CONCEPTOS La raíz etimológica de la palabra es eu-thanatos =buena muerte.
RAE: “Acción u omisión que, para evitar sufrimientos
a los pacientes desahuciados, acelera su muerte con su consentimiento o sin él.”
Del Cano: “Acción u omisión que provoca la muerte de una forma indolora, a quien la solicita para poner fin a sus sufrimientos”.
Verpieren: “El acto o la omisión que provoca deliberadamente la muerte del paciente con la intención de poner fin a sus sufrimientos”. Ciccone: “La muerte indolora infligida a una persona humana, consciente o no, que sufre notablemente a causa de enfermedades graves e incurables o por su condición de disminuido, sean estas dolencias congénitas o adquiridas, llevada a cabo de forma deliberada por el personal sanitario, o al menos con su ayuda, mediante fármacos o mediante la suspensión de cuidados vitales ordinarios, porque se considera irracional que prosiga una vida que, en tales condiciones, se piensa que ya no es digna de ser vivida”.
El consenso sobre la definición del concepto no es claro,
palabras más palabras menos, pero el punto cumbre es el mismo: provocar la muerte de una persona, un ser humano. Consideremos los términos conceptuales que manejan aquellos países que cuentan con una regulación sobre eutanasia:
Eutanasia activa voluntaria. Cuando una persona (generalmente un médico) administra un medicamento, como un relajante sedativo y neuromuscular, para finalizar intencionalmente la vida del paciente con la solicitud explícita del paciente mentalmente competente.
La eutanasia activa involuntaria. Cuando un médico u otra persona administra un medicamento, como sedante y relajante neuromuscular, u otra intervención, para finalizar intencionalmente la vida del paciente pero sin la solicitud expresa del paciente mentalmente competente.
Eutanasia activa no voluntaria. Cuando un médico u otra persona administra un medicamento, como sedante y relajante neuromuscular, u otra intervención, para finalizar intencionalmente la vida de un paciente; en aquellos casos donde el paciente está incapacitado y no puede dar su consentimiento porque es un niño o tiene la enfermedad de Alzheimer u otras condiciones que comprometen la capacidad de toma de decisiones.
Suicidio o muerte asistida. Cuando el médico proporciona medicamentos o una receta a un paciente (previa solicitud expresa) con el entendimiento de que el paciente tiene la intención de usar los fármacos para poner fin a su vida Paciente terminal: Síndrome terminal de la enfermedad, estado clínico que provoca expectativa de muerte en un breve plazo, presentándose comúnmente como el proceso evolutivo final de las enfermedades crónicas progresivas cuando se han agotado los remedios disponibles.
Respecto al tratamiento de los pacientes terminales
la indicación de diversos comités, instituciones o códigos, coincide en mayor o menor medida que el deber del personal médico es proveer cuidados paliativos al paciente hasta el momento de la muerte, garantizando la reducción del dolor y malestar. Recomendación relativa a los Derechos de los Enfermos y los Moribundos Código Internacional de Ética Médica (1949); Declaración de Sydney. Postulado sobre la Muerte Declaración de Venecia sobre la Enfermedad Terminal. Declaración de la Asociación Médica Mundial sobre la Atención de Pacientes con Fuertes Dolores Crónicos en las Enfermedades Terminales Protección de los Enfermos en la Etapa Final de su Vida, Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa. LEGISLACIÓN Las condiciones legislativas vigentes en México, lejos de avalar, castigan la eutanasia en cualquiera de sus formas, salvo en la Ciudad de México:
CÓDIGO PENAL MEXICANO CAPITULO II Homicidio Artículo 302.- Comete el delito de homicidio: el que priva de la vida a otro. Artículo 307.-Al responsable de cualquier homicidio simple intencional que no tenga prevista una sanción especial en este Código, se le impondrán de doce a veinticuatro años de prisión.
CAPITULO III Reglas comunes para lesiones y homicidio Artículo 312.-El que prestare auxilio o indujere a otro para que se suicide, será castigado con la pena de uno a cinco años de prisión; si se lo prestare hasta el punto de ejecutar él mismo la muerte, la prisión será de cuatro a doce años. LEY DE VOLUNTAD ANTICIPADA PARA EL DISTRITO FEDERAL CAPÍTULO PRIMERO DISPOSICIONES PRELIMINARES
Artículo 1. La presente ley es de orden público e interés social,
y tiene por objeto establecer y regular las normas, requisitos y formas de realización de la voluntad de cualquier persona con capacidad de ejercicio, respecto a la negativa a someterse a medios, tratamientos y/o procedimientos médicos que pretendan prolongar de manera innecesaria su vida, protegiendo en todo momento la dignidad de la persona, cuando por razones médicas, fortuitas o de fuerza mayor, sea imposible mantener su vida de manera natural.
Artículo 2. La aplicación de las disposiciones establecidas en la presente ley, son relativas a la Voluntad Anticipada de las personas en materia de Ortotanasia, y no permiten ni facultan bajo ninguna circunstancia la realización de conductas que tengan como consecuencia el acortamiento intencional de la vida. CAPÍTULO SEGUNDO DE LOS REQUISITOS DEL DOCUMENTO DE VOLUNTAD ANTICIPADA
Artículo 7. El Documento de Voluntad Anticipada podrá
suscribirlo: I. Cualquier persona con capacidad de ejercicio. II. Cualquier enfermo en etapa terminal, médicamente diagnosticado como tal; III. Los familiares y personas señaladas en los términos y supuestos de la presente Ley, cuando el enfermo en etapa terminal se encuentre de manera inequívoca impedido para manifestar por sí mismo su voluntad. IV. Los padres o tutores del enfermo en etapa terminal cuando éste sea menor de edad o incapaz legalmente declarado. Artículo 8. El documento de Voluntad Anticipada deberá contar con las siguientes formalidades y requisitos: I. Realizarse por escrito de manera personal, libre e inequívoca ante Notario. II. Suscrito por el solicitante, estampando su nombre y firma en el mismo. III. El nombramiento de un representante para corroborar la realización del Documento de Voluntad Anticipada en los términos y circunstancias determinadas en él. IV. La manifestación respecto a la disposición de órganos susceptibles de ser donados. Respecto a la legislación existente en países donde la eutanasia es permitidita (Holanda, Bélgica, Luxemburgo, Colombia y Canadá) el Código Penal Holandés, pionero en la regulación de la Eutanasia, establece:
Artículo 293. 1. El que quitare la vida a otra persona, según el deseo expreso y serio de la misma, será castigado con pena de prisión de hasta doce años o con una pena de multa de la categoría quinta.
2. El supuesto al que se refiere el párrafo 1 no será punible en el
caso de que haya sido cometido por un médico que haya cumplido con los requisitos de cuidado recogidos en el artículo 2 de la Ley sobre comprobación de la terminación de la vida a petición propia y del auxilio al suicidio, y se lo haya comunicado al forense municipal conforme al artículo 7, párrafo segundo de la Ley Reguladora de Funerales. Los requisitos de cuidado a los que se refiere el artículo 293, párrafo segundo, del Código Penal, implican que el médico: a) Ha llegado al convencimiento de que la petición del paciente es voluntaria y bien meditada. b) Ha llegado al convencimiento de que el padecimiento del paciente es insoportable y sin esperanzas de mejora. c) Ha informado al paciente de la situación en que se encuentra y de sus perspectivas de futuro. d) Ha llegado al convencimiento junto con el paciente de que no existe ninguna otra solución razonable para la situación en la que se encuentra este último. e) Ha consultado lo anterior, por lo menos, con un médico independiente. CONCLUSIONES Dentro de la Psicología el área que se especializa en el apoyo con este tipo de pacientes y sus familiares es la Tanatología, que tiene como principal representante a la Psiquiatra estadounidense Elisabeth Kübler-Ross. Quien nos habla del proceso de duelo que enfrentan los pacientes y sus familiares ante un diagnóstico terminal.
En su obra “Sobre la muerte y los moribundos” se centra en describir ampliamente como es que los pacientes y familiares atraviesan por este ciclo de duelo en sus diversas etapas; (vale la pena aclarar que no menciona en ningún momento la eutanasia ni hace la mínima referencia al respecto). Lo más rescatable del texto en relación a la eutanasia y desde mi punto de vista, es el hecho de que la autora relata entrevistas e intervenciones que sostuvo con los pacientes, familiares y personal médico donde es muy fácil evidenciar inconformidades, miedos, conflictos, etc. entre las partes involucradas y llega a la conclusión con base en evidencia, que lo más conveniente para solucionar estos conflictos e incluso en ausencia de ellos, es respetar en todo momento la voluntad y decisión del paciente, lo que a su vez empata completamente con el principio bioético de Autonomía.
A pesar de esto queda abierta la discusión sobre los casos en los que el paciente no puede ejercer el Principio de Autonomía, es decir niños, pacientes inconscientes, casos de Alzheimer, etc. ¿Es válido llevar el principio de autonomía a su punto culminante? ¿Tenemos el derecho de dar fin a nuestra vida por decisión propia?
En México, con el contexto actual a nivel social, cultural y
político ¿Es factible dar pie a la regulación jurídica de la eutanasia?
¿Tenemos el derecho a decidir sobre la vida/muerte de un
paciente terminal inconsciente o incapaz de tomar esta decisión?
¿La Eutanasia/Suicidio asistido se debe limitar a pacientes
terminales?
Compañeros médicos del Sector Publico ¿En sus instituciones
realmente se respetan las decisiones de los pacientes, no solo en la condición de Terminales?
Fuera del marco de ilegalidad que la Eutanasia supone en gran
parte de México ¿Es un procedimiento que se realiza en el país?