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• Del veintiuno hasta el veintinueve se pueden escribir en una sola o en dos palabras; pero
desde el treinta y uno en adelante NECESARIAMENTE se escribirán en dos palabras o más,
según sea el caso.
• Los números ordinales indican orden o sucesión en las cosas. Por ejemplo: Ahora logré el
primer lugar en el torneo ciclístico.
• Los números multiplicativos señalan el número de veces que una cantidad se repite. Por
ejemplo: Él gana el doble de lo que gano yo. Si es el doble se repiten dos veces, si digo el
triple se repiten tres veces y, así, sucesivamente.
• Los números partitivos indican las partes en las que se divide una unidad o un todo. Por
ejemplo tenemos un pastel y lo dividimos el seis partes; cada una de esas pequeñas porciones
es una sexta parte; si se divide en siete será la séptima parte y, así, sucesivamente.
• Los números romanos, actualmente, sirven para identificar capítulos de un texto, a veces para
identificar páginas preliminares de un trabajo de tesis. Anteriormente servía para indicar la
sucesión de reyes, monarcas, quizá actualmente se siga utilizando para identificar la sucesión
de papas. Resulta curioso que con solo siete letras mayúsculas que se identifican con los
números romanos se puedan formar cantidades incalculables. Las letras con las que se crea
una infinidad de números romanos son: I (1), V (5), X (10), L (50), C (100), D (500) y M
(1000).