BAUTISMO LA GRACIA DEL BAUTISMO LA GRACIA DEL BAUTISMO El bautismo nos brinda 5 efectos, los cuales tienen un significado dentro del Bautismo:
La Gracia Santificante.- Está acompañada
de virtudes y dones del Espíritu Santo. Es sobrenatural y gartuita.
Nos permitirán liberarnos del pecado y
nacer a una nueva vida como hijos de Dios. LIBERACIÓN DE LOS PECADOS • Con el bautismo todos los pecados son originales y personales son perdonados. Borra nuestros pecados. • Nos reconciliamos con Dios padre y nos permite relacionarnos con Él. • Nada nos impedirá ingresar al Reino de Dios. • Permanecen consecuencias temporales como: Sufrimiento, fragilidad, debilidad de carácter e inclinación al pecado. UNA NUEVA CRIATURA • El bautismo nos hace hijos adoptivos de Dios, y coherederos del Reino. • Nos da la gracia santificante, la justificación que nos da la capacidad de creer en Dios, esperarlo y de amarlo mediante virtudes teologales (Fe, Esperanza y la caridad) • Vivir y obrar bajo la dirección del espíritu Santo, mediante sus dones(sabiduría, consejo, temor, fortaleza, temor de Dios, etc.). • Nos permite creer en el bien mediante virtudes morales. INCORPORADOS A LA IGLESIA • El bautismo nos hace miembros del cuerpo de Cristo y de la Iglesia. • El bautizado ya no pertenece a si mismo, sino que esta llamado a servir en la comunión de la iglesia, a obedecer las leyes de Dios y a proclamar y confesar su fe ante los hombres siendo testimonio de fe. • Tenemos la responsabilidad de participar de forma activa mediante el apostolado y pasiva recibiendo los sacramentos. VÍNCULO SACRAMENTAL • El bautismo constituye el fundamento de la unión e indisolubilidad de los cristianos. • Reconocidos como hermanos del Señor. • Son honrados con el nombre de Cristianos. Participes de la vida cristiana. SELLO ESPIRITUAL INDELEBLE • Con el bautismo nos asemejamos a Cristo, este sello es permanente, permanece en el alma y ningún pecado lo puede borrar. • El bautismo sólo se puede recibir 1 vez. • El sello bautismal nos capacita y nos compromete a servir a Dios mediante un participación viva en la Iglesia. • Si guardamos los preceptos de Cristo al morir tendremos el signo de la fe que nos permitirá tener la esperanza de la vida eterna.