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ENCOFRADOS

PON TU
SUBTITULO DE
TU PARTE
CIMENTACIÓN ESCALONADA
 Las cimentaciones son los elementos de las construcciones más íntimamente ligados al terreno sobre el cual se asientan.
 Generalmente, los cimientos quedan invisibles, enterrados en el suelo y por debajo de la fábrica vista. Por ello, los encofrados suelen ser más toscos,
menos cuidadosos, además de ser menos completos, ya que se utiliza parte del terreno como encofrado, si éste se ha excavado con las dimensiones
adecuadas para las piezas de hormigón que se han proyectado.
 En cimentaciones se suelen proyectar dados para arranque de pilares, vigas de cimentación corridas entre pilares, vigas entre cabezas de pilotes,
losas de hormigón, etc.
 Cuando la cimentación va enteramente enterrada y el terreno no es duro, de manera que se ha excavado con taludes verticales y con las
dimensiones proyectadas para la cimentación, no se emplea encofrado, ya que los taludes del terreno sirven de moldes. Si se emplease encofrado, se
perdería la madera al no poder sacarla, y además no tendría ningún objeto, ya que el terreno cumpliría las funciones de aquél.
 A veces no es posible darle al terreno taludes verticales, pero sí sin apenas talud, de manera que el exceso de hormigón que representaría el rellenar
todo el pozo o zafia con hormigón compensaría el costo del encofrado, en cuyo caso también suele suprimirse éste, quedando los cimientos con un
pequeño exceso.
 En terrenos flojos, en los que no hay la posibilidad antes apuntada, pero que son lo suficientemente consistentes como para soportar debidamente la
masa del hormigón que gravita sobre ellos, se necesitará encofrar solamente las partes laterales de la pieza a hormigonar, sirviendo el fondo del
terreno como un tablero más. En este caso, la anchura de la excavación será un poco mayor de la proyectada con el fin de poder introducir y colocar
los tableros laterales con cierta facilidad, así como, una vez terminado el período de fraguado necesario, poder retirar la madera con el menor
desperdicio posible.
 En los casos extremos en que el terreno no pueda soportar la carga del hormigón y los cimientos se construyan como vigas entre apoyos más
profundos, se hará necesario el encofrado del fondo mediante un tablero. Será un caso similar al de una viga. Se tendrá en cuenta que el tablero del
fondo debe clavarse «entre. los dos laterales, ya que para el desencofrado se quitarán primero los laterales y el fondo todavía deberá dejarse más
tiempo. Si se clavase «debajo» de los costeros o laterales, la operación de desencofrado será más trabajosa, ya que en el desclavado habría que
hacer esfuerzos sobre e? fondo. En cambio si se clava entre los costeros, los clavos se sacan lateralmente, apoyando la barra de pata de cabra sobre
dichos laterales. En la figura 14 indicamos las dos maneras citadas de encofrados, para que el lector pueda apreciar las dificultades de desencofrado
que hemos dicho.
 Para fijar los laterales se suelen utilizar codales, que se apoyan por un extremo en el tablero y por el otro en el terreno, afianzando de esta manera el
molde contra el empuje del hormigón, tornapuntas o puntales apoyados en piquetes, estacones, etc.
 En el caso en que el terreno no soporte la carga de hormigón y haya que poner tablero de fondo, se hará preciso un buen realce y apoyo, de manera
que dicho tablero no ceda al echar el hormigón. Pero habrá que tener sumo cuidado en la colocación de dichos apoyos, por lo que se deberá ampliar
la base de apoyo, es decir, que se dispondrá una tabla tal como indica la figura 15. Ya con ello, la superficie de apoyo en el terreno es grande y, por
tanto, la carga por unidad de superficie es pequeña, soportando con seguridad el peso que se le transmita de la obra.
 Como media elemental, se limpiara siempre el terreno donde deba apoyarse un codal de toda tierra vegetal suelta, por lo menos en un espesor en el
que estemos seguros de que el terreno no va a ser mas consistente y firme.
 Aunque a simple vista sea una paradoja, muchas veces nos hemos visto obligados a encofrar parte o toda de una cimentación.
 No siempre los terrenos son sensiblemente horizontales, sino que, por el contrario, presentan pequeñas ondulaciones, donde no merece la pena realizar una cimentación escalonada, y es
entonces cuando, para continuar el nivel de la cimentación, se impone el encofrado.
 Figura 97
 En las figuras 97 y 98 se muestra un ejemplo de lo dicho, para cuya orientación suele bastar con unos cuantos tableros y, si acaso, algún tornapunta, ya que el propio terreno hará las veces
del mismo.
 Como norma general para la preparación de los tableros, diremos que los barrotes extremos de los mismos no se disponen a ras de los extremos de las tablas, sino remitidos en un espesor de
tabla. Todas las cruces de barrotes extremos y tablas se asegurarán con dos clavos, los de barrotes intermedios, con un solo clavo. Los clavos se colocarán de modo que la distancia al borde de la
tabla en dirección a la fibra sea por lo menos de 10 diámetros del clavo y transversalmente a la fibra de 5 diámetros.
 Con esto no sólo trata de evitarse que se raje la madera, sino que también se procura buen asiento a las cabezas de los clavos y, por lo tanto, eficacia estática. Si un clavo se encuentra muy
cerca de la testa de la tabla, un esfuerzo de tracción en sentido de la fibra no encontraría resistencia delante del clavo y se abriría la madera. Por eso dejando por lo menos 10 diámetros al final de
la tabla, se tendrá madera suficiente para oponer resistencia al esfuerzo de
 Figura 98
 cortadura ejercido por el clavo. El consejo de situar el clavo a 5 diámetros al borde de la tabla en sentido vertical a la fibra, lo justificamos porque un clavo es como una cuña que tiende a separar las
fibras de la madera y para que quede fuera es necesario que encuentre en la tabla la resistencia suficiente. Tampoco los clavos deben clavarse muy próximos entre sí, pues cada uno de ellos acentuará
en este caso el efecto de cuña de su compañero corriendo el riesgo de hendir la madera o de que los clavos no queden firmes y asegurados.
 Dado el caso anterior de cimentación, con las indicaciones que acabamos de dar sobre la confección de tableros, realizaremos las mismas, para uso repetido, con arreglo a la figura 90.
 Figura 99
 También puede suceder que para alcanzar la cota que nos indique el plano de cimentación, ésta ((salgan fuera de la rasante del terreno y entonces el encofrado se hace un poco más
complicado en cuanto a su arriostramiento se refiere y que estudiaremos seguidamente.
 Como las tablas de los tableros resultan fatigadas por flexión y los barrotes son los destinados a recibir el empuje, es decir a impedir la flexión de las tablas, es preciso elegir la distancia del
embarrotado de acuerdo con los esfuerzos que se presenten y cuya distancia límite debe ser la de 60 cm.
 Figura 100
 También en principio, obtendremos un ahorro notable en la clavazón si disponemos el embarrotado de los tableros de forma que éstos se hinquen en el terreno (fig. 100). Se aseguran sólo con un
clavo a la tabla superior del tablero y, circunstancialmente, a alguna tabla que no siente bien para evitar escapes de hormigón e imperfecciones en los paramentos.
 Hay muchas maneras de arriostrar los encofrados, pero la que a nuestro juicio es la más conveniente, tanto en el orden técnico como en el económico, es la representada en la figura 101.
 Las correas las haremos con cuadradillo de 10x10 cm; éstas tienen por objeto absorber más aún el empuje a flexión, ya que suponemos una cimentación de alguna importancia.
 Cada 80 centímetros longitudinales, dispondremos de latiguillos con hierro de 0 5 mm (estos Iatiguillos, una vez desencofrados, se cortarán a ras del hormigón, aunque hay también quien
acostumbra a doblar el hierro sobrante con el que el elemento adquiere algo más de consistencia) que terminaremos de tensar mediante cuñas.
 A excepción de las carreras y estacas, se puede utilizar tabla de 10'5 x 25 centímetros.
 Los codales, que en realidad no son más que escotillones con el ancho exacto de lo que ha de ser la cimentación y que hay que ir quitando a medida que avanza el relleno de cimientos, los
fijaremos provisionalmente con
 Figura 101
 clavos sin embutirlos totalmente en la madera para su fácil extracción.
 Dando a las tablas un filo de sierra en su mitad obtendremos los codales.
 La longitud de los tornapuntas depende de la altura de los cimientos y de la distancia de las estacas a los tableros. El tornapuntas debe quedar con inclinación de 45 a 60 grados y su pie clavado en un
costado de la estaca.
 Para completar la rigidez o el arriostramiento del tornapuntas es preciso triangular la unión con una solera o riostra. Esta es una pieza horizontal o muy inclinada que va del pie del tornapuntas a la
base del barrote y va clavada a la estaca. Nunca se clavará el tornapuntas y la solera al mismo lado de la estaca, sino uno por la derecha y otro por la izquierda, con objeto de que la
estaca trabe mejor. Disponiendo los tornapuntas de estemodo y colocando bien las carreras y latiguillos, se obtendrán encofrados con estabilidad perfecta.
ENCOFRADO DE
SOBRECIMIENTO
CIMENTACIÓN
Encofrados de plástico
Chapas de encofrado

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