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Las posadas nos hacen recordar las

dificultades que pasaron José y


María antes de que Jesús naciera.
Este recuerdo nos debe llevar a
reflexionar a cerca de nuestra
preparación personal para recibir al
Niño Jesús, ser mejores personas y
abrirle las puertas de nuestro
corazón al Salvador
Mi humilde oración
Te acuerdas aún de mí
Sentado a tus pies
Llenando de colores
un papel
Ahora soy
mayor
No soy el niño
aquel
Pero sigo
soñando
como él
Y sueño, como
no
Con la palabra
amor
Que vuela
desde mi alma
Hasta mi voz
No más guerras, no más
más vidas
vidas rotas
rotas
Que se cure nuestro corazón
Todo el mundo
Debería amar y mantener
La hoguera del amor

Esta
Esta es
es mi
mi
humilde
humilde oración
oración
Tal
Tal vez
vez la
la ilusión
ilusión
Me
Me ha
ha vuelto
vuelto aa
equivocar
equivocar
Pero yo sigo
creyendo
Que aún existe
la verdad
No
No más
más guerras
guerras
No
No más
más vidas
vidas rotas
rotas
Que
Que se
se cure
cure nuestro
nuestro corazón
corazón
Todo el
mundo
Debería amar
y mantener
La hoguera
del amor.
Esta es mi humilde oración
Que siga amando el corazón
Esta es mi humilde oración.
Monitor: La llegada a Belén antes del
nacimiento no debió ser fácil.

Acompañemos a José y María en su


peregrinaje. Si otras puertas se les cierran
actualmente, nosotros estamos deseosos de
recibirles.
Después de llegar a Belén,
buscaron posada,
pero no había lugar alguno
para la madre
del Hijo de Dios.
1. En nombre del cielo 1. Aquí no es mesón
os pido posada, sigan adelante,
pues no puede andar yo no puedo abrir
mi esposa amada. no sea algún tunante.
En este tiempo de esperanza el
Señor nos invita a preparar el camino siendo los
samaritanos para las personas que llegan a nuestras vidas

Padre Nuestro… Dios te salve María… Gloria…


2. No me importa el nombre
2. Venimos rendidos
déjenme dormir
desde Nazaret;
pues ya les he dicho
yo soy carpintero
que no voy a abrir.
de nombre José.
“DENLES USTEDES DE COMER”
Jn 6, 1-15

El Señor nos invita a ser


generosos, a compartir aun de
lo que nos hace falta
Porque … que son 5 panes para
tanta gente?

Padre Nuestro…
Dios te salve María…
Gloria…
Campana sobre campana y sobre Recogido tu rebaño a dónde vas
campana una asómate a la ventana pastorcillo voy a llevar al portal
verás al niño en Belén campanas de requesón, manteca y vino. Campana
Belén que los ángeles tocan que sobre campana y sobre campana dos
nueva nos traeís. asómate a la ventana porque está
naciendo Dios.
3. Posada te pide, 3. Pues si es una reina
amado casero, quien lo solicita
por solo una noche, ¿cómo es que de noche
la Reina del Cielo. anda tan solita?
El señor nos invita a la Oración
Pidan y se les dará; busquen y encontrarán; llamen y se
les abrirá. Porque todo el que pide, recibe; el que busca,
encuentra; y al que llama, se le abrirá.
Mt 7, 7-11

Padre Nuestro…
Dios te salve María…
Gloria…
Aunque María y José están acostumbrados a caminar con libertad en los
planes de Dios; estan inquietos.

Finalmente, encuentra una gruta reservada a los animales.


Mas humilde imposible.

4. Mi esposa es María, 4. ¿Eres tú, José?


es Reina del Cielo ¿ Tu esposa es María?
y Madre va a ser Entren peregrinos,
del Divino Verbo. no los conocía.
5. Dios pague Señores, 5. Dichosa la casa
su gran caridad que alberga este día
y los colme el cielo a la Virgen Pura
de felicidad. la hermosa María.

Todos: (mientras se abren las puertas)


Entren Santos Peregrinos, Peregrinos, reciban este rincón,

aunque es pobre la morada, la morada, se las doy de corazón.


Cantemos con alegría, alegría, Todos al considerar
Es hora de abrir las puertas

Hace dos mil años ya que estás entre nosotros,


hace dos mil años que te vimos caminar,
y trajiste tu Reino de vida, de justicia, de amor y de
paz, de servicio, verdad y alegría, de esperanza y de
fraternidad;
con tu vida el perdón enseñaste,
con los pobres partiste tu pan,
liberaste al que estaba oprimido,
devolviste el bien por el mal.
Hace dos mil
años que
todo esto
conocemos,
pero muchas cosas aún
siguen sin cambiar.
Y es que los cristianos que decimos conocerte,
debemos pensar y humildemente confesar,
que creemos nomás de palabra, pero no te dejamos entrar,
preferimos seguir como estamos, nos da miedo
tener que cambiar;
y pensamos que son combinables tu Evangelio
y la pasividad,
y dejamos que existan los pobres, sin
vestido, sin techo, sin pan.
Hace dos mil años
que tú tocas nuestra
puerta,
hace dos mil años y
hoy sigues
queriendo entrar.
.
Es hora de abrir las puertas, es
hora de dejarlo entrar,
es hora de
dejar que
venga
nuestras
vidas a
cambiar;
.
es hora de que este pueblo se
decida a caminar
en justicia, amor y vida, como
Jesús supo andar.
Tú nos aclaraste que la puerta es
estrecha,
que hace falta esfuerzo para el
Reino conquistar,
y nosotros bajamos el precio y la
puerta logramos ampliar,
y cualquiera se dice cristiano, todo
queda en un rito nomás;
y tu Iglesia, olvidando su origen, se
llenó de ambición y poder
y perdemos de vista tu Reino, tu
mensaje hemos puesto al revés.
Todos anhelamos ya un cambio en
nuestro mundo,
pero tu Evangelio está aún sin
estrenar.
El tercer milenio a iniciar nos disponemos,
con una memoria nueva de tu
encarnación,
y otra vez, recordando tu historia,
nuestro mundo queremos cambiar,
buenas nuevas llevar a los pobres,
al cautivo anunciar libertad;
asumimos tu causa de nuevo
y queremos luchar por construir
una Iglesia al lado del pobre,
servidora, sencilla
y así
veremos los brotes de una nueva
primavera
y a un pueblo trayendo justicia, vida
y libertad

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