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Registro 2006503
PRINCIPIOS DEL JUICIO DE
AMPARO
3) Definitividad: Cuando previamente se hayan agotado los
recursos que permitan modificar o nulificar el acto reclamado.
Excepciones:
a).- Cuando se trate de actos que importen peligro de
privación de la vida, deportación o destierro o algunos de
los prohibidos por el articulo 22 Constitucional.
b).- Cuando el acto reclamado resulte violatorio de los
artículos 16, 19 y 20 Constitucional.
PRINCIPIOS DEL JUICIO DE
AMPARO
c).- Si el acto reclamado carece de fundamentación en
materia administrativa o si ésta es señalada por la
autoridad responsable hasta que rinda su informe
justificado.
d).- En personas extrañas al juicio o personas extrañas por
equiparación.
e).- En materia administrativa cuando la ley del acto
reclamado no prevea la suspensión o la prevea
exigiendo mas requisitos que los que señala la ley de
Amparo.
PRINCIPIOS DEL JUICIO DE
AMPARO
f).- En amparo contra leyes, aun cuando contra
el primer acto de aplicación proceda recurso
será optativo agotarlo o acudir desde luego al
juicio de amparo.
g).- En materia civil, cuando válidamente se
renuncian recurso legales o en materia
familiar respecto de violaciones procesales
reclamables en amparo directo, así como
cuando se involucre un derecho de un menor
de edad y el recurso ordinario no admite la
suspensión del acto reclamado.
PRINCIPIOS DEL JUICIO DE
AMPARO
h).- Cuando se reclama una violación directa a
la Constitución.
i).- Si el recurso previo al amparo está
contenido en reglamento y no en ley formal.
j).- Cuando la procedencia del recurso o medio
de defensa se sujete a interpretación
adicional o su fundamento legal sea
insuficiente para determinarla, el quejoso
quedará en libertad de interponer dicho
recurso o acudir al juicio de amparo.
PRINCIPIOS DEL JUICIO DE
AMPARO
4) Estricto derecho: Estriba en que el jugador
debe concretarse a examinar la constitucionalidad del
acto reclamado a la luz de los argumentos externados
en los conceptos de violación expresados en la
demanda.
Excepciones
a).- Suplencia por error en la cita del precepto
constitucional o secundario violado; error en la cita de
la garantía reclamada o error de exposición (cuando se
señala al funcionario como autoridad responsable y no
a la autoridad).
PRINCIPIOS DEL JUICIO DE
AMPARO
b).- Suplencia de la deficiencia de la queja
INTERÉS LEGÍTIMO EN EL AMPARO CONTRA LEYES. PERMITE IMPUGNAR LA PARTE VALORATIVA DE LAS
NORMAS JURÍDICAS SIN NECESIDAD DE UN ACTO DE APLICACIÓN, CUANDO AQUÉLLAS RESULTEN
ESTIGMATIZADORAS.
Los significados son transmitidos en las acciones llevadas por las personas, al ser producto de una
voluntad, de lo que no se exceptúa el Estado, como persona artificial representada en el ordenamiento
jurídico. Así, las leyes no sólo regulan conductas, sino que también transmiten mensajes que dan
coherencia a los contenidos normativos que establecen, ya que no regulan la conducta humana en un
vacío de neutralidad, sino que lo hacen para transmitir una evaluación oficial sobre un estado de cosas, un
juicio democrático sobre una cuestión de interés general. En este sentido, las leyes no sólo contienen una
parte dispositiva, sino también una valorativa. Esta última es el producto de ciertas tesis sobre las que
concurren las mayorías legislativas. Lo anterior es especialmente relevante considerar cuando se trata de
estereotipos, pues la percepción social que hace sobrevivir un prejuicio contra un sector discriminado se
sustenta en una compleja red de leyes y normas que regulan los intercambios de las personas para
promocionar el rechazo a estos grupos, cuyo efecto es preservar un determinado mensaje oficial en la
sociedad independientemente de la eficacia de determinados contenidos dispositivos de esa legislación.
Luego, la discriminación no sólo se puede resentir cuando la norma regula directamente la conducta de un
grupo vulnerable, sino también mediante aquellas normas que promocionan y ayudan a construir un
significado social de exclusión o degradación, que si bien pueden no tener a los miembros de cierto grupo
vulnerable como destinatarios, los efectos de su aplicación mediante la regulación de la conducta de
terceros sí les genera un daño de estigmatización por discriminación.
AMPARO CONTRA LEYES
Así, esta Primera Sala estima que junto a la afectación material o tradicional que puede generar la parte
dispositiva de una norma, puede existir una afectación inmaterial que produce el mensaje transmitido por
la norma, es decir, por su parte valorativa. En otras palabras, el estigma por discriminación puede ser una
afectación expresiva generada directamente por una norma, la cual comúnmente se traduce en una serie
de eventuales afectaciones materiales secundarias, con motivo de la puesta en práctica del contenido
prescrito por la norma, como es la exclusión de beneficios o distribución inequitativa de cargas. Sin
embargo, lo relevante es que independientemente de las partes heteroaplicativas que contenga la norma,
si existe una afectación de estigmatización por discriminación generada directamente en su parte
valorativa, se debe reconocer interés legítimo para impugnarla, sin esperar el acto de aplicación. Cabe
precisar que este tipo de afectación no diluye el concepto de interés legítimo en interés simple, pues no
puede considerarse como un estigma la afectación ideológica que produce una ley en ciertos miembros de
la población en general, ni permite hacer pasar como interés legítimo la mera percepción dañina subjetiva
del quejoso, es decir, la disidencia u oposición a la norma. La afectación por estigmatización es una
afectación concreta y distinguible de la mera oposición o disidencia ideológica a una ley, generable por un
mensaje tachado de discriminatorio por la utilización de una de las categorías sospechosas establecidas en
el artículo 1o. constitucional, del cual el quejoso es destinatario por ser miembro de uno de los grupos
vulnerables identificados mediante una de esas categorías. Así, la estigmatización por discriminación no
sólo depende de las impresiones subjetivas del quejoso, sino de una evaluación impersonal y objetiva del
juzgador, lo que se determina mediante la derivación de entendimientos colectivos compartidos, el
contexto social en que se desenvuelve y la historia de los símbolos utilizados.
Esta tesis se publicó el viernes 11 de julio de 2014 a las 08:25 horas en el Semanario Judicial de la
Federación.
AMPARO CONTRA LEYES
AMPARO CONTRA LEYES. SUS DIFERENCIAS CUANDO SE TRAMITA EN LAS VÍAS INDIRECTA Y
DIRECTA.
Las características que distinguen a esas vías tratándose del amparo contra leyes radican,
esencialmente, en lo siguiente:
a) En el amparo indirecto la ley es uno de los actos reclamados y las autoridades legisladoras
participan en el juicio como autoridades responsables, mientras que en el amparo directo la ley no
puede constituir un acto reclamado ni se emplaza como autoridades responsables a sus autores;
d) En el amparo indirecto promovido sin agotar antes algún medio de defensa ordinario, el Juez de
Distrito tiene amplias facultades para determinar la improcedencia del juicio; en cambio, en el amparo
directo (y en aquellos amparos indirectos promovidos después de haberse agotado un medio ordinario
de defensa) deben respetarse los presupuestos procesales que ya estén determinados por la autoridad
responsable, tales como el interés jurídico, la legitimación, la personalidad, etcétera;
e) En el amparo indirecto los Tribunales Colegiados de Circuito, a partir de las reformas constitucionales
de 1994 y 1999, así como de la expedición de diversos Acuerdos Generales emitidos por el Pleno de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación, como el 5/2001, participan como órganos de segunda instancia
en virtud de la delegación de competencia que les hace este Alto Tribunal, conforme a la cual, en
determinadas condiciones, resolverán sobre el fondo del asunto y sus decisiones serán terminales; por
su parte, en el amparo directo esos órganos son de primera instancia y sus sentencias también son
revisables por la Suprema Corte, solamente en la materia de constitucionalidad de leyes o interpretación
directa de la Carta Magna;
f) En el amparo indirecto sólo pueden interponer revisión, en defensa de la constitucionalidad de la ley,
los titulares de los órganos de Estado a quienes se encomiende su promulgación, o quienes la
representen, en tanto que en el amparo directo, como ya se dijo, no participan los órganos legiferantes
y, por ende, no son ellos quienes pueden interponer la revisión; en cambio, en muchos casos, la
autoridad que aplicó la ley figura como tercero perjudicado y puede, con ese carácter, hacer valer dicho
recurso; y,
g) En el amparo indirecto el Juez de Distrito resuelve sobre la suspensión de los actos reclamados,
mientras que en el directo esa decisión le corresponde a la autoridad responsable.
AMPARO CONTRA LEYES
NORMAS AUTOAPLICATIVAS
Esta clasificación se basa en el
momento en que las normas concretizan
sus efectos en la esfera jurídica de las
personas, es decir, en el criterio de
individualización.
AMPARO CONTRA LEYES
Época: Novena Época
Registro: 198200
Tesis: P./J. 55/97
LEYES AUTOAPLICATIVAS. NORMAS QUE ACTUALIZAN ESTA CALIFICATORIA SOBRE LA BASE DEL INTERÉS
LEGÍTIMO.
Tratándose de interés legítimo, se entenderá que son normas autoaplicativas aquellas cuyos efectos ocurran en forma
incondicionada, esto es, sin necesidad de un acto de aplicación, lo que sucede cuando se constata la afectación
individual o colectiva, calificada, actual, real y jurídicamente relevante de la parte quejosa con la mera entrada en vigor
de la ley, es decir, una afectación a la esfera jurídica del quejoso en sentido amplio, que puede ser de índole
económica, profesional, de salud pública o de cualquier otra, siempre que dicho interés esté garantizado por un
derecho objetivo y que pueda traducirse, en caso de concederse el amparo, en un beneficio jurídico al quejoso.
Conforme a esta definición de interés legítimo, los quejosos no deben ser destinatarios directos de la ley impugnada,
sino que es suficiente que sean terceros que resientan una afectación incondicionada, pues se requiere un análisis
integral de las relaciones jurídicas en que se encuentran los particulares, siendo en el contexto de este tráfico de
relaciones donde se puede apreciar la afectación de la ley. Por tanto, las normas autoaplicativas, en el contexto del
interés legítimo, sí requieren de una afectación personal, pero no directa, sino indirecta, la cual puede suceder en tres
escenarios distintos: a) Cuando una ley establezca directamente obligaciones de hacer o no hacer a un tercero, sin la
necesidad de un acto de aplicación, que impacte colateralmente al quejoso -no destinatario de las obligaciones- en un
grado suficiente para afirmar que genera una afectación jurídicamente relevante; b) Cuando la ley establezca hipótesis
normativas que no están llamados a actualizar los quejosos como destinatarios de la norma, sino terceros de manera
inmediata sin la necesidad de un acto de aplicación, pero que, por su posición frente al ordenamiento jurídico, los
quejosos resentirán algunos efectos de las consecuencias asociadas a esa hipótesis normativa; y/o c) Cuando la ley
regule algún ámbito material e, independientemente de la naturaleza de las obligaciones establecidas a sus
destinatarios directos, su contenido genere de manera inmediata la afectación jurídicamente relevante. En caso
contrario, cuando se requiera un acto de aplicación para la consecución de alguno de estos escenarios de afectación,
las normas serán heteroaplicativas.
AMPARO CONTRA LEYES
INTERÉS LEGÍTIMO EN EL AMPARO CONTRA LEYES. PERMITE IMPUGNAR LA PARTE VALORATIVA DE LAS NORMAS JURÍDICAS SIN NECESIDAD DE
UN ACTO DE APLICACIÓN, CUANDO AQUÉLLAS RESULTEN ESTIGMATIZADORAS.
Los significados son transmitidos en las acciones llevadas por las personas, al ser producto de una voluntad, de lo que no se exceptúa el Estado,
como persona artificial representada en el ordenamiento jurídico. Así, las leyes no sólo regulan conductas, sino que también transmiten mensajes
que dan coherencia a los contenidos normativos que establecen, ya que no regulan la conducta humana en un vacío de neutralidad, sino que lo
hacen para transmitir una evaluación oficial sobre un estado de cosas, un juicio democrático sobre una cuestión de interés general. En este sentido,
las leyes no sólo contienen una parte dispositiva, sino también una valorativa. Esta última es el producto de ciertas tesis sobre las que concurren las
mayorías legislativas. Lo anterior es especialmente relevante considerar cuando se trata de estereotipos, pues la percepción social que hace
sobrevivir un prejuicio contra un sector discriminado se sustenta en una compleja red de leyes y normas que regulan los intercambios de las
personas para promocionar el rechazo a estos grupos, cuyo efecto es preservar un determinado mensaje oficial en la sociedad independientemente
de la eficacia de determinados contenidos dispositivos de esa legislación. Luego, la discriminación no sólo se puede resentir cuando la norma regula
directamente la conducta de un grupo vulnerable, sino también mediante aquellas normas que promocionan y ayudan a construir un significado
social de exclusión o degradación, que si bien pueden no tener a los miembros de cierto grupo vulnerable como destinatarios, los efectos de su
aplicación mediante la regulación de la conducta de terceros sí les genera un daño de estigmatización por discriminación. Así, esta Primera Sala
estima que junto a la afectación material o tradicional que puede generar la parte dispositiva de una norma, puede existir una afectación inmaterial
que produce el mensaje transmitido por la norma, es decir, por su parte valorativa. En otras palabras, el estigma por discriminación puede ser una
afectación expresiva generada directamente por una norma, la cual comúnmente se traduce en una serie de eventuales afectaciones materiales
secundarias, con motivo de la puesta en práctica del contenido prescrito por la norma, como es la exclusión de beneficios o distribución inequitativa
de cargas. Sin embargo, lo relevante es que independientemente de las partes heteroaplicativas que contenga la norma, si existe una afectación de
estigmatización por discriminación generada directamente en su parte valorativa, se debe reconocer interés legítimo para impugnarla, sin esperar el
acto de aplicación. Cabe precisar que este tipo de afectación no diluye el concepto de interés legítimo en interés simple, pues no puede considerarse
como un estigma la afectación ideológica que produce una ley en ciertos miembros de la población en general, ni permite hacer pasar como interés
legítimo la mera percepción dañina subjetiva del quejoso, es decir, la disidencia u oposición a la norma. La afectación por estigmatización es una
afectación concreta y distinguible de la mera oposición o disidencia ideológica a una ley, generable por un mensaje tachado de discriminatorio por la
utilización de una de las categorías sospechosas establecidas en el artículo 1o. constitucional, del cual el quejoso es destinatario por ser miembro de
uno de los grupos vulnerables identificados mediante una de esas categorías. Así, la estigmatización por discriminación no sólo depende de las
impresiones subjetivas del quejoso, sino de una evaluación impersonal y objetiva del juzgador, lo que se determina mediante la derivación de
entendimientos colectivos compartidos, el contexto social en que se desenvuelve y la historia de los símbolos utilizados.
AMPARO CONTRA LEYES
NORMAS HETEROAPLICATIVAS
Estas normas aunque entren en vigor, no
modifican inmediatamente la esfera jurídica de las
personas, pues es necesario que se realice un acto de
aplicación a través del cual se concreticen los efectos de
la norma en cada caso concreto. En ese sentido no se
“autoaplican”, sino que necesitan que otro evento que
las aplique, y por este motivo reciben el nombre de
normas de “individualización condicionada”, porque se
individualizan sus efectos por virtud de una condición.
AMPARO CONTRA LEYES
Ejemplos:
1.- Las normas que fijan los precios de los
servicios o los importes de los derechos por servicios
que presta el Estado por sí o por conducto de
particulares, generalmente son heteroaplicativas, pues
causarán perjuicio hasta que se solicite el servicio se
compre el bien y se paguen los montos respectivos.
2.- Las normas que prevén las sanciones para las
infracciones y los delitos son generalmente
heteroaplicativas, pues impactaran la esfera de una
persona hasta que ésta cometa el delito o la falta y le
sea impuesta la sanción.
AMPARO CONTRA LEYES
Heteroaplicativa
Únicamente puede reclamarse con motivo del
acto de aplicación de la norma (en amparo indirecto por
regla general debe ser el primero, y en amparo directo
puede ser el primero o uno ulterior) y entonces deberá
impugnarse la norma y el acto de aplicación
conjuntamente.
En este caso se goza de la opción de acudir al
amparo o agotar todos los medios ordinarios de defensa
en contra del acto de aplicación y, si no se obtiene
éxito, acudir al amparo.
AMPARO CONTRA LEYES
ENTONCES…
Si la norma es autoaplicativa se reclaman por su
vigencia para presentar la demanda, se tiene un plazo de
30 días contados a partir de las cero horas del primer día
de su vigencia, si se reclaman con motivo de su
aplicación.
Si se trata de una norma heteroaplicativa, deben
observarse los plazos y formas que apliquen al acto o
norma de aplicación reclamable en amparo indirecto o
directo, cuando sea la vía en que deba de reclamarse o
impugnarse el acto.
AMPARO CONTRA LEYES
Época: Novena Época
Registro: 194893
Tesis: P. CIX/98
LEYES AUTOAPLICATIVAS. EL PLAZO DE TREINTA DÍAS PARA PROMOVER EL AMPARO INICIA DESDE LAS CERO HORAS
DEL MISMO DÍA EN QUE ENTRAN EN VIGOR.
La anterior Tercera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación estableció jurisprudencia en el sentido de que el
juicio de garantías contra una ley autoaplicativa puede interponerse en dos oportunidades: dentro de los treinta días
hábiles contados desde que entra en vigor, y dentro de los quince días a partir del siguiente en que tiene lugar el primer
acto de aplicación, según se advierte de la tesis de jurisprudencia 209, visible en la página 201, Tomo I, del Apéndice al
Semanario Judicial de la Federación de 1995, con el rubro: "LEYES AUTOAPLICATIVAS. EL AMPARO EN SU CONTRA ES
IMPROCEDENTE SI LA DEMANDA SE INTERPONE EXTEMPORÁNEAMENTE EN RELACIÓN CON EL TÉRMINO DE 30 DÍAS
SIGUIENTES A SU VIGENCIA, Y NO SE DEMUESTRA LA EXISTENCIA DE ACTOS DE APLICACIÓN.". Ahora bien, tratándose
de la primera hipótesis, el cómputo del plazo señalado inicia desde el día de su vigencia a las cero horas, porque resultaría
incongruente que si la ley de esta naturaleza causa un perjuicio desde la misma fecha en que su observancia es obligatoria,
el plazo para promover el juicio empezara a contar hasta el día siguiente, es decir, el segundo día; de ahí que el legislador
estableciera en el artículo 22, fracción I, una regla diferente a la prevista por el artículo 21 de la ley de la materia para los
casos en que sean reclamables las leyes autoaplicativas en la vía de amparo, pues debe promoverse en el plazo
de treinta días a partir de que producen efectos jurídicos. La circunstancia de que en algunos de los textos de
las tesis emitidas por el Pleno y las Salas de este Alto Tribunal se precise que una "ley sólo puede ser
impugnada de inconstitucional como tal, esto es, dentro del término de 30 días siguientes al de su entrada en
vigor, a que se refiere el artículo 22, fracción I, de la Ley de Amparo", no significa que el cómputo se inicie al
día siguiente de aquel en que comenzó su vigencia, sino a partir del día en que entró en vigor, pues el
término "siguientes", que se refiere a los días posteriores a aquellos en que se inició la vigencia de la ley,
debe entenderse que se utilizó considerando que normalmente se precisa en los ordenamientos normativos
que entrará en vigor al día siguiente de su publicación.
AMPARO CONTRA LEYES
AMPARO CONTRA LEYES. DEBE ORDENARSE LA REPOSICIÓN DEL PROCEDIMIENTO SI NO SE LLAMÓ A JUICIO A
UNA DE LAS CÁMARAS DEL CONGRESO DE LA UNIÓN, AUN CUANDO EXISTA JURISPRUDENCIA DE LA SUPREMA
CORTE DE JUSTICIA DE LA NACIÓN SOBRE LA INCONSTITUCIONALIDAD DE LA NORMA RECLAMADA.
El Tribunal en Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, al interpretar el artículo 91, fracción IV, de la
Ley de Amparo, estableció que no es necesario ordenar la reposición del procedimiento si a pesar de advertirse
falta de emplazamiento de la autoridad responsable, el sentido de la sentencia que se dicte no le causa perjuicio
si se evidencia que procede negar el amparo o sobreseer en el juicio, pues de adoptarse una postura contraria se
retrasaría injustificadamente la solución del asunto. Asimismo, sostuvo que en el amparo indirecto contra leyes
debe llamarse ineludiblemente a las dos Cámaras del Congreso de la Unión para que quede debidamente
integrado el procedimiento constitucional. En congruencia con lo anterior, se concluye que la existencia de una
jurisprudencia que decrete la inconstitucionalidad de la norma reclamada no puede validar la omisión de llamar a
juicio a una de las Cámaras del Congreso de la Unión en su calidad de autoridad responsable, ni puede constituir
causa para estimar innecesaria la reposición del procedimiento, porque se priva a la autoridad no emplazada de
los derechos que pudiera hacer valer contra la admisión de la demanda de amparo, o bien, de exponer y
demostrar causas de sobreseimiento o vicios en la personalidad del quejoso que el juzgador no pueda advertir
oficiosamente, o para insistir sobre las mismas o nuevas causas de sobreseimiento; además, el hecho de que
exista una jurisprudencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación en el sentido de que la norma reclamada
es inconstitucional no tiene como consecuencia invariable la concesión del amparo, ya que la intervención de la
autoridad responsable puede trascender al sentido del fallo definitivo.
AMPARO CONTRA LEYES
De acuerdo con los artículos 107, fracción I, constitucional y 4o. de la Ley de Amparo,
es al quejoso a quien corresponde demostrar que el ordenamiento recurrido afecta su
interés jurídico; luego entonces, si no se demuestra esa circunstancia, es legal el
sobreseimiento decretado por el Juez de Distrito, sin que pueda asumirse una postura
inversa porque se haya manifestado bajo protesta de decir verdad la sujeción a la
norma y los perjuicios que ocasiona, en tanto que son afirmaciones que para poder
ser tomadas en cuenta deben estar respaldadas por cualquiera de los medios de
prueba establecidos por la ley.
AMPARO CONTRA LEYES
Época: Décima Época
Registro: 2006987
Tesis: 2a. LXXII/2014 (10a.)
MENORES DE EDAD. AUN CUANDO LOS ARTÍCULOS 22 BIS, 173, 174, 175 BIS Y 176 DE LA LEY
FEDERAL DEL TRABAJO SON DE NATURALEZA AUTOAPLICATIVA, ES NECESARIO QUE EL
QUEJOSO ACREDITE QUE ES O EMPLEA ESE TIPO DE TRABAJADORES PARA IMPUGNARLOS A
TRAVÉS DEL JUICIO DE AMPARO (LEGISLACIÓN VIGENTE A PARTIR DEL 1o. DE DICIEMBRE DE
2012).
Los preceptos citados regulan las medidas de vigilancia y protección para los trabajadores
menores de edad fuera del círculo familiar; establecen restricciones laborales y medidas de control
para los trabajadores que sean mayores de 14 y menores de 16 años; normalizan las actividades
artísticas, de desarrollo científico, deportivo o de talento de los menores de 14 años; e incorporan
el catálogo de las labores que se consideran peligrosas e insalubres tratándose de menores de 14
a 16 años de edad y de menores de 18 años. Ahora, cuando a través del juicio de amparo se
reclama una norma general por su sola entrada en vigor, no basta que su naturaleza sea
autoaplicativa, sino que además se requiere que cause perjuicio, para lo cual es indispensable
verificar si los quejosos se hallan o no en el supuesto hipotético de la disposición jurídica de que
se trate, lo cual es materia de prueba, por lo que amerita el examen jurisdiccional de las que en
su caso se aporten para tal extremo. Así, para identificar si los artículos 22 bis, 173, 174, 175 bis y
176 de la Ley Federal del Trabajo vinculan al quejoso con su entrada en vigor, éste debe acreditar
que es menor de edad o emplea trabajadores con esas características.
AMPARO CONTRA LEYES
ESTIGMATIZACIÓN LEGAL. REQUISITOS PARA TENER POR ACREDITADO EL INTERÉS LEGÍTIMO EN EL AMPARO
INDIRECTO PARA COMBATIR LA PARTE VALORATIVA DE UNA LEY Y EL PLAZO PARA SU PROMOCIÓN.
Para efectos de la procedencia del juicio de amparo contra leyes, los jueces de amparo deben tener por acreditado
inicialmente el interés legítimo de los quejosos cuando impugnen la parte valorativa de la norma por estigmatización si se
reúnen los siguientes requisitos: a) Se combata una norma de la cual se extraiga un mensaje perceptible objetivamente -
explícito e implícito- del que se alegue exista un juicio de valor negativo o estigmatizador, mediante la indicación de los
elementos de contexto de los símbolos utilizados, la voluntad del legislador, la historia de discriminación, etcétera, que
permitan afirmar al quejoso que dicho mensaje es extraíble de la norma, b) Se alegue que ese mensaje negativo utilice
un criterio de clasificación sospechoso, en términos del artículo 1o. constitucional, del cual el quejoso sea destinatario por
pertenecer al grupo identificado por alguno de esos elementos -origen étnico o nacional, el género, la edad, las
discapacidades, la condición social, las condiciones de salud, la religión, las opiniones, las preferencias sexuales, el estado
civil o cualquier otra que atente contra la dignidad humana y tenga por objeto anular o menoscabar los derechos y
libertades de las personas-; y, c) Finalmente, se debe acreditar que el quejoso guarda una relación de proximidad física o
geográfica con el ámbito espacial de validez de la norma, sobre el cual se espera la proyección del mensaje. La
comprobación del interés legítimo por esta especial afectación se demuestra, pues en caso de obtener el amparo, los
quejosos obtendrían un beneficio jurídico consistente en la supresión del mensaje alegado de ser discriminatorio,
mediante la declaratoria de inconstitucionalidad, la que haría cesar el mensaje que les genera perjuicio. Demostrado el
interés legítimo, será materia del fondo del asunto, en caso de no existir otro motivo de improcedencia, determinar si la
ley efectivamente discrimina o no a una persona o grupo de personas. En estos casos, debe estimarse que la afectación
generada por la norma es autoaplicativa, por lo que no es requisito exigir a los quejosos acreditar un acto de aplicación en
su contra, puesto que la mera existencia de esa ley es el acto de afectación y no puede someterse a una persona ya
afectada por la existencia de una legislación a la indignidad de serle negado el acceso a la justicia para que se pueda
cuestionar la validez de la norma. Esta peculiaridad conduce a que el plazo para la interposición de un amparo no pueda
computarse a partir de un momento concreto, pues el agravio subsiste de forma continuada mientras persiste la
proyección del mensaje tachado de discriminador. Por tanto, se trata de una violación permanente.
AMPARO CONTRA LEYES
AMPARO DIRECTO CONTRA LEYES. PARA QUE LA VÍCTIMA U OFENDIDO DEL DELITO PUEDA IMPUGNAR ALGUNA NORMA
QUE CONSIDERE INCONSTITUCIONAL, ES NECESARIO QUE ÉSTA SE HUBIERE APLICADO EN SU PERJUICIO.
De los artículos 158 y 166, fracción IV, de la Ley de Amparo, vigente hasta el 2 de abril de 2013, deriva que el juicio de
amparo directo procede contra sentencias definitivas, laudos o resoluciones que pongan fin al juicio, dictados por tribunales
judiciales, administrativos o del trabajo, respecto de los cuales no proceda ningún recurso ordinario por el que puedan
modificarse o revocarse, en el que podrá impugnarse en los conceptos de violación la inconstitucionalidad de las leyes,
tratados internacionales o reglamentos que se hubieren aplicado en perjuicio del quejoso en el trámite del procedimiento
del juicio natural o en la sentencia, laudo o resolución reclamados. En ese sentido, la posibilidad de que en los conceptos
de violación de la demanda de amparo directo la quejosa pueda impugnar algún artículo que considera inconstitucional y
que sirvió de fundamento de la sentencia definitiva, por ser un amparo contra leyes, requiere necesariamente que la norma
impugnada se hubiera aplicado en su perjuicio pues, de lo contrario, la inconstitucionalidad de la ley, que en su caso
pudiera declararse, no tendría efecto alguno en su beneficio, ya que no se le lograría restituir en el pleno goce del derecho
constitucional transgredido. En ese sentido y atendiendo el criterio establecido por esta Primera Sala de la Suprema Corte
de Justicia de la Nación, en la tesis aislada 1a. LXXXVIII/2011, publicada en el Semanario Judicial de la Federación y su
Gaceta, Novena Época, Tomo XXXIII, junio de 2011, página 178, de rubro: "VÍCTIMA U OFENDIDO. CUANDO SE IMPUGNE
UNA DECISIÓN RELACIONADA CON EL DERECHO CONSTITUCIONAL A OFRECER PRUEBAS, TIENE DERECHO A
INTERPONER RECURSO DE APELACIÓN A PESAR DE QUE LOS CÓDIGOS PROCESALES PENALES NO CONTEMPLEN ESTA
POSIBILIDAD.", la víctima u ofendido del delito, ante su reconocimiento de parte activa en el proceso penal, se encuentra
en posibilidad de hacer valer los recursos o medios de impugnación que la ley concede, aun cuando no se establezca
expresamente su legitimación para que, de este modo, pueda generarse el acto de aplicación de la ley que impugna y
lograr con ello que proceda el análisis de inconstitucionalidad que haga valer.
AMPARO CONTRA LEYES
AMPARO DIRECTO CONTRA NORMAS GENERALES. LA EXCEPCIÓN A LA REGLA GENERAL PARA SU IMPUGNACIÓN,
CONSISTENTE EN LA EXISTENCIA DE UN ACTO DE APLICACIÓN CONCRETO DE LA DISPOSICIÓN NORMATIVA QUE
SE TILDA DE INCONSTITUCIONAL, SE ACTUALIZA CUANDO EN LOS CONCEPTOS DE VIOLACIÓN SE ADUCE LA
CONTRAVENCIÓN AL PRINCIPIO DE IGUALDAD O EQUIDAD TRIBUTARIA.
De conformidad con lo dispuesto en el artículo 166, fracción IV, párrafo segundo, de la Ley de Amparo y en la
jurisprudencia de la Suprema Corte, la regla general para la impugnación en amparo directo de disposiciones
normativas generales requiere de un acto de aplicación concreto. Sin embargo, la excepción a dicha regla general se
actualiza cuando en los conceptos de violación se alega la transgresión al principio de igualdad o equidad tributaria por
parte de una disposición normativa que no se aplicó y que se estima otorga un trato preferencial que no se tiene. Ello
es así, pues ese solo hecho -supuesta desigualdad- es suficiente para que se proceda al análisis constitucional de la
disposición que se impugna, en razón de que ese hipotético trato preferencial o benéfico concedido a un determinado
grupo de sujetos excluyendo a otro, por sí mismo es susceptible de causar perjuicio a todo el universo de sujetos que
no puedan ser beneficiarios de aquél, lo que implica, por una parte, que ostentan interés jurídico para combatirlo y,
por otra, que en atención al trato benéfico que se reclama, es jurídicamente factible hacer valer la violación a los
referidos principios (parámetro de medición para evidenciar posibles tratos desiguales), pues se impugna precisamente
ese trato dispensado, el cual no se aplica a todos los destinatarios de la norma ni, por ende, se tiene acceso al mismo,
dados los términos de la configuración personal de quien invoca dicho tratamiento preferencial, aduciendo su
exclusión, toda vez que el análisis que sobre el particular se efectúe resulta ineludible para el juzgador constitucional,
a fin de determinar que el diseño de la disposición normativa que otorga ese trato no sea el motivo para insertar una
desigualdad que no se encuentre debida, objetiva y razonablemente justificada.
AMPARO CONTRA LEYES
En consecuencia, cuando se alega la violación a los principios de mérito, no es necesario
que se aplique el precepto legal que se impugna de inconstitucional para que sea posible
combatirlo, dado que la causa de pedir del argumento propuesto en el concepto de
violación conlleva a que deba analizarse si el trato desigual que se alega se encuentra
justificado o no -claro, una vez propuesto el término de comparación correspondiente y la
argumentación debida-, ya que de otra forma, se impondría al quejoso la carga de acreditar que
previamente al ejercicio de la acción constitucional de amparo debe situarse en el supuesto que
combate, cuando el punto a debate es justamente porque no se le aplica ni se le incluye en éste. De
este modo, al surtirse la excepción a la regla general señalada, se releva al quejoso del
acreditamiento del acto de aplicación concreto de la disposición normativa impugnada, pues lo que se
pretende con su motivo de disenso es que se le otorgue el trato que aduce no tener y, de exigírsele el
acto de aplicación o que se ubique en sus hipótesis normativas, se le impediría poner en tela de juicio
la justificación o no de ese beneficio. Así, en caso de estimarse fundado el concepto de violación por
el cual se hace valer la transgresión a los citados principios, el efecto de la sentencia concesoria que
se llegara a dictar, consistiría en hacer extensivo al impetrante el beneficio previsto en el precepto
declarado inconstitucional, ya que sólo así se le restituiría en el pleno goce del derecho fundamental
violado, de conformidad con lo dispuesto en el artículo 80 de la Ley de Amparo. De sostener el criterio
contrario al señalado y exigir un acto de aplicación concreto o que el quejoso se ubique
hipotéticamente en el supuesto normativo que combate, implicaría una falacia argumentativa, dado
que constituye una petición de principio, en virtud de que inexcusablemente lo que impugna el
quejoso es la no aplicación del precepto combatido y exigir cualquiera de los requisitos invocados
implicaría responder a priori el planteamiento formulado en el sentido de que no le es aplicable o que
no es posible su aplicación al no situarse en sus hipótesis normativas, lo cual ineludiblemente revela
una circularidad argumentativa.
AMPARO CONTRA LEYES
AMPARO DIRECTO CONTRA NORMAS GENERALES. LA EXCEPCIÓN A LA REGLA GENERAL PARA SU IMPUGNACIÓN,
CONSISTENTE EN LA EXISTENCIA DE UN ACTO DE APLICACIÓN CONCRETO DE LA DISPOSICIÓN NORMATIVA QUE SE
TILDA DE INCONSTITUCIONAL, SE ACTUALIZA CUANDO EN LOS CONCEPTOS DE VIOLACIÓN SE ADUCE LA
CONTRAVENCIÓN AL PRINCIPIO DE IGUALDAD O EQUIDAD TRIBUTARIA.
De conformidad con lo dispuesto en el artículo 166, fracción IV, párrafo segundo, de la Ley de Amparo y en la
jurisprudencia de la Suprema Corte, la regla general para la impugnación en amparo directo de disposiciones normativas
generales requiere de un acto de aplicación concreto. Sin embargo, la excepción a dicha regla general se actualiza cuando
en los conceptos de violación se alega la transgresión al principio de igualdad o equidad tributaria por parte de una
disposición normativa que no se aplicó y que se estima otorga un trato preferencial que no se tiene. Ello es así, pues ese
solo hecho -supuesta desigualdad- es suficiente para que se proceda al análisis constitucional de la disposición que se
impugna, en razón de que ese hipotético trato preferencial o benéfico concedido a un determinado grupo de sujetos
excluyendo a otro, por sí mismo es susceptible de causar perjuicio a todo el universo de sujetos que no puedan ser
beneficiarios de aquél, lo que implica, por una parte, que ostentan interés jurídico para combatirlo y, por otra, que en
atención al trato benéfico que se reclama, es jurídicamente factible hacer valer la violación a los referidos principios
(parámetro de medición para evidenciar posibles tratos desiguales), pues se impugna precisamente ese trato dispensado,
el cual no se aplica a todos los destinatarios de la norma ni, por ende, se tiene acceso al mismo, dados los términos de la
configuración personal de quien invoca dicho tratamiento preferencial, aduciendo su exclusión, toda vez que el análisis
que sobre el particular se efectúe resulta ineludible para el juzgador constitucional, a fin de determinar que el diseño de la
disposición normativa que otorga ese trato no sea el motivo para insertar una desigualdad que no se encuentre debida,
objetiva y razonablemente justificada.
AMPARO CONTRA LEYES
En consecuencia, cuando se alega la violación a los principios de mérito, no es necesario que se aplique el
precepto legal que se impugna de inconstitucional para que sea posible combatirlo, dado que la causa de pedir
del argumento propuesto en el concepto de violación conlleva a que deba analizarse si el trato desigual que se
alega se encuentra justificado o no -claro, una vez propuesto el término de comparación correspondiente y la
argumentación debida-, ya que de otra forma, se impondría al quejoso la carga de acreditar que previamente al
ejercicio de la acción constitucional de amparo debe situarse en el supuesto que combate, cuando el punto a
debate es justamente porque no se le aplica ni se le incluye en éste. De este modo, al surtirse la excepción a la
regla general señalada, se releva al quejoso del acreditamiento del acto de aplicación concreto de la disposición
normativa impugnada, pues lo que se pretende con su motivo de disenso es que se le otorgue el trato que aduce
no tener y, de exigírsele el acto de aplicación o que se ubique en sus hipótesis normativas, se le impediría poner
en tela de juicio la justificación o no de ese beneficio. Así, en caso de estimarse fundado el concepto de violación
por el cual se hace valer la transgresión a los citados principios, el efecto de la sentencia concesoria que se
llegara a dictar, consistiría en hacer extensivo al impetrante el beneficio previsto en el precepto declarado
inconstitucional, ya que sólo así se le restituiría en el pleno goce del derecho fundamental violado, de
conformidad con lo dispuesto en el artículo 80 de la Ley de Amparo. De sostener el criterio contrario al señalado
y exigir un acto de aplicación concreto o que el quejoso se ubique hipotéticamente en el supuesto normativo que
combate, implicaría una falacia argumentativa, dado que constituye una petición de principio, en virtud de que
inexcusablemente lo que impugna el quejoso es la no aplicación del precepto combatido y exigir cualquiera de
los requisitos invocados implicaría responder a priori el planteamiento formulado en el sentido de que no le es
aplicable o que no es posible su aplicación al no situarse en sus hipótesis normativas, lo cual ineludiblemente
revela una circularidad argumentativa.
AMPARO CONTRA LEYES
LEYES. EL PRIMER ACTO DE APLICACIÓN QUE PERMITE IMPUGNARLAS EN AMPARO ES AQUEL QUE
TRASCIENDE A LA ESFERA JURÍDICA DEL GOBERNADO, CAUSÁNDOLE UN PERJUICIO, CON
INDEPENDENCIA DE QUE SU FUNDAMENTACIÓN Y MOTIVACIÓN SEA O NO CORRECTA.
2. Cuando se promueve juicio de nulidad contra un acto administrativo y la Sala Fiscal, al resolverlo,
desestima la pretensión y aplica en su resolución un artículo; si al combatir la quejosa dicha
resolución a través del juicio de amparo directo no plantea en los conceptos de violación la
inconstitucionalidad de la norma que le fue aplicada en el acto reclamado, sino únicamente
cuestiones de legalidad, al emitirse un nuevo acto administrativo que origine un diverso juicio de
nulidad en el que la Sala desestime la pretensión y aplique nuevamente el artículo, procede el
estudio de la constitucionalidad de la norma que le fue aplicada, cuando contra esa sentencia
promueve amparo directo y en los conceptos de violación hace valer dicha inconstitucionalidad. Lo
anterior, porque aun cuando en un anterior juicio de amparo promovido por el mismo quejoso
estuvo en posibilidad de hacer valer tal inconstitucionalidad, pues se le había aplicado la norma con
anterioridad, se trata de un diverso acto de aplicación de la norma y de un juicio de amparo
totalmente distinto e independiente de aquél, en el que no se cuestionó la constitucionalidad de la
norma, por lo que no se puede considerar que existe consentimiento. De lo anterior se advierte
que, para determinar si procede analizar la inconstitucionalidad de un precepto planteada en los
conceptos de violación de la demanda de amparo directo, es necesario distinguir si el acto
reclamado deriva o no de la misma secuela procesal, es decir, de la misma vía; si se trata o no de
un diverso acto de aplicación de la ley y de una impugnación diversa, aun cuando se haya aplicado
en ambos la misma norma.
AMPARO CONTRA LEYES
Conforme a los artículos 170, fracción I y 175, fracción IV, de la Ley de Amparo, en el juicio de amparo directo
puede controvertirse la regularidad constitucional de normas de carácter general, vía conceptos de violación,
aplicados en perjuicio del quejoso durante la secuela del procedimiento del juicio natural o en la sentencia
reclamada; disposición que este Alto Tribunal ha extendido, incluso, a los casos en que la aplicación de la ley se
materializa en el acto impugnado en el juicio natural. Empero, en este último supuesto, para que pueda
abordarse el escrutinio constitucional de la hipótesis normativa relativa, es necesario que ésta se encuentre
vinculada de alguna manera con la sentencia, laudo o resolución reclamada, o por lo menos que su aplicación
en el acto primigenio trascienda a sus consideraciones, ya que aquélla constituye el único acto que puede
reclamarse de manera destacada en la instancia constitucional, por lo que no podrían analizarse en abstracto los
planteamientos de constitucionalidad si no forman parte de los fundamentos de la resolución reclamada o no se
surte la vinculación mencionada, pues de lo contrario se actualizaría un impedimento técnico para efectuar el
aludido análisis, en virtud de que no podrían concretarse los efectos de una eventual concesión del amparo,
para que la autoridad responsable deje insubsistente la resolución reclamada sin aplicar la norma estimada
inconstitucional, porque ésta no formaría parte de sus fundamentos ni incidiría en sus consideraciones, ya que
la litis en el amparo directo se circunscribirá sólo a verificar si el juicio procede contra el acto originalmente
impugnado, lo cual constituye una cuestión de legalidad, salvo que se controvierta la constitucionalidad de los
preceptos que regulen la procedencia de la vía jurisdiccional.
AMPARO CONTRA LEYES
De la interpretación armónica de los artículos 158 y 166, fracción IV, de la Ley de Amparo, se
desprende que cuando se promueva juicio de amparo directo contra sentencias definitivas,
laudos o resoluciones que pongan fin al juicio, se podrá plantear, en los conceptos de violación,
la inconstitucionalidad de leyes, tratados internacionales o reglamentos que se hubieran
aplicado en perjuicio del quejoso en la secuela del procedimiento del juicio natural o en la
sentencia, laudo o resolución reclamados; sin embargo, ello no quiere decir que la posibilidad
de controvertir tales normas de carácter general en el amparo directo se agote con los
supuestos a que se refieren dichos numerales, pues el artículo 73, fracción XII, último párrafo,
del citado ordenamiento permite también la impugnación, en ese juicio, de las normas aplicadas
en el acto o resolución de origen, cuando se promueva contra la resolución recaída a los
recursos o medios de defensa legal que se hubieran hecho valer en contra del primer acto de
aplicación de aquéllas, máxime que en la vía ordinaria no puede examinarse la
constitucionalidad de una norma de observancia general, pues su conocimiento está reservado a
los tribunales del Poder Judicial de la Federación.
AMPARO CONTRA LEYES
AMPARO DIRECTO CONTRA LEYES. ES PROCEDENTE EN CONTRA DEL ULTERIOR ACTO DE APLICACIÓN,
CUANDO EN LOS CONCEPTOS DE VIOLACIÓN SE IMPUGNA LA INCONSTITUCIONALIDAD DE UN PRECEPTO
QUE INICIALMENTE SE APLICÓ TÁCITAMENTE.
La Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación ha sustentado el criterio de que la aplicación
tácita o implícita de un precepto legal no obliga al gobernado a impugnar el acto respectivo a través del juicio
de garantías, porque el desconocimiento específico de la norma en que se basa, impide que se tenga la certeza
de la disposición u ordenamiento que se le aplica; por tanto, la falta de promoción de la demanda de amparo
en el término legal correspondiente, en ese supuesto, no presupone el consentimiento del acto de aplicación,
máxime si el quejoso lo combate a través del recurso idóneo y obtiene resolución favorable a sus intereses,
pues con ello se desaplica la norma cuestionada, es decir, desaparece el acto de aplicación; sin embargo, si en
contra de esta última resolución la autoridad promueve el juicio de lesividad ante el Tribunal Fiscal de la
Federación, en el cual se dicta sentencia que declara su nulidad, evidentemente que vuelve a adquirir vigencia
la resolución original y produce a plenitud todos sus efectos, afectándose con ello nuevamente la esfera jurídica
del quejoso, motivo por el cual renace su derecho e interés jurídico para impugnar en amparo directo tal fallo y
hacer valer en los conceptos de violación la inconstitucionalidad del precepto aplicado en su perjuicio.
AMPARO CONTRA LEYES
En amparo directo, el
consentimiento de una norma no genera
el sobreseimiento porque la no norma no
es señalada como acto reclamado, sino
que sólo es materia de los conceptos de
violación.
AMPARO CONTRA LEYES
Conforme al artículo 166, fracción IV, de la Ley de Amparo, en el juicio de amparo directo puede
alegarse la inconstitucionalidad de una ley dentro de los conceptos de violación de la demanda; sin
embargo, para determinar si procede el análisis de constitucionalidad, deben distinguirse dos
supuestos:
1. Cuando el juicio de garantías deriva de un juicio de nulidad en el cual la Sala Fiscal desestima la
pretensión del quejoso acerca del acto reclamado, aplicando para ello, por primera vez, el precepto
legal tildado de inconstitucional en los conceptos de violación y el tribunal colegiado de circuito que
conoce del asunto analiza dichos planteamientos, declarando infundado el motivo de inconformidad por
considerar que la norma impugnada es constitucional, pero concede el amparo por cuestión de
legalidad; en este caso es improcedente el análisis de constitucionalidad planteado en los conceptos de
violación, cuando se promueve nuevamente un juicio de amparo directo contra la resolución que la Sala
emitió en cumplimiento de la anterior ejecutoria y en la que fue nuevamente aplicado el artículo
impugnado. Lo anterior, porque al haberse reclamado ya dentro de la misma secuela procesal la
constitucionalidad de la ley, la decisión del tribunal es firme y definitiva, pues lo único que se dejó
insubsistente y que, por tanto, podría ser materia de un nuevo análisis, son los aspectos por los cuales
se concedió el amparo -cuestiones de legalidad de los actos de aplicación-, pero las demás cuestiones
que fueron desestimadas en el amparo anterior quedaron firmes y, por ello, son definitivas; y
AMPARO CONTRA LEYES
CARTUCHOS PARA ARMAS DE USO EXCLUSIVO DEL EJÉRCITO, ARMADA Y FUERZA AÉREA. EL
ARTÍCULO 84 TER DE LA LEY FEDERAL DE ARMAS DE FUEGO Y EXPLOSIVOS NO VULNERA EL
ARTÍCULO 1o. CONSTITUCIONAL.
El citado precepto legal prevé que las penas a que se refieren los artículos 82, 83, 83 Bis, 83 Ter, 83
Quat, 84 y 84 Bis de la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos se aumentarán hasta en una
mitad cuando el responsable sea o haya sido servidor público de alguna corporación policiaca. Ahora
bien, la distinción entre los destinatarios de la norma y quienes no pertenezcan a alguna corporación
de ese tipo, resulta plenamente justificada, porque dicha distinción no se refiere a alguna categoría
sospechosa, por lo que, para efecto del análisis de igualdad, es suficiente determinar, respetando el
principio de deferencia al legislador, si la medida no resulta manifiestamente irrazonable o atentatoria
de algún derecho fundamental. Así, el artículo 84 Ter de la Ley Federal de Armas de Fuego y
Explosivos que contiene la agravante referida, no vulnera el artículo 1o. de la Constitución Política de
los Estados Unidos Mexicanos, pues no puede considerarse irrazonable ni potencialmente
discriminatoria, sino más bien justificada por el hecho de que no pueden considerarse en el mismo
plano a quienes pertenecen a corporaciones policiacas o de seguridad pública y a los que no. De ahí
que sea razonable considerar, como potencialmente más grave y lesiva, la posesión de armas
prohibidas por personas que, por su ocupación, saben su manejo, ya que son más conscientes del
daño que pueden generar. Además, debe considerarse que, de conformidad con el principio de
legalidad de la administración, los servidores públicos del Estado que tienen de algún modo el poder
público -como sucede con los agentes armados de las corporaciones policiacas, de seguridad o
castrenses- están mayormente obligados a respetar el Estado de Derecho con respecto a quien no se
encuentra en esa circunstancia, por tanto, es razonable agravar las conductas delictivas cuando sean
los poseedores del poder quienes las cometan.
AMPARO CONTRA LEYES
Época: Novena Época
Registro: 161233
Tesis: 1a./J. 77/2011
ATAQUES A LAS VÍAS DE COMUNICACIÓN. LA FRACCIÓN II DEL ARTÍCULO 171 DEL CÓDIGO PENAL FEDERAL
QUE PREVÉ ESE DELITO, VIOLA LOS PRINCIPIOS DE EXACTA APLICACIÓN Y RESERVA DE LEY EN MATERIA
PENAL.
A la luz de los principios de exacta aplicación y reserva de ley en materia penal contenidos, respectivamente, en
los artículos 14, tercer párrafo, y 73, fracción XXI, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos,
se requiere que las leyes penales provengan del órgano legislativo y describan con claridad y precisión la
conducta delictiva y las sanciones correspondientes, incluyendo todos sus elementos, características,
condiciones, términos y plazos, por lo que es indispensable que tanto los delitos como las sanciones estén
previstos en una ley en sentido formal y material, con lo cual se proscriben las denominadas "normas penales
en blanco" o "de reenvío", que remiten a un reglamento emitido por el Poder Ejecutivo para conocer el núcleo
esencial de la prohibición. Por tanto, el artículo 171, fracción II, del Código Penal Federal, al prever una
conducta delictiva compuesta de dos condiciones: manejar en estado de ebriedad o bajo el influjo de drogas
enervantes vehículos de motor e infringir reglamentos de tránsito y circulación, viola los mencionados principios
constitucionales en tanto que remite a la mera infracción de dichos reglamentos para conocer e integrar uno de
los elementos esenciales del tipo, lo cual tiene como efecto que el contenido de la ley penal pueda variar por la
sola voluntad del Ejecutivo Federal, modificándola de facto a través de normativas administrativas y sin
necesidad de acudir a los procesos legislativos ordinarios, lo que trastoca el ejercicio de la facultad exclusiva del
Congreso de la Unión para legislar en materia de delitos y faltas federales.
AMPARO CONTRA LEYES
Si no se expresan conceptos de
violación, se sobreseerá el juicio, pues el
Tribunal no atenderá no siquiera a la causa
de pedir.
Sólo procederá la suplencia de la queja
tratándose de normas declaradas
inconstitucionales por la jurisprudencia.
AMPARO CONTRA LEYES
LEYES, AMPARO CONTRA. REGLAS PARA SU ESTUDIO CUANDO SE PROMUEVE CON MOTIVO DE
UN ACTO DE APLICACIÓN.
Conforme a lo dispuesto en la jurisprudencia número 221, visible en las páginas 210 y 211 del
Tomo I del Apéndice al Semanario Judicial de la Federación, compilación 1917-1995, de rubro:
"LEYES O REGLAMENTOS, AMPARO CONTRA, PROMOVIDO CON MOTIVO DE SU APLICACIÓN.",
cuando se promueve un juicio de amparo en contra de una ley o reglamento con motivo de su
aplicación concreta en perjuicio del quejoso, el Juez de Distrito no debe desvincular el estudio de la
disposición impugnada del que concierne a su acto de aplicación. De ahí que el juzgador de
garantías debe analizar, en principio, si el juicio de amparo resulta procedente en cuanto al acto de
aplicación impugnado, es decir, si constituye el primero que concrete en perjuicio del peticionario
de garantías la hipótesis jurídica controvertida y si en relación con él no se actualiza una diversa
causa de improcedencia; de no acontecer así, se impondrá sobreseer en el juicio respecto del acto
de aplicación y la norma impugnada. Por otra parte, de resultar procedente el juicio en cuanto al
acto de aplicación, debe analizarse la constitucionalidad de la disposición impugnada determinando
lo conducente y, únicamente en el caso de que se determine negar el amparo por lo que
corresponde a ésta, será factible abordar el estudio de los conceptos de violación enderezados por
vicios propios, en su caso, en contra del acto de aplicación; siendo incorrecto, por ello, el estudio de
estas últimas cuestiones antes de concluir sobre la constitucionalidad de la norma reclamada.
AMPARO CONTRA LEYES
Se actualiza el consentimiento:
a).- El juicio de amparo indirecto es
improcedente en contra de la norma, si
se consintió el primer acto de aplicación
que causó perjuicio a la parte quejosa.
AMPARO CONTRA LEYES
CONSENTIMIENTO EXPRESO COMO CAUSAL DE IMPROCEDENCIA DEL AMPARO. NO LO ACTUALIZA EL PAGO ANUAL ANTICIPADO
DEL IMPUESTO PREDIAL PARA GOZAR DE LA REDUCCIÓN DE UN PORCENTAJE SOBRE SU MONTO.
El Tribunal en Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en la jurisprudencia P./J. 68/97, de rubro: "LEYES, AMPARO
CONTRA. EL PAGO LISO Y LLANO DE UNA CONTRIBUCIÓN NO IMPLICA EL CONSENTIMIENTO EXPRESO DE LA LEY QUE LA
ESTABLECE.", sostuvo que si el quejoso presenta demanda de amparo contra una ley tributaria dentro del plazo legal, computado a
partir de que realizó el pago de la contribución en forma lisa y llana, tal proceder no constituye una manifestación de voluntad que
entrañe el consentimiento de la norma que establece la contribución, pues dada la naturaleza fiscal de ésta, su cumplimiento por
parte de los contribuyentes se impone como imperativo y conlleva la advertencia cierta de una coacción, por lo que la promoción
del juicio de amparo correspondiente refleja la inconformidad del peticionario de garantías con el contenido de la ley impugnada.
Ahora bien, la circunstancia de que algunas leyes fiscales ofrezcan a sus destinatarios alguna reducción en las cantidades a enterar
por su pago anticipado, esto es, por cubrirlas con anterioridad a la fecha ordinariamente programada para su recaudación, no
implica una inexorable sumisión que torne improcedente el juicio constitucional, ya que al adoptar ese beneficio el sujeto obligado
exclusivamente acepta cumplir oportunamente sus cargas fiscales, y esa observancia puntual de la ley no puede sancionarse con la
supresión del acceso al juicio de garantías, ya que la sumisión al pago de las contribuciones, sea porque pese sobre el contribuyente
la amenaza del cobro coactivo o por el estímulo del beneficio de una disminución que premie su pago anticipado, constituyen dos
formas de conminar al sujeto pasivo del tributo para cumplir con sus obligaciones tributarias, de manera que este actúa para evitar
sanciones o para obtener adicionalmente disminuciones en sus pagos, pero no por voluntad propia. Consecuentemente, si el juicio
de amparo se promueve en tiempo y forma legales, contra el pago anticipado del impuesto predial que el contribuyente se
autoliquide, no se configura la causal de improcedencia prevista en la fracción XI del artículo 73 de la Ley de Amparo.
AMPARO CONTRA LEYES
Época: Novena Época
Registro: 165473
Tesis: 2a./J. 227/2009
PREDIAL. EL ARTÍCULO SEGUNDO DEL DECRETO POR EL QUE SE REFORMAN, ADICIONAN Y DEROGAN
DIVERSAS DISPOSICIONES DEL CÓDIGO FINANCIERO DEL DISTRITO FEDERAL, PUBLICADO EN LA GACETA
OFICIAL DE ESA ENTIDAD EL 27 DE DICIEMBRE DE 2007, NO PUEDE ESTIMARSE CONSENTIDO NI
INOPERANTES LOS ARGUMENTOS DE INCONSTITUCIONALIDAD FORMULADOS EN SU CONTRA, SI EL
CONTRIBUYENTE APLICA DIRECTAMENTE LOS VALORES UNITARIOS (LEGISLACIÓN VIGENTE EN 2008).
Aun cuando el artículo 149 del Código Financiero del Distrito Federal establece un sistema conformado por un
procedimiento de determinación de la base mediante la práctica de un avalúo; y otro que consiste en la
aplicación de los valores unitarios a que se refiere el diverso artículo 151 de ese ordenamiento, lo cierto es que
ambas alternativas para la determinación del valor catastral del inmueble requieren de la aplicación de las tablas
de valores unitarios contenidas en el artículo segundo del Decreto por el que se reforman, adicionan y derogan
diversas disposiciones del Código Financiero del Distrito Federal, publicado en la Gaceta Oficial de esa entidad el
27 de diciembre de 2007, el primero de ellos por virtud de la remisión efectuada por la fracción I del artículo
149 del ordenamiento aludido, y el segundo conforme a los artículos 17 y 23 del Manual de Procedimientos y
Lineamientos Técnicos de Valuación Inmobiliaria, así como de Autorización y Registro de Personas para
Practicar Avalúos, publicado el 30 de mayo de 2005 en el indicado medio de difusión oficial. Así, aun cuando
conforme a uno u otro procedimiento, los valores tienen el carácter de determinantes y referentes,
respectivamente, no puede aceptarse que exista consentimiento de dicho artículo segundo o de la normativa
que regula la aplicación de las tablas referidas por haber aplicado alguno de ellos para determinar la base
gravable del tributo, ni considerar que resulten inoperantes los argumentos de inconstitucionalidad formulados
en su contra, ya que el mecanismo utilizado no es lo que origina el perjuicio, sino que, por el contrario, la
aplicación de la norma deriva de cualquiera de los dos procedimientos para determinar la base.
AMPARO CONTRA LEYES
Respecto de la litispendencia:
a).- No basta que la misma norma se
reclame en dos o mas juicios con motivo de
actos de aplicación distintos, pues es preciso
que uno de ellos ya se haya dictado la
sentencia definitiva en donde se analice la
norma. Si se sobresee respecto de la ley, puede
actualizarse la causal de cosa juzgada
AMPARO CONTRA LEYES
Época: Novena Época
Registro: 164304
Tesis: 2a./J. 90/2010
LITISPENDENCIA EN AMPARO CONTRA LEYES. AL ANALIZAR DICHA CAUSA DE IMPROCEDENCIA, ADEMÁS DE LOS REQUISITOS PREVISTOS EN
EL ARTÍCULO 73, FRACCIÓN III, DE LA LEY DE LA MATERIA, ES NECESARIO ESTABLECER SI LA NORMA DE OBSERVANCIA GENERAL
RECLAMADA FUE COMBATIDA CON MOTIVO DE UN ACTO DE APLICACIÓN O NO.
Dentro de la materia específica del amparo contra leyes, además de los requisitos previstos en el artículo 73, fracción III, de la Ley Reglamentaria
de los Artículos 103 y 107 Constitucionales, es necesario establecer si la norma reclamada fue controvertida con motivo de un acto de aplicación o
no, pues al respecto pueden presentarse las siguientes hipótesis: 1. Si se trata de disposiciones combatidas en su carácter autoaplicativo, o sea,
sin que exista acto concreto de aplicación, entonces además de la identidad del quejoso, preceptos reclamados y autoridades responsables, habría
que tomar en cuenta la fecha de presentación de las demandas que hubieran originado los respectivos juicios de garantías, con el objeto de
determinar cuál sería el más antiguo y, en consecuencia, en cuál operaría la litispendencia; y, 2. Cuando la norma hubiese sido reclamada en su
carácter heteroaplicativo, esto es, con motivo de la existencia de un acto de aplicación, habría que establecer la identidad entre este acto de
aplicación, para que a su vez: 2.1. Si se tratara de actos de aplicación idénticos a los reclamados en otro juicio de amparo, entonces se tomaría en
consideración cuál de las demandas se habría presentado en primer lugar, a fin de decretar el sobreseimiento por litispendencia en el juicio cuya
demanda se hubiese promovido en segundo lugar, en los términos del apartado 1 precedente. En este punto también es preciso advertir la
salvedad relativa a que en el segundo juicio, el acto de aplicación, no obstante ser el mismo que el reclamado en el primero, únicamente se
impugne por vicios propios, toda vez que en este último supuesto ya no se habría señalado a la ley como acto reclamado y, en esa medida, el
segundo juicio de garantías sí sería procedente en contra del acto de aplicación combatido por vicios propios; 2.2. Si los actos de aplicación no son
los mismos, es decir, si se tratara de actos de aplicación diversos, entonces habría que tomar en cuenta cuál de los dos juicios sería procedente,
por haberse promovido en contra del primer acto de aplicación de los artículos tildados de inconstitucionales, pues de lo contrario se podría
decretar el sobreseimiento en el juicio que constituyera el primer acto de aplicación, por haberse presentado la demanda con posterioridad
(aunque fuera sólo por un minuto), y después sobreseerse en el juicio cuya demanda se presentó en primer término, por no tratarse del primer
acto de aplicación de la ley, de acuerdo con la jurisprudencia 2a./J. 100/99, de la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación,
publicada en la página 157 del Tomo X, septiembre de 1999, Novena Época del Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, con el rubro:
"LITISPENDENCIA EN AMPARO CONTRA LEYES. DEBE SOBRESEERSE EN EL JUICIO DE AMPARO EN EL QUE SE RECLAME EL SEGUNDO ACTO DE
APLICACIÓN."; y, 2.3. Si existe identidad en la norma de observancia general reclamada, pero no en el acto de aplicación, porque en el primer
juicio sólo se combatió la ley como autoaplicativa y en el segundo la ley más el primer acto concreto de aplicación, ello implicaría que en ese
segundo juicio en el que la disposición se controvierte con carácter heteroaplicativo (o sea con motivo del primer acto de aplicación), se tendría
que decretar el sobreseimiento por litispendencia, en los términos de la fracción III del artículo 73 en comento, como lo sostuvo la otrora Tercera
Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en la tesis aislada número XCI/89, consultable en la página 344 del Tomo III, Primera Parte,
enero a junio de 1989, Octava Época del Semanario Judicial de la Federación, de rubro: "LITISPENDENCIA EN AMPARO, SOBRESEIMIENTO POR,
CONTRA UNA LEY AUTOAPLICATIVA. PROCEDE DECRETARLO SI SE RECLAMA LA MISMA EN UN SEGUNDO JUICIO AUNQUE EN ÉSTE SE HAYA
IMPUGNADO CON MOTIVO DEL PRIMER ACTO DE APLICACIÓN Y EN EL PRIMERO POR SU SOLA VIGENCIA.", salvo que ese primer acto de
aplicación se reclamara además por vicios propios, porque entonces el sobreseimiento en el segundo juicio abarcaría sólo a la ley, no al acto de
aplicación.
AMPARO CONTRA LEYES
PREDIAL. LOS ARGUMENTOS EN LOS QUE SE ADUCE QUE LOS ARTÍCULOS 298 Y 299 DEL CÓDIGO
FINANCIERO DEL DISTRITO FEDERAL VIOLAN EL PRINCIPIO DE IGUALDAD, SON INOPERANTES SI EL
QUEJOSO NO ACREDITA ESTAR EN UN SUPUESTO SIMILAR (LEGISLACIÓN VIGENTE EN 2008).
Los referidos preceptos establecen diversas reducciones en el pago del impuesto predial para los
propietarios de inmuebles de uso habitacional, tales como jubilados, pensionados por cesantía en edad
avanzada, vejez, incapacidad por riesgos de trabajo e invalidez, viudas, huérfanos, mujeres separadas,
mujeres divorciadas, jefas de hogar, madres solteras con dependientes económicos y personas de la
tercera edad sin ingresos fijos y de escasos recursos, previo cumplimiento de diversos requisitos, entre
ellos, acreditar que efectivamente tienen la calidad requerida, que habitan el bien por el que se solicita el
beneficio, que el valor catastral de éste no exceda de $1'500,000.00 y que no los arrienden. En ese
tenor, si el quejoso plantea en el juicio de amparo un trato desigual por no incluirse en aquellas
reducciones a los hombres separados, divorciados o jefes de hogar con dependientes económicos, a los
huérfanos o personas de la tercera edad que carecen de una pensión, debe demostrar ubicarse en uno
de estos supuestos o en uno similar para que se emprenda el estudio relativo, pues de lo contrario tales
argumentos resultan inoperantes.
AMPARO CONTRA LEYES
¿CÓMO SE ESTUDIA LA
CONSTITUCIONALIDAD O
CONVENCIONALIDAD DE UNA NORMA?
El Máximo Tribunal ha establecido
numerosos criterios sobre como analizar las
normas, los cuales atienden a diversas
variables.
A continuación se mencionan algunos de
ellos:
a).- La norma goza de una presunción de
validez, por lo cual corresponde a la parte
quejosa expresar los conceptos de violación que
permitan revisar su regularidad
AMPARO CONTRA LEYES
Así, el hecho de que los tribunales colegiados de circuito, en las sentencias que dictan en
las revisiones fiscales, interpreten las leyes aplicadas por la Sala responsable del
Tribunal Federal de Justicia Fiscal y Administrativa en la resolución recurrida, no
constituye un obstáculo procesal para que en la sentencia que se dicte en el amparo
directo promovido por la quejosa contra la resolución emitida por aquélla en
cumplimiento de lo resuelto en esos recursos de revisión fiscal, analicen los argumentos
por los que se solicita que esos ordenamientos se interpreten en consonancia con los
derechos humanos contenidos en la Constitución Federal y en los tratados
internacionales celebrados por el Estado Mexicano, en virtud de que si bien las
consideraciones adoptadas al resolver un recurso de revisión fiscal constituyen cosa
juzgada, ello acontece únicamente en el aspecto de legalidad, por lo que procede
analizar esos argumentos en el amparo directo, toda vez que la interpretación de lo
establecido en las disposiciones que integran esas leyes, constituyen un tema de
constitucionalidad, de ahí que previamente al análisis relativo es posible, de ser
procedente, que se interpreten en consonancia con la Constitución y con los tratados
internacionales en materia de derechos humanos, dada su presunción de
constitucionalidad y convencionalidad.
AMPARO CONTRA LEYES
Por ejemplo:
a).- Hacer participar al quejoso de
un beneficio del que originalmente estaba
excluido, según el texto de la ley
declarada inconstitucional.
AMPARO CONTRA LEYES
SUSPENSIÓN EN EL
AMPARO CONTRA LEYES
AMPARO CONTRA LEYES
Artículo 128. Con excepción de los casos
en que proceda de oficio, la suspensión se
decretará, en todas las materias, siempre que
concurran los requisitos siguientes:
I. Que la solicite el quejoso; y
II. Que no se siga perjuicio al interés
social ni se contravengan disposiciones de
orden público.
La suspensión se tramitará en incidente
por separado y por duplicado.
AMPARO CONTRA LEYES
Artículo 138. Promovida la suspensión del acto
reclamado el órgano jurisdiccional deberá realizar un
análisis ponderado de la apariencia del buen derecho y la
no afectación del interés social y, en su caso, acordará lo
siguiente:
I. Concederá o negará la suspensión provisional;
en el primer caso, fijará los requisitos y efectos de la
medida; en el segundo caso, la autoridad responsable
podrá ejecutar el acto reclamado;
II. Señalará fecha y hora para la celebración de la
audiencia incidental que deberá efectuarse dentro del
plazo de cinco días; y
III. Solicitará informe previo a las autoridades
responsables, que deberán rendirlo dentro del plazo de
cuarenta y ocho horas, para lo cual en la notificación
correspondiente se les acompañará copia de la demanda y
anexos que estime pertinentes.
AMPARO CONTRA LEYES
LEYES, SUSPENSIÓN
IMPROCEDENTE CONTRA EXPEDICIÓN Y
PROMULGACIÓN DE LAS. No puede
concederse la suspensión contra la
promulgación y expedición de las leyes, si
aquéllas ya se llevaron a cabo.
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INTERES SOCIAL
De inicio, es dable establecer que el artículo 107,
fracción X, párrafo primero, de la Constitución Política
de los Estados Unidos Mexicanos, reformado mediante
decreto publicado en el Diario Oficial de la Federación el
seis de junio de dos mil once, dispone que para resolver
sobre la suspensión de los actos reclamados, cuando la
naturaleza de éstos lo permita, el juzgador deberá
realizar un análisis ponderado de la apariencia
del buen derecho y del interés social, expresión
que destaca diversos elementos que deben tomarse en
consideración para decidir sobre la procedencia de esa
medida cautelar.
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ISR
Autoridades responsables:
1. A la Cámara de Diputados del Congreso General de los Estados Unidos
Mexicanos:
La aprobación del artículo 93, fracciones IV, V, XI y último
párrafo de la Ley del Impuesto Sobre la Renta de once de diciembre de
dos mil trece.
2. A la Cámara de Senadores del Congreso de la Unión:
La aprobación del artículo 93, fracciones IV, V, XI y último
párrafo de la Ley del Impuesto sobre la Renta de once de diciembre de
dos mil trece.
3. Al Presidente de los Estados Unidos Mexicanos:
La promulgación del artículo 93, fracciones IV, V, XI y último
párrafo de la Ley del Impuesto sobre la Renta de once de diciembre de
dos mil trece.
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IMPUESTO PREDIAL
1).- Del H. Congreso del Estado Libre y Soberado de Chihuahua se reclama:
a) Se reclama el Decreto No. 406/0B I P.O., publicado en el Periódico Oficial
del Estado número 102, el 20 de diciembre de 2008, mediante el cual se reforman los
artículos 3 fracciones V, XVI, XXIII y XIV, así como el 21, ambos de la Ley de Catastro del
Estado de Chihuahua, los cuales de conformidad con el artículo Primero Transitorio de ese
decreto, entró en vigor al día siguiente de su publicación en el periódico oficial del Estado.
b) La aprobación y expedición del decreto número 0175/2018 I P.O., publicado
en el Periódico Oficial del Estado el 26 de diciembre de 2018, por el cual se aprobó la LEY
DE INGRESOS PARA EL MUNICIPIO DE CIUDAD JUÁREZ, Chihuahua, para el
ejercicio fiscal 2019, mediante el cual se establece como ingreso de dicho municipio el
impuesto predial, en su artículo DÉCIMO PRIMERO, fracción b), ARTÍCULO DÉCIMO
SÉPTIMO, y demás relativos aplicables.
c) La aprobación y expedición del decreto 0108/2018 I.P.O., publicado en el
Periódico Oficial del Estado, por el que se aprobaron las Tablas de Valores Unitarios
del Suelo y Construcciones propuestas por el H. Ayuntamiento del Municipio de
Juárez, en vigor a partir del 1° de enero de 2019, que sirve como base para la
determinación del valor catastral y el cálculo de las contribuciones en materia de
propiedad inmobiliaria durante el ejercicio fiscal comprendido del 1° de enero al 31 de
diciembre de 2019.
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