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Doctrina y Convenios 88

73 He aquí, apresuraré mi obra en su tiempo.


74 Y os doy a vosotros, que sois los primeros obreros en este último reino, el
mandamiento de que os reunáis, y de que os organicéis, os preparéis
y santifiquéis; sí, purificad vuestro corazón y limpiad vuestras manos y vuestros
pies ante mí, para que yo os haga limpios;
75 a fin de que yo testifique a vuestro Padre, y vuestro Dios y mi Dios, que sois
limpios de la sangre de esta perversa generación; para que yo cumpla esta
promesa, esta grande y última promesa que os he hecho, cuando sea mi
voluntad.
76 También os doy el mandamiento de perseverar en la oración y
el ayuno desde ahora en adelante.
Doctrina y Convenios 88
77 Y os mando que os enseñéis el uno al otro la doctrina del reino.
78 Enseñaos diligentemente, y mi gracia os acompañará, para que seáis más
perfectamente instruidos en teoría, en principio, en doctrina, en la ley del
evangelio, en todas las cosas que pertenecen al reino de Dios, que os
conviene comprender;
79 de cosas tanto en el cielo como en la tierra, y debajo de la tierra; cosas
que han sido, que son y que pronto han de acontecer; cosas que existen en el
país, cosas que existen en el extranjero; las guerras y perplejidades de las
naciones, y los juicios que se ciernen sobre el país; y también el conocimiento
de los países y de los reinos,
80 a fin de que estéis preparados en todas las cosas, cuando de nuevo os
envíe a magnificar el llamamiento al cual os he nombrado y la misión con la
que os he comisionado.
Doctrina y Convenios 88

81 He aquí, os envié para testificar y amonestar al pueblo, y


conviene que todo hombre que ha sido amonestado, amoneste a su
prójimo.
82 Por tanto, quedan sin excusa, y sus pecados descansan sobre su
propia cabeza.
83 El que temprano me busca, me hallará, y no será abandonado.
Doctrina y Convenios 88

86 Perseverad en la libertad mediante la cual se os hace libres; no


os enredéis en el pecado, sino queden limpias vuestras manos hasta que
el Señor venga.
Doctrina y Convenios 88
87 Porque de aquí a poco tiempo, la tierra temblará y se tambaleará como un
borracho; y el sol esconderá su faz y se negará a dar luz; y la luna será bañada
en sangre; y las estrellas se irritarán extremadamente, y se lanzarán hacia abajo
como el higo que cae de la higuera.
88 Y después de vuestro testimonio vienen la ira y la indignación sobre el pueblo.
89 Porque después de vuestro testimonio viene el testimonio de terremotos que
causarán gemidos en el centro de la tierra, y los hombres caerán al suelo y no
podrán permanecer en pie.
90 Y también viene el testimonio de la voz de truenos, y la voz de relámpagos, y la
voz de tempestades, y la voz de las olas del mar que se precipitan allende sus
límites.
91 Y todas las cosas estarán en conmoción; y de cierto, desfallecerá el corazón de
los hombres, porque el temor vendrá sobre todo pueblo.
Doctrina y Convenios 88

92 Y ángeles volarán por en medio del cielo, clamando en voz


alta, tocando la trompeta de Dios, diciendo: Preparaos,
preparaos, oh habitantes de la tierra, porque el juicio de
nuestro Dios ha llegado. He aquí, el Esposo viene; salid a
recibirlo.
Doctrina y Convenios 88
95 Y habrá silencio en el cielo por espacio de media hora; e inmediatamente
después se desplegará el velo del cielo, como un rollo que se desenvuelve
después de haber sido arrollado, y la faz del Señor será descubierta.
96 Y los santos que se hallen sobre la tierra, que estén vivos, serán
vivificados y arrebatados para recibirlo.
97 Y los que hayan dormido en sus sepulcros saldrán, porque serán abiertos
sus sepulcros; y también ellos serán arrebatados para recibirlo en medio del
pilar del cielo.
98 Ellos son de Cristo, las primicias, los que descenderán con él primero, y
los que se encuentran en la tierra y en sus sepulcros, que son los primeros
en ser arrebatados para recibirlo; y todo esto por la voz del son de la
trompeta del ángel de Dios.
Doctrina y Convenios 88

117 Por tanto, de cierto os digo, mis amigos, convocad vuestra


asamblea solemne como os he mandado.
Doctrina y Convenios 88

118 Y por cuanto no todos tienen fe, buscad diligentemente y


enseñaos el uno al otro palabras de sabiduría; sí, buscad
palabras de sabiduría de los mejores libros; buscad
conocimiento, tanto por el estudio como por la fe.
Doctrina y Convenios 88

119 Organizaos; preparad todo lo que fuere necesario; y estableced


una casa, sí, una casa de oración, una casa de ayuno, una casa de fe, una
casa de instrucción, una casa de gloria, una casa de orden, una casa de
Dios;
120 para que vuestras entradas sean en el nombre del Señor; vuestras
salidas sean en el nombre del Señor; y todas vuestras salutaciones sean
en el nombre del Señor, con las manos extendidas hacia el Altísimo.
Doctrina y Convenios 88

121 Por consiguiente, cesad de todas vuestras conversaciones livianas, de


toda risa, de todos vuestros deseos de concupiscencia, de todo
vuestro orgullo y frivolidad y de todos vuestros hechos malos.
122 Nombrad de entre vosotros a un maestro; y no tomen todos la palabra al
mismo tiempo, sino hable uno a la vez y escuchen todos lo que él dijere, para
que cuando todos hayan hablado, todos sean edificados de todos y cada
hombre tenga igual privilegio.
Doctrina y Convenios 88

133 ¿Eres hermano, o sois hermanos? Os saludo en el nombre


del Señor Jesucristo, en señal o memoria del convenio
sempiterno, convenio en el cual os recibo en confraternidad,
con una determinación que es fija, inalterable e inmutable, de
ser vuestro amigo y hermano por la gracia de Dios en los lazos
de amor, de andar conforme a todos los mandamientos de Dios,
irreprensible, con acción de gracias, para siempre jamás. Amén.
Doctrina y Convenios 88

135 Y el que entra y es fiel ante mí, y es un hermano, o si son hermanos,


saludarán, con las manos extendidas hacia el cielo, al presidente o al maestro
con esta misma oración y convenio, o diciendo Amén, en señal de acuerdo.
136 He aquí, de cierto os digo, esta es una norma para vosotros en cuanto a
la manera de saludaros el uno al otro en la casa de Dios, en la escuela de los
profetas.
137 Y se os manda hacer esto con oración y acción de gracias, según lo que
os inspire a decir el Espíritu en todos vuestros hechos en la casa del Señor, en
la escuela de los profetas, para que llegue a ser un santuario, un tabernáculo
del Santo Espíritu para vuestra edificación.
Examen sobre el sacerdocio y las llaves del sacerdocio

____ 1. Dios creó y gobierna los cielos y la tierra por medio del sacerdocio.
____ 2. Las bendiciones del sacerdocio están al alcance de todos los hijos de Dios,
tanto varones como mujeres, por medio de las ordenanzas y los convenios del
Evangelio.
____ 3. Las llaves del sacerdocio constituyen el derecho de presidir, es decir, el poder
que Dios da al hombre para gobernar y dirigir el Reino de Dios sobre la tierra.
____ 4. Cada uno de los Apóstoles está autorizado a ejercer todas las llaves que
pertenecen al Reino de Dios sobre la tierra.
____ 5. Todo poseedor del sacerdocio posee llaves del sacerdocio para presidir y
dirigir la obra del Señor.
MATEO

15 Él les dijo: Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?


16 Respondió Simón Pedro y dijo: ¡Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente!
17 Entonces, respondiendo Jesús, le dijo: Bienaventurado eres, Simón hijo de
Jonás, porque no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los
cielos.
18 Mas yo también te digo que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré
mi iglesia, y las puertas del infierno no prevalecerán contra ella.
19 Y a ti te daré las llaves del reino de los cielos, y todo lo que ates en la tierra
será atado en los cielos; y todo lo que desates en la tierra será desatado en los
cielos.
Doctrina y Convenios 42

11 Asimismo, os digo que a ninguno le será permitido salir


a predicar mi evangelio ni a edificar mi iglesia, a menos que
sea ordenado por alguien que tenga autoridad, y sepa la
iglesia que tiene autoridad, y que ha sido debidamente
ordenado por las autoridades de la iglesia.
Examen sobre el sacerdocio y las llaves del sacerdocio

____ 1. Dios creó y gobierna los cielos y la tierra por medio del sacerdocio.
____ 2. Las bendiciones del sacerdocio están al alcance de todos los hijos de Dios,
tanto varones como mujeres, por medio de las ordenanzas y los convenios del
Evangelio.
____ 3. Las llaves del sacerdocio constituyen el derecho de presidir, es decir, el poder
que Dios da al hombre para gobernar y dirigir el Reino de Dios sobre la tierra.
____ 4. Cada uno de los Apóstoles está autorizado a ejercer todas las llaves que
pertenecen al Reino de Dios sobre la tierra.
____ 5. Todo poseedor del sacerdocio posee llaves del sacerdocio para presidir y
dirigir la obra del Señor.
Doctrina y Convenios 121
36 Que los derechos del sacerdocio están inseparablemente unidos a
los poderes del cielo, y que estos no pueden ser gobernados ni manejados
sino conforme a los principios de la rectitud.
41 Ningún poder o influencia se puede ni se debe mantener en virtud del
sacerdocio, sino por persuasión, por longanimidad, benignidad,
mansedumbre y por amor sincero;
42 por bondad y por conocimiento puro, lo cual engrandecerá en gran
manera el alma sin hipocresía y sin malicia;
Sacerdocio Aarónico

Sacerdocio de Melquisedec
Doctrina y Convenios 13

1 Sobre vosotros, mis consiervos, en el nombre del Mesías,


confiero el Sacerdocio de Aarón, el cual tiene las llaves del
ministerio de ángeles, y del evangelio de arrepentimiento, y
del bautismo por inmersión para la remisión de pecados; y
este sacerdocio nunca más será quitado de la tierra, hasta
que los hijos de Leví de nuevo ofrezcan al Señor un
sacrificio en rectitud.
Doctrina y Convenios 107

8 El Sacerdocio de Melquisedec posee el derecho de presidir, y


tiene poder y autoridad sobre todos los oficios en la iglesia en
todas las edades del mundo, para administrar en las cosas
espirituales.
Doctrina y Convenios 121

11 Y él mismo constituyó a unos apóstoles; y a otros, profetas; y a


otros, evangelistas; y a otros, pastores y maestros;
12 a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para
la edificación del cuerpo de Cristo,
13 hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del
Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud
de Cristo;
14 para que ya no seamos niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo
viento de doctrina, por estratagema de hombres que, para engañar,
emplean con astucia las artimañas del error,
1 corintios 12

21 Ni el ojo puede decir a la mano: No te necesito; ni tampoco


la cabeza a los pies: No tengo necesidad de vosotros.

Doctrina y Convenios 42

11 Asimismo, os digo que a ninguno le será permitido salir a predicar mi


evangelio ni a edificar mi iglesia, a menos que sea ordenado por alguien
que tenga autoridad, y sepa la iglesia que tiene autoridad, y que ha sido
debidamente ordenado por las autoridades de la iglesia.
2 NEFI 26

33 Porque ninguna de estas iniquidades viene del Señor, porque él hace lo


que es bueno entre los hijos de los hombres; y nada hace que no sea claro
para los hijos de los hombres; y él invita a todos ellos a que vengan a él y
participen de su bondad; y a nadie de los que a él vienen desecha, sean
negros o blancos, esclavos o libres, varones o mujeres; y se acuerda de
los paganos; y todos son iguales ante Dios, tanto los judíos como los
gentiles.
1. Si buscamos diligentemente a Dios, Él ha prometido revelar la verdad a nuestra
mente y nuestro corazón por medio del Espíritu Santo.
1. D. y C. 8:2–3
2. José Smith—Historia 1:15–20
3. D. y C. 135:3
2. El Padre y el Hijo tienen cuerpos tangibles y glorificados de carne y hueso, y el
Espíritu Santo es un personaje de espíritu.
1. D. y C. 130:22–23
2. D. y C. 29:10–11
3. D. y C. 1:37–38
3. El sacrificio expiatorio de Jesucristo proporcionó el único modo de que seamos
limpiados y perdonados por nuestros pecados a fin de morar eternamente en la
presencia de Dios.
1. D. y C. 1:30
2. D. y C. 19:16–19
3. D. y C. 42:11
1. Todos los que prestan servicio en la Iglesia, tanto hombres como mujeres, son llamados
bajo la dirección de alguien que posee llaves del sacerdocio.
1. D. y C. 21:4–6
2. D. y C. 19:16–19
3. D. y C. 42:11
2. Dado que fue establecida por Dios mismo, La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los
Últimos Días es “la única iglesia verdadera y viviente sobre la faz de toda la tierra”.
1. D. y C. 19:16–19
2. D. y C. 8:2–3
3. D. y C. 1:30
3. Dios el Padre y Su Hijo Jesucristo se aparecieron a José Smith en respuesta a su oración, y
lo llamaron para que fuera el Profeta de la Restauración.
1. José Smith—Historia 1:15–20
2. D. y C. 6:36
3. D. y C. 58:42–43
Doctrina y Convenios 89

1 Una PALABRA DE SABIDURÍA para el beneficio del consejo de sumos


sacerdotes reunido en Kirtland, y la iglesia, y también los santos de Sion
2 —para ser enviada por vía de salutación; no por mandamiento ni
restricción, sino por revelación y la palabra de sabiduría, demostrando el
orden y la voluntad de Dios en la salvación temporal de todos los santos en
los últimos días—
3 dada como un principio con promesa, adaptada a la capacidad del débil
y del más débil de todos los santos, que son o que pueden ser llamados
santos.
Doctrina y Convenios 89

4 He aquí, de cierto, así os dice el Señor: Por motivo de las maldades y


designios que existen y que existirán en el corazón
de hombres conspiradores en los últimos días, os he amonestado y os
prevengo, dándoos esta palabra de sabiduría por revelación:
Doctrina y Convenios 89
5 Que si entre vosotros hay quien beba vino o bebidas fuertes, he aquí, no
es bueno ni propio a los ojos de vuestro Padre, sino cuando os reunís para
ofrecerle vuestros sacramentos.
6 Y he aquí, este debe ser vino, sí, vino puro de la uva de la vid, de vuestra
propia hechura.
7 Y además, las bebidas fuertes no son para el vientre, sino para el
lavamiento de vuestros cuerpos.
8 Y además, el tabaco no es para el cuerpo ni para el vientre, y no es bueno
para el hombre, sino que es una hierba para magulladuras y para todo
ganado enfermo, que se ha de usar con juicio y destreza.
9 Y además, las bebidas calientes no son para el cuerpo ni para el vientre.
Doctrina y Convenios 89

11 Cada hierba en su sazón y cada fruta en su sazón; todas estas


para usarse con prudencia y acción de gracias.
12 Sí, también la carne de las bestias y de las aves del cielo, yo,
el Señor, he dispuesto para el uso del hombre, con acción de
gracias; sin embargo, han de usarse limitadamente;
13 y a mí me complace que no se usen, sino en temporadas de
invierno, o de frío, o hambre.
Doctrina y Convenios 89

18 Y todos los santos que se acuerden de guardar y hacer estas


cosas, rindiendo obediencia a los mandamientos,
recibirán salud en el ombligo y médula en los huesos;
19 y hallarán sabiduría y grandes tesoros de conocimiento, sí,
tesoros escondidos;
Doctrina y Convenios 90

1 Así dice el Señor: De cierto, de cierto te digo, hijo mío, te


son perdonados tus pecados, según tu petición, porque tus oraciones y las
oraciones de tus hermanos han llegado a mis oídos.
2 Por tanto, bendito eres de aquí en adelante, tú que posees las llaves del
reino que te fueron dadas, reino que está surgiendo por última vez.
3 De cierto te digo, las llaves de este reino nunca te serán quitadas mientras
estés en el mundo, ni tampoco en el venidero;
Doctrina y Convenios 90

4 no obstante, por tu conducto se darán los oráculos a otro, sí, a la iglesia.


5 Y quienes reciban los oráculos de Dios, tengan cuidado de cómo los
estiman, no sea que los menosprecien, y con ello incurran en la
condenación, y tropiecen y caigan cuando desciendan las tempestades y
soplen los vientos y vengan las lluvias, y den con ímpetu contra su casa.
Doctrina y Convenios 90

6 Y además, de cierto digo a tus hermanos, Sidney Rigdon y Frederick G.


Williams, que también sus pecados les son perdonados, y se les considera
igual que a ti en la posesión de las llaves de este último reino;
Doctrina y Convenios 90

24 Escudriñad diligentemente, orad siempre, sed creyentes,


y todas las cosas obrarán juntamente para vuestro bien, si
andáis en la rectitud y recordáis el convenio que habéis
hecho el uno con el otro.
Doctrina y Convenios 91

1 De cierto, así dice el Señor concerniente a los libros apócrifos: Contienen


muchas cosas verdaderas, y en su mayoría se han traducido correctamente;
2 hay muchas cosas en ellos que no son verdaderas, que son interpolaciones
de los hombres.
3 De cierto os digo, que no es necesario que los libros apócrifos sean
traducidos.
Doctrina y Convenios 91
4 Por tanto, quien los lea, que entienda, porque el Espíritu
manifiesta la verdad;
5 y el que sea iluminado por el Espíritu logrará beneficio de
ellos;
6 y el que no reciba por medio del Espíritu no puede
beneficiarse. Por consiguiente, no es necesario que sean
traducidos. Amén.
Doctrina y Convenios 93
1 De cierto, así dice el Señor, doy a la orden unida, organizada conforme
al mandamiento previamente dado, una revelación y mandamiento
concerniente a mi siervo Frederick G. Williams, de admitirlo en la orden.
Lo que digo a uno lo digo a todos.
2 Y además, te digo a ti, mi siervo Frederick G. Williams, tú serás un
miembro activo en esta orden; y en tanto que seas fiel en guardar todos
los mandamientos anteriores, serás bendecido para siempre. Amén.
Doctrina y Convenios 93

1 De cierto, así dice el Señor: Acontecerá que toda alma que deseche sus
pecados y venga a mí, invoque mi nombre, obedezca mi voz y guarde mis
mandamientos, verá mi faz y sabrá que yo soy;
2 y que yo soy la luz verdadera que ilumina a todo hombre que viene al mundo;
3 y que soy en el Padre, y el Padre en mí, y el Padre y yo somos uno,
4 el Padre, porque me dio de su plenitud, y el Hijo, porque estuve en el mundo,
e hice de la carne mi tabernáculo y habité entre los hijos de los hombres.
5 Estuve en el mundo y recibí de mi Padre, y sus obras plenamente se
manifestaron.
6 Y Juan vio la plenitud de mi gloria y dio testimonio de ella; y la plenitud
del testimonio de Juan más adelante ha de ser revelada.
7 Y él dio testimonio, diciendo: Vi su gloria, que él era en el principio, antes que
el mundo fuese;
8 así que, en el principio era el Verbo, porque él era el Verbo, sí, el mensajero de
salvación,
9 la luz y el Redentor del mundo; el Espíritu de verdad que vino al mundo,
porque el mundo fue hecho por él, y en él estaban la vida y la luz de los
hombres.
10 Los mundos por él fueron hechos, y por él los hombres fueron hechos; todas
las cosas fueron hechas por él, mediante él y de él.
11 Y yo, Juan, doy testimonio de que vi su gloria, como la gloria del Unigénito
del Padre, lleno de gracia y de verdad, sí, el Espíritu de verdad que vino y moró
en la carne, y habitó entre nosotros.
19 Os digo estas palabras para que comprendáis y sepáis cómo adorar, y
sepáis qué adoráis, para que vengáis al Padre en mi nombre, y en el
debido tiempo recibáis de su plenitud.
20 Porque si guardáis mis mandamientos, recibiréis de su plenitud y
seréis glorificados en mí como yo lo soy en el Padre; por lo tanto, os digo,
recibiréis gracia sobre gracia.
Doctrina y Convenios 93

21 Y ahora, de cierto os digo, yo estuve en el principio con el Padre, y soy


el Primogénito;
22 y todos los que por medio de mí son engendrados, son partícipes de
esa gloria, y son la iglesia del Primogénito.
23 Vosotros también estuvisteis en el principio con el Padre; lo que es
Espíritu, sí, el Espíritu de verdad;
Doctrina y Convenios 93

24 y la verdad es el conocimiento de las cosas como son, como eran y como
han de ser;
25 y lo que sea más o menos que esto es el espíritu de aquel inicuo que
fue mentiroso desde el principio.
26 El Espíritu de verdad es de Dios. Yo soy el Espíritu de verdad, y Juan dio
testimonio de mí, diciendo: Él recibió la plenitud de la verdad, sí, aun de toda
la verdad;
Doctrina y Convenios 93

26 El Espíritu de verdad es de Dios. Yo soy el Espíritu de verdad, y Juan


dio testimonio de mí, diciendo: Él recibió la plenitud de la verdad, sí, aun
de toda la verdad;
27 y ningún hombre recibe la plenitud, a menos que guarde sus
mandamientos.
28 El que guarda sus mandamientos recibe verdad y luz, hasta que es
glorificado en la verdad y sabe todas las cosas.
Doctrina y Convenios 93

29 También el hombre fue en el principio con Dios. La inteligencia, o sea, la luz


de verdad, no fue creada ni hecha, ni tampoco lo puede ser.
30 Toda verdad es independiente para obrar por sí misma en aquella esfera en
que Dios la ha colocado, así como toda inteligencia; de otra manera, no hay
existencia.
31 He aquí, esto constituye el albedrío del hombre y la condenación del
hombre; porque claramente les es manifestado lo que existió desde el
principio, y no reciben la luz.
32 Y todo hombre cuyo espíritu no recibe la luz está bajo condenación.
Doctrina y Convenios 93

39 Y aquel inicuo viene y despoja a los hijos de los hombres


de la luz y la verdad, por medio de la desobediencia, y a
causa de las tradiciones de sus padres.
Doctrina y Convenios 93

40 Pero yo os he mandado criar a vuestros hijos en la luz y la


verdad.
Doctrina y Convenios 93

49 Lo que digo a uno lo digo a todos; orad en todo tiempo, no sea que
aquel inicuo logre poder en vosotros y os quite de vuestro lugar.
50 Mi siervo Newel K. Whitney, obispo de mi iglesia, también tiene
necesidad de ser reprendido, y de poner en orden a su familia, y procurar
que sean más diligentes y atentos en el hogar, y que oren siempre, o
serán quitados de su lugar.
Doctrina y Convenios 82

1 De cierto, de cierto os digo, mis siervos, que por cuanto os


habéis perdonado el uno al otro vuestras transgresiones, así
también yo, el Señor, os perdono.
Doctrina y Convenios 82

2 No obstante, hay entre vosotros algunos que han pecado


extremadamente; sí, todos vosotros habéis pecado; mas de cierto os digo,
tened cuidado de aquí en adelante y absteneos de pecar, no sea que
desciendan graves juicios sobre vuestra cabeza.
3 Porque de aquel a quien mucho se da, mucho se requiere; y el
que peque contra mayor luz, mayor condenación recibirá.
4 Pedís revelaciones en mi nombre, y os las concedo; y si no observáis mis
palabras que os doy, os hacéis transgresores; y justicia y juicio son el castigo
que prescribe mi ley.
Doctrina y Convenios 82

7 Y ahora, yo, el Señor, en verdad os digo que no os imputaré ningún pecado;


id y no pequéis más; pero los pecados anteriores volverán al alma que peque,
dice el Señor vuestro Dios.
Doctrina y Convenios 82

8 Y además, os digo que os doy un mandamiento nuevo para


que entendáis mi voluntad concerniente a vosotros;
9 o en otras palabras, os doy instrucciones en cuanto a la
manera de conduciros delante de mí, a fin de que se torne para
vuestra salvación.
10 Yo, el Señor, estoy obligado cuando hacéis lo que os digo; mas
cuando no hacéis lo que os digo, ninguna promesa tenéis.
Doctrina y Convenios 82

12 para administrar los asuntos de los pobres y todas las cosas


pertenecientes al obispado, tanto en la tierra de Sion como en
la de Kirtland;
Doctrina y Convenios 83

1 De cierto, así dice el Señor, además de las leyes de la iglesia


referentes a las mujeres y a los niños, aquellos que
pertenecen a la iglesia, que han perdido a sus esposos o
padres:
Doctrina y Convenios 83

2 Las mujeres tienen el derecho de recibir sostén de sus


maridos hasta que estos mueran; y si ellas no han
transgredido, tendrán confraternidad en la iglesia.
3 Y si no son fieles, no tendrán confraternidad en la iglesia; no
obstante, podrán permanecer en sus heredades según las
leyes del país.
Doctrina y Convenios 83

62 Id, pues, por todo el mundo; y a cualquier lugar a donde no


podáis ir, enviad, para que de vosotros salga el testimonio a
todo el mundo y a toda criatura.
Doctrina y Convenios 83

64 por tanto, así como dije a mis apóstoles, de nuevo os digo que
toda alma que crea en vuestras palabras y se bautice en el agua para
la remisión de los pecados, recibirá el Espíritu Santo.
Doctrina y Convenios 83
65 Y estas señales seguirán a los que creen:
66 En mi nombre harán muchas obras maravillosas;
67 en mi nombre echarán fuera demonios;
68 en mi nombre sanarán a los enfermos;
69 en mi nombre abrirán los ojos de los ciegos y destaparán los oídos de los
sordos;
70 y la lengua del mudo hablará;
71 y si alguien les administra veneno, no los dañará;
72 y la ponzoña de la serpiente no tendrá poder para hacerles daño.
73 Pero un mandamiento les doy, que no se jacten de estas cosas ni hablen
de ellas ante el mundo; porque os son dadas para vuestro provecho y para
salvación
Doctrina y Convenios 83
74 En verdad, en verdad os digo, que aquellos que no crean en vuestras
palabras, ni se bauticen en el agua en mi nombre para la remisión de sus
pecados, a fin de recibir el Espíritu Santo, serán condenados y no
entrarán en el reino de mi Padre, donde mi Padre y yo estamos.
75 Y esta revelación y mandamiento dado a vosotros está en vigor desde
esta misma hora en todo el mundo; y el evangelio es para todos los que
no lo han recibido.
76 Pero de cierto os digo a todos aquellos a quienes se ha dado el reino:
Es preciso que de vosotros les sea predicado a ellos, para que se
arrepientan de sus obras inicuas anteriores; porque merecen ser
reprochados por motivo de sus corazones malos de incredulidad, así
como vuestros hermanos en Sion por su rebelión contra vosotros en el
tiempo en que os envié.
Doctrina y Convenios 83
80 Y ningún hombre que salga y predique este evangelio del reino, sin dejar
de continuar fiel en todas las cosas, sentirá fatigada o entenebrecida su
mente, ni su cuerpo, miembros ni coyunturas; y ni un cabello de su cabeza
caerá a tierra inadvertido. Y no padecerá hambre ni sed.
85 Ni os preocupéis tampoco de antemano por lo que habéis de decir;
mas atesorad constantemente en vuestras mentes las palabras de vida, y os
será dado en la hora precisa la porción que le será medida a cada hombre.
87 He aquí, os envío para reprobar al mundo por todos sus hechos inicuos, y
para enseñarle acerca de un juicio que ha de venir.
88 Y quienes os reciban, allí estaré yo también, porque iré delante de
vuestra faz. Estaré a vuestra diestra y a vuestra siniestra, y mi Espíritu estará
en vuestro corazón, y mis ángeles alrededor de vosotros, para sosteneros.
Doctrina y Convenios 83

98 hasta que me conozcan todos los que quedaren, desde el


menor hasta el mayor, y sean llenos del conocimiento del Señor,
y vean ojo a ojo, y alcen sus voces, y al unísono canten este
nuevo cántico, diciendo:
Doctrina y Convenios 83

106 Y si de entre vosotros uno es fuerte en el


Espíritu, lleve consigo al que es débil, a fin de que sea edificado
con toda mansedumbre para que se haga fuerte también.
Doctrina y Convenios 83

109 Por tanto, ocupe cada hombre su propio oficio, y trabaje


en su propio llamamiento; y no diga la cabeza a los pies que no
tiene necesidad de ellos; porque sin los pies, ¿cómo podrá
sostenerse el cuerpo?
110 También el cuerpo tiene necesidad de cada miembro, para
que todos se edifiquen juntamente, para que el sistema se
conserve perfecto.
Doctrina y Convenios 83

118 Porque con vosotros, dice el Señor


Todopoderoso, hendiré sus reinos; no solamente sacudiré la
tierra, sino que los cielos estrellados temblarán.
119 Porque yo, el Señor, he extendido mi mano para ejercer los
poderes del cielo; no lo podéis ver ahora, pero dentro de un
corto plazo lo veréis, y sabréis que yo soy, y
que vendré y reinaré con mi pueblo.

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