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SEMANA 14

DOLOR CRÓNICO Y VIH


Manejo Psicológico del Dolor
• El dolor físico ha sido definido por la International Association for the
Study of Pain (1986) como “una experiencia sensorial y emocional
desagradable, asociada a un daño tisular existente o potencial,
descrita en términos de ese daño”.
• La principal función del dolor es poner en estado de alerta al
individuo sobre una posible amenaza a la integridad de su cuerpo.
Teorías
• Ronald Melzack (1965) al estudio de los factores emocionales
asociados al dolor que se reporta en el caso de un “miembro
fantasma”, es decir inexistente o mutilado, han marcado un parte
aguas en la concepción del dolor y de su manejo.
• “Teoría de la compuerta”, Melzack y Wall (1965) sostienen que, desde
la perspectiva neurológica, la percepción del dolor no es sólo
resultado de un desplazamiento del potencial de acción a través de un
circuito estático, sino que en la transmisión y modulación del dolor
intervienen tanto el sistema nervioso central como el periférico.
• La red de interacciones conocida como neuromatrix describe al dolor,
no sólo como una sensación orgánica somatosensorial, sino que
incluye el aspecto emocional relacionado con el sufrimiento, la
conducta, la evaluación cognitiva y la memoria del dolor (Acevedo,
2012).
Intervención Psicológica
• Se puede afirmar que el tratamiento de éste no es un asunto que
pertenece de forma exclusiva al campo médico, sino que involucra
además aspectos físicos, emocionales, sociales y espirituales. La
intervención interdisciplinaria para el abordaje del dolor es una
necesidad actual que ya ha sido considerada y de facto forma parte
del currículum para la formación de los estudiantes de Psicología
(IASP, 1997).
• Existe una amplia variedad de documentos de investigación que
justifican la intervención psicológica en los casos de dolor, sobre todo
en enfermedades cuyo síntoma principal es éste de manera crónica.
Antecedentes
• En los últimos 20 años se ha enfatizado que su formación en la
psicología del dolor resulta esencial e imprescindible si se pretende
alentar la generación de conocimientos y lograr mayor eficiencia en el
manejo y el tratamiento de una realidad ligada a la naturaleza
humana de manera profunda y de una experiencia tan universal como
es el dolor.
• El estudio de éste implica el conocimiento y la consideración de las
reacciones fisiológicas que lo integran y del recorrido de esta cadena
de impulsos a través del cuerpo, hasta llegar a la corteza cerebral y
dar lugar a las respuestas del sujeto ante el estímulo nocivo.
Estrés y Dolor
• El estrés afecta de manera directa a través de la corteza cerebral e
incrementa la actividad del sistema nervioso simpático para producir
respuestas tales como tensión muscular, vasoconstricción y
modificaciones en el pH gástrico, que contribuyen ala liberación de la
sustancia P, que produce dolor en órganos periféricos.
• El estrés y las emociones negativas como el miedo y la ira pueden
limitar el dolor de forma temporal a través de la liberación de
norepinefrina, pero cuando esta respuesta se prolonga, generan
tensión muscular y la lesión original se puede agravar.
• El estrés puede, entonces, generar una percepción alterada del dolor
• Las emociones, para Peláez y Domínguez (2013), son los mecanismos probables
por los que las respuestas al estrés son modificadas de manera adaptativa.
• Existen diversas variables psicológicas que se han asociado al dolor
• Un factor cognitivo que influye en la percepción del dolor es la expectativa.
• Cuando el sujeto detecta la existencia inminente de un evento aversivo
(expectativa segura), su respuesta emocional es el miedo y su respuesta
conductual es la de pelear o huir o, en un momento dado, distraerse.
• Cuando el sujeto se expone a un evento incierto (expectativa incierta) su
respuesta emocional es de ansiedad, caracterizada por un comportamiento que
evalúa la posibilidad de riesgo o de inhibición y aumenta la atención somática y
ambiental, lo cual da lugar a una sensibilidad aumentada al dolor, respuesta
conocida como hiperalgesia (Domínguez Olvera, 2006).
• La interpretación que el sujeto dé a los eventos o sensaciones físicas
que le causan dolor afecta su percepción.
• Esta interpretación está basada en su sistema de creencias, actitudes,
experiencias previas y en la sensación personal del control que posee
sobre el dolor, de manera tal que el individuo no sólo lo describe en
términos de localización e intensidad, sino además le da un
significado, una explicación personal.
• El dolor social, comparte los mismos mecanismos y estructuras a nivel
del sistema nervioso central que el dolor físico, de tal manera que las
experiencias de exclusión, discriminación, separación forzada o
devaluación pueden exacerbar los trastornos relacionados con el
dolor físico.
Manejo Psicológico del Dolor
a) Normalizar el nivel de actividad funcional del paciente y promover en él
una mejor calidad de vida.
b) Promover con la familia la adopción de una dinámica de relación más
funcional y saludable.
De esa manera el paciente tendrá menor necesidad de valerse de la
expresión de su dolor como recurso para demandar atención y lograr
control social.
c) Reducir hasta lo posible la dependencia del paciente de hospitales,
médicos y otros profesionales de la salud.
d) Alentar y fomentar en el paciente la reducción de quejas y lamentos
de dolor, tanto verbales como conductuales, que con frecuencia son
elementos que exacerban la sensación de sufrimiento.
e) Favorecer y encarecer el recurso a la actividad física hasta un nivel
normal, de acuerdo con la edad y el sexo del paciente o de las
posibles limitaciones médicas.
f) Reducir o eliminar los fármacos relacionados con el dolor.
En el caso del provocado por cáncer, se pretende producir la
analgesia que incremente las horas de sueño, de reposo y de
actividad libre de dolor.
Intervención Psicoeducativa
• Consiste en proporcionar a los pacientes información previa a los
cruentos procedimientos de intervención médica y desarrollar
sesiones técnicas de entrenamiento para emitir las repuestas que les
permitan reducir el dolor.
• Cuando el paciente esté informado desarrollará una mayor sensación
de control sobre su condición física y emocional.
• Se recomienda sobre todo en las fases iniciales de la enfermedad,
toda vez que su objetivo es reducir el distrés y la ansiedad ante su
enfermedad.
• Su carácter es informativo y educacional y es general.
Relajación
• Cualquier ejercicio de relajación o autorregulación, es importante
enseñar al paciente a lograr una respiración lenta y profunda que le
permita mayor receptividad a las técnicas dirigidas a reducir su
percepción del dolor.
• La imaginación guiada es una técnica que contribuye a focalizar la
atención en elementos que el paciente ha asociado con experiencias
agradables y placenteras y que son presentadas de forma imaginaria y
con detalle para que el paciente logre visualizarlas
Escritura emocional Autorreflexiva
• Propuesta por J. Pennebaker en 1997, consiste en la expresión escrita o
hablada de los pensamientos y emociones asociadas a un evento traumático
o “el más doloroso de sus recuerdos”.
• Consiste en tres ejercicios:
• A) La escritura es libre, donde se redacta en primera persona sobre algún
acontecimiento doloroso.
• B) Al paciente se le ofrece una lista de palabras para utilizarlas en su escrito,
lo que favorecerá el puntualizar algunas emociones
• C) Se le pide al sujeto que redacte en tercera persona con la finalidad de
promover un distanciamiento emocional del paciente con el evento
traumático.
Técnicas Cognitivas
• El abordaje de pacientes con dolor crónico, supone la detención de
pensamientos negativos y distorsionados para reemplazarlos con
ideas más racionales y positivas.
• Supone la identificación y discusión de sus ideas para revisar su
racionalidad.
• Se puede trabajar con los estilos de afrontamiento que posee el
paciente, para ampliar o modificar esos esfuerzos cognitivos y
conductuales que realiza para enfrentar el dolor.

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