eucariontes, aerobios. También se les conoce como amibas anfizoicas porque tienen la dualidad tanto de vivir libremente en la naturaleza, como la capacidad de inducir enfermedades en el ser humano y en los animales. Entre los distintos géneros de amibas de vida libre, sólo los siguientes cuatro están asociados con enfermedades humanas: Naegleria, Acanthamoeba, Balamuthia y Sappinia; dichas amibas están diseminadas en la naturaleza y pueden encontrarse en suelo, agua y aire. Las infecciones causadas por estas amibas comprometen cerebro, ojos, pulmones y piel. Naegleria fowleri Es la única especie de este género que se ha aislado de casos de meningoencefalitis amibiana primaria (meap) en humanos. Tiene tres estadios en su ciclo de vida: trofozoíto o forma vegetativa, flagelado y quiste Acanthamoeba spp. Con base en criterios morfológicos se han identificado más de 24 especies pertenecientes al género Acanthamoeba y sólo algunas son patógenas. Las más comúnmente aisladas son A. castellanii y A. polyphaga. En su ciclo de vida presenta dos estadios: trofozoíto y quiste Balamuthia mandrillaris El ciclo de vida comprende una fase de trofozoíto y una de quiste. El trofozoíto de B. mandrillaris mide entre 12 y 60 μm, pero pueden alcanzar hasta 60 y 120 μm de largo. Tiene forma irregular, algunas veces presenta la forma limax y en otras adopta un aspecto de araña con numerosos seudópodos, sin ramificaciones. Sappinia pedata La amiba originalmente clasificada como Sappinia diploidea, en 2009 fue reclasificada como Sappinia pedata. En el único caso descrito de infección cerebral por S. pedata, se observó que el manejo de ganado fue un factor importante en la transmisión de la amiba; por lo que el ciclo de vida del parásito tal vez implique un huésped animal intermediario, a diferencia de las otras amibas de vida libre patógenas que no dependen de un huésped para la transmisión y distribución de la enfermedad. Su ciclo de vida comprende dos estadios: el trofozoíto y el quiste; el primero mide entre 40 y 60 μm, sus seudópodos son indistintos y presenta una película que se ondula cuando la amiba se mueve. Meningoencefalitis amibiana primaria El método más rápido y efectivo se realiza observando preparaciones de líquido cefalorraquídeo (lcr) recién extraído, en vivo o teñidas, mediante microscopia de luz, de contraste de fases o con ambas. Las tinciones de Giemsa o de Wright permiten ver el citoplasma teñido de azul claro y al núcleo de color rosa. En material centrifugado, las amibas se observan redondeadas y planas, sin seudópodos. Encefalitis amibiana El diagnóstico clínico es difícil, de hecho, la mayor parte de los casos se reconoce post mortem. La observación de trofozoítos del lcr o trofozoítos y quistes del tejido cerebral mediante microscopia de luz confirma el diagnóstico. Los patógenos de Acanthamoeba también pueden cultivarse en medio nne. Queratitis amibiana Se puede realizar un diagnóstico rápido usando tinción tricrómica de Giemsa, tinción de Wright, tinción blanca de calcoflúor o azul de Evans, así como anticuerpos fluorescentes en raspados corneales y secciones de tejido de la córnea. Mediante microscopia confocal es posible ver quistes característicos Meningoencefalitis amibiana primaria El único fármaco contra N. fowleri es el antimicótico anfotericina B, pero es muy tóxico y sólo es eficaz cuando se administra al inicio de la infección. Encefalitis amibiana
Para la infección provocada por
Acanthamoeba, el ketoconazol y el clotrimazol han mostrado cierta efectividad en estudios in vitro, aunque no se ha confirmado su eficacia en humanos. También se han utilizado con cierta efectividad fluconazol, flucitocina, sulfadiazina, itraconazol, isotionato de pentamidina y azitromicina. En el caso de la EAG causada por B. mandrillaris se han utilizado con cierto éxito flucitocina, fluconazol, sulfadiazina, isotionato de pentamidina, gluconato de clorhexidina, polihexametilén biguanida (phmb) y azitromicina, entre otros. En el único caso clínico causado por S. pedata se aplicó azitromicina, pentamidina, itraconazol y flucitocina, y el paciente sobrevivió. Queratitis amibiana algunos pacientes han sido tratados con éxito usando ketoconazol, miconazol, isotionato de propamidina (Brolene en Gran Bretaña) y phmb. También se han utilizado con cierta efectividad itraconazol, fluconazol, azitromicina, sulfametazina, isotionato de pentamidina Infecciones cutáneas Para acantamebosis cutánea se pueden aplicar de manera tópica itraconazol, flucitocina, ketaconazol y clorhexidina.