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La actitud, un término definido

principalmente desde la Psicología,


puede entenderse de diversas formas.
Entre ellas, se le considera como la
postura que adopta el cuerpo humano
según los diferentes movimientos del
ánimo, sin embargo, la forma más
común de entender aquello que se
conoce por actitud es aquella
disposición anímica del ser humano
expresada de algún modo en particular.
Este concepto proviene de la palabra
latina “actitudo” y, como ya se
mencionaba, se define desde la
psicología como aquella motivación
social de las personas que
predisponen su accionar hacia
determinadas metas u objetivos.

Existen actitudes personales que sólo


guardan relación con sí mismo,
mientras que existen ciertas actitudes
sociales que inciden en las conductas
de un grupo o colectivo.
La actitud se desarrolla, al interior de
la Psicología en el campo de la
Psicología de la Personalidad y la
Psicología Social. Dentro del contexto
de esta última disciplina es que el
afamado psicólogo Gordon Allport
comenzó sus investigaciones en
torno a las actitudes sociales, pero
fue gracias a Erich Fromm, cuando
en 1940, con la publicación de su
obra “El miedo a la libertad”, que
dicho concepto logró instalarse como
parte fundamental de las teorías de la
Personalidad.
La actitud que adopta una persona o grupo
de individuos depende de muchos factores,
depende de las múltiples experiencias y
relaciones que hayan ido acumulando a lo
largo de su historia de vida.
De este modo, las actitudes toman forma a
partir del conjunto de creencias que se vaya
conformando, comprendiendo por esto a
aquella única predisposición a actuar de
cierta forma ante ciertas situaciones o
circunstancias, como vemos una persona
adoptará una actitud particular frente a
determinada situación, la que variará de un
individuo a otro ante un contexto similar.
Lo mismo ocurre con determinados grupos de
personas o colectivos como podría ser un
gobierno o un partido político
Las actitudes, desde un
punto de vista
psicológico, se expresan
y se hacen tangibles a
nuestros sentidos en tres
dimensiones:
-nivel conductual
-nivel ideativo
-nivel emocional.
A nivel conductual una actitud se
expresa cuando vemos, por ejemplo,
una cajera comportándose
amablemente con un cliente. Pero
esta amabilidad también tiene su
expresión a nivel ideativo, que es el
pensamiento que en ese momento la
cajera tiene cuando se dice a sí
misma"…es importante que seas
amable con esta persona…".
Y, por último, la amabilidad como
actitud se expresa también a nivel
emocional, es decir, la cajera no sólo
lo piensa y actúa, sino que ¡¡¡también
lo siente!!! (en esta historia).
Las actitudes constituyen una
guía conductual, sintetizada,
que resume la manera de
comportarnos en una situación
determinada. Nos permiten
tratar con la realidad y reducir
la incertidumbre que nos
separa de ella. Por tanto, si hay
algo aferrado a nuestro ser son
nuestras actitudes, conocerlas
resulta esencial en todo camino
de mejora personal y
profesional.
Actitudes positivas y negativas
Las actitudes pueden resultar positivas o
negativas, según faciliten u obstruyan la
manera que la persona tiene de afrontar
su realidad en cada momento de su
vida.
Una actitud positiva al
enfrentar una nueva tarea en
el trabajo y de dificultad mayor,
sería por ejemplo el
considerarla una oportunidad
de desarrollo laboral, de ser
más especialista en lo que
hace, de demostrar que
aprende en poco tiempo y lo
hace bien, un reto a las
propias capacidades etc.
Mientras una actitud
negativa al enfrentar la
misma nueva tarea, en otra
persona puede quedar
reflejada en el auto-
reflexión "¿¡más trabajo!?
Esto no me gusta", o "se
están aprovechando de mi
buena voluntad".
Comunicación: Es el proceso que
ocurre entre una o más personas
para enviar o recibir información
con alguna consecuencia. En dicho
proceso se intercambia
información, ideas y pensamientos.
Dentro de la comunicación se
necesita un transmisor (hablante o
escritor del mensaje), un receptor
(escucha o recibe el mensaje), un
mensaje (puede percibirse a través
del oído, tacto o vista) y el medio
de transmisión (habla, teléfono,
computadora, papel).
Existen varios procesos de
comunicación:

Comunicación Intrapersonal: ocurre


entre una persona y ella misma.

Comunicación interpersonal: ocurre


entre una persona y otra(s).

Comunicación colectiva- ocurre entre


varias personas o grupos.
En cuanto a los tipos
de comunicación
tenemos:

verbal- a través del


habla.

no verbal- a través del


lenguaje corporal.

escrita- correo
electrónico, papel,
etc.
Comunicación efectiva como la
comunicación, que a través de
buenas destrezas y formas de
comunicación, logra el propósito
de lo que se quiere transmitir o
recibir. Dentro de la
comunicación efectiva el
transmisor y el receptor
codifican de manera exitosa el
mensaje que se intercambia. O
sea que ambos entienden el
mensaje transmitido.
Dentro de los procesos de comunicación efectiva los
distintos elementos de la comunicación deben tener en
cuenta ciertas características.

1. El transmisor debe establecer credibilidad, debe conocer


el tema, conocer a quién y cómo se debe emitir el mensaje
para evitar malos entendidos.

2. El mensaje debe mostrar componentes intelectuales


(lenguaje que nos ayude entender y razonar) y
componentes emocionales (las emociones y sentimientos
explican nuestro sentir sobre el mensaje).

3. El receptor debe escuchar y entender el mensaje para


responder efectivamente a la situación.
“Explorar las condiciones que hacen posible que la comunicación
sea provechosa y eficaz”.

A través de la palabra pensamos, nos comunicamos,


reflexionamos, nos expresamos, opinamos, nos peleamos e
incluso nos distanciamos de lo que verdaderamente nos interesa.

Según sea la calidad de comunicación que mantengamos con una


persona, dentro de un grupo o en una empresa así será calidad de
la relación que obtendremos. De hecho, si nos detenemos a
pensarlo un instante todas las personas que consiguen un éxito
sólido y un respeto duradero (ya sea en el campo laboral,
empresarial o familiar) saben comunicar de manera efectiva aún
intuitivamente sus ideas, propósitos y emociones.

Sólo conociendo y practicando los principios de una


comunicación efectiva podemos coordinar, enseñar, aceptar,
dirigir... pero sobre todo lograr un clima propicio que nuestra
acciones nos conduzcan a lo que realmente buscamos.
Puntos clave para ser un comunicador efectivo
En la vida nos encontramos con situaciones en que conocemos a personas que
tienen un verdadero arte a la hora de comunicarse. Se comunican de manera
extraordinaria, clara, fascinante y atrapan la atención del que lo escucha. Pero
muchos no nacemos con este talento, pero podemos aprender a comunicarnos de
manera efectiva si nos lo proponemos y ponemos en práctica ciertos puntos clave.

Según Martínez (2006) el arte de la comunicación se aprende si queremos aprender y


si aprendemos a aprender. El recomienda los siguientes aspectos:

•Todo comienza con el respeto que merece su oyente, ya sea un individuo


o un auditorio. El es una persona importante y espera que se respete su
punto de vista.

•Luego sigue el impacto que usted consiga al dar su información, siempre


debe comenzar con algo sorpresivo, fuera de lo común.
•Después de tener la atención de tu oyente trata de transmitir tú idea con
claridad para que los demás te comprendan.
•Al exponer tus ideas hazlo en forma segura y con calma no uses palabras
que indiquen inseguridad
•Después de exponer tu idea, tu oyente querrá detalles, debes escuchar
con atención para identificar necesidades y satisfacer las mismas.
•Cultiva las relaciones personales, usa la asertividad y empatía
Claves para una comunicación efectiva
Entendemos a la comunicación como un medio que nos posibilita generar
confianza, efectividad, respeto y bienestar.

Para facilitar y potenciar el proceso de comunicación personal,


empresarial, grupal, utilizamos el marco contextual y las distinciones,
centrándonos fundamentalmente en el proceso particular de la
comunicación, y en las particularidades de cada uno de los participantes.

Lograr de esa manera que la comunicación sea efectiva por dos líneas
básicas, buscar los mayores logros en su habilidades y por otra parte
superar los bloqueos que ella misma pueda acarrear.

Así podemos ver que las comunicaciones que mantenemos determinan las
relaciones en general. Lo que hablamos y escuchamos, determinan el
mundo de acciones que es posible para nosotros. Por ello el desarrollo de
nuestras mejores comunicaciones nos pueden llevar a una vida mayor
efectividad y bienestar.
Claves para una comunicación efectiva en un equipo de
trabajo:
• Manténgase en contacto siempre

• Sea claro y preciso

• Elija al mejor mensajero

• Reúnase cara a cara

• Fomente un feedback de 360 ("de arriba hacia abajo“)

• Espere lo imprevisible

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