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COMPENDIO DE NORMAS QUE AFECTAN A LA CASA

EN ORELLANA
Ley Orgánica 10/1995, de 23 de noviembre, del Código Penal
Artículo 319.

1. Se impondrán las penas de prisión de seis meses a tres años, multa de doce a veinticuatro meses e inhabilitación especial para
profesión u oficio por tiempo de seis meses a tres años, a los promotores, constructores o técnicos directores que lleven a cabo una
construcción no autorizada en suelos destinados a viales, zonas verdes, bienes de dominio público o lugares que tengan legal o
administrativamente reconocido su valor paisajístico, ecológico, artístico, histórico o cultural, o por los mismos motivos hayan sido
considerados de especial protección.

2. Se impondrá la pena de prisión de seis meses a dos años, multa de doce a veinticuatro meses e inhabilitación especial para
profesión u oficio por tiempo de seis meses a tres años, a los promotores, constructores o técnicos directores que lleven a cabo una
edificación no autorizable en el suelo no urbanizable.

3. En cualquier caso, los Jueces o Tribunales, motivadamente, podrán ordenar, a cargo del autor del hecho, la demolición de la obra,
sin perjuicio de las indemnizaciones debidas a terceros de buena fe.

Artículo 320.

1. La autoridad o funcionario público que, a sabiendas de su injusticia, haya informado favorablemente proyectos de edificación o la
concesión de licencias contrarias a las normas urbanísticas vigentes será castigado con la pena establecida en el artículo 404 de este
Código y, además, con la de prisión de seis meses a dos años o la de multa de doce a veinticuatro meses.

2. Con las mismas penas se castigará a la autoridad o funcionario público que por sí mismo o como miembro de un organismo
colegiado haya resuelto o votado a favor de su concesión a sabiendas de su injusticia.

Artículo 404.

A la autoridad o funcionario público que, a sabiendas de su injusticia, dictare una resolución arbitraria en un asunto administrativo se
le castigará con la pena de inhabilitación especial para empleo o cargo público por tiempo de siete a diez años.

Ley 8/1998, de 26 de junio, de Conservación de la Naturaleza y de


Espacios Naturales de Extremadura.
Artículo 43. Áreas de Influjo Socio-económico.

1. Con el fin de contribuir al mantenimiento de los Espacios Naturales Protegidos y compensar a las poblaciones afectadas, en sus
disposiciones reguladoras se podrán establecer Áreas de Influjo Socio-económico, integradas por el conjunto de los términos
municipales donde se encuentre ubicado el espacio natural de que se trate.

2. Para dichas Áreas se elaborarán, dentro de las disponibilidades presupuestarias de la Administración, programas para el desarrollo
socioeconómico, que tendrán las siguientes finalidades:

a. Crear infraestructuras y lograr unos niveles de servicios y equipamientos adecuados.


b. Mejorar las actividades tradicionales y fomentar otras compatibles con las exigencias de la conservación de los recursos
naturales mediante el establecimiento de las compensaciones necesarias.
c. Integrar a los habitantes locales en las actividades generadas por la protección y gestión del espacio natural.
d. Rehabilitar la vivienda rural y conservar el patrimonio arquitectónico.
e. Estimular iniciativas culturales, científicas, pedagógicas y recreativas.
f. Propiciar que las producciones artesanas, en el marco de la legislación sobre el particular, puedan hacer uso de una etiqueta
de calidad para sus productos haciendo referencia al Espacio Natural Protegido de que se trate.

Artículo 44. Régimen de usos.

1. A los efectos de lo previsto en la presente Ley, los usos en un espacio natural protegido tendrán la consideración de permitidos,
incompatibles y autorizables.

2. Serán permitidos los usos o actividades que por su propia naturaleza sean compatibles con los objetivos de protección de cada
categoría de espacio; incompatibles los que supongan un peligro presente o futuro, directo o indirecto, para el espacio natural o
cualquiera de sus elementos o características; y autorizables aquellos que bajo determinadas condiciones pueden ser tolerados por el
medio natural sin un deterioro apreciable de sus valores.
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3. La valoración de compatibilidad de los usos y actividades de un Espacio Natural Protegido se realizará por la Dirección General de
Medio Ambiente con el informe previo emitido por el órgano al que corresponda la gestión y administración del espacio.

4. Los instrumentos de planeamiento de los Espacios Naturales Protegidos deberán concretar el régimen de usos de acuerdo con la
zonificación que establezcan conforme a lo previsto en esta Ley.

Artículo 45. Usos permitidos.

Serán permitidos, entre otros, los usos o actividades agrícolas, ganaderos y forestales, así como todos aquellos que por su propia
naturaleza sean compatibles con la finalidad de protección de cada espacio natural, y todos aquellos no incluidos en los grupos
considerados como incompatibles y autorizables que se establezcan en el instrumento de planeamiento correspondiente a cada
espacio.

Artículo 46. Usos incompatibles.

1. Tendrán la consideración de incompatibles los usos y actividades no acordes con las finalidades de protección de cada Espacio
Natural establecidos en el instrumento de planeamiento correspondiente. Sin perjuicio de aquellos que con carácter específico
puedan establecerse en dichos instrumentos de planeamiento, tendrán la consideración general de usos y actividades incompatibles
los siguientes:

a. Hacer fuego fuera de la época y lugar autorizados.

b. Vertido o abandono de objetos y residuos fuera de los lugares autorizados, así como su quema no autorizada.

c. Vertidos líquidos o sólidos que puedan degradar o contaminar el dominio público hidráulico.

d. Persecución, caza y captura de animales de especies no incluidas en la relación de las que pueden ser objeto de caza y pesca,
excepto para estudios científicos debidamente autorizados, así como la comercialización de ejemplares vivos o muertos, de sus
despojos y fragmentos, de aquellas especies no incluidas en la relación de animales cinegéticos y piscícolas comercializables.

e. La emisión de ruidos, destellos luminosos u otras formas de energía que perturben la tranquilidad de las especies.

f. La alteración de las condiciones naturales del espacio protegido y de los recursos que determinaron su declaración como tal.

g. La colocación de carteles, placas y cualquier otra clase de publicidad comercial dentro del ámbito de protección.

h. La alteración o destrucción de las señales de los Espacios Naturales Protegidos.

i. La acampada o pernocta fuera de los lugares señalados al efecto.

j. La destrucción, mutilación, corte o arranque, así como la recolección de material biológico perteneciente a alguna de las especies
vegetales incluidas en el Catálogo de Especies Amenazadas, salvo que así lo exija la protección del propio espacio o de las especies
amenazadas, contando siempre con las autorizaciones competentes.

k. La extracción de áridos e instalación de canteras.

l. La rectificación de cauces.

m. Las actividades constructoras con excepción de las instalaciones e infraestructuras vinculadas a la investigación y educación
ambiental y las vinculadas a los aprovechamientos agrarios que puedan desarrollarlo en suelo no urbanizable, que deberán contar
con las autorizaciones sectoriales pertinentes.

n. La utilización de vehículos todo terreno, así como de otros a motor que puedan dañar la integridad del espacio natural, fuera de
los lugares autorizados.

ñ. La introducción en el medio natural de especies no autóctonas de la fauna y flora silvestres.

o. Cualquier otro incompatible con los fines de la declaración de protección, de acuerdo con lo previsto en los Planes de Ordenación
de los Recursos Naturales, en los instrumentos de planeamiento o en las restantes normas de aplicación.

2. Con independencia de la existencia o no de cualesquiera de los instrumentos de gestión contemplados en la presente Ley, el
órgano competente en materia medioambiental podrá autorizar, motivadamente, actividades o usos concretos que, aún estando
comprendidos en el apartado anterior, no alteren sustancialmente las características generales y los valores de los recursos naturales
que determinaron la declaración del Espacio Natural Protegido de que se trate.

Artículo 47. Usos autorizables.

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1. Son usos autorizables en Espacios Naturales Protegidos los sometidos por esta Ley, por los instrumentos de planeamiento o por
normas sectoriales específicas a autorización, licencia o concesión administrativa.

2. En todo caso, para este tipo de usos se requerirá la autorización emitida al efecto por la Dirección General de Medio Ambiente,
tramitándose la solicitud presentada con arreglo a lo dispuesto en el Título VI de la Ley 30/1992, de 26 de noviembre, de Régimen
Jurídico de las Administraciones Públicas y del Procedimiento Administrativo Común.

Transcurridos seis meses desde la fecha en que la solicitud hubiera sido presentada sin que la Dirección General de Medio Ambiente
notifique su resolución al solicitante, se entenderá que el sentido del silencio administrativo es negativo.

A la solicitud se acompañará documentación suficiente para evaluar la afección de la actividad sobre el área protegida.

La autorización emitida por la Dirección General de Medio Ambiente se formula sin perjuicio de cuantas otras autorizaciones,
licencias o concesiones administrativas fueran necesarias.

Artículo 72. Multa coercitiva.

Podrán imponerse multas coercitivas, reiteradas por periodos de tiempo que sean suficientes para cumplir lo ordenado, en los
supuestos establecidos en el artículo 99 de la Ley 30/1992, de Régimen Jurídico de las Administraciones Públicas y del Procedimiento
Administrativo Común; su cuantía no excederá en cada caso de 500.000 pesetas.

LEY 9/2006, de 23 de diciembre, por la que se modifica la Ley


8/1998, de 26 de junio, de Conservación de la Naturaleza y Espacios
Naturales de Extremadura.
1. Las infracciones administrativas a tenor de lo dispuesto en esta Ley se califican como leves, graves y muy graves.

2. Se consideran infracciones leves:

14) La realización no autorizada de construcciones, la instalación indebida de carteles de publicidad y el almacenamiento de chatarra, basuras o
escombros en las Áreas Protegidas y su entorno, cuando se haya producido algún menoscabo distinto a la alteración del paisaje.

31) La introducción, reintroducción de especies o reforzamiento de poblaciones en el medio natural sin autorización administrativa.

33) La instalación no autorizada de cerramientos no cinegéticos en terrenos rurales del territorio de la Comunidad Autónoma de Extremadura que no se
ajusten a las prescripciones estipuladas en la presente Ley o en la normativa de desarrollo.

3. Se consideran infracciones graves:

3) La realización no autorizada de construcciones, la instalación indebida de carteles de publicidad y el almacenamiento de chatarra, basura o
escombros en Áreas Protegidas y su entorno, siempre que se rompa la armonía del paisaje y se altere la perspectiva del campo visual o se realice en
contra de lo establecido en los instrumentos de planeamiento previstos en esta Ley.

27) La realización de un proyecto o actividad que deba contar con informe de afección, declaración o informe de impacto ambiental cuando se haya
ejecutado prescindiendo de su obligatoriedad o incumpliendo total o parcialmente su condicionado ambiental, cuando se haya causado impacto
ecológico p paisajístico o un menoscabo de los valores de un Área Protegida.

«1. Las infracciones y sanciones administrativas descritas en esta Ley prescribirán: las leves, en el plazo de un año; las graves, en el de dos años, y
las muy graves, en el de cuatro años.»

«Disposición adicional quinta. Zonas de Interés Regional.

Llanos de Cáceres y Sierra de Fuentes. Sierra de San Pedro. Sierra Grande de Hornachos. Embalse de Orellana y Sierra de Pela.

Ley 15/2001, de 14 de diciembre, del Suelo y Ordenación Territorial


de Extremadura.
CAPÍTULO VI.
INFRACCIONES Y SANCIONES URBANÍSTICAS.
SECCIÓN I. EL RÉGIMEN GENERAL.

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Artículo 198. Infracciones territoriales y urbanísticas.

1. Son infracciones muy graves:

a. Las infracciones tipificadas como graves que afecten a suelos ordenados como sistemas generales o que están calificados
como suelo no urbanizable de protección ambiental o tengan la consideración de dominio público conforme a la legislación
sectorial correspondiente o se ubiquen en las zonas de servidumbre del mismo.
b. La destrucción de bienes catalogados o declarados de interés cultural en los términos de la legislación sobre el patrimonio
histórico, cultural y artístico y las parcelaciones que se realicen en suelo no urbanizable protegido por planeamiento general
o especial.
c. La comisión de una o más infracciones graves por persona a la que se haya impuesto con anterioridad una sanción firme
por haber cometido alguna o algunas de las infracciones tipificadas en esta Ley.

2. Son infracciones graves:

a. Las que constituyen incumplimiento de las normas sobre parcelación en categorías de suelo diversas de la mencionada en la
letra b) del apartado anterior, o sobre uso del suelo, altura, superficie y volumen edificable, densidad residencial y situación
de las edificaciones y ocupación permitida de la superficie de parcelas, salvo que en el expediente sancionador se
demuestre la escasa entidad del daño producido a los intereses generales, o del riesgo creado en relación con los mismos,
en cuyo caso se consideran como infracciones leves.
b. La realización de obras mayores no amparadas por licencia o, en su caso, calificación territorial o autorización
correspondiente de la Administración autonómica, salvo que por la escasa alteración del paisaje urbano, rural o natural
merezcan la consideración de leves.
c. Los usos no amparados por licencia e incompatibles con la ordenación territorial y urbanística aplicable.
d. Los incumplimientos en materia de gestión salvo que se subsanen tras el primer requerimiento de la Administración, en
cuyo caso se consideran como infracciones leves.
e. En todo caso, los movimientos de tierra y extracciones en el subsuelo no amparados por licencia o, en su caso, calificación
territorial o autorización de la Administración competente cuando proceda.
f. La colocación de instrumentos fijos o móviles de publicidad, el vertido de escombros u otros residuos, así como el depósito
de materiales que por ser ajenos al paisaje natural o rural deterioren el mismo, salvo que por su escaso impacto al paisaje
merezcan la consideración de leves.
g. La omisión, en las obras de construcción, edificación y urbanización, de la publicidad estática exigida por la presente Ley o
de su información preceptiva, así como la inclusión en la misma de información falsa o disconforme con la ordenación
territorial y urbanística.
h. La obstaculización de la labor inspectora.
i. La comisión de una o más infracciones leves por persona a la que se haya impuesto con anterioridad una sanción firme por
haber cometido alguna o algunas de las infracciones tipificadas en esta Ley.

3. Son infracciones leves las operaciones y actividades de relevancia territorial realizadas sin contar, o en disconformidad, con el
preceptivo proyecto de urbanización, licencia, autorización o informe urbanístico y, en todo caso, cuantas infracciones tipificadas en
esta Ley no tengan la consideración de graves o muy graves.

4. Incurren en responsabilidad sancionadora urbanística los miembros de las Corporaciones Locales y las autoridades con
competencia en materia de ordenación territorial y urbanismo cuando otorguen o voten favorablemente el otorgamiento de licencia
urbanística, autorización u otro acto legitimador de actos, actuaciones o actividades reguladas por la ordenación territorial y
urbanística, en contra de dicha ordenación, o cuando las toleren, o dejen de ejercer las potestades de inspección, legalización,
reparación y sanción de las infracciones urbanísticas que se definen en la presente Ley. La condición de falta muy grave, grave o leve
se determinará en función de la entidad de la infracción tolerada o consentida y de sus consecuencias para el interés general.

Artículo 199. Sanciones urbanísticas.

1. Las infracciones definidas en el artículo anterior podrán sancionarse con:

a. Multa.
b. Inhabilitación para ser adjudicatario de actuaciones edificatorias o rehabilitadoras en sustitución del propietario o desarrollar
actividades con relevancia urbanística.
c. Publicidad de la infracción, sanción y medidas de legalización.
d. Decomiso del beneficio.
e. Expropiación de los terrenos, edificaciones, instalaciones o construcciones resultantes de la infracción.

2. Las infracciones anteriormente tipificadas están sancionadas con las siguientes multas:

a. Infracciones leves: Multa de 100.000 a 1.000.000 de pesetas.


b. Infracciones graves: Multa de 1.000.001 a 25.000.000 de pesetas.
c. Infracciones muy graves: Multa desde 25.000.000 de pesetas hasta el importe que sea superior de entre los siguientes:
100.000.000 de pesetas o el 150 % del valor de las obras, trabajos o instalaciones realizados o, en su caso, del coste de
reposición de los bienes y situaciones en su primitivo estado.

3. En el caso de infracciones relacionadas con la ejecución de obras urbanizadoras podrá imponerse, además de la multa que
corresponde, la sanción de inhabilitación por un período de hasta tres años para la realización de este tipo de obras.

4. En cualquier caso, la Administración competente deberá ordenar la publicación en el Diario Oficial de Extremadura, y en uno de los
periódicos de mayor circulación de los de la provincia en la que se haya producido la infracción, la sanción impuesta y las medidas de

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legalización y restauración del orden territorial y urbanístico. Los gastos derivados de la publicación del acuerdo sancionador serán
por cuenta de aquéllos que hayan sido declarados responsables del mismo.

5. En ningún caso la infracción puede suponer un beneficio económico para el infractor. Cuando la suma de la multa impuesta y del
coste de las actuaciones de reposición de bienes y situaciones en su primitivo estado arroje una cifra inferior a dicho beneficio, la
diferencia será objeto de decomiso.

6. Sin perjuicio de las medidas señaladas en los apartados anteriores, la Administración actuante podrá expropiar los terrenos con
una reducción del 25% de su valor en los supuestos de reincidencia, incumplimiento de la sanción propuesta o insolvencia del
responsable o responsables de la infracción, así como de las infracciones referidas a operaciones de reparcelación. En este supuesto
sólo podrán ser indemnizadas aquéllas obras útiles y que sean conformes con la ordenación territorial urbanística que resulte
aplicable.

La propiedad del suelo pasará a ser de titularidad municipal. En el supuesto de que en la finca existan terceros adquirentes de
viviendas, locales o titulares de derechos reales sobre cosa ajena, serán mantenidos en su derecho pero la Administración tendrá
derecho de tanteo y retracto sobre dichas viviendas, locales o titulares de derechos, sobre la primera y sucesivas transmisiones que
se den sobre dichos inmuebles. Los terrenos, locales y viviendas deberán dedicarse al patrimonio público del suelo para la promoción
del alquiler en cualquiera de las modalidades de gestión previstas en la legislación general y específica de régimen jurídico y de
contratación.

7. El personal dependiente de la Administración Pública que en el ejercicio de sus funciones realice o colabore en la ejecución de
cualquiera de las infracciones a las que se refiere la presente Ley deberá ser sancionado de acuerdo con la legislación disciplinaria
que le sea aplicable. La sanción disciplinaria se determinará de acuerdo con los criterios de graduación de la responsabilidad
contenidos en la presente Ley.

Artículo 200. Sujetos responsables de las infracciones urbanísticas.

1. En las obras o usos del suelo que se ejecuten sin licencia o con inobservancia de sus condiciones o, en su caso, sin comunicación
previa o autorización preceptiva, es responsable el promotor, el empresario de las obras y, en su caso, el técnico director de las
mismas. También son responsables en esos casos las autoridades o funcionarios que hayan infringido las normas en vigor en el
ejercicio de sus respectivas competencias en materia de policía territorial.

2. En las obras amparadas en un acuerdo municipal legitimador de operaciones y actividades urbanísticas, cuyo contenido u
otorgamiento constituye manifiestamente una vulneración del ordenamiento territorial y urbanístico, serán responsables, además de
las personas señaladas en el apartado anterior, el facultativo que ha informado favorablemente el proyecto, el Secretario de la
Corporación y los fedatarios y funcionarios públicos que no hubiese advertido de la omisión del preceptivo informe técnico, y los
miembros de la corporación que hubiesen votado a favor del otorgamiento de la licencia sin el informe técnico previo o, cuando éste
fuera desfavorable en razón de aquella infracción.

3. A los efectos de responsabilidad por infracciones, se considera también como promotor el propietario del suelo en el cual se
comete o se ha cometido la infracción, cuando el mismo ha tenido conocimiento de las obras infractoras. Se presume, salvo prueba
en contrario, que el titular del suelo tiene conocimiento de las obras infractoras cuando por cualquier acto ha cedido el uso del
mismo al sujeto responsable directo de la infracción, incluida la mera tolerancia.

4. Las personas jurídicas son responsables de las infracciones cometidas por sus órganos o agentes y asumen el coste de las
medidas de reparación del orden vulnerado, sin perjuicio de las indemnizaciones por daños y perjuicios a terceros a que haya lugar.

5. Si en el expediente aparecen como presuntos responsables, en el ejercicio de sus competencias en materia de policía territorial,
autoridades o funcionarios municipales, la competencia para su tramitación o resolución corresponde a la autoridad municipal
correspondiente. Si los presuntos responsables son autoridades o funcionarios de la Comunidad Autónoma de Extremadura, la
competencia corresponde al Consejero competente, salvo que se trate de autoridad de este rango, en cuyo caso lo es la Junta de
Extremadura.

Artículo 201. Sanciones al personal al servicio de las Administraciones urbanísticas.

En el supuesto en el que la infracción se realizara por personal al servicio de la Administración urbanística en el ejercicio de sus
funciones, no se les impondrá la sanción de multa y les será de aplicación la sanción disciplinaria procedente en función de la
gravedad de la infracción cometida.

Artículo 202. Prescripción de las infracciones.

1. Las infracciones prescriben en los siguientes plazos:

a. Las muy graves a los cinco años.


b. Las graves en un plazo de tres años.
c. Las leves en un año.

2. El plazo de prescripción empezará a contar, en el caso de infracciones referidas a operaciones clandestinas, desde el momento en
que se den las condiciones para que puedan ser conocidas por la Administración competente. En el resto de los supuestos, el
cómputo del plazo comenzará con la terminación o cese de la operación o actividad urbanística considerada como infracción. En el
caso de infracciones continuadas, el plazo de prescripción comenzará a partir del cese efectivo de la misma. Se considera infracción

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continuada todas las infracciones reiteradas, que no hayan sido sancionadas, que respondan al mismo tipo y que se produzcan
dentro del plazo de prescripción que en cada caso corresponda.

3. La prescripción de la infracción se interrumpe con la notificación de la incoación del correspondiente expediente sancionador.

Artículo 203. Prescripción de la sanción.

1. Las sanciones impuestas por la comisión de infracciones muy graves prescriben a los cinco años, las de las graves a los tres años,
y las de las leves al año.

2. El cómputo del plazo se iniciará a partir de la fecha de la notificación de la resolución sancionadora a los responsables.

Artículo 204. Graduación de la responsabilidad.

1. Son circunstancias que agravan la responsabilidad de los culpables de una infracción:

a. Haberse prevalido, para cometerla, de la titularidad de un oficio o cargo público, salvo que el hecho constitutivo de la
infracción haya sido realizado, precisamente, en el ejercicio del deber funcional propio del cargo u oficio.
b. Utilizar violencia o cualquier otro tipo de coacción sobre la autoridad o funcionario público encargado del cumplimiento de la
legalidad urbanística, o mediante soborno.
c. Alterarlos supuestos de hecho que presuntamente legitiman la actuación, o falsificar los documentos en que se acredita el
fundamento legal de la actuación.
d. Realizarla aprovechándose o explotando en su beneficio una grave necesidad pública o del particular o particulares que
resultaron perjudicados.
e. Resistirse a las órdenes emanadas de la autoridad relativas a la defensa de la legalidad urbanística o cumplirlas
defectuosamente.
f. Iniciación de las obras sin orden escrita del técnico director y las modificaciones que aquel introdujere en la ejecución del
proyecto sin instrucciones expresas de dicho técnico cuando tales variaciones comporten una infracción urbanística,
quedando exento de responsabilidad el empresario constructor en todos aquellos casos en que justifique suficientemente
haberse atenido a las instrucciones recibidas de la dirección facultativa de obra.
g. La comisión de una infracción muy grave por persona a la que se haya impuesto con anterioridad una sanción firme por
haber cometido alguna o algunas de las infracciones tipificadas en esta Ley.
h. No haber procedido a la suspensión de las obras tras la inspección y pertinente advertencia del agente de la autoridad.

2. Son circunstancias cuya concurrencia atenúa la responsabilidad de los culpables de una infracción urbanística:

a. Demostrar la falta de intencionalidad en la gravedad del daño a los intereses públicos o privados afectados por la operación
o actuación ilegal.
b. Proceder a la reparación o adoptar medidas que disminuyan el daño causado, antes de la iniciación de las actuaciones
sancionadoras.
c. Proceder a la suspensión de las obras tras la inspección y pertinente advertencia del agente de la autoridad.

3. Son circunstancias que, según cada caso, atenúen o agravan la responsabilidad:

a. El grado de conocimiento técnico de los pormenores de la actuación, de acuerdo con la profesión o actividad habitual del
culpable.
b. El beneficio obtenido de la infracción, o, en su caso, el haberla realizado sin consideración ninguna al posible beneficio
económico que de la misma se derivare.

4. Cuando en el expediente se aprecie alguna circunstancia agravante o atenuante, la multa debe imponerse, respectivamente, en
su mitad superior o inferior, estableciéndose la cuantía en función de la ponderación que la Administración efectúe respecto a la
incidencia de dichas circunstancias en la valoración global de la infracción. Las mismas reglas se observan según los casos cuando
concurran alguna o ambas de las circunstancias mixtas establecidas en el apartado anterior.

Artículo 205. Determinación de la sanción.

Cuando en aplicación de los preceptos de la presente Ley se instruya expediente sancionador por dos o más infracciones tipificadas
entre las que existe relación de causa efecto, se impondrá la sanción que corresponda a la más grave en su cuantía máxima. En los
demás casos, se impondrán a los responsables de dos o más infracciones las multas correspondientes a cada una de las diversas
infracciones cometidas.

Artículo 206. Reglas especiales correspondientes a la determinación de la multa.

1. Las multas por infracciones se imponen con independencia de las demás medidas previstas en esta Ley.

2. Las multas que se imponen a los distintos responsables por una misma infracción tienen entre sí carácter independiente.

3. Si el promotor instala legalización de la actuación antes de la resolución del expediente de expropiación, puede solicitar el archivo
del expediente mediante el pago del 25 % del importe de la multa propuesta en el expediente sancionador.

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4. Si el restablecimiento de la realidad física alterada se ejecuta por el infractor dentro del plazo establecido al efecto, la multa se
reduce en un 75 %.

Real Decreto Legislativo 1/2008, de 11 de enero, por el que se


aprueba el texto refundido de la Ley de Evaluación de Impacto
Ambiental de proyectos.
Artículo 3. Ámbito.

1. Los proyectos, públicos y privados, consistentes en la realización de obras, instalaciones o cualquier otra actividad comprendida
en el anexo I deberán someterse a una evaluación de impacto ambiental en la forma prevista en esta Ley.

2. Sólo deberán someterse a una evaluación de impacto ambiental en la forma prevista en esta Ley, cuando así lo decida el órgano
ambiental en cada caso, los siguientes proyectos:

a. Los proyectos públicos o privados consistentes en la realización de las obras, instalaciones o de cualquier otra actividad
comprendida en el anexo II.
b. Los proyectos públicos o privados no incluidos en el anexo I que pueda afectar directa o indirectamente a los espacios de la
Red Natura 2000.

La decisión, que debe ser motivada y pública, se ajustará a los criterios establecidos en el anexo III.

La normativa de las comunidades autónomas podrá establecer, bien mediante el análisis caso a caso, bien mediante la fijación de
umbrales, y de acuerdo con los criterios del anexo III, que los proyectos a los que se refiere este apartado se sometan a evaluación
de impacto ambiental.

ANEXO I.
Proyectos contemplados en el apartado 1 del artículo 3.

Grupo 9. Otros proyectos.

d. Todos los proyectos incluidos en el anexo II cuando sea exigida la evaluación de impacto ambiental por la normativa autonómica.

ANEXO II.
Proyectos contemplados en el apartado 2 del artículo 3.

Grupo 9. Otros proyectos.

k. Cualquier cambio o ampliación de los proyectos que figuran en los anexos I y II, ya autorizados, ejecutados o en proceso de
ejecución (modificación o extensión no recogidas en el anexo I que puedan tener efectos adversos significativos sobre el medio
ambiente, es decir, cuando se produzca alguna de las incidencias siguientes:

1. Afección a áreas de especial protección designadas en aplicación de las Directivas 79/409/CEE del Consejo, de 2 de abril
de 1979, y 92/43/CEE del Consejo, de 21 de mayo de 1992, o a humedales incluidos en la lista del Convenio Ramsar.

m. Urbanizaciones de vacaciones y complejos hoteleros fuera de áreas urbanas y construcciones asociadas.

n. Los proyectos que no estando recogidos en el anexo I ni II cuando así lo requiera la normativa autonómica y a solicitud del órgano
ambiental de la comunidad autónoma en la que esté ubicado el proyecto, acreditando para ello que puedan tener efectos
significativos en el medio ambiente. La exigencia de evaluación de impacto ambiental por la normativa autonómica podrá servir de
acreditación a efectos de este apartado.

Ley 42/2007, de 13 de diciembre, del Patrimonio Natural y de la


Biodiversidad.
Artículo 45. Medidas de conservación de la Red Natura 2000.

1. Respecto de las Zonas Especiales de Conservación y las Zonas de Especial Protección para las Aves, las Comunidades autónomas
fijarán las medidas de conservación necesarias, que respondan a las exigencias ecológicas de los tipos de hábitats naturales y de las
especies presentes en tales áreas, que implicarán:
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a. Adecuados planes o instrumentos de gestión, específicos a los lugares o integrados en otros planes de desarrollo que
incluyan, al menos, los objetivos de conservación del lugar y las medidas apropiadas para mantener los espacios en un
estado de conservación favorable.
b. Apropiadas medidas reglamentarias, administrativas o contractuales.

2. Igualmente las administraciones competentes tomarán las medidas apropiadas, en especial en dichos planes o instrumentos de
gestión, para evitar en los espacios de la Red Natura 2000 el deterioro de los hábitat naturales y de los hábitat de las especies, así
como las alteraciones que repercutan en las especies que hayan motivado la designación de estas áreas, en la medida en que dichas
alteraciones puedan tener un efecto apreciable en lo que respecta a los objetivos de la presente ley.

3. Los órganos competentes deberán adoptar las medidas necesarias para evitar el deterioro o la contaminación de los hábitats fuera
de la Red Natura 2000.

4. Cualquier plan, programa o proyecto que, sin tener relación directa con la gestión del lugar o sin ser necesario para la misma,
pueda afectar de forma apreciable a los citados lugares, ya sea individualmente o en combinación con otros planes o proyectos, se
someterá a una adecuada evaluación de sus repercusiones en el lugar, que se realizará de acuerdo con las normas que sean de
aplicación, de acuerdo con lo establecido en la legislación básica estatal y en las normas adicionales de protección dictadas por las
Comunidades autónomas, teniendo en cuenta los objetivos de conservación de dicho lugar. A la vista de las conclusiones de la
evaluación de las repercusiones en el lugar y supeditado a lo dispuesto en el apartado 5 de este artículo, los órganos competentes
para aprobar o autorizar los planes, programas o proyectos solo podrán manifestar su conformidad con los mismos tras haberse
asegurado de que no causará perjuicio a la integridad del lugar en cuestión y, si procede, tras haberlo sometido a información
pública.

5. Si, a pesar de las conclusiones negativas de la evaluación de las repercusiones sobre el lugar y a falta de soluciones alternativas,
debiera realizarse un plan, programa o proyecto por razones imperiosas de interés público de primer orden, incluidas razones de
índole social o económica, las Administraciones Públicas competentes tomarán cuantas medidas compensatorias sean necesarias
para garantizar que la coherencia global de Natura 2000 quede protegida.

La concurrencia de razones imperiosas de interés público de primer orden sólo podrá declararse para cada supuesto concreto:

a. Mediante una ley.


b. Mediante acuerdo del Consejo de Ministros, cuando se trate de planes, programas o proyectos que deban ser aprobados o
autorizados por la Administración General del Estado, o del órgano de Gobierno de la Comunidad autónoma. Dicho acuerdo
deberá ser motivado y público.

La adopción de las medidas compensatorias se llevará a cabo, en su caso, durante el procedimiento de evaluación ambiental de
planes y programas y de evaluación de impacto ambiental de proyectos, de acuerdo con lo dispuesto en la normativa aplicable.
Dichas medidas se aplicarán en la fase de planificación y ejecución que determine la evaluación ambiental.

Las medidas compensatorias adoptadas serán remitidas, por el cauce correspondiente, a la Comisión Europea.

6. En caso de que el lugar considerado albergue un tipo de hábitat natural y/o una especie prioritaria, señalados como tales en los
anexos I y II, únicamente se podrán alegar las siguientes consideraciones:

a. Las relacionadas con la salud humana y la seguridad pública.


b. Las relativas a consecuencias positivas de primordial importancia para el medio ambiente.
c. Otras razones imperiosas de interés público de primer orden, previa consulta a la Comisión Europea.

7. La realización o ejecución de cualquier plan, programa o proyecto que pueda afectar negativamente a especies incluidas en los
anexos II o IV que hayan sido catalogadas como en preligro de extinción, únicamente se podrá llevar a cabo cuando, en ausencia de
otras alternativas, concurra alguna de las causas citadas en el apartado anterior. La adopción de las correspondientes medidas
compensatorias se llevará a cabo conforme a lo previsto en el apartado 5.

8. Desde el momento en que el lugar figure en la lista de Lugares de Importancia Comunitaria aprobada por la Comisión Europea,
éste quedará sometido a lo dispuesto en los apartados 4, 5 y 6 de este artículo.

9. Desde el momento de la declaración de una ZEPA, ésta quedará sometida a lo dispuesto en los apartados 4 y 5 de este artículo.

Artículo 51. Alteración de la delimitación de los espacios protegidos.

1. Sólo podrá alterarse la delimitación de espacios naturales protegidos o de la Red Natura 2000, reduciendo su superficie total o
excluyendo terrenos de los mismos, cuando así lo justifiquen los cambios provocados en ellos por su evolución natural,
científicamente demostrada. En el caso de alteraciones en las delimitaciones de espacios protegidos Red Natura 2000, los cambios
debidos a la evolución natural deberán aparecer debidamente reflejados en los resultados del seguimiento previsto en el artículo 47.

2. Toda alteración de la delimitación de áreas protegidas deberá someterse a información pública, que en el caso de los espacios
protegidos Red Natura 2000 se hará de forma previa a la remisión de la propuesta de descatalogación a la Comisión Europea y la
aceptación por ésta de tal descatalogación.

3. El cumplimiento de lo previsto en los párrafos anteriores no eximirá de las normas adicionales de protección que establezcan las
Comunidades autónomas.

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TÍTULO VI.
DE LAS INFRACCIONES Y SANCIONES.

Artículo 75. Disposiciones generales.

1. Las acciones u omisiones que infrinjan lo prevenido en la presente Ley generarán responsabilidad de naturaleza administrativa,
sin perjuicio de la exigible en vía penal, civil o de otro orden a que puedan dar lugar.

2. Sin perjuicio de las sanciones penales o administrativas que en cada caso procedan, el infractor deberá reparar el daño causado
en la forma y condiciones fijadas en la Ley 26/2007, de 23 de octubre, de Responsabilidad Medioambiental. El infractor estará
obligado a indemnizar los daños y perjuicios que no puedan ser reparados, en los términos de la correspondiente resolución.

3. La valoración de los daños al medio ambiente necesaria para la determinación de las infracciones y sanciones reguladas en este
Título se realizará de acuerdo con el método de evaluación a que se refiere Ley 26/2007, de 23 de octubre, de Responsabilidad
Medioambiental y sus disposiciones de desarrollo.

4. Cuando no sea posible determinar el grado de participación de las distintas personas que hubiesen intervenido en la realización de
la infracción, la responsabilidad será solidaria, sin perjuicio del derecho a repetir frente a los demás participantes por parte de aquel
o aquellos que hubieran hecho frente a las responsabilidades.

5. En ningún caso se impondrá una doble sanción por los mismos hechos y en función de los mismos intereses públicos protegidos,
si bien deberán exigirse las demás responsabilidades que se deduzcan de otros hechos o infracciones concurrentes.

Artículo 76. Tipificación y clasificación de las infracciones.

1. A los efectos de esta Ley, y sin perjuicio de lo que disponga al respecto la legislación autonómica, se considerarán infracciones
administrativas:

a. La utilización de productos químicos, sustancias biológicas, la realización de vertidos o el derrame de residuos que
alteren las condiciones de los ecosistemas con daño para los valores en ellos contenidos.
b. La destrucción, muerte, deterioro, recolección, comercio o intercambio, captura y oferta con fines de venta o intercambio
o naturalización no autorizadas de especies de flora y fauna catalogadas en peligro de extinción, así como la de sus
propágulos o restos.
c. La destrucción o deterioro de hábitats incluidos en la categoría de en peligro de desaparición del Catálogo Español de Hábitats
en Peligro de Desaparición.
d. La destrucción del hábitat de especies en peligro de extinción en particular del lugar de reproducción, invernada, reposo,
campeo o alimentación.
e. La destrucción o deterioro significativo de los componentes de los hábitats prioritarios de interés comunitario.
f. La introducción de especies alóctonas incluidas en el Catálogo Español de Especies Exóticas Invasoras, sin autorización
administrativa.
g. La alteración de las condiciones de un espacio natural protegido o de los productos propios de él mediante ocupación,
roturación, corta, arranque u otras acciones.
h. La instalación de carteles de publicidad o la producción de impactos paisajísticos sensibles en los espacios naturales
protegidos.
i. El deterioro o alteración significativa de los componentes de hábitats prioritarios de interés comunitario o la destrucción
de componentes, o deterioro significativo del resto de componentes de hábitats de interés comunitario.
j. La destrucción, muerte, deterioro, recolección, posesión, comercio, o intercambio, captura y oferta con fines de venta o
intercambio o naturalización no autorizada de especies de flora y fauna incluidas en catalogadas como vulnerables, así
como la de propágulos o restos.
k. La destrucción del hábitat de especies vulnerables, en particular del lugar de reproducción, invernada, reposo, campeo o
alimentación y las zonas de especial protección para la flora y fauna silvestres.
l. La captura, persecución injustificada de especies de fauna silvestre y el arranque y corta de especies de flora en aquellos
supuestos en que sea necesaria autorización administrativa, de acuerdo con la regulación específica de la legislación de
montes, caza y pesca continental, cuando no se haya obtenido dicha autorización.
m. La destrucción, muerte, deterioro, recolección, posesión, comercio o intercambio, captura y oferta con fines de venta o
intercambio o naturalización no autorizada de especies de flora y fauna incluidas en el Listado de especies en régimen de
protección especial, que no estén catalogadas, así como la de propágulos o restos.
n. La destrucción del hábitat de especies incluidas en el Listado de especies en régimen de protección especial que no estén
catalogadas, en particular del lugar de reproducción, invernada, reposo, campeo o alimentación.
o. La perturbación, muerte, captura y retención intencionada de especies de aves en las épocas de reproducción y crianza,
así como durante su trayecto de regreso hacia los lugares de cría en el caso de las especies migratorias.
p. La alteración de los componentes de los hábitats prioritarios de interés comunitario o el deterioro de los componentes
del resto de hábitats de interés comunitario.
q. La tenencia y el uso de munición que contenga plomo durante el ejercicio de la caza y el tiro deportivo, cuando estas
actividades se ejerzan en zonas húmedas incluidas en la Lista del Convenio relativo a Humedales de Importancia
Internacional, en las de la Red Natura 2000 y en las incluidas en espacios naturales protegidos.
r. El incumplimiento de los demás requisitos, obligaciones o prohibiciones establecidos en esta Ley.

2. Tendrán en todo caso la consideración de infracciones muy graves las recogidas en los apartados a, b, c, d, e y f, cuando la
valoración de los daños derivados supere los 100.000 euros, y cualquiera de las otras si la valoración de daños supera los 200.000
euros.

Artículo 77. Clasificación de las sanciones.

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1. Las infracciones tipificadas en el artículo anterior serán sancionadas con las siguientes multas:

a. Infracciones leves, con multas de 500 a 5.000 euros.


b. Infracciones graves, con multas de 5.001 a 200.000 euros.
c. Infracciones muy graves, multas de 200.001 a 2.000.000 de euros, sin perjuicio de que las Comunidades autónomas
puedan aumentar el importe máximo.

2. En la imposición de las sanciones se deberá guardar la debida adecuación entre la gravedad del hecho constitutivo de la infracción
y la sanción aplicada, considerándose especialmente su repercusión, su trascendencia por lo que respecta a la seguridad de las
personas o bienes protegidos por esta Ley, las circunstancias del responsable, su grado de malicia, participación y beneficio
obtenido, así como la irreversibilidad de los daños o deterioros producidos.

3. La sanción de las infracciones tipificadas en esta Ley corresponderá a los órganos competentes de las Comunidades autónomas.

Compete a la Administración General del Estado, a través del Ministerio de Medio Ambiente, la imposición de sanciones en aquellos
supuestos en que la infracción administrativa haya recaído en su ámbito de competencias.

4. A efectos del ejercicio de la potestad sancionadora de la Administración General del Estado, y sin perjuicio de lo que puedan
disponer al respecto leyes especiales, las infracciones tipificadas en el artículo 76 de esta Ley, se calificarán del siguiente modo:

a. Como muy graves las recogidas en los apartados a, b, c, d, e y f, si los daños superan los 100.000 euros, y cualquiera
de las otras si los daños superan los 200.000 euros.
b. Como graves las recogidas en los apartados a, b, c, d, e y f, si los daños no superan los 100.000 euros, g, h, i, j, k, l, m
y n.
c. Como leves las recogidas en los apartados o, p, q y r.

5. La Administración instructora podrá acordar la imposición de multas coercitivas, reiteradas por lapsos de tiempo que sean
suficientes para cumplir lo ordenado, si los infractores no procedieran a la reparación o indemnización, de acuerdo con lo establecido
en el artículo 75. La imposición de dichas multas coercitivas exigirá que en el requerimiento se indique el plazo de que se dispone
para el cumplimiento de la obligación y la cuantía de la multa que puede ser impuesta. En todo caso, el plazo deberá ser suficiente
para cumplir la obligación. En el caso de que, una vez impuesta la multa coercitiva, se mantega el incumplimiento que la ha
motivado, podrá reiterase las veces que sean necesarias hasta el cumplimiento de la obligación, sin que, en ningún caso el plazo
fijado en los nuevos requerimientos pueda ser inferior al fijado en el primero. Las multas coercitivas son independientes y
compatibles con las que se puedan imponer en concepto de sanción.

6. En el ámbito de la Administración General del Estado, la cuantía de cada una de dichas multas no excederá de 3.000 euros.

7. El Gobierno podrá, mediante Real Decreto, proceder a la actualización de las sanciones previstas en el apartado 1 de este artículo,
teniendo en cuenta la variación de los índices de precios al consumo.

Artículo 78. Responsabilidad Penal.

En los supuestos en que las infracciones pudieran ser constitutivas de delito o falta, la administración instructora pasará el tanto de
culpa al órgano jurisdiccional competente y se abstendrá de proseguir el procedimiento sancionador mientras la autoridad judicial no
hubiera dictado sentencia firme o resolución que ponga fin al procedimiento. La sanción de la autoridad judicial excluirá la imposición
de sanción administrativa, en los casos en que se aprecie la identidad del sujeto, del hecho y del fundamento. De no haberse
estimado la existencia de delito o falta, la Administración podrá continuar el expediente sancionador, con base en los hechos que la
jurisdicción competente haya considerado probados.

Artículo 79. Prescripción de las infracciones y sanciones.

1. Las infracciones a que se refiere esta Ley calificadas como muy graves prescribirán a los cinco años, las calificadas como graves, a
los tres años, y las calificadas como leves, al año.

2. Las sanciones impuestas por la comisión de infracciones muy graves prescribirán a los cinco años, en tanto que las impuestas por
faltas graves o leves lo harán a los tres años y al año, respectivamente.

DISPOSICIÓN TRANSITORIA SEGUNDA. Plazo de aprobación y publicación de los planes e instrumentos de gestión adaptados a
los contenidos de esta Ley.

En el plazo de tres años deberán estar aprobados y publicados los planes o instrumentos de gestión adaptados a los contenidos que
se recogen en esta Ley, para lo que el Gobierno habilitará los correspondientes recursos para su cofinanciación en el Fondo para el
Patrimonio Natural y la Biodiversidad.

DISPOSICIÓN TRANSITORIA TERCERA. Normas e instrumentos a la entrada en vigor de esta Ley.

En tanto no se aprueben las normas e instrumentos de desarrollo y aplicación previstos en esta ley seguirán vigentes los existentes
en lo que no se opongan a la misma.

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Ley 26/2007, de 23 de octubre, de Responsabilidad Medioambiental.

Artículo 3. Ámbito de aplicación.

1. Esta Ley se aplicará a los daños medioambientales y a las amenazas inminentes de que tales daños ocurran, cuando hayan sido
causados por las actividades económicas o profesionales enumeradas en el anexo III, aunque no exista dolo, culpa o negligencia.

Se presumirá, salvo prueba en contrario, que una actividad económica o profesional de las enumeradas en el anexo III ha causado el
daño o la amenaza inminente de que dicho daño se produzca cuando, atendiendo a su naturaleza intrínseca o a la forma en que se
ha desarrollado, sea apropiada para causarlo.

2. Esta Ley también se aplicará a los daños medioambientales y a las amenazas inminentes de que tales daños ocurran, cuando
hayan sido causados por las actividades económicas o profesionales distintas de las enumeradas en el anexo III, en los siguientes
términos:

a. Cuando medie dolo, culpa o negligencia, serán exigibles las medidas de prevención, de evitación y de reparación.
b. Cuando no medie dolo, culpa o negligencia, serán exigibles las medidas de prevención y de evitación.

3. Esta Ley sólo se aplicará a los daños medioambientales, o a la amenaza inminente de tales daños, causados por una
contaminación de carácter difuso, cuando sea posible establecer un vínculo causal entre los daños y las actividades de operadores
concretos.

4. Esta Ley no se aplicará a los daños medioambientales ni a las amenazas inminentes de que tales daños se produzcan cuando
hayan sido ocasionados por alguna de las siguientes causas:

a. Un acto derivado de un conflicto armado, de hostilidades, de guerra civil o de una insurrección.


b. Un fenómeno natural de carácter excepcional, inevitable e irresistible.
c. Las actividades cuyo principal propósito sea servir a la defensa nacional o a la seguridad internacional, y las actividades
cuyo único propósito sea la protección contra los desastres naturales.

5. Esta Ley no se aplicará a los siguientes daños:

a. A los daños medioambientales ni a las amenazas inminentes de que tales daños se produzcan cuando tengan su origen en
un suceso cuyas consecuencias en cuanto a responsabilidad o a indemnización estén establecidas por alguno de los
convenios internacionales enumerados en el anexo IV, incluidas sus eventuales modificaciones futuras, vigentes en España.
b. A los riesgos nucleares, a los daños medioambientales o a las amenazas inminentes de que tales daños se produzcan,
causados por las actividades que empleen materiales cuya utilización esté regulada por normativa derivada del Tratado
constitutivo de la Comunidad Europea de la Energía Atómica, ni a los incidentes o a las actividades cuyo régimen de
responsabilidad esté establecido por alguno de los convenios internacionales enumerados en el anexo V, incluidas sus
eventuales modificaciones futuras, vigentes en España.

Ley 27/2006, de 18 de julio, por la que se regulan los derechos de acceso a la


información, de participación pública y de acceso a la justicia en materia de
medio ambiente

Artículo 1. Objeto de la Ley.

1. Esta Ley tiene por objeto regular los siguientes derechos:

a. A acceder a la información ambiental que obre en poder de las autoridades públicas o en el de otros sujetos que la posean
en su nombre.
b. A participar en los procedimientos para la toma de decisiones sobre asuntos que incidan directa o indirectamente en el
medio ambiente, y cuya elaboración o aprobación corresponda a las Administraciones Públicas.
c. A instar la revisión administrativa y judicial de los actos y omisiones imputables a cualquiera de las autoridades públicas
que supongan vulneraciones de la normativa medioambiental

2. Esta ley garantiza igualmente la difusión y puesta a disposición del público de la información ambiental, de manera paulatina y
con el grado de amplitud, de sistemática y de tecnología lo más amplia posible.

Artículo 3. Derechos en materia de medio ambiente.

Para hacer efectivos el derecho a un medio ambiente adecuado para el desarrollo de la persona y el deber de conservarlo, todos
podrán ejercer los siguientes derechos en sus relaciones con las autoridades públicas, de acuerdo con lo previsto en esta Ley y con
lo establecido en el artículo 7 del Código Civil:

1. En relación con el acceso a la información:


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a. A acceder a la información ambiental que obre en poder de las autoridades públicas o en el de otros sujetos en su
nombre, sin que para ello estén obligados a declarar un interés determinado, cualquiera que sea su nacionalidad,
domicilio o sede.
b. A ser informados de los derechos que le otorga la presente Ley y a ser asesorados para su correcto ejercicio.
c. A ser asistidos en su búsqueda de información.
d. A recibir la información que soliciten en los plazos máximos establecidos en el artículo 10.
e. A recibir la información ambiental solicitada en la forma o formato elegidos, en los términos previstos en el artículo
11.
f. A conocer los motivos por los cuales no se les facilita la información, total o parcialmente, y también aquellos por
los cuales no se les facilita dicha información en la forma o formato solicitados.
g. A conocer el listado de las tasas y precios que, en su caso, sean exigibles para la recepción de la información
solicitada, así como las circunstancias en las que se puede exigir o dispensar el pago.
2. En relación con la participación pública:
a. A participar de manera efectiva y real en la elaboración, modificación y revisión de aquellos planes, programas y
disposiciones de carácter general relacionados con el medio ambiente incluidos en el ámbito de aplicación de esta
Ley.
b. A acceder con antelación suficiente a la información relevante relativa a los referidos planes, programas y
disposiciones de carácter general.
c. A formular alegaciones y observaciones cuando estén aún abiertas todas las opciones y antes de que se adopte la
decisión sobre los mencionados planes, programas o disposiciones de carácter general y a que sean tenidas
debidamente en cuenta por la Administración Pública correspondiente.
d. A que se haga público el resultado definitivo del procedimiento en el que ha participado y se informe de los
motivos y consideraciones en los que se basa la decisión adoptada, incluyendo la información relativa al proceso de
participación pública.
e. A participar de manera efectiva y real, de acuerdo con lo dispuesto en la legislación aplicable, en los
procedimientos administrativos tramitados para el otorgamiento de las autorizaciones reguladas en la legislación
sobre prevención y control integrado de la contaminación, para la concesión de los títulos administrativos
regulados en la legislación en materia de organismos modificados genéticamente, y para la emisión de las
declaraciones de impacto ambiental reguladas en la legislación sobre evaluación de impacto ambiental, así como
en los procesos planificadores previstos en la legislación de aguas y en la legislación sobre evaluación de los
efectos de los planes y programas en el medio ambiente.
3. En relación con el acceso a la justicia y a la tutela administrativa:
a. A recurrir los actos y omisiones imputables a las autoridades públicas que contravengan los derechos que esta Ley
reconoce en materia de información y de participación pública.
b. A ejercer la acción popular para recurrir los actos y omisiones imputables a las autoridades públicas que
constituyan vulneraciones de la legislación ambiental en los términos previstos en esta Ley.

Cualquier otro que reconozca la Constitución o las leyes.

Artículo 5. Obligaciones generales en materia de información ambiental.

1. Las Administraciones públicas deberán realizar las siguientes actuaciones:

a. Informar al público de manera adecuada sobre los derechos que les otorga la presente Ley, así como de las vías para
ejercitar tales derechos.
b. Facilitar información para su correcto ejercicio, así como consejo y asesoramiento en la medida en que resulte posible.
c. Elaborar listas de autoridades públicas en atención a la información ambiental que obre en su poder, las cuales se harán
públicamente accesibles. A tal efecto, existirá al menos una lista unificada de autoridades públicas por cada Comunidad
Autónoma.
d. Garantizar que su personal asista al público cuando trate de acceder a la información ambiental.
e. Fomentar el uso de tecnologías de la información y de las telecomunicaciones para facilitar el acceso a la información.
f. Garantizar el principio de agilidad en la tramitación y resolución de las solicitudes de información ambiental.

2. Las autoridades públicas velarán porque, en la medida de sus posibilidades, la información recogida por ellas o la recogida en su
nombre esté actualizada y sea precisa y susceptible de comparación.

3. Las autoridades públicas adoptarán cuantas medidas sean necesarias para hacer efectivo el ejercicio del derecho de acceso a la
información ambiental y, entre ellas, al menos alguna de las que se señala a continuación:

a. Designación de unidades responsables de información ambiental.


b. Creación y mantenimiento de medios de consulta de la información solicitada.
c. Creación de registros o listas de la información ambiental que obre en poder de las autoridades públicas o puntos de
información, con indicaciones claras sobre dónde puede encontrarse dicha información.

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