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Una mujer sabia

(Principios para vivir


como Dios lo diseñó)

Sesión 7:
“Llamada a
instruir”
¿Qué es instruir?
Proverbios 22:6
“Instruye al niño en el camino correcto, y aun en su vejez
no lo abandonará”
Tito 2:4-5 (NTV)
4 Esas mujeres mayores tienen que instruir a las más

jóvenes a amar a sus esposos y a sus hijos, 5 a vivir


sabiamente y a ser puras, a trabajar en su hogar, a
hacer el bien y a someterse a sus esposos. Entonces no
deshonrarán la palabra de Dios.
Instruir va más allá de simplemente impartir conocimiento.
¿Qué es instruir?
Definición: enseñar. Comunicar sistemáticamente ideas,
conocimientos o doctrinas.

Sistemáticamente: es algo de todos los días, no podemos


cansarnos, tenemos que buscar oportunidades para
hacerlo. Instruir es algo progresivo.

Proverbios 22:9: “Instruye al sabio, y se hará más sabio;


enseña al justo y aumentará su saber”.
¿Qué es instruir?
Deuteronomio 6:6-7 (NTV) 6 Debes comprometerte con
todo tu ser a cumplir cada uno de estos mandatos que
hoy te entrego. 7 Repíteselos a tus hijos una y otra vez.
Habla de ellos en tus conversaciones cuando estés en
tu casa y cuando vayas por el camino, cuando te
acuestes y cuando te levantes.

Tenemos un problema de memoria, todos nosotros, no


solo nuestros hijos. Olvidamos muy fácil lo que otros nos
enseñan, incluyendo lo que nos dice Dios. Es necesario
repetir, y repetirnos.
¿Qué es instruir?
Diferencia entre instruir y cambiar: nuestra función es
instruir, pero sólo el Espíritu Santo puede cambiar a una
persona.

Si lo que nos frustra al instruir es que no vemos el cambio,


sigamos cumpliendo con nuestra función y dejemos el
resultado en manos del Señor.
Cuenta tu historia
Todas tenemos una historia que contar de la cual alguien
puede aprender. Todas las experiencias que hemos vivido
nos sirven para compartir con otros lo que hemos
aprendido.

Podemos poner nuestra “historia” en las manos de Dios y


pedirle que nos dé oportunidades de contarla a otros para
que puedan conocer lo que él puede hacer con una vida
común y corriente.

Al compartirla sembraremos en la vida de aquellos con


quienes nos relacionamos.
Cuenta tu historia
Historia del endemoniado gadareno (Lucas 8:26-39):
“… regresa a tu familia y diles todo lo que Dios ha hecho
por ti”.

Marcos 5:20 (NTV) 20 Así que el hombre salió a visitar las


Diez Ciudades de esa región y comenzó a proclamar las
grandes cosas que Jesús había hecho por él; y todos
quedaban asombrados de lo que les decía.
No solo el qué sino el cómo
“[La mujer virtuosa] cuando habla, lo hace con sabiduría;
cuando instruye, lo hace con amor” (Prov 31:26)
La mujer sabia instruye con amor. Las palabras duras,
las críticas destructivas y las correcciones hechas con
ira no consiguen nada bueno.
Si estamos enojadas, esperemos para enseñar.
Busquemos oportunidades idóneas. La instrucción en
medio del enojo o de una discusión logra muy poco o
nada.
“… hablaremos la verdad con amor…” (Efesios 4:15)
Oración
“Padre, gracias por tu Palabra que me instruye. Y gracias
por las diferentes personas que has usado para traer
instrucción a mi vida. Gracias por las que invirtieron su
tiempo, sin cansarse, para que yo pudiera aprender de
ti. Ayúdame a hacer lo mismo. Dame sabiduría para
instruir con amor, de manera sistemática. Recuérdame
que en esta tarea estoy contribuyendo a consagrar una
vida más a ti. Y Padre, gracias por lo que has hecho en
mi vida. Dame valor para estar siempre dispuesta a
contar mi historia y así darte gloria e instruir a alguien en
tu verdad. En el nombre de Jesús, amén.”
Para profundizar
1.- Fíjate en las mujeres que aparecen en 2ª Timoteo 1:3-
5. Proponte ser una mujer que deje ese mismo legado
en las generaciones que te sigan.
2.- ¿Alguna vez has contado tu historia a alguien? Piensa
en lo que Dios ha hecho contigo y pídele que te dé una
oportunidad inmediata de contarlo y así instruir también.
3.- Sé creativa, o pídele a Dios que te ayude a serlo para
encontrar maneras de instruir a tus hijos en las
oportunidades no formales que se te presenten en esta
semana.

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