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POR UNA UNIVERSIDAD QUE FORME

CIUDADANOS
POR: ERNESTO CAVASSA
El caso Odebrecht está
siendo competente, no sin
razón, de "sismo",
"cataclismo" y "terremoto"
para la débil democracia
peruana.
Este sismo, que puede
sumergir a muchos altos diri-
gentes del país, ocurre
cuando se está desarrollando
un proceso de reforma
universitaria.
La necesaria revisión de
las universidades no se
agotaría en pequeños
detalles de forma, sino
que apuntaría a lo
esencial: la calidad de la
desfile de las nuevas
dirigencias sociales, es
decir, de quienes
ocuparán puestos
estratégicos en el Estado,
en la sociedad o en la
empresa y que marcarán
el rumbo del país.
Necesitamos burócratas,
empresarios y dirigentes
sociales capaces de hacer
frente a este mal endémico
que corroe nuestro país
desde hace siglos.
Debemos anhelar a
universidades capaces de
formar ciudadanos
comprometidos con la
sociedad en la que viven.
La corrupción no es solo
una cuestión de valores
individuales. Ella tiene un
impacto económico y
social. Si nuestras
universidades no forman
ciudadanos, difícilmente
podremos aspirar a una
sociedad sostenible.

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