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La doctrina del

matrimonio eterno
y la familia
Lección 21
¿Cuáles son algunas de las percepciones y
actitudes actuales que observan que el
mundo tiene en cuanto al matrimonio?
Doctrina y Convenios 49:15–17
15 Y además, de cierto os digo, que quien prohíbe casarse no es
ordenado por Dios, porque el matrimonio lo decretó Dios para el
hombre.
16 Por tanto, es lícito que tenga una esposa, y los dos serán una sola
carne, y todo esto para que la tierra cumpla el objeto de su creación;
17 y para que sea llena con la medida del hombre, conforme a la 
creación de este antes que el mundo fuera hecho.
Elder David A. Bednar
Hay dos razones doctrinales convincentes que nos
ayudan a entender por qué el matrimonio eterno
es esencial para el plan del Padre.
Razón 1: La naturaleza del espíritu del hombre y la
naturaleza del espíritu de la mujer se
complementan y se perfeccionan mutuamente y,
por tanto, se ha dispuesto que progresen juntos
hacia la exaltación […].
… A fin de llevar a cabo el plan de felicidad se
necesitaba la combinación singular de facultades
espirituales, físicas, mentales y emocionales tanto
de hombres como de mujeres. Solos, ni el hombre
ni la mujer podrían cumplir con los propósitos de
su creación […].
Razón 2: Por designio divino, se necesitan tanto el
hombre como la mujer para traer hijos a la tierra y para
proporcionar el mejor entorno para la crianza y el
cuidado de los hijos.
El mandamiento que se dio antiguamente a Adán y a Eva
de multiplicarse y henchir la tierra permanece en vigor
hoy día […]. Por tal razón, el matrimonio entre un hombre
y una mujer es el conducto autorizado por el cual los
espíritus entran en la tierra […].
El hogar en el que haya un esposo y una esposa leales y
llenos de amor es el entorno supremo en el que se puede
criar a los hijos en amor y rectitud, y en el que se pueden
satisfacer las necesidades espirituales de los hijos. Del
mismo modo que las características singulares tanto del
hombre como de la mujer contribuyen a la plenitud de la
relación matrimonial, esas mismas características son
vitales para la crianza, el cuidado y la enseñanza de los
hijos.
Los primeros santos aprendieron en cuanto a
las bendiciones del matrimonio eterno.
Doctrina y Convenios 131:1–4

1 En la gloria celestial hay tres cielos o grados;


2 y para alcanzar el más alto, el hombre tiene que entrar en este orden
del sacerdocio [es decir, el nuevo y sempiterno convenio del
matrimonio];
3 y si no lo hace, no puede alcanzarlo.
4 Podrá entrar en el otro, pero ese es el límite de su reino; no puede
tener aumento.
Elder Parley P. Pratt
De [José Smith] aprendí que la esposa de mi
corazón podía quedar ligada a mí por el tiempo y
por toda la eternidad […]. Fue de él que aprendí
que podemos cultivar esos afectos, que pueden
crecer y aumentar hasta la eternidad, mientras que
el resultado de nuestra unión imperecedera será
una posteridad tan numerosa como las estrellas del
cielo o las arenas del mar […].
Yo había amado antes, pero no sabía el porqué;
mas ahora amaba con una pureza, una intensidad
de un sentimiento elevado y exaltado.
Presidente Russell M. Nelson
A fin de ser merecedores de la vida eterna,
debemos hacer un convenio eterno y
sempiterno con nuestro Padre Celestial
[véase Doctrina y Convenios 132:19]. Esto
significa que el matrimonio en el templo no
es solo entre esposo y esposa, sino que es
una sociedad que incluye a Dios [véase 
Mateo 19:6] […]... Cuando una familia se
sella en el templo, esa familia puede llegar a
ser tan eterna como lo es el reino de Dios
Elder D. Todd Christofferson
El declarar las verdades fundamentales relacionadas con el
matrimonio y la familia no es pasar por alto ni disminuir los
sacrificios y éxitos de aquellos para quienes ese ideal no es
una realidad actual. Algunos de ustedes no gozan de la
bendición de un matrimonio por razones que incluyen la falta
de candidatos viables, la atracción hacia el mismo sexo, las
discapacidades físicas o mentales, o simplemente el miedo al
fracaso que, por el momento al menos, eclipsa la fe. Quizás se
hayan casado, pero ese matrimonio terminó y ahora están
solos para manejar lo que dos personas apenas pueden
sustentar. Algunos que están casados no pueden tener hijos, a
pesar de grandes deseos y oraciones fervientes […].
… Con confianza testificamos que la expiación de Jesucristo ha
previsto, y al final compensará, todas las privaciones y
pérdidas para aquellos que se vuelvan a Él. Nadie está
predestinado a recibir menos que todo lo que el Padre tiene
para Sus hijos.
¿Por qué debo defender la doctrina del Señor
en cuanto al matrimonio y la familia?

“¿Por qué deseas casarte ahora? Tienes toda una vida


por delante. ¿Por qué no usas este tiempo para divertirte
y progresar en la vida?”
Actividad de grupos
• ¿Qué suposiciones puede tener esta persona que podrían estar
limitando su percepción de la importancia del matrimonio y la
familia?
• ¿De qué manera la comprensión del matrimonio y la familia desde la
perspectiva del Plan de Salvación de Dios puede ayudar a responder
al punto de vista de esta persona?
• ¿Qué doctrina, pasajes de las Escrituras o enseñanzas proféticas
pueden ustedes compartir para ayudar a esta persona a ver el
matrimonio y la familia desde una perspectiva eterna?
El matrimonio plural
Lección 22
Jacob 2:27, 29–30
27 Por tanto, hermanos míos, oídme y escuchad la palabra del Señor:
Pues entre vosotros ningún hombre tendrá sino una esposa; y
concubina no tendrá ninguna;
29 Por lo tanto, este pueblo guardará mis mandamientos, dice el Señor
de los Ejércitos, o maldita sea la tierra por su causa.
30 Porque si yo quiero levantar posteridad para mí, dice el Señor de los
Ejércitos, lo mandaré a mi pueblo; de lo contrario, mi pueblo obedecerá
estas cosas.
¿Por qué el profeta José Smith y muchos de los
primeros santos practicaron el matrimonio plural?

Doctrina y Convenios 132:34–37


34 Dios mandó a Abraham, y Sara le dio a Agar por esposa a Abraham. ¿Por qué lo
hizo? Porque era la ley; y de Agar nacieron muchos pueblos. De modo que, entre
otras cosas, esto cumplía las promesas.
35 ¿Se halló, pues, Abraham bajo condenación? De cierto te digo que no, porque
yo, el Señor, lo mandé.
36 A Abraham se le mandó sacrificar a su hijo Isaac; sin embargo, estaba escrito:
No matarás. No obstante, Abraham no se negó, y se le contó por obra justa.
37 Abraham recibió concubinas, y le dieron hijos; y se le contó por obra justa,
porque le fueron dadas, y se sujetó a mi ley; tampoco Isaac ni Jacob hicieron cosa
alguna, sino lo que les fue mandado; y porque no hicieron sino lo que se les
mandó, han entrado en su exaltación, de acuerdo con las promesas, y se sientan
sobre tronos, y no son ángeles sino dioses.
¿Por qué Abraham se casó con Agar como esposa plural?

¿Qué principio enseñó el Señor a José Smith en cuanto a la


obediencia a Sus mandamientos?

¿Cómo podría compararse el mandamiento del Señor a Abraham de


sacrificar a Isaac con el que dio a los primeros santos de practicar el
matrimonio plural?
Según Helen Mar Kimball, José Smith declaró que “la
práctica de este principio sería la prueba más difícil
que tendrían los santos para probar su fe”. Aunque
fue una de las pruebas “más severas” de su vida, ella
testificó que también había sido “una de las mayores
bendiciones”.

Eliza R. Snow
El Profeta José […] describió la difícil prueba mental que
experimentó para vencer la repugnancia que sentía […] en lo
relativo al establecimiento del matrimonio plural. Él conocía la voz
de Dios, sabía que el mandamiento que el Todopoderoso le había
dado era proceder […]. Sabía que no solo tenía que combatir y
superar sus propios prejuicios e inclinaciones, sino que también
tenía que hacer frente a todo el mundo cristiano; no obstante, Dios,
que está por encima de todo, había dado el mandamiento y se le
debía obedecer.
¿Cómo reaccionaron los miembros de la Iglesia
al principio del matrimonio plural?

Brigham Young dijo que, al enterarse del matrimonio plural, “fue la primera vez
en mi vida que deseé morir”. “Tuve que orar sin cesar”, dijo él, “tuve que
ejercer la fe; y el Señor me reveló la verdad de ello, y quedé satisfecho” […].
Lucy Walker recordó la agitación interior que sintió cuando José Smith la invitó
a ser su esposa. “Todo sentimiento de mi alma se rebelaba con repulsión contra
ello”, escribió. Sin embargo, después de varias noches de rodillas en oración sin
poder descansar, encontró alivio cuando su habitación “se llenó de una santa
influencia” similar a “la luz brillante del sol”. Dijo ella: “Mi alma quedó
inundada de una dulce y tranquila paz que jamás había sentido”, y “una
felicidad suprema embargó todo mi ser”.
¿Cómo finalizó la práctica del matrimonio plural
en La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los
Últimos Días?
El Señor jamás permitirá que os desvíe yo ni ningún otro hombre
que funcione como Presidente de esta Iglesia. No es parte del
programa. No existe en la mente de Dios. Si yo intentara tal cosa,
el Señor me quitaría de mi lugar, y así lo hará con cualquier
hombre que intente desviar a los hijos de los hombres de los
oráculos de Dios y de su deber.
…Vi exactamente lo que sucedería si no se hacía algo al respecto.
Este espíritu ha estado sobre mí desde hace mucho tiempo. Mas
quiero decir esto: Yo habría permitido que todos los templos se
escaparan de nuestras manos; yo mismo habría dejado que me
encarcelaran y habría permitido que encarcelaran a todos los
demás hombres si el Dios del cielo no me hubiera mandado hacer
lo que hice; y cuando llegó la hora en que se me mandó que
hiciera eso, todo era muy claro para mí. Fui ante el Señor y anoté
lo que Él me dijo que escribiera…
¿Se requiere el matrimonio
plural para la exaltación?
[A]lgunos […] interpretan de forma incorrecta lo que dice
en [las Escrituras] como que el matrimonio plural es
necesario para la exaltación […]. Sin embargo, las
revelaciones no apoyan ese concepto […]. [L]a vida eterna
se promete a una pareja monógama que es sellada por la
autoridad del sacerdocio y que cumple el convenio; sin
otros requisitos ni condiciones [véase 
Doctrina y Convenios 132:19] […]. La Iglesia afirma que la
monogamia es la norma de Dios en cuanto al matrimonio,
excepto cuando Él autoriza u ordena lo contrario
mediante Su profeta. La Iglesia no enseña que la
participación en el matrimonio plural es necesaria para la
exaltación. (Elder Marcus B. Nash, de los Setenta)

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