureros que no sueñan con títulos ni con carreras académicas,
ni con créditos de investigación, ni con publicaciones que se
adapten a los estándares universitarios (Vellas, 2001).
A quién corresponde, hoy en día,
organizar las prácticas educativas
(Perrenoud, 1999e) , nos parece
imposible prescindir de la tradición
pedagógica como uno de los modelos
posibles de la práctica reflexiva.

Los pedagogos de campo no se


preocupan en absoluto por
explicitar su propia práctica
reflexiva. Les parece más
urgente organizar la educación
que el proyecto de educación.
son historiadores y los filósofos de la
educación los que configuran el
«pensamiento pedagógico» (Hameline,
1986, 2001; Prost, 1985; Soétard,
1997, 2001)

determinados investigadores sobre


educación son los que reivindican la
doble identidad (Gillet, 1987;
Houssaye, 1993,1994; Imbert,
1992,2000; Meirieu, 19951997,1999;
Vellas, 2001)

analizan la razón
pedagógica (Gauthier,
1993a, b, 1997)
La práctica reflexiva también significa, en especial en la formación
inicial, hacer que los estudiantes entren en contacto con el sector
más activo del oficio, si bien estos enseñantes consideran que la
etiqueta de «practicantes reflexivos» resulta algo pesada de cargar o
simplemente demasiado «tecnocrática» o restrictiva

Francamente interesante conocer las ideas de los


pedagogos, ilustres o desconocidos, ya que siguen
vigentes por el hecho de que los dilemas educativos
han sobrevivido durante decenios y siglos.

Más interesante conocer el modo de vivir de


los «pedagogos» ellos profesan una fe sin
tachas en la educabilidad de los seres humanos
esta fe es el motor principal de una práctica
reflexiva duradera en el oficio de enseñante.

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