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La delegación es, en derecho administrativo, la traslación por un

ente u órgano superior a otro de nivel inferior del ejercicio de


una competencia, reteniendo el delegante la titularidad de la
misma.
La delegación supone, por cierto, que la autoridad delegante
esté facultada por la ley o el reglamento para realizar la
delegación. El acto de delegación, con todo, se verifica en virtud
de un acto administrativo de carácter específico. Por esta misma
razón, la delegación es esencialmente revocable por la
autoridad delegante.
Debe destacarse que la responsabilidad por las decisiones
administrativas que se
dopten o por las actuaciones que se ejecuten recaerá en el órgano
delegante. El órgano delegante conserva su deber de control
jerárquico sobre el delegado. Del mismo modo, en la denominada
delegación de firma, la responsabilidad permanece en la autoridad
delegante.
Naturalmente, mientras se encuentre vigente la delegación, la
autoridad no podrá avocarse el ejercicio de la potestad delegada.
Tipos de delegación* 

Delegación de funciones

Se denomina descentralización la que determina la estructura


organizativa en forma vertical, es decir la cadena de mandos esto se
refiere a la cesión del poder de decisión de un nivel superior a un nivel
inferior; esto es algo que varía en las organizaciones; pudiéndose
encontrar los dos extremos: la escasa o la nula delegación, frente a
una fuerte descentralización.
Delegación de actividades operativasEditar

Denominado departamentalización este establece la estructura


horizontal de la organización, consiste en la sectorización de objetivos,
procesos, actividades y recursos a través de la división del trabajo y la
especialización.
*Liderazgo y delegación* 

Una persona que posea todas las cualidades de un líder, sin duda,
tiene que saber cómo delegar de manera eficiente ya que liderar
implica conseguir resultados a través de un equipo, y esto será
imposible de lograr sin delegar. Cuando no se delega, o se hace mal,
encontramos gente desmotivada, molesta, frustrada y equipos que no
logran funcionar en todo su potencial ni pueden conseguir los
resultados esperados ya que la delegación también es una
herramienta utilizada en la motivación personal. La motivación implica
descubrir y apelar a los valores e intereses de las personas para que
ellas se “hagan dueñas” de lo que se les encomienda. Así, una
adecuada delegación a personas que están dispuestas a aceptar esa
autoridad y responsabilidad, puede funcionar como un factor
motivador que haga el contenido del trabajo de las personas más
atractivo, que signifique un modo de desarrollo y crecimiento
En todas las compañías existen tareas operativas y fáciles de aprender
que no requieren demasiado control, esas son las más fáciles de
delegar. Para establecer los diferentes niveles de actividades a
delegar, se podría armar una matriz de análisis donde, a menor
dificultad y mayor valor agregado de la tarea, más fácil resultará
delegarla. Como contrapartida, cuanto más compleja y estratégica sea
la tarea, será más difícil de delegar. En esas ocasiones, el mejor
camino es pasar por la delegación por grados, hasta saber si la
persona está lista para nuevos desafíos. La manera de aumentar los
grados de la delegación se basa en la confianza que genera la
persona, si tiene capacidad y si obtuvo los resultados esperados.

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