Se desconoce el origen exacto de la lámpara de aceite, la primera lámpara
autentica, pero ya se empleaba de forma generalizada en Grecia en el siglo IV antes de cristo. Las primeras lámparas de estos tipos eran recibientes abiertos fabricados con piedra, hueso, arcilla o concha en las que se quemaba o aceite. En la actualidad
El desarrollo en técnica de iluminación, además ha puesto en el mercado una serie
de nuevas lámparas como el tubo fluorescente, lámpara de plasma y sus derivados.