Están compuestas principalmente de minerales de silicato. Los análisis químicos muestran que el silicio y el oxígeno son, los componentes más abundantes de las rocas ígneas. Estos dos elementos, más iones de aluminio (Al), calcio (Ca), sodio (Na), potasio (K), magnesio (Mg) y hierro (Fe), representan aproximadamente el 98 por ciento, en peso, de la mayoría de los magmas. Además, el magma contiene pequeñas cantidades de muchos otros elementos, incluidos titanio y manganeso, y pequeñas cantidades de elementos mucho más raros como el oro, la plata y el uranio. A medida que el magma se enfría y solidifica, estos elementos se combinan para formar dos grupos principales de minerales de silicato. Como grupo, los minerales no ferromagnesios son más ricos en sílice que los silicatos oscuros. Los silicatos oscuros
Los silicatos oscuros (ferromagnesianos) son ricos en
hierro y / o magnesio y relativamente bajos en sílice. El olivino, la piroxena, el anfíbol y la mica de biotita son los minerales de silicato oscuro comunes de la corteza terrestre. los silicatos ligeros
Por el contrario, los silicatos ligeros (no ferromagnesianos) contienen mayores
cantidades de potasio, sodio y calcio en lugar de hierro y magnesio. Los silicatos ligeros incluyen cuarzo, mica de moscovita y el grupo mineral más abundante, los feldespatos. Los feldespatos constituyen al menos el 40 por ciento de la mayoría de las rocas ígneas. Por lo tanto, además del feldespato, las rocas ígneas contienen alguna combinación de los otros silicatos claros y / u oscuros enumerados anteriormente. 3.1. EL CONTENIDO DE SÍLICE COMO INDICADOR DE COMPOSICIÓN Un aspecto importante de la composición química de las rocas ígneas para su clasificación es el contenido de sílice (SiO2). Típicamente, el contenido de sílice de las rocas corticales varía desde un mínimo de aproximadamente 40 por ciento en rocas ultramáficas hasta un máximo de más de 70 por ciento en rocas graníticas. El porcentaje de sílice en rocas ígneas en realidad varía de manera sistemática que es paralela a la abundancia de otros elementos. Por ejemplo: las rocas ígneas que son relativamente bajas en sílice contienen grandes cantidades de hierro, magnesio y calcio. Por el contrario, las rocas ígneas con alto contenido de sílice contienen muy poco hierro, magnesio o calcio, pero están enriquecidas con sodio y potasio. En consecuencia, la composición química de una roca ígnea se puede inferir directamente de su contenido de sílice. Además, la cantidad de sílice presente en el magma influye fuertemente en su comportamiento. El magma granítico
El magma granítico, que tiene un alto contenido de sílice, es
bastante viscoso (“espeso”) y puede erupcionar a temperaturas tan bajas como 700 ° C. Por otro lado, los magmas basálticos son bajos en sílice y generalmente son más fluidos. Los magmas basálticos
Los magmas basálticos también entran en erupción a temperaturas
más altas que los magmas graníticos, generalmente a temperaturas entre 1100 y 1250 ° C y son completamente sólidos cuando se enfrían a 1000 ° C. En resumen, las rocas ígneas se pueden dividir en grandes grupos según las proporciones de minerales claros y oscuros que contienen. Las rocas graníticas (félsicas), que están compuestas casi por completo de minerales de color claro, cuarzo y feldespato, están en un extremo del espectro de composición
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