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IX

IX Jornadas
Jornadas de
de Economía
Economía Crítica
Crítica 2016
2016

LA
LA DESINDUSTRIALIZACIÓN
DESINDUSTRIALIZACIÓN
PREMATURA
PREMATURA DE
DE ARGENTINA
ARGENTINA
Patricia Inés Laria patriciailaria@yahoo.com.ar
Verónica Rama veronrama@yahoo.com.ar
Joaquín Rodríguez rodriguez_joaquin@live.com

Facultad
Facultad de
de Economía
Economía yy Administración
Administración
Universidad
Universidad Nacional
Nacional del
del Comahue
Comahue
RESUMEN
A partir del artículo reciente de
Dani Rodrik (2015) que recupera
críticamente la figura de des-
industrialización prematura
kaldoriana se analiza este
fenómeno en Argentina
Se construyó el ratio (Valor Agregado Industria
Manufacturera/Valor Agregado Total) 1900 –
2015 completando las series de CEPAL 1875 –
1997 con las de INDEC.
Para el coeficiente (Empleo Industria
Manufacturera/Empleo Total) desde 1940, se
compatibilizaron estudios clásicos con las series
de los Censos Económicos, el Ministerio de
Trabajo y la Encuesta Permanente de Hogares.
La serie de Maddison del Ingreso real per cápita de
Argentina 1900 – 2008, en dólares constantes
1990, se empalmó con tasas de INDEC.
El análisis muestra la curva con
forma de U invertida, que
relaciona la performance
manufacturera con la del Ingreso
per cápita: crece, llega a un
máximo y desciende. Los ingresos
asociados a estos "topes" dan
cuenta del impacto del proceso
sobre el desarrollo.
Las conclusiones coinciden con las de Rodrik:
des-industrialización prematura global con
impacto diferencial. La economía nacional
alcanzó empleo y producto manufactureros
máximos a Ingresos per cápita bajos.
Como la inserción exportadora tampoco detiene
el impacto de las tendencias globales, la
estrategia alternativa, tecnológica, debe
focalizar la causalidad del crecimiento de la
manufactura al de la productividad.
Marco Conceptual
La madurez prematura kaldoriana

En el año 1966, Nicholas Kaldor


procesando datos de las economías
avanzadas de posguerra, recuperó un
pensamiento con origen en la Economía
Clásica: la trascendencia de la industria
como motor de desarrollo.
Focaliza las economías de escala y los
rendimientos crecientes: los enunciados que
después se conocieron como leyes de Kaldor.
Es un retorno explícito a los economistas
clásicos. La dinámica que va del crecimiento
del producto al de la productividad, es
semejante a “mayor tamaño del mercado es
más división del trabajo y aumento de
productividad. (Smith, división del trabajo,
tamaño del mercado, mayor productividad).
Abordajes teóricos similares

(Arrow, Kenneth, 1971)

(Young, Allyn 1928)


La desindustrialización prematura de
Rodrik
Las economías avanzadas atraviesan la fase
denominada post- industrial, sufriendo pérdida
de buenos empleos, mayor inequidad y declive
potencial de la capacidad de innovación.
Sin embargo Estados Unidos muestra señales de
sostener su producto industrial relativo, a pesar
de la caída del empleo en el sector.
Otros países avanzados como Gran Bretaña
evidencian desindustrialización en el empleo y
el producto.
Economías de ingresos medios de
América Latina
Habían construido industrias manufactureras
durante las décadas de los 1950s and 1960s
mediante sustitución de importaciones.
A partir de la apertura comercial más notoria
desde 1980, se están transformando en
economías de servicios, sin haber experimentado
una experiencia de industrialización apropiada.
Países industriales de Asia
 También son impactados por la
“desindustrialización prematura”
global.
 Sus puntos máximos de producción y
empleo son inferiores y se verifican a
niveles de ingreso considerablemente
menores que los primeros
industrializados.
Trabajo empírico de Rodrik
Variables proxy del grado de industrialización
 Empleo manufacturero/Empleo Total (EM)
 Valor Agregado Manufacturero/Valor Agregado a
precios corrientes (VAM)
 Valor Agregado Manufacturero/Valor Agregado a
precios constantes (VAMR).
Presenta tendencias globales y trabaja con grupos de
países.
La diferenciación entre desindustrialización del empleo
y del producto mejora el análisis del fenómeno global
y de su impacto específico en las distintas economías.
 La evolución general de un proceso de
desarrollo, incluiría un empuje de
industrialización y posterior
desindustrialización a medida que aumenta el
ingreso per cápita.
 Las tres variables, EM, VAM y VAMR,
asociadas al ingreso per cápita (ipc), muestran
una trayectoria con forma de U invertida.
Mediante un análisis econométrico sobre una
muestra de países con datos desde 1950, Rodrik
simula esta curva para un país promedio.
El EM llega a máximo de 20%, a un nivel de ingreso
per cápita de 6.000 dólares constantes de 1990, valor
muy inferior al que corresponde el máximo del
VAMR.

La desindustrialización del empleo sería una suerte de


“etapa previa” a la desindustrialización del producto.

La explicación es tecnológica. La productividad crece


más rápido en la manufactura que en el resto de la
economía y esto produce un declive en EM, pero no en
VAMR.
Estados Unidos, Alemania,
Dinamarca, España, Francia, Reino
Unido, Italia, Holanda y Suecia
formarían un grupo de países
avanzados, que se habría manejado
para atenuar la baja de VAMR con
mejoras de productividad, mediante
tecnología. Sin embargo, Estados
Unidos parecería ser el único país
que ha logrado sostener el VAMR en
precios constantes a través del
tiempo.
La mayoría de los países en desarrollo
evidencia un VAMR en descenso, pero, el
grupo de asiáticos (China, Corea del Sur,
Hong Kong, Singapur, Taiwán, India,
Indonesia, Malasia, Filipinas, Singapur,
Tailandia) no ha experimentado baja del
VAMR ni del EM, porque denota ventajas
comparativas y apertura comercial. Los
“otros” países en desarrollo, que no tienen
ventaja comparativa industrial, ante la
apertura se vuelven importadores netos de
manufactura, revirtiendo el proceso de
sustitución de importaciones.
A pesar de estas diferencias de performance,
el panorama mundial señala que la
desindustrialización se ha acelerado en los
últimos veinte años.
Mediante una simulación, que supone una
división arbitraria en 1990, Rodrik observa
que el VAMR del país promedio llega a su
máximo, en la primera etapa, a un nivel de
ipc que duplica ampliamente el
correspondiente al del máximo VAMR en la
fase posterior.
Esto significa que los países industrializados
recientemente alcanzan niveles máximos de
industrialización menores a los experimentados por los
países originalmente industrializados, que a su vez se
corresponden con niveles inferiores de ingreso per
cápita.
En esta simulación los países de Europa
Occidental como Gran Bretaña, Suecia e
Italia, llegan a un máximo de industrialización
relativa del empleo a un ingreso per cápita del
orden de 14.000 dólares de 1990.
India alcanzó el máximo empleo industrial en
2002 a un nivel de ingreso per cápita de 2.100
y Argentina en 1958 de 5.600 dólares
constantes de 1990.
Los datos presentados en el trabajo de Rodrik
convalidan los de las series de empleo
construidas para esta ponencia.
• A medida que se expande el ingreso per
cápita, el peso relativo del producto de la
industria manufacturera crece, llega a un
máximo y luego inicia un descenso. Se trata
de la curva con forma de U invertida.
• El punto de mayor industrialización
relativa del producto, correspondiente a la
etapa de Sustitución de Importaciones, fue
en 1973. El VAMR alcanzó 32,51 % del total
a un ingreso per cápita de 7.962 dólares
constantes de 1990.
La economía nacional alcanzó el máximo de
empleo manufacturero relativo de 28 % en
1958 a un nivel de Ingreso per cápita de 5.698
dólares constantes de 1990.
La desindustrialización del empleo es
anterior a la del producto, pero los máximos
de 28 % y 31 %, alcanzados en 1958 y 1973
respectivamente, denotan un muy buen
desempeño. El ingreso per cápita de 5.698
correspondiente al máximo empleo
manufacturero relativo representa 2,85 veces
el de India (1.966; 2001) y 1,65 del de
Indonesia (3.358; 2002).
CONCLUSIONES

Tendencia de desindustrialización
relativa en el largo plazo, como
fenómeno global., observable a partir
de la década de los 1950s

Se manifiesta en niveles máximos de


empleo y producto industriales, que se
reducen con el transcurso del tiempo, y
que se corresponden con ingresos per
cápita también descendentes.
Hay diferentes desempeños de los distintos
grupos de países, directamente relacionados
con sus estructuras económicas, dinámicas
tecnológicas, experiencias históricas de
industrialización y apertura al comercio
exterior de manufacturas.
En la raíz de estos fenómenos podemos
encontrar el fin de Bretton Woods, la
liberalización financiera y una sucesión de
nuevos paradigmas tecnológicos en rápida
evolución.
Habría una desindustrialización explicada por
una trayectoria “natural” del proceso de
desarrollo y por tendencias demográficas.
Genera principalmente reducción del empleo
manufacturero, debido al traslado de los
procesos fabriles a regiones de menores
salarios.
Se sustenta en la capacidad endógena del país
para influir sobre los precios de los productos
industriales que permite sostener la
producción manufacturera relativa a precios
constantes.
Las economías asiáticas se industrializaron
“recientemente” industrializadas mediante
estrategias de construcción de “ventajas
comparativas”, que les permiten una
significativa inserción en los mercados
internacionales de manufacturas.
Estaría “escapando” a la desindustrialización,
pero a niveles de ingreso per cápita
sensiblemente inferiores. Las actividades
manufactureras tienen claras ventajas
(dinamismo tecnológico, ocupación de
cantidades significativas de trabajo no-
calificado, carácter comercializable), y esta
Rodrik observa actualmente otra
desindustrialización prematura, la de las
economías en desarrollo, siendo el caso más
preocupante el de los países de ingresos bajos y
medios de África Subsahariana y de América
Latina.

La estrategia de apertura comercial a partir de


la década de los 1980s no las ha beneficiado
sino que las ha perjudicado, incluso revirtiendo
los logros de los procesos sustitutivos.
Claramente este es el caso de la economía
nacional. La trayectoria de U invertida
muestra puntos máximos de
industrialización en las décadas de los
1950s y 1970s, a niveles de ingreso per
cápita notablemente superiores a los de
India e Indonesia en 2001 y 2002, pero
también notablemente inferiores a los de
los países europeos y Estados Unidos en
las décadas de los 1960s y 1970s.
La desindustrialización prematura afecta al
sistema global como totalidad.
Las performances máximas actuales no son
las que alcanzan las naciones que se
industrializaron a partir del siglo XVIII.
La industrialización reciente, sustentada
básicamente en la apertura comercial,
logra un máximo a niveles de desarrollo
sensiblemente inferiores.
Argentina Nación afectada
Le cabe el desafío de transformarse en una
sociedad industrial, cuestión pendiente, en el
marco de los nuevos paradigmas tecnológicos
(ingeniería genética, TICs, nuevos materiales,
energía de fuentes alternativas).
La salida parece comenzar, entonces, por
invertir la causalidad del razonamiento y
focalizar los aumentos de productividad que
resultan de la expansión manufacturera y se
difunden en toda la economía; más que pensar
a la inversa.
Este parece ser el consejo de Rodrik, en
una recuperación de los “hechos
estilizados” característicos de la evolución
industrial y de las “leyes generales”
enunciadas por Kaldor (Kaldor, 1934a,
1934b, 1966, 1971, 1978). En el caso de
Argentina, además, algunos trabajos
permitirían concluir que estas leyes
tienden a cumplirse. (Amico, Fiorito &
Hang, 2011; Laría, Cabezas & Rama,

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