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EN EL PRINCIPIO ERA LA PALABRA,

Y LA PALABRA ERA DIOS


TU PALABRA ME DA VIDA
Tu palabra me da vida confío en ti Señor Postrada en el polvo esta mi alma
Tu palabra es eterna Devuélveme la vida tu palabra
En ella esperare Mi alma esta llena de tristeza Consuélame
señor con tus promesas
Dichoso el que con vida intachable
Camina en la ley del Señor Tu palabra me da vida confío en ti Señor
Dichoso el que guardando los preceptos Tu palabra es eterna
Lo busca de todo corazón En ella esperare

Tu palabra me da vida confío en ti Señor Escogí el camino verdadero


Tu palabra es eterna Y he tenido presentes tus decretos
En ella esperare Correré por el camino del Señor
Cuando me hayas ensanchado el corazón
I. LA PALABRA EN EL CAMINO DE LA FE

1.1 LA PALABRA EN EL CAMINO PASTORAL


• Toda la Evangelización está fundada sobre la
Palabra de Dios, escuchada, meditada, vivida,
celebrada y testimoniada.
• Las Sagradas Escrituras son fuente de la
Evangelización.
• Es indispensable que la Palabra de Dios, sea
cada vez más el corazón de toda actividad
eclesial.
• Es fundamental que la Palabra revelada
fecunde radicalmente la catequésis y todos
los esfuerzos por trasmitir la fe.
• La tarea es acoger el sublime tesoro de la
Palabra Revelada. (E.G 174-175)
1.2 PALABRA Y EUCARISTÍA

• En el relato de Emaús, hay tres momentos.


• El momento final, es el reconocimiento del Señor
Resucitado a través de la experiencia de partir el pan. Ese
reconocimiento los lleva a la misión.
• Ese momento eucarístico y misionero está precedido y
preparado, por un momento contemplativo. Quédate con
nosotros porque cae la tarde. Es la pobreza y la soledad,
que se hace evidente en la oscuridad del mundo. Requiere
un diálogo de esperanza que se prolongue y la presencia
contemplativa con el Señor, no se interrumpa. Calienta el
corazón.
• El momento contemplativo brota del anuncio de la
Palabra. El Evangelio atribuye la transformación a la
explicación de las Sagradas Escrituras
• El camino abierto por la Palabra hace que el camino de
retorno, sea de esperanza, de acercamiento al proyecto de
Dios, camino hacia la Pascua, la Eucaristía, la Iglesia, la
misión hasta los límites de la tierra.
1.3 COMUNIDAD Y PALABRA
• Acoger la Palabra de Dios, conduce a
crear comunidades auténticamente
cristianas según las dinámicas de la
comunión.
• La Palabra nos lleva al contacto
inmediato y vivo con Cristo, Palabra
viviente del Padre, fuente de
comunión.
• La vida, la muerte, la amistad, el dolor, el amor, la familia, el trabajo, la soledad, las
relaciones personales, los secretos del corazón, los fenómenos sociales, el cuidado de la
Creación, nos viene dada por la Palabra de Dios. Bajo una luz nueva y verdadera.
• Nosotros al encontrar la Palabra, nos encontramos a nosotros mismos, nuestro pasado y
futuro, nuestros hermanos.
• Aprendemos a construir una comunidad que fiel a los dinamismos de la comunión,
encuentra un lugar, un sentido, un mensaje de esperanza para cada persona y para toda
situación humana.
II. EL MISTERIO DE LA PALABRA DE DIOS
2.1 DÍ SOLAMENTE UNA PALABRA (Mt 5,8-13)

• La Palabra y el ser del hombre son creativos, pero


únicamente en cuanto obedecen, en una actitud
de espera, disponibilidad, fidelidad a lo que Dios
dice en ellos.
• Lo que Dios pueda decir al hombre, la intensidad,
la fuerza comunicativa, no puede ser anticipado,
determinado, decidido por el hombre.
• Nuestra única anticipación, decisión es la del
silencio pleno que espera, respeta y obedece.
• Lo imprevisible ha sucedido en Jesús de Nazaret.
2.2 LA PALABRA ESTABA JUNTO A DIOS Y LA PALABRA ERA DIOS (Jn 1,1)

• Jesús, es la Palabra plena y definitiva. Es el hombre


perfectamente realizado. Toda otra persona
humana, toda otra palabra humana, son
verdaderamente humanas, en relación con Él y a
partir de Él.
• La vida de Jesús, desde la Encarnación hasta la
efusión Pascual del Espíritu, es Palabra de Dios de
modo definitivo. En Ella Dios dice que es comunión
de vida, es amor, es Trinidad. Y dice también, que
quiere ser para nosotros: Padre amoroso que
acoge y salva, amigo que comparte hasta la muerte
la condición humana para hacernos partícipes de
su condición divina.
2.2 LA PALABRA ESTABA JUNTO A DIOS Y LA PALABRA ERA DIOS (Jn 1,1)

• Jesús se entrega al Padre en obediencia


radical, que abraza también la muerte de
Cruz, y el Padre le comunica la vida
gloriosa de la Resurrección, el Espíritu
Santo, que es el amoroso sello de la
unidad del Padre y el Hijo, guía toda la
vida de Jesús hasta la muerte, obra como
principio de resurrección y de Cristo
Resucitado en quien mora en plenitud, es
infundido en la Iglesia y en cada creyente.
2.3 PALABRA E IGLESIA

• La Biblia contiene la Palabra que suscita la fe y convoca la Iglesia.


• La fe de la Iglesia, acogiendo la Palabra, le
da resonancia y consistencia histórica, la
custodia, la trasmite fielmente, la
interpreta autorizadamente, a través de
la variedad de funciones y ministerios
eclesiales que Jesús ha instituido y el
Espíritu anima interiormente con sus
dones.
• Muchas potencialidades de la Sagrada
Escritura, precioso mensaje de esperanza
para el mundo, permanecen inexploradas
y desconocidas por la ignorancia, la
inercia, la indiferencia, la impreparación
del Pueblo cristiano.
2.4 PALABRA Y EUCARISTÍA

• La Palabra está orientada y orienta a la


Eucaristía y a las demás celebraciones
de los Sacramentos. La Biblia, recuerda
el arco completo de la Historia de la
Salvación, anuncia los gestos
admirables del amor de Dios, nos
introduce en los misterios de la vida de
Jesús y de su ser: así nos da una
comprensión plena del amor de Dios
que se compendia en la Eucaristía.
2.5 PALABRA Y VIDA

• Sumergiéndonos en la contemplación de la Palabra de Dios, captando en la historia


sagrada el misterio de la voluntad del Señor, en la meditación de la vida de Jesús,
encontramos la forma pura y auténtica de la vida humana, la que Dios mismo propone
como revelación luminosa de sí mismo.
• Así, volvemos a la vida de cada día, con una nueva luz de esperanza y con un nuevo
compromiso: Testimoniar, con obras y palabras la fuerza de la Palabra que rescata la
libertad, de la autosuficiencia ilusoria, los deseos ambiguos, las prepotencias ciegas y las
desesperaciones.
3. PALABRA Y COMUNIDAD PARROQUIAL
3.1 LAS PALABRAS QUE LES HE DICHO, SON ESPÍRITU Y VIDA (Jn 6,63)

• Con la Palabra y en la Palabra somos


edificados, corregidos, invitados a ser
responsables unos de otros, para
construir la comunidad en la comunión.
• Nuestras comunidades pueden
interpretar mejor los signos de los
tiempos a la luz de la Palabra. Ella nos
exige tiempo, paciencia, diálogo, así
ayudaremos en los contextos difíciles
que vivimos, a purificar y ayudar a
crecer nuestra fe.
• La Palabra que se encarna en la vida,
toca las situaciones difíciles de nuestro
tiempo.
3.2 LA BIBLIA EN LA FAMILIA
• Si la familia logra recogerse entorno a la
Palabra de Dios, leyendo directamente la
Biblia o retomando lo proclamado en la
Iglesia durante la Liturgia, encontrará una
fuente inagotable de mensajes preciosos
sobre la misma familia, sobre las
dificultades o dolores familiares, sobre los
acontecimientos del mundo de hoy.
• La Parroquia puede preparar subsidios
oportunos, de manera especial con los
niños y jóvenes de la catequésis para
desarrollarlos con los papas, educando a
las familias en la meditación común de los
textos y en la oración.
3.3 MINISTROS LECTORES
• Es necesario cuidar la proclamación
de las lecturas bíblicas en las
celebraciones, que sean hechas con
propiedad, decoro y solemnidad. No
es una lectura, sino una proclamación
hecha, no a la carrera, pausada, con
gusto, respetando el sentido, la
puntuación, los acentos.
• Por eso requiere que los párrocos les
den una adecuada preparación y
formación espiritual.

• Que tomen conciencia de realizar un gesto que hace presente a Cristo,


Palabra de Dios en medio de los fieles.
• Empezamos el trabajo de preparar Ministros de la Palabra.
3.4 PALABRA EN LA HOMILÍA
• La homilía puede ser realmente una
intensa y feliz experiencia del Espíritu, un
reconfortante encuentro con la Palabra,
una fuente constante de renovación y
crecimiento. (E.G 135)
• La homilía es el momento más alto de
diálogo entre Dios y su pueblo, antes de la
comunión sacramental. (E.G 137)
• La homilía debe darle el fervor y el sentido
a la celebración. Si es demasiado larga
afectará dos características de la
celebración: la armonía entre sus partes y
el ritmo. (E.G 138)

• Quien quiera predicar, primero debe estar dispuesto a dejarse conmover por la Palabra y
hacerla carne en su existencia concreta. (E.G 150)
3.5 ESCUESLAS DE LA PALABRA
• La lectura orante de la Biblia es la
actividad que debemos recomendar
más a cada fiel, a los grupos de
crecimiento cristiano, a las religiosas y
a nosotros los sacerdotes.
• Sería muy valioso que fuera el fruto
de los 1.600 años de la muerte de San
Jerónimo.
• Felices los que escuchan la Palabra de
Dios y la ponen por obra. Lc 11,28
• Recomiendo los talleres de iniciación
cristiana y los de la Historia de la
Salvación, para iniciar Escuelas de la
Palabra
3.6 ORACIÓN DE LOS SALMOS
• Fue la oración de Jesús durante su vida
terrena y hoy continúa orando con
nosotros. Con los Salmos oró la Virgen
María y San José, y todas las generaciones
cristianas.
• El Salmo es bendición del pueblo,
alabanza a Dios, himno de alabanza del
pueblo y del universo, voz de la Iglesia,
devoción plena, alegría de liberación,
grito de alegría. El Salmo mitiga la ira,
aleja la angustia, consuela en el llanto. Es
arma en la noche, magisterio en el día,
escudo ante el temor, fiesta en la
santidad, portador de paz y concordia.

• Nuestra tarea es ayudar a los fieles a comprenderlos y a medida que se pueda, orar con
ellos los laudes o las vísperas en la Eucaristía.
ALABADO SEAS MI SEÑOR CON TODAS TUS CREATURAS
• Toda la Creación, que tiene a Cristo
crucificado y Resucitado como cabeza, y su
cuerpo en todos los que están unidos
vitalmente a Él, responde a su Creador al
ritmo de su alabanza, y de la súplica con la
respiración misma del universo, es decir, con
el fluir del tiempo y de la luz.
• Cada ser de la Creación, de alguna manera, se
une a esta oración cósmica que se eleva a
Dios en los dos momentos cruciales, la salida
del sol y el ocaso.
SANTA MARÍA DEL CAMINO
Mientras recorres la vida tú nunca solo estás;
contigo por el camino Santa María va.

Ven con nosotros al caminar; Santa María, ven.


Ven con nosotros al caminar; Santa María, ven.

Aunque te digan algunos que nada puedes cambiar,


Lucha por un mundo nuevo, lucha por la verdad.

Ven con nosotros al caminar; Santa María, ven.


Ven con nosotros al caminar; Santa María, ven.

Si por el mundo los hombres sin conocerse van,


No niegues nunca tu mano a quien contigo está.

Ven con nosotros al caminar; Santa María, ven.


Ven con nosotros al caminar; Santa María, ven.

Aunque parezcan tus pasos inútil caminar,


Tú vas haciendo caminos: otros los seguirán.

Ven con nosotros al caminar; Santa María, ven.


Ven con nosotros al caminar; Santa María, ven.
EN EL PRINCIPIO ERA LA PALABRA,

Y LA PALABRA ERA DIOS

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