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REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

UNIVERSIDAD PRIVADA DR. RAFAEL BELLOSO CHACIN.


ESCUELA DERECHO
ASIGNATURA: DERECHO CIVIL I (PERSONAS)

Msc. Giovanna Soler Ferrer. Abg.

Maracaibo, 2019.
UNIDAD II

SUJETOS DE DERECHO Y SU RÉGIMEN


JURÍDICO
CAPACIDAD, INCAPACIDAD,
ENMANCIPADOS
CAPACIDAD

Capacidad:
Es la medida de esa aptitud para ser titular de derechos o deberes jurídicos.
Es la medida de la aptitud de las personas en relación con los derechos y deberes jurídicos.

Capacidad Jurídica:
La Doctrina ha distinguido a la capacidad diferenciando entre la capacidad de ejercicio, disfrute
o de obrar, que consiste en la medida de la aptitud para producir plenos efectos jurídicos mediante actos
de la propia voluntad. Por otra parte, la capacidad jurídica, legal o de goce, que constituye la medida de la
aptitud para poder ejercer directamente o no los derechos de los que somos titulares.

La capacidad es una consecuencia de la personalidad jurídica de una persona. Ésta nos da la


aptitud de ser titular de derechos y de obligaciones, mientras que la capacidad jurídica y de ejercicio se
relacionan con la disposición de un derecho especifico de la personalidad jurídica, ya sea directamente o
con un representante.
INCAPACIDAD

La incapacidad de obrar se podría clasificar en incapacidad natural e incapacidad civil. La incapacidad


natural debe ser reconocida por la ley, como es el caso de la incapacidad del enajenado mental y la
incapacidad civil es la que establece la misma ley, tal como es el caso de la minoría de edad.

De lo anteriormente expuesto con relación a la clasificación de la capacidad, podemos afirmar que


existen: incapacidades de goce, las cuales se entienden como la falta de aptitud para ser titular de
ciertos derechos y deberes, e incapacidades de obrar, que consisten en la falta de aptitudes para
producir plenos efectos jurídicos mediante actos de la propia voluntad.
INCAPACIDAD

A este respecto, las incapacidades de goce afectan solamente a determinadas personas en relación a
determinados acontecimientos. A continuación, citaremos algunos:
1. En materia de sucesión ab-intestato:
2. Los no concebidos para el momento de la apertura de la sucesión (art. 809, C.C.).
3. Los que no hayan nacido vivos (art. 17, C.C.).
4. Los indignos de suceder, a menos que hayan sido rehabilitados (arts. 810, 811 y 813, C.C.).
5. En materia de sucesión testada:
6. Las iglesias de cualquier credo (art. 841, C.C.).
7. Los institutos de manos muertas (arts. 841 y 1.144, C.C.).
8. Los ordenados in sacris y los ministros de cualquier culto (art. 841, C.C.). En materia de donación.
9. En materia de adquisición de bienes inmuebles (arts. 525 al 528 y 531 al 534, C.C.).
10. En materia de compra-venta (arts. 1.481 y 1.482 C.C.).
11. En materia de tutela (arts. 370, 397 y 408, C.C.).
INCAPACIDAD

De acuerdo a Hung (2006:242), entre las incapacidades de obrar, podemos distinguir la incapacidad de
obrar en el campo negocial (que afecta a los menores, a los entredichos y a los inhabilitados, art. 1.144,
C.C.) y la incapacidad en materia delictual, la cual afecta a las personas privadas de discernimiento .

Desde el punto de vista de su finalidad, la incapacidad de obrar se subdivide en:


a. Incapacidades de protección, que son las establecidas en beneficio del incapaz, permitiendo una
protección en razón de su falta de desarrollo, del desarrollo anormal de sus facultades mentales o
de su inexperiencia. Ej. La incapacidad negocial que afecta a los menores de edad y a los
enfermos mentales.

b. Incapacidad de defensa social, la cual es establecida por necesidades colectivas (se persigue la
protección de la sociedad y no del incapaz). Ej. La incapacidad que afecta a los entredichos por
condena penal.
PRINCIPIOS QUE RIGEN LA CAPACIDAD

Los principios que rigen la capacidad son:

1. No es posible que una persona carezca totalmente de capacidad jurídica legal o de goce, porque
en el Derecho Contemporáneo todos los individuos de la especie humana son personas.

2. La capacidad de obrar presupone la capacidad de goce, porque es necesario que la persona sea
titular de los derechos o deberes que ese acto está llamado a producir.

3. La capacidad de goce no presupone la capacidad de obrar, porque una persona puede ser titular
de derechos o deberes que pueden provenir de otras fuentes.
NORMAS QUE RIGEN LA CAPACIDAD

Las normas que rigen estas capacidades son diferentes, entre las cuales debe destacarse que:

1. No puede haber incapacidades generales de goce, mientras que sí existen incapacidades


generales de obrar.

2. El número de personas afectadas por incapacidades de obrar es mayor que el de personas


afectadas por incapacidades especiales de goce.

3. La capacidad es la regla y la incapacidad es la excepción, de donde se derivan tres consecuencias:

a. La incapacidad existe porque está establecida en un texto legal.

b. Las normas que establecen las incapacidades son de interpretación restrictiva.

c. Quien alega la incapacidad tiene la carga de probarla.


REGÍMEN DE INCAPACES

Si los niños y adolescentes, entredichos e inhabilitados, se encuentran afectados por incapacidades


negóciales, no es suficiente que la Ley los declare incapaces, sino que la misma debe establecer el
mecanismo para que ellos puedan realizar negocios jurídicos válidos que produzcan efectos respecto
de estas personas. Con la finalidad de producir dichos resultados, la Ley establece la intervención de
otras personas en la celebración de los negocios que afecten al incapaz, y su reglamentación es lo que
se conoce como régimen del incapaz.

Los regímenes del incapaz pueden reducirse a dos grupos: regímenes de representación y regímenes
de asistencia y autorización
REGÍMEN DE INCAPACES

CONCEPTO DESCRIPCIÓN
Regímenes de Son aquellos en los que el incapaz es sustituido por
Representación otra persona, de modo que los negocios jurídicos
son realizados en nombre del incapaz, razón por la
cual éste no interviene en la realización del negocio
jurídico.

Regímenes de asistencia Son aquellos en los cuales el incapaz no es


y autorización sustituido por la persona que interviene en la
celebración de sus negocios jurídicos, sino que éste
conserva la iniciativa y la voluntad en la realización
de dicho negocio.
REGÍMEN DE INCAPACES

Ahora bien, si para la validez de un acto se requiere la actuación conjunta del incapaz y la
persona que lo protege, se estaría asistiendo al primero. Por otra parte, si el protector sólo
cumple la función de aprobar o improbar los negocios jurídicos que pretende celebrar el
incapaz, en este caso solamente lo autorizaría y estaríamos en presencia del segundo.

Con la finalidad de remediar una incapacidad, se necesita de representación, se dice que la


incapacidad es plena, y que es limitada cuando es suficiente recurrir a la asistencia o
autorización.

Con relación a los menores, éstos también se encuentran sometidos a regímenes de


incapaces; los menores no emancipados están sujetos a regímenes de representación, sea
este la patria potestad o la tutela.
ENMANCIPACIÓN

En opinión de Colin, citado por La Roche (1984), “la emancipación es un acto


voluntario o solemne por el cual se beneficia la capacidad del menor, confiriéndole
una cierta facultad de obrar dentro de su personalidad jurídica, en lo atinente a su
personalidad jurídica”.

El régimen jurídico al cual está sometido el emancipado le confiere al menor de edad,


aún sin haber llegado a la mayoridad, una cierta capacidad que se traduce en: una
capacidad absoluta (de tipo personal) y una capacidad limitada (de tipo patrimonial).

El art. 382 y 131 ord. 3° establece de derecho la emancipación


ENMANCIPACIÓN

El art. 382 y 131 ord. 3° establece de derecho la emancipación- Al reformarse el Código


Civil en 1982, se declaró mayor de edad a todo aquel que hubiese cumplido 18 años (art.
18, C.C.), en consecuencia, se consideró que ya no era necesario mantener la
emancipación voluntaria y, en cambio, se mantuvo la emancipación legal.
ENMANCIPACIÓN

Nuestro Código Civil únicamente admite la emancipación como efecto del matrimonio del menor, la
cual está regulada en los artículos 382 al 386 del Código Civil vigente.

De acuerdo a Aguilar (2002), sólo el matrimonio produce, en nuestro Derecho vigente desde 1982, la
emancipación de los que no han alcanzado la mayoridad. En consecuencia:

1. La emancipación se produce de pleno derecho cuando el menor contrae matrimonio,


independientemente de su edad y aún contra la voluntad de cualquier persona o autoridad (art.
382, C.C.).

2. La emancipación es irreversible, no se extingue con la disolución del matrimonio (art.382),


tampoco se extingue por la muerte de uno de los cónyuges, ni en el caso de nulidad del
matrimonio si el emancipado lo contrajo de buena fe, pero la emancipación se extingue si lo
contrajo de mala fe.
ENMANCIPACIÓN

3. Si el menor contrae matrimonio sin el consentimiento de sus padres o del Juez en los casos
contemplados por la Ley, la emancipación se produce, aunque éste quedará hasta la mayoridad
privado de la administración de sus bienes (art. 131, ord. 3º C.C.).
EFECTOS DE LA ENMACIPACIÓN

1. Que una vez que el menor adquiere la condición de emancipado, deja de estar bajo
la potestad de otra persona y sale del régimen de representación al cual hubiere
estado sometido, sea que se encontrare bajo el régimen de patria potestad o de
tutela de menores, por lo tanto, adquiere la plena dirección y gobierno de su persona.
Es necesario aclarar que, con respecto a la terminología utilizada por la LOPNA, no
debería decirse “menor emancipado” sino hablar simplemente de emancipados, pero
la Constitución vigente utiliza tanto la terminología de la LOPNA como la tradicional,
de manera que se pueden utilizar indistintamente.

2. El menor emancipado adquiere el derecho de administrar su propio patrimonio, puede


realizar actos de simple administración sin necesidad de representación o asistencia.
EFECTOS DE LA ENMACIPACIÓN

3. El menor emancipado puede celebrar sobre sus bienes actos de disposición con la autorización
del Juez competente. Para ciertos actos, requiere la asistencia de uno de sus progenitores y, a
falta de éstos, la asistencia de un curador especial nombrado por el menor con autorización del
Juez (art. 383, C.C.).

4. En caso de conflicto de intereses entre el emancipado y la persona que deba asistirlo, el menor
nombrará un curador especial con la aprobación del Juez (art. 385, C.C.).

5. Si los actos son ejecutados sin el cumplimiento de las formalidades antes indicadas, los mismos
estarán afectados de nulidad relativa y la acción correspondiente puede ser opuesta por el
representante del menor, por éste o por sus herederos o causahabientes (art. 386, C.C.).
HABILITACIÓN DEL ENMANCIPADO

Según Aguilar (2002), los requisitos (de acuerdo con el Código de Comercio) varían en función de la
persona que está actuando como curador:

1. Si el emancipado tiene por curador a sus padres, basta con su autorización.

2. Si el curador es otra persona, además de la autorización del curador se requiere la aprobación del
Juez de Primera Instancia en lo Civil del domicilio del incapaz, quien lo acordará después de
tomar por escrito y bajo juramento los informes que creyese necesario (art. 11, encab. y ap. 1º C.
Com.). Tanto la autorización del curador como el auto de aprobación del Juez se registrarán en el
Registro Subalterno del registro del domicilio del habilitado y en el Registro de Comercio, y se
fijarán por seis (6) meses en la Sala de Audiencias del Tribunal competente (art. 11, ap. 2º
C.Com.).
HABILITACIÓN DEL ENMANCIPADO

3. Al ser autorizados para comerciar, se reputan como mayores en el uso que hagan de esa
autorización (art. 12, C.Com.). A este respecto, y en la esfera del Derecho Mercantil, la habilitación
para ejercer el comercio produce los efectos de una declaración de mayoridad, mientras que en
materia Civil coloca al incapaz en una condición intermedia entre el no emancipado y el mayor de
edad.

4. La autorización para comerciar puede ser revocada con aprobación del Juez competente. La
revocación se hará por documento público, que el curador hará registrar y publicar (art. 14, C.
Com.).

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