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MI DEBER COMO MIEMBRO DE LA

IGLESIA EN EL SOSTENIMIENTO
DE LA OBRA DE DIOS.
La condición de miembro de
iglesia implica un invaluable
privilegio y una solemne
responsabilidad. No pocos, en su vida
como miembros de la iglesia de Dios,
muestran que no entienden esta
realidad. Es necesario que miremos
algunas de las implicaciones de
pertenecer a esta iglesia:
1. Comprometidos por
el bien de la iglesia
“Cada uno de los que se vinculan con la
iglesia hace por ese hecho un voto solemne
de trabajar para el bien de la iglesia, y de
juzgar este interés superior a toda
consideración mundanal. Le toca conservar
una relación viva con Dios, dedicarse con
corazón y alma al gran plan de la redención
y manifestar, en su vida y carácter, la
excelencia de los mandamientos de Dios en
contraste con las costumbres y los
preceptos del mundo.” (CMC, 45)
“Todo creyente debe
ser sincero en su unión con
la iglesia. La prosperidad de
ella debe ser su primer
interés, y a menos que
sienta la obligación sagrada
de lograr que su relación
con la iglesia sea un
beneficio para ella con
preferencia a si mismo, la
iglesia lo pasara mucho
mejor sin el.” (CMC, 44)
2. Cumplir nuestro deber
con la mejor disposición.

“Toda persona que ha


profesado aceptar a Cristo se
ha comprometido a ser todo lo
que puede ser como obrero
espiritual, a ser activa, celosa
y eficiente en el servicio de su
Maestro. Cristo espera que
cada hombre haga su deber.
Sea este el santo y sena de
todas las filas de sus
discípulos.” (CMC, 45)
3. Estamos comprometidos
a ser fieles.
“Todos han de demostrar su
fidelidad a Dios por el uso prudente
del capital que les ha sido confiado,
no solo en recursos, sino en cualquier
don que tienda a la edificación de su
reino.” (CMC, 45)

“Hay una gran obra que debe


hacerse en poco tiempo. Debemos
comprender cual es nuestro trabajo y
hacerlo fielmente.” (CMC, 45)
4. Difundir el evangelio
en el mundo entero.

“Hay un mundo que debe ser


amonestado. Esta obra nos ha sido
encomendada… Debemos actuar
como milicianos abnegados que
están dispuestos a sufrir la perdida
de la vida misma, si es necesario en
el servicio de Dios.” (CMC, 45)
“Los que se regocijan en la preciosa
luz de la verdad deben sentir un
ardiente deseo de que se la difunda por
doquiera.” (CMC, 44)

“Las verdades mas solemnes que


alguna vez se hayan confiado a los
mortales nos han sido dadas para que
las proclamemos al mundo. La
divulgación de estas verdades
constituye nuestro trabajo.” (CMC, 40)
5. Estamos comprometidos
a sacrificarnos.

“Esta obra exige sacrificio.


La abnegación y la cruz
están a lo largo de todo el
camino de la vida. Cristo
dijo: ‘si alguno quiere venir
en pos de mi, niéguese a si
mismo, y tome su cruz y
sígame’ (Mat. 16:24).”
(CMC, 46)
“Los que creen en esta verdad
solemne deberían poseer espíritu de
sacrificio en una medida tal que
sirvan de reproche a las ambiciones
mundanas de los adoradores del
dinero.” (CMC, 43)
REPASEMOS:

1. Compromiso con el bienestar de la iglesia.


2. Compromiso con el cumplimiento de nuestro
deber.
3. Compromiso con ser fieles en todo.
4. Compromiso con la difusión del evangelio.
5. Compromiso con una vida de sacrificio.
Tomemos unos instantes para comentar estos
compromisos. (La discusión se puede hacer en
pequeños grupos, o con la totalidad de
asistentes).
Veamos ahora cuatro tipos
de miembros de iglesia que
existen hoy día:
1. Los que no hacen nada
a favor de la obra de
Dios

“Nuestro mensaje es de
alcance mundial, y sin
embargo muchos no están
haciendo literalmente
nada…” (CMC, 41)
2. Los que hacen lo
menos que pueden.

“Hay otros que harán lo


menos que puedan. Atesoran
sus recursos, o malgastan
medios en su propia persona,
dando a regañadientes una
ofrenda escasa para sostener
la causa de Dios.” (CMC, 44)
“…Muchos mas están haciendo muy
poco, y esto frente a la tremenda falta
de fe significa prácticamente nada.”
(CMC, 41)
3. Los que hacen lo que
tienen que hacer.

“Hay algunos pocos


fieles portaestandartes
que nunca rehúyen el
deber o las
responsabilidades. Sus
corazones y bolsillos están
siempre abiertos a todo
pedido de recursos para
adelantar la causa de
Dios.” (CMC, 44)
4. Los que hacen más de
lo que tienen que hacer.

“A la verdad, algunos
parecen listos a
sobrepasar su deber.
Como si temieran perder
la oportunidad de invertir
su porción en el banco del
cielo.” (CMC, 44)
EN ESTA SECCION EL SEÑOR
HA ADVERTIDO SOBRE ALGUNAS
DE LAS CAUSAS PARA LA FALTA
DE COMPROMISO DE MUCHOS
MIEMBROS DE LA IGLESIA.
1. La falta del amor a Cristo
en nuestros corazones.

“Debido a que el amor


abnegado de Cristo no esta
entretejido con las practicas
de la vida, la iglesia es débil
cuando debería ser fuerte.”
(CMC, 55)
“Si nuestro pueblo poseyera el amor
de Dios en el corazón, si cada miembro
de iglesia estuviera imbuido por el
espíritu de abnegación, no habría falta
de fondos para las misiones nacionales
y extranjeras; nuestros recursos se
multiplicarían; se abrirían mil puertas
de utilidad y se nos invitaría a entrar
por ellas.” (CMC, 38)
2. Una pobre comprensión
del tiempo que vivimos.

“Si tan solo comprendieran


cuan cerca esta el fin de toda
obra a favor de la salvación de
las almas, sacrificarían sus
posesiones tan
espontáneamente como lo
hicieron los miembros la
iglesia primitiva.” (CMC, 42)
“Los últimos años del tiempo de
prueba están pasando a la eternidad.
El gran día del Señor esta sobre
nosotros. Toda energía que poseemos
deberíamos emplearla ahora para
estimular a los que están muertos en
sus transgresiones y pecados…”
(CMC, 37)
3. Falta el espíritu de
abnegación y sacrificio.

“La razón por la que


hoy existe tanta religión
atrofiada es porque la
gente no ha introducido
en sus vidas en forma
practica la abnegación ni
el sacrificio.” (CMC, 53)
“Si alguna vez hubo un tiempo
cuando ha sido necesario hacer
sacrificios, es ahora. Hermanos y
hermanas, practicad la economía en
vuestros hogares. Desechad los ídolos
que habéis colocados delante de Dios.
Abandonad vuestros placeres egoístas.”
(CMC, 39)
4. Los efectos del egoísmo
en nuestro corazón.

“Dios no puede derramar


su Espíritu cuando el egoísmo
y la complacencia propia se
manifiestan en forma tan
notoria, cuando prevalece un
espíritu que, si se lo
tradujera en palabras,
constituiría la respuesta de
Caín: ¿Soy yo guarda de mi
hermano?” (CMC, 53)
EN ESTA SECCION DIOS HACE
VARIOS LLAMADOS A SU PUEBLO.
VEAMOS ALGUNOS DE ELLOS.
1. Un llamado a la
consagración total.

“En todo lo que hagáis,


que vuestra preocupación
sea: ¿Es este el camino del
Señor? ¿Agradara esto a mi
Salvador? El dio su vida por
mi: ¿Qué puedo dar yo por
Dios? (CMC, 48)
“Dios exige lo que no le damos: una
consagración sin reserva.” (CMC, 54)
2. Un llamado a restaurar el
espíritu misionero y de
sacrificio en las familias.

“(Dios) pide que las familias cristianas vayan a


las comunidades que están en las tinieblas del
error, que vayan a los campos extranjeros, que
se familiaricen con un nuevo tipo de sociedad, y
que trabajen con prudencia y perseverancia a
favor de la causa del Maestro.” (CMC, 56)
“Hermanos y hermanas practicad la
economía en vuestros hogares. Desechad los
ídolos que habéis colocado delante de Dios.
Abandonad vuestros placeres egoístas. Os
ruego que no gastéis dinero en embellecer
vuestras casas, porque vuestros recursos
pertenecen a Dios y a el tendréis que dar
cuenta por su uso. No utilicéis el dinero de
Dios para gratificar los caprichos de vuestros
hijos. Enseñadles que Dios tiene derecho
sobre todo lo que poseen y que nada podrá
cancelar ese derecho.” (CMC, 39)
3. Un llamado a la unidad
en el trabajo misionero.

“La iglesia no podrá alcanzar la posición


que Dios desea que logre hasta que se una en
simpatía con sus obreros misioneros. La unidad
por la que Cristo oro no podrá existir hasta que
se lleve espiritualidad al servicio misionero, y
hasta que la iglesia se convierta en un
instrumento para el sostén de las misiones.”
(CMC, 49)
“El gran derramamiento del Espíritu de
Dios que ha de alumbrar toda la tierra con
su gloria, no sobrevendrá hasta que
tengamos un pueblo esclarecido que sepa
por experiencia lo que significa ser
colaboradores juntamente con Dios. Cuando
tengamos una consagración completa y
sincera al servicio de Cristo, Dios
reconocerá el hecho derramando su Espíritu
sin medida; pero esto no ocurrirá mientras
la parte mas grande de la iglesia no trabaja
juntamente con Dios.” (CMC, 53)
4. Un llamado a que se
atienda a los necesitados.

“¿Habéis cuidado de los huérfanos y


las viudas? Esto constituye un ramo de
la actividad misionera que por ninguna
razón debería descuidarse.” (CMC, 48)
“En el mundo hay
gente que tiene hambre
y que muere por falta de
alimento. Podéis decir:
yo no puedo alimentarlos
a todos. Pero al practicar
las lecciones de
economía dadas por
Cristo, podéis alimentar
a uno. ‘Recoged los
pedazos que sobraron,
para que no se pierda
nada’ (Juan 6:12).”
(CMC, 39)
“Dios es insultado por
la indiferencia de las
personas a quienes ha
encomendado sus
bienes. Sus
mayordomos rehúsan
percatarse de la
aflicción que deberían
aliviar. Así acarrean
oprobio sobre Dios.”
(CMC, 50)
5. Un llamado a proveer
recursos para el
adelanto de su causa.

“El pueblo de Dios es


llamado a una obra que
requiere dinero y
consagración.” (CMC, 37)
“Para llevar a cabo esta obra se
necesitan recursos financieros. Se que
los tiempos son difíciles y que no hay
mucho dinero; pero la verdad debe ser
esparcida y el dinero necesario para
extenderla debe ser colocado en la
tesorería” (CMC, 41)
EN ESTA SECCION SE COMIENZA A VER
QUE LOS MEDIOS PROVISTOS POR
DIOS PARA LLEVAR ADELANTE SU
OBRA SON LOS DIEZMOS Y LAS
OFRENDAS VOLUNTARIAS.
“El Señor no se propone venir a
este mundo para poner oro y plata a
disposición del adelantamiento de su
obra. Proporciona recursos a los
hombres para que estos, mediante sus
donativos y ofrendas, mantengan su
obra en progreso.” (CMC, 38)
“…debe producirse un
cumplimiento de las
obligaciones descuidadas.
Cuando se lleva a cabo esto
dando al Señor lo que le
pertenece en diezmos y
ofrendas, se abrirá el
camino para que el mundo
escuche el mensaje que el
Señor se propone que este
oiga.” (CMC, 38)
FINALMENTE VEAMOS ALGUNOS
RESULTADOS DERIVADOS DE LA
DECISION DE SER FIELES A DIOS Y
SER MIEMBROS RESPONSABLES Y
PRODUCTIVOS DE LA IGLESIA.
“Dios imparte a cada verdadero
creyente luz y bendición, y el creyente
las imparte a su turno a otros en la
obra que hace por el Señor. Al dar de lo
que recibe, aumenta su capacidad para
recibir. Hace lugar para una nueva
provisión de gracia y verdad. Recibe
una luz mas clara y un mayor
conocimiento.” (CMC, 38)
“Si los hombres están dispuestos a
convertirse en conductos a través de
los cuales las bendiciones del cielo
puedan fluir hacia otros, el Señor
mantendrá esos canales provistos. Los
hombres no se empobrecen al
devolver a Dios lo que es suyo; la
pobreza sobreviene cuando se
retienen esos recursos.” (CMC, 38)
“Si se hubiera cumplido el propósito
de Dios de presentar el mensaje de
misericordia al mundo, Cristo habría
venido y los santos habrían recibido la
bienvenida a la ciudad de Dios.” (CMC
39)

“Cuando tengamos una


consagración completa y sincera al
servicio de Cristo, Dios reconocerá el
hecho derramando su Espíritu sin
medida…” (CMC, 53)
FIN DEL SEMINARIO

Dios te bendiga

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