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Un mal líder

no es solamente el
que pide las cosas a
gritos, vocifera si los
resultados no se dan y
golpea en el escritorio;
también lo es aquel
que pide todo por
favor, que sonríe y
quiere ser el amigo de
todos. Tan malo es
sustentar el liderazgo
sobre las bases del
miedo, como tratar de
En el primer extremo se
ser mister amigo. encuentran los que tienen una
especie de pudor
malentendido, tratan de
suavizar las líneas jerárquicas y
en un afán de generar armonía
sueltan el timón y ponen en
peligro al barco y a su
tripulación. Dejan a la deriva
planes que por falta de
liderazgo se convierten en
proyectos malogrados.

Los seguidores de líderes fallidos, sin importar si son


autocráticos o mister amigo, terminan frustrados, hartos de
intentar y no lograr, enfadados de ver que sus esfuerzos no
El nuevo jefe llega a un ambiente rinden fruto. Los liderazgos fallidos generan islas inconexas,
hostil y como mecanismo de defensa ya sea por miedo o por desgaste. Siendo extremadamente
trata de ganarse el respeto a punta de duro o laxo se logra lo mismo: apagar el entusiasmo y la
gritos o siendo tan buena gente para
echarse a todo el mundo a la bolsa. motivación de un equipo. Esto sucede por una simple y
sencilla razón: los líderes fallidos no dan resultados.

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