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“Los mejores

hogares”
“El Salvador es el ingeniero,
constructor y diseñador de
interiores perfecto. Su
proyecto es la perfección y el
gozo eterno de nuestras
almas”.
Elder L. Whitney
Clayton
“Al servicio de los mejores hogares
de Salt Lake City”.
¿Cuáles son “Los mejores
hogares”?
Primero, desde la perspectiva del Señor, establecer los mejores
hogares tiene que ver con las cualidades de las personas que
viven en ellos. Tales hogares no son mejores de alguna manera
importante o duradera debido a los muebles, su valor neto o la
posición social de las personas a quienes pertenecen.

La mejor característica de cualquier hogar


es la imagen de Cristo reflejada en quienes lo
habitan.
Lo que importa es el diseño interior de las almas de sus
habitantes, no la estructura misma.
Los atributos de Cristo se adquieren…

“Con el transcurso del tiempo”


Con el progreso intencional a lo largo de la senda
de los convenios. Los atributos cristianos adornan
la vida de aquellos que se esfuerzan por vivir con
bondad. Llenan los hogares con la luz del
Evangelio, sin importar si el piso es de tierra o de
mármol. Aun si son la única persona en su hogar
que sigue el mandato de “a esto aspiramos”2,
ustedes pueden contribuir a que se adorne
espiritualmente el hogar de su familia.
Seguimos el consejo del Señor de:

“organizarnos; preparar todo lo que


fuere necesario; y establecer una casa”

Al organizar, preparar y establecer nuestra vida


espiritual, no nuestras propiedades. A medida que
seguimos con paciencia la senda de los convenios
del Salvador, nuestro hogar llega a ser “una casa
de gloria, una casa de orden [y] una casa de
Dios”.
Segundo:
“Las personas que viven en los
mejores hogares dedican tiempo
diariamente a estudiar las Escrituras y
las palabras de los profetas”.

El presidente Russell M. Nelson nos ha


invitado a “transformar” y “remodelar”
nuestros hogares por medio del estudio
del Evangelio. Su invitación reconoce que
los mejores hogares albergan la delicada
y vital obra del crecimiento espiritual y la
remodelación de nuestras debilidades. El
arrepentimiento diario es una herramienta
transformadora que nos permite ser más
amables, amorosos y comprensivos.
Estudiar las Escrituras nos acerca más al
Salvador, cuyo generoso amor y gracia
nos ayudan a crecer.
La Biblia, el Libro de Mormón y la Perla de Gran Precio narran
relatos de familias, así que no es sorprendente que esos tomos
divinos sean manuales sin igual para edificar los mejores
hogares. Registran las preocupaciones de padres, los peligros de
la tentación, el triunfo de la rectitud, las pruebas de la hambruna
y la abundancia y el horror de la guerra y las recompensas de la
paz. Una y otra vez, en las Escrituras se nos muestra cómo tienen
éxito las familias al vivir en rectitud y cómo pueden fracasar al
seguir otros caminos.
Tercero,
“Los mejores hogares siguen el plano creado por el
Señor para el mejor de Sus hogares”

El templo. La construcción de un templo comienza


con pasos básicos: limpiar el terreno y nivelarlo. Esos
esfuerzos iniciales para preparar el terreno pueden
compararse con guardar los mandamientos básicos.
Los mandamientos son los cimientos sobre los que
se edifica el discipulado. El discipulado continuo nos
conduce a ser firmes, constantes e inmutables5, como
el armazón de acero de un templo. Ese armazón
firme permite que el Señor envíe Su Espíritu para
cambiar nuestro corazón6. Experimentar un potente
cambio de corazón se compara con agregar
características hermosas al interior de un templo.
Debemos seguir el ejemplo
que nos brinda la
renovación del Templo de
Salt Lake y dedicar tiempo a
evaluar nuestra propia
ingeniería sísmica espiritual
a fin de asegurarnos de que
esté al día. Una evaluación
periódica, así como
preguntar al Señor, “¿Qué
más me falta?”9, pueden
ayudar a cada uno de
nosotros a contribuir a la
edificación del mejor hogar.
Cuarto,

“los mejores hogares son refugios


contra las tormentas de la vida”.

El Señor ha prometido que aquellos que


guarden los mandamientos de Dios
“prosperar[án] en la tierra”. La
prosperidad de Dios es el poder para
seguir adelante a pesar de los problemas
de la vida.
Mosíah 2:22
Experiencia en Paraguay

Hazles esta pregunta:


‘Presidentes, de los miembros de sus estacas
que pagan un diezmo íntegro, pagan ofrendas
de ayuno generosas, magnifican sus
llamamientos en la Iglesia, visitan a las
familias que se les han asignado cada mes,
hacen la noche de hogar, estudian las
Escrituras y hacen oraciones familiares
diariamente.

¿cuántos tienen problemas que no puedan


resolver por sí mismos, sin que la Iglesia tenga
que ayudarlos y resolverles los problemas?’”.
David declaró: “Si Jehová no edifica la casa,
en vano
trabajan los que la edifican”.
Salmo 127:1

Sin importar dónde vivan, cómo luzca su casa y quiénes integren su familia,
ustedes pueden ayudar a edificar el mejor hogar para ella. El evangelio restaurado
de Jesucristo proporciona los planos para ese hogar. El Salvador es el ingeniero,
constructor y diseñador de interiores perfecto. Su proyecto es la perfección y el
gozo eterno de nuestras almas. Con Su ayuda amorosa, el alma de ustedes puede
ser todo lo que Él espera que sea y ustedes pueden ser la mejor versión de ustedes
mismos, preparados para establecer y vivir en el mejor hogar.

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