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Saudy Tatiana Culchac

Karen Daniela Gómez

Grado 10-1
Literatura del Siglo XX
La literatura del siglo XX comprende las obras,
los movimientos literarios y los autores
del siglo XX. Es un siglo marcado por conflictos
bélicos que sacudieron la conciencia de los
escritores, la influencia de la tecnología, etc.
 La literatura del siglo XX se caracteriza por
el deseo de experimentación y la aparición de
distintas vanguardias que buscan crear nuevas
formas y nuevos contenidos. Rompe con los
elementos tradicionales de la literatura: crea
narraciones con saltos cronológicos, emplea
nuevos escenarios en teatro, rompe la métrica y
la rima en poesía, etc.
De 1900 a 1909
El siglo se inicia en un ambiente que mezcla el optimismo por
los avances tecnológicos y la nostalgia de un pasado
idealizado, encarnado en el espíritu del fin de siècle de
la literatura del siglo XIX.

Se inicia la edad de plata de la literatura rusa que rompe


también con la representación realista, especialmente en la
poesía, a diferencia de la mayoría de las tradiciones
europeas.

Las influencias de los autores hispanoamericanos, que ya se habían puesto de manifiesto en


el modernismo, marcan la renovación de una literatura fuertemente anclada en la tradición y
en la revisión del pasado (con la excepción de figuras como Juan Ramón Jiménez que progresa
en movimientos posteriores con su poesía sensualista). Igualmente estaban en una etapa
anterior los autores japoneses de influencia occidental, que continuaron cultivando
el naturalismo junto con la lírica tradicional.
De 1910 a 1919

La segunda década está marcada por la Primera


Guerra Mundial, que para muchos estudiosos marca la
primera auténtica rotura literaria del siglo.
Así, en 1910 a 1914 la guerra hace que todos los
escritos hablen de la condición humana, la muerte,
el destino europeo y la decadencia de la ética.

El fin de las certezas se tradujo artísticamente en


el vanguardismo, una serie de movimientos cuyo
denominador común era la experimentación verbal y
el uso de elementos de diferentes artes.

Se inicia el modernismo anglosajón, que no tiene que ver con el modernismo estricto
sensu sino con una renovación de la narrativa que pasa la preponderancia a los Estados
Unidos, menos afectados por la guerra.
De 1920 a 1929
Los felices años veinte es el nombre que recibe esta década,
marcada por el deseo de olvidar los horrores de la guerra. En este
contexto surge con fuerza el surrealismo, recogiendo los
hallazgos del psicoanálisis como punto de partida para explorar
el mundo de los sueños y de las asociaciones de imágenes.

En castellano, la Generación del 27 combinó las influencias


surrealistas y vanguardistas con la tradición lírica (reciben su
nombre de Góngora), con los versos de Pedro Salinas, Gerardo
Diego, Jorge Guillén o Vicente Aleixandre. Jorge Luis
Borges inicia la publicación de sus obras repletas de referencias
intelectuales que hacen de puente entre Europa y América Latina,
donde escribe Pablo Neruda

Un grupo de excombatientes y autores se resistían a adoptar el optimismo sensualista o burlesco


generalizado. Se trata de la generación perdida estadounidense, con figuras como William
Faulkner, Ernest Miller Hemingway o Ezra Pound.
De 1930 a 1939
En los años 30 vuelve la literatura más reflexiva,
que analiza el contexto histórico y preludia el
existencialismo, como por ejemplo la obra de André
Malraux o Louis-Ferdinand Céline

El realismo socialista se impone a la literatura


rusa y la de los países de la órbita soviética, un
movimiento que combina el adoctrinamiento político
con un realismo costumbrista, donde
el proletariado es el principal protagonista.

La literatura inglesa continúa explorando el modernismo con nombres que inician su carrera,
como Graham Greene o Dylan Thomas que conviven con los grandes autores del período anterior. En
los Estados Unidos, la Gran depresión marca el tema de la mayoría de las novelas, con autores
como John Steinbeck o Henry Miller. Dentro de la novela de género cabe destacar la figura
de Agatha Christie; su obra Diez negritos puede considerarse el primer superventas del siglo
De 1940 a 1949

Surge el existencialismo, con las


obras de Jean-Paul Sartre, ante la
angustia de un error repetido, la
falta de sentido de la vida y
la libertad combativa que se opone
a ella.MSobre temas similares se
reflexiona en El Principito o los
libros de Albert Camus. Simone de
Beauvoir añade la cuestión
del feminismo y el papel de la
mujer. Igualmente Tennessee
Williams traca el tema del género en
su teatro.
De 1950 a 1959
En Italia surge el neorrealismo, tanto en cinema
como en literatura (la mutua influencia entre las
dos artes va creciendo a lo largo del siglo), con
obras como las de Cesare Pavese.

La literatura fantástica crea sus obras de


referencia como las sagas de Las crónicas de
Narnia o El Señor de los Anillos (una de las más
vendidas de la historia).

En Rusia aparecen obras como Lolita o Doctor


Zhivago, y en Albania escribe Sterjo Spasse, un
claro exponente del intelectual afín al partido.
De 1960 a 1969
Aparece en los países latinoamericanos la tendencia
del realismo mágico, heredera de la mezcla entre
fantasía y realidad de los años precedentes. Este
boom editorial da paso a nombres como Gabriel
García Márquez. La naturaleza, el paisaje, la
herencia mestiza, las leyendas y mitos conviven con
las aportaciones del canon occidental e influirían
en toda la producción hispanoamericana posterior.

La literatura en francés combina las obras de los


nacidos en Francia con las de aquellos que adoptan
su lengua por motivos políticos y las de los
autores de las antiguas colonias.
De 1970 a 1979
Los años 1970 marcan la convivencia de diversas
tendencias simultáneas, en una mezcla que será una
constante hasta finales del siglo.

Dentro de la novela de terror, comienza a


publicar Stephen King, probablemente la figura más
importante del género. Igualmente se inicia en este
período la saga de vampiros de Anne Rice, que
actualiza la figura y es la precursora de la moda
contemporánea en torno a estos personajes.

Franco muere en 1975 y se inicia una transición


democrática en España que permite recuperar los
modelos europeos y se da un resurgimiento de las
literaturas en lengua catalana y gallega.
De 1980 a 1989
La década de los 1980 está marcada por el auge de
la novela histórica, como demuestra el éxito
de Umberto Eco o Ken Follett, la literatura de
fantasía, y el relato de vidas de antihéroes.

En España se vuelve a una lírica gobernada por las


leyes de la métrica, con autores que alternan el
cultivo de la poesía y de la prosa, como Felipe
Benítez Reyes, Luis García Montero o Andrés
Trapiello.

En Sudamérica continúan las publicaciones de los


autores del realismo mágico, pero con nombres
nuevos como el de Isabel Allende. Al mismo tiempo
surge una literatura de protesta, fuertemente
politizada, que reclama la plena democratización
del subcontinente.
De 1990 a 1999
No hay todavía suficiente distancia como para tener
una imagen clara de lo que significó la última
década del siglo XX en literatura pero sí hay
tendencias que se pueden destacar, como el
nacimiento de la relación con Internet.

Japón está marcado por el auge del anime, el manga


y su exportación a Europa, lo que contribuye a
revalorizar el cómic como género literario.

La literatura infantil ve las sagas de Robert


Lawrence Stine o de Harry Potter, una de las más
vendidas de la historia y que supone la iniciación
literaria de una generación.

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